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Desde su nacimiento en Tuéjar (Valencia) el 17 de abril de 1884, esta notabilísima soprano, que fue una de las grandes figuras de la zarzuela en el primer tercio del siglo XX, se vio mecida por la música: sus padres sentían verdadera pasión por ella; su madre tenía una preciosa voz, su hermano mayor también fue un buen cantante aficionado y el menor llegó a adquirir fama internacional como concertista de violín. Su padre, prestigioso médico cirujano, se trasladó con su familia a Crevillente (Alicante), motivo por el cual son muchos los que han tomado a Luisa Vela como nativa de esa localidad. En un principio, su progenitor parecía oponerse a que Luisa siguiera la vocación teatral, pero al ver la prometedora disposición que sus hijos mostraban por la música, el padre quiso facilitarles la necesaria formación que en Crevillente no podía darles. En 1893 se trasladó de nuevo con su familia, esta vez a Valencia.
Luisa Vela cursó estudios de música y canto en el Conservatorio de Valencia con el maestro Torregrosa. A la temprana edad de dieciséis años se presentó al público con la zarzuela JUGAR CON FUEGO causando admiración. El éxito fue tan grande como inmediatas sus consecuencias. Tras ello se incorporó a la Compañía Lírica del barítono catalán Emilio Sagi-Barba, con el que años más tarde contraería matrimonio.
Por esos años de principio de siglo el popular “género chico” comenzaba su declive y la llamada zarzuela grande recobraba su antiguo esplendor. Esta fue la que Luisa Vela cantó, especialmente obras de Barbieri, Gaztambide, Oudrid, Marqués y Arrieta. Después, Fernández Caballero, Chapí, Luna, Serrano, Vives, Guerrero, Alonso y Millán, rivalizarían con los anteriores, y sobre estos nuevos valores Luisa Vela cimentó su fama, no sólo en España sino en todos los teatros de habla hispana. Cuando ella conquistaba a los públicos con su hermosa voz y su apasionado temperamento, en las mismas fechas, y en las naciones hermanas, arrebataba también a los públicos un barítono catalán de excepcionales facultades llamado Emilio Sagi-Barba. Regresó éste a España a principios de siglo y coincidió con Luisa en algunas compañías. Juntos cantaron muchas zarzuelas y operetas, uniendo sus ricas voces y no tardaron en ser la pareja lírica más admirada y aplaudida. Al término de cada representación el público manifestaba su entusiasmo con ovaciones interminables. Y como prolongación de la vida escénica, contrajeron matrimonio. Los autores les confiaron sus obras seguros del éxito. Entre sus estrenos más importantes figuran: LOS CADETES DE LA REINA, de Luna; LA DOGARESA y EL PÁJARO AZUL, de Millán; LA GENERALA, de Vives; o LA ALSACIANA, de Guerrero.
La fama del matrimonio aumentó hasta el punto de no concebirse temporada de zarzuela sin ellos. En Sudamérica les sucedió otro tanto. Hicieron dieciséis viajes actuando en los más importantes teatros de Uruguay, México, Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Costa Rica, Panamá, Perú, Chile y Argentina. Entre una y otra temporada hicieron varias en Madrid y Barcelona, estrenando e incorporando a su amplísimo repertorio las versiones españolas de las populares operetas vienesas LA VIUDA ALEGRE y LA PRINCESA DEL DOLLAR.
Entre todos sus estrenos merece ser destacado uno que marcó un hito glorioso en la música española: el 5 de febrero de 1914, en el Teatro Circo Price de Madrid, vio por primera vez la luz de las candilejas LAS GOLONDRINAS, obra revelación de José M.ª Usandizaga. Luisa Vela estrenó esta obra en avanzado estado de gestación de su hijo Luis, que andando el tiempo se convertiría en el gran barítono Luis Sagi-Vela.
Otro de los éxitos más relevantes de Luisa Vela fue el estreno madrileño de LA VIDA BREVE, de Manuel de Falla, el cual tuvo lugar en el Teatro de La Zarzuela el 14 de noviembre de 1914. Estrenó también las SIETE CANCIONES POPULARES ESPAÑOLAS de Falla, con el propio compositor al piano, en el Ateneo de Madrid.
Este incesante trabajo produjo en Luisa Vela un gran desequilibrio nervioso. Los médicos la recomendaron reposo total. Su vieja sirvienta, a la que cariñosamente llamaban “el ama”, la aconsejó que marchara a su pueblo, el alicantino Polop de la Marina. A la casa que compraron allí la llamaron “La Paz” y en ella gozaron de la que ambos necesitaban y deseaban.
Luisa Vela murió allí el 2 de septiembre de 1938 y su esposo la siguió algunos años más tarde. Con ambos desapareció la pareja más querida y admirada de nuestra zarzuela.
La discografía de Luisa Vela es muy copiosa, sobre todo si tenemos en cuenta la época en que fueron realizados los registros.
Zarzuelas completas:
La Dogaresa, El Pájaro Azul, La Ciudad Eterna, El dictador, La reina mora. Ed.: Gramófono-La Voz de su Amo (1920-1932)
Fragmentos y selecciones:
El aduar, La alsaciana, El anillo de hierro, El asombro de Damasco, Benamor, Blanco y negro, Bohemios, Los buscadores de oro, Los cadetes de la reina, Campanone, El Conde de Luxemburgo, El dictador, El dúo de La Africana, Las golondrinas (Selección), Jugar con fuego, El juramento, Marina, Maruxa, La mascota, La princesa del dollar, El puñao de rosas, La Revoltosa, La rosa del azafrán (Selección), Los saltimbanquis, La viuda alegre, La tempestad. Ed.: Gramófono-La Voz de su Amo (1907-1932)
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