Emilio Sagi-Barba
(Barítono)
  Pocos cantantes de zarzuela han disfrutado durante más de treinta años de tanta popularidad, lo mismo en España que en Sudamérica. Fue, en este género tan nuestro de la zarzuela, una figura señera y única. Ninguno de los de su cuerda pudo igualarle. Arrebataba a los públicos por su bella voz, su correcta dicción, su característica escuela de canto y también por sus inacabables calderones.

Emilio Sagi-Barba nació en la calle Carretas de Barcelona en 1875. Cuando contaba seis años de edad sus padres se trasladaron a Mataró y él ingresó en el Colegio de los Escolapios como hijo de pobre. Estudió solfeo, nociones de canto y más tarde intervino en las funciones religiosas del colegio. Pocos años después, su padre fijó la residencia en Barcelona para trabajar en una fábrica de hilados y el muchacho continuó en el Conservatorio Municipal los estudios de música y canto. Cuando le cambió la voz su profesor le anunció que tenía condiciones para llegar a ser un buen barítono, lo cual le disgustó mucho porque hubiera preferido ser tenor.

El teatro le apasionó y esta afición no le detuvo. A los diecinueve años, deseoso de triunfar y ver mucho mundo, marchó a Buenos Aires con una modesta compañía lírica. En aquella nación hermana, encontró la ayuda del padre Xirau, catalán, como él, que era maestro de capilla de la Catedral; le daba cien pesos cada vez que participaba en una misa solemne. A la vez, dirigía el coro del Teatro Argentino y como cantante sustituyó al barítono que debía hacer la parte de “Melchor” en el estreno de LA DOLORES, de Bretón. Esto le proporcionó un contrato de 400 pesos. Había ido como segundo barítono, pero a fuerza de tesón y estudio, en poco tiempo llegó a primero con el repertorio grande: MARINA, LA TEMPESTAD, LA BRUJA, LA MASCOTA, LOS MADGYARES, EL POSTILLÓN DE LA RIOJA, EL GUITARRICO y EL ANILLO DE HIERRO, que le valieron grandes triunfos en varios países de aquel continente. En 1905 Sagi-Barba hizo un alarde de facultades poco frecuente. Mientras actuaba en el Teatro Victoria de la capital argentina, la compañía de ópera italiana que lo hacía en el Politeama, organizó una función de gala para conmemorar el cuarto aniversario de la muerte de Verdi. La comisión le pidió que participara en ella y aceptó. Aquel día, hizo por la tarde EL JURAMENTO, de Gaztambide en el Victoria y después, por la noche, en el Politeama el tercer acto de HERNANI con los italianos, aprendido en dos días. Alcanzó el éxito más grande de su carrera. Tanto los compañeros como la prensa le llenaron de elogios. Más tarde, en La Habana, interpretó un magnífico RIGOLETTO que le deparó una sorpresa. Entre el público estaba Titta Ruffo, quien complacido, le envió una carta donde le decía: “Yo, que soy un creador de Rigoletto, declaro admirado que el de usted me encantó”.

Seis años permaneció en América y al cumplir los veinticinco decidió volver a España. Su primera actuación fue en el desaparecido Teatro Calvo y Vico de Barcelona. Cantó EL GRUMETE, de Arrieta, con enorme éxito y cuando se consideraba más feliz, un mal día se encontró sin voz. Mientras se sometía a tratamiento, como sus conocimientos musicales eran muy completos, se dedicó a director de orquesta en compañías de zarzuela. Recuperadas las facultades le llegó el sonado triunfo que esperaba con el estreno en España de la opereta de Franz Lehàr LA VIUDA ALEGRE que cantó con la gran tiple Luisa Vela, la cual sería su esposa y compañera ideal en todas las noches gloriosas que vendrían después. A partir de ese día, Sagi-Barba fue el barítono preferido de los públicos de España entera que le aclamaban con delirio. El 5 de febrero de 1914 es una fecha que tiene gran valor para el matrimonio Vela/Sagi-Barba, al estrenar LAS GOLONDRINAS, partitura que el propio Usandizaga dedicara al barítono, en el Teatro Circo Price de Madrid. También es reseñable que el hecho de que Luisa Vela esperase el inminente nacimiento de su hijo Luis, que andando el tiempo se convertiría también en un destacado barítono.

Entre los estrenos que se hicieron famosos a lo largo de los años, y que fueron inimitables creaciones suyas están: EL GUITARRICO (1900), MOLINOS DE VIENTO (1910), LOS CADETES DE LA REINA (1913), LAS GOLONDRINAS (1914), LOS CALABRESES (1918), LA DOGARESA (1920), EL PÁJARO AZUL (1921), POR UNA MUJER (1922), EL DICTADOR (1923), LA PASTORELA (1926), LA DEL SOTO DEL PARRAL (1927), LA ROSA DEL AZAFRÁN (1930) y LUISA FERNANDA (1932). También estrenó en el Tívoli de Barcelona la versión catalana de MARINA. Hizo con su esposa dieciséis viajes a América y recorrió todos los países de habla hispana. Hasta que, cansado, tomó la sabia decisión de retirarse cuando su voz aún se conservaba atrayente. Antes había dirigido la orquesta en la presentación de su hijo Enrique en 1930 y la de Luis, el más joven, en el Teatro Ideal de Madrid. Emilio Sagi-Barba dijo su adiós a la escena en el mismo escenario el 3 de noviembre de 1932. El programa estuvo compuesto por el primer acto de LOS GAVILANES, el segundo de LA PASTORELA y el tercero de LAS GOLONDRINAS. Sagi-Barba se recreó con primores de dicción; arrebató con sus amplios alientos y emocionó a todos con sus acentos dramáticos.

Buscó la tranquilidad necesaria en el bello pueblo alicantino de Polop de la Marina, junto con su esposa, y pocas veces salió de su finca. Sólo lo hacía para cantar alguna romanza de zarzuela en alguna función benéfica y para dirigir, en el Teatro Victoria de Barcelona, el estreno de LAS PALOMAS, de cuya partitura era autor. Fue, según dijo, “su última calaverada”. Falleció en dicho lugar de Polop el 7 de agosto de 1949 a los sesenta y tres años.

Tanto Emilio Sagi-Barba como su mujer contribuyeron de modo incuestionable al sostén y mantenimiento del género zarzuelístico en España, así como a la difusión de un género novedoso en nuestro país, como era entonces la opereta.

Zarzuelas completas:

La Dogaresa, El Pájaro Azul, La Ciudad Eterna, El dictador, La reina mora, Luisa Fernanda. Ed.: Gramófono-La Voz de su Amo (1920-1932)

Fragmentos y selecciones:

Alma de Dios, La alsaciana, El asombro de Damasco, La bejarana, Benamor, Blanco y negro, Bohemios, Los cadetes de la reina, Los calabreses, La Calesera, La campana rota, Las campanas de Carrión, Campanone, El diablo en el poder, Las dos princesas, Las golondrinas (Selección), La Gran Vía, El guitarrico, El juramento, La del soto del parral (Selección), María Sol, Marina (Selección), Martierra, Maruxa, La mascota, Molinos de viento, Los mosqueteros grises, Las palomas, Pandereta, La parranda, La pastorela, Por una mujer, La princesa del dollar, El puñao de rosas, La Revoltosa, El rey de las montañas, La rosa del azafrán (Selección), Los saltimbanquis, La villana, La viuda alegre, Xuanón. Ed.: Gramófono-La Voz de su Amo (1907-1946)
(Menú)
(Subir)