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Nació en Madrid, el 27 de mayo de 1928. Hija de padres artistas. Su madre, Purificación Cayuela, actuó varias temporadas en el Teatro Real de la capital de España; su padre, Juan Pérez Berchman, excelente barítono y maestro repetidor, dio conciertos por todo el continente europeo, hasta que, al unirse ambos en matrimonio se retiraron de la escena, dedicándose a la enseñanza del canto.
A la edad de once años, Dolores comienza a dar conciertos demostrando excepcionales aptitudes artísticas, por lo que sus padres deciden que no vuelva a actuar en público y dedicarla seriamente al estudio para que pueda poseer una vasta cultura musical. Fue alumna de Carmen Seco en la Escuela de Arte Dramático.
Al cumplir los dieciséis años ya tiene aprendidas todas las óperas de repertorio para soprano lírica. Entonces la oye el maestro Annovazzi, sacando la consecuencia, después de la audición, que es la primera vez que no ha perdido el tiempo escuchando a un cantante. La envía al empresario Barnú, quien la contrata sin oírla, simplemente orientado por las referencias del maestro, formando parte de su gran compañía de ópera italiana. Objeta solamente este empresario sobre el apellido “Pérez” que por ser tan español resulta vulgar para una artista y desde entonces adopta el de Lily Berchman. Debuta en el Teatro Rosalía de Castro de La Coruña con MADAMA BUTTERFLY, triunfando clamorosamente por sus extraordinarias dotes de cantante y causando sensación por no existir precedentes de una “Madama Butterfly” tan extremadamente joven.
A partir de este debut sus actuaciones son numerosísimas. Resaltan también sus versiones de LA BOHÈME, PALIACCI, FAUSTO y MEFISTÓFELES.
En octubre de 1953 toma parte en el Concurso Internacional de Canto de Vercelli. En dicho concurso se inscribe, como es natural, con su verdadero nombre y apellidos, Dolores Pérez Cayuela, citando también el seudónimo de Lily Berchman, pero en Italia suena mejor “Pérez” que “Berchman”. Pérez es tan español como ella y les agrada, por lo tanto hacen caso omiso de Lily y se entusiasman con la voz aterciopelada y acariciadora de Dolores que en sus agudos vibra con insuperable potencia. En Italia, cuna del “bell canto”, valoran esta joya artística, aclamándola todos los intelectuales reunidos en Vercelli al proclamarla triunfadora entre los mejores cantantes de las treinta y ocho naciones que concursaron. Al recibir el premio firma para la temporada de Vercelli 1954-55 en combinación con la Scala de Milán, para cantar LA VIDA BREVE y FAUSTO. Una semana después de recibir este gran premio de canto gana el extraordinario de declamación de la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid.
Seguidamente es contratada para estrenar en el San Carlos de Nápoles la ópera SAKUNTALA, del maestro Alfano, quien no había decidido antes su estreno por no hallar quien encarnase a la protagonista que él concibiera, pero al oír a Dolores cree que su voz y temperamento se ajusta a su creación. Aprende la difícil partitura en catorce días causando extrañeza su gran cuadratura musical y el 22 de enero de 1954 se presenta en el Teatro San Carlos de dicha ciudad con el estreno de la mencionada ópera, donde vuelve a triunfar clamorosamente, dedicándole toda la prensa italiana elogios excepcionales. En ese año se le otorgó en España el Premio Nacional de Interpretación.
En la temporada 1956-57 debutó en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, en la ópera GOYESCAS. En la temporada siguiente cantó GIANNI SCHICCHI, y en 1965 regresó al coliseo de Las Ramblas para cantar el papel de “Liù” en TURANDOT. Intervino en las sucesivas temporadas líricas del Teatro de La Zarzuela, mereciendo destacarse su participación en el II Festival de Opera organizado por los Amigos de la Opera donde, en mayo de ese mismo año, encarnó el rol principal en la memorable exhumación de la ópera del compositor vasco Jesús Guridi AMAYA, con Pedro Lavirgen, Pablo Vidal e Inés Rivadeneyra.
Posteriormente ciñó su voz a las tesituras de mezzo-soprano, llegando a convertirse en una de las más afamadas intérpretes del personaje de “Aurora la Beltrana” en DOÑA FRANCISQUITA.
Guardó celosa su vida particular. Desaparecidos sus padres quedó completamente sola. Decidió poner fin a su carrera y, sorprendentemente, se ocupó también de borrar sus huellas profesionales. De los últimos años de su vida se conoce poco. Motivos personales la llevaron a buscar refugio en Alicante, donde se dedicó a la enseñanza, ejerciendo la cátedra de canto en el Conservatorio, plaza que obtuvo por oposición. Falleció en Madrid el 27 de agosto de 1982.
Zarzuelas completas:
El canastillo de fresas (1951), La Lola se va a los puertos (1952). Ed.: Columbia-Notas Mágicas
Los gavilanes, Los claveles, La Dolorosa, Gigantes y cabezudos, La canción del olvido, La viuda alegre, Molinos de viento, El huésped del sevillano, La viejecita, El rey que rabió, El barberillo de Lavapiés, La Tempranica, El asombro de Damasco, El puñao de rosas, Don Gil de Alcalá, Luisa Fernanda, La del soto del parral, María la O, Rosa la China, El cafetal, Doña Francisquita, La leyenda del beso, La Duquesa del Bal Tabarín, Alma de Dios, Los de Aragón, La alegría de la huerta. Ed.: Montilla (1954-1958)
Maruxa, El caserío, El huésped del sevillano, Luisa Fernanda, El barberillo de Lavapiés. Ed.: TVE-La Voz de su Amo (1969)
NOTA: Para LA CANCIÓN DEL OLVIDO, Dolores Pérez grabó en su banda sonora la “Napolitana” de EL TRUST DE LOS TENORIOS, tema que sólo aparece en la película -cantado por el personaje de Flora Goldoni- pero que no se incluyó en su edición discográfica.
También en el catálogo EMI de ese año figura como lanzamiento EL JOVEN PILOTO, obra que nunca llegó a grabarse.
La tempestad, Doña Francisquita, Los de Aragón. Ed.: Carillón (1959-74)
Fragmentos y selecciones:
La marchenera, La Dolores, La Tempranica, Las hijas del Zebedeo, El niño judío, Gigantes y cabezudos. Ed.: Montilla (1954)
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