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El carburador

 

 

 

Este elemento, destinado a pulverizar o gasificar la gasolina, mezclándola con aire atmosférico de manera que se obtenga una mezcla explosiva de máxima potencia, es de funcionamiento muy sencillo. La gasolina llega al carburador impulsada por la bomba aspirante-impelente e ingresa a través de una válvula reguladora accionada por la palanca de un pequeño flotador, generalmente plástico o de bronce laminado. La combinación flotador-válvula mantiene un nivel constante de combustible en el pequeño depósito de reserva del carburador, el cual va protegido con una tapa atornillada, provista de una junta o empaquetadura, pero con un pequeño conducto que permite el ingreso de la presión atmosférica, y desde donde el líquido pasará a cumplir diversas funciones. Una de ellas es el alimentar los chicleres o atomizadores de alta y baja velocidad. Otra es el alimentar a una pequeña bomba aspirante-impelente, de diafragma o de émbolo, destinada a inyectar un volumen adicional de gasolina pulverizada en el instante en que se acelera la máquina, y en el que existe un punto crítico del paso de baja a alta velocidad. Una tercera es el dejar paso a un volumen adicional de gasolina, mientras el motor funciona frío, lo que habitualmente hacemos tirando del ahogue, o tirador manual que acciona la lengüeta que estrangula el paso de aire a la entrada o boca del carburador, y que al mismo tiempo acciona levemente el mecanismo inyector.

Veamos ahora cómo funciona el carburador.

Acumulado un volumen normal de gasolina en el depósito del carburador y en circunstancias que el motor funciona en baja velocidad (unas 650 revoluciones por minuto o RPM) la succión de aire o vacío producido en la boca del carburador por los tiempos de admisión en los cilindros hace que la gasolina líquida se desplace por los conductos y llegue hasta el pulverizador o chicler de baja velocidad, el cual atomizará la gasolina mezclándola con el aire succionado y alimentando de esa manera a los cilindros a través del colector de admisión y las válvulas de admisión correspondientes a cada cilindro. Ahora bien, si aceleramos el motor hasta cierta alta velocidad (3.000 ó 4.000 RPM), la succión será proporcionalmente superior, y entonces la gasolina llegará hasta el pulverizador o chicler de alta, el cual, por tener una perforación más amplia, atomizará un mayor volumen de gasolina, satisfaciendo las nuevas necesidades adicionales. En cuanto a la velocidad de aceleración, sólo consiste en una lengüeta que abre o cierra a voluntad la boca inferior del carburador, y que no es otra que la que accionamos mediante pedal.  Las características de funcionamiento en alta velocidad, así como el buen funcionamiento en baja, o ralentí, dependen del adecuado ajuste de los tornillos cónicos de regulación de la mezcla, la cual debe ser lo más explosiva posible, debiendo efectuarse dicha regulación con la ayuda de un analizador de gases y un tacómetro o medidor de RPM.  Un gas de escape que no contenga mezcla cruda, estará revelando una combustión completa y una buena regulación de la carburación y el aire. El problema del paso de baja a alta velocidad, como ya hemos visto, consiste en que siempre es más veloz la entrada de aire al acelerar, que la pulverización de la gasolina en los chicleres, lo cual hace necesaria una pequeña bomba inyectora, la que es accionada por el propio acelerador, enriqueciendo momentáneamente la mezcla. La correcta regulación de la mezcla en baja o ralentí es muy importante, tanto para el buen funcionamiento del motor como para obtener una mayor potencia con un menor consumo, pues de la regulación en baja depende la mezcla en alta, por lo que un error de regulación en baja aumentará en alta sus consecuencias.

 

 

El Carburador