CARTA ABIERTA A LA AFICIÓN Esta despedida es un acto de estricta justicia. No trato con ella de elogiar a nadie ni de levantar una bandera en favor de unos seguidores que me acogieron desde el primer día como a un onubense más y que siempre me supieron dar el margen de confianza que otros no tuvieron. En estos momentos es una obligación, por honestidad, rendir homenaje a través de los medios de comunicación -de otro modo no podría- a todos aquellos que de forma anónima siempre estuvieron conmigo y que durante las tres últimas temporadas nos dieron apoyo cuando más lo necesitábamos el Recreativo de Huelva y yo. No se trata de elogiar a la gente de Huelva, se trata de decir que esta afición, por Decana, es maestra, seria y un ejemplo a seguir por su comportamiento a todos los niveles. Jamás olvidaré la acogida tras el regreso de Soria tras perder en Los Pajaritos ante el Numancia o aquella tarde del 13 de junio en la que logramos el ascenso frente a un Deportivo B en el Colombino, por citar dos días que marcaron un antes y un después en mi carrera como entrenador. Es más, hay tantas virtudes que os distingue que resulta difícil destacar una para empezar. Posiblemente la más notable y la que siempre me llenó porque salta a la vista es su capacidad para seducir cada vez que lanza un grito de aliento. Me marcho con Huelva, sus gentes y el Recre en el corazón y siempre dejando la puerta abierta para regresar algún día a esta ciudad y a este club que merece lo mejor, que me hizo más persona y me consagró como entrenador. Y es que los que lo dicen por aquí llevan razón, Huelva: conocerla es volver. ¡Gracias, afición! ¡Aúpa Recre! Joaquín Caparrós Camino