LAS TRES DECADAS DEL PODEROSO CAMARO.
"¿Camaro...?" ¿Qué es un Camaro? Esto es lo que preguntaban los anuncios en la prensa cuando el nuevo auto con carrocería F de Chevrolet debutó en 1967. El nombre sonaba extraño y era poco familiar. Derivado de la palabra en francés para camarada o compañero ("comrade"), Camaro desde entonces se ha convertido en nombre conocido, y es sinónimo de auto deportivo y de alto rendimiento.
No es un secreto que, si no fuera por el Ford Mustang, probablemente no hubiera un Chevrolet Camaro. Desde 1964, General Motors había observado las ventas del Ford Mustang que habían llegado a las 100.000 unidades al año. Se necesitaba un nuevo auto, con motor delantero, para hacer que el caballito de Ford tuviera que galopar por dinero.
El Camaro debutó como un modelo totalmente nuevo, pero fue desarrollando conjuntamente con el sedán económico Chevy II de 1968, Así que los dos autos comparten algo de la carrocería y de los componentes del chasis, incluyendo el capó, la plancha de piso, el arreglo del bastidor inferior delantero. Las suspensiones delantera y trasera básicas y los ejes. El motor básico de seis cilindros del Camaro jugó en la liga de la economía y logró consumos de hasta 8,07 km/l. Pero las versiones más serias del Camaro podían ser creadas revisando las combinaciones correctas entre las 81 opciones de fábrica que habían disponibles. Si eso no hubiese sido suficiente para construir un Camaro a gusto del consumidor, habían otros 41 accesorios que instalaban en las agencias con solo ordenarlos. La designación RPO, de opción regular de producción, indicaba una opción de fábrica, y no de la agencia.
CAMARO 1967
Chevrolet simplificó (o confundió) un poco las cosas, al incluir varias opciones bajo un mismo código. De modo que el paquete de la opción RPO Z27 Super Sport de 1967 incluía suspensión de servicio pesado, neumáticos ovalados anchos D70-14 Firestone montados en llantas de 15 cm (6"), franjas en el capó, capó elevado con insertos de aleta, aislamiento bajo del capó, y los emblemas e insignias especiales del Super Sport. Incluso se podían combinar varios paquetes de opciones, como Super Sport y Rally Sport (una opción que incluía faros delanteros escondidos en la máscara).
Un estilo suave y esbelto con el clásico capó largo y baúl corto representó una fuerte característica para la primera generación del Camaro (1967-1969). El motor V8 básico 327 estaba clasificado en 210 caballos. Más interesante resultaba el nuevo y exclusivo del Camaro L48 de 5.735 cm3 (350 pulgadas3), que bombeaba 295 caballos a 4.800 rpm. Esta debió haber sido suficiente potencia para satisfacer a cualquier individuo en su sano juicio, a no ser por una cosa: el Mustang estaba cabalgando con un motor 390 V8 que desarrollaba hasta 335 caballos. Para no quedarse corto frente a los muchachos de Ford, Chevrolet fue al almacén de partes y salió con un 396 L-35 de bloque grande clasificado en 325 caballos a 4.800 rpm y 410 libraspié de torsión a 3.200 rpm. Y hubo un tratamiento especial para los corredores en eventos de aceleración, los corredores de las calles y para cualquier otro que deseara tener el auto mas rápido del barrio: El L-78, una versión del 396 con 375 caballos de fuerza. Sin embargo, lo último en arreglo de rendimiento no aparecía en las listas de opciones, y era ofrecido solamente por un grupo de agencias Chevrolet. Ellos crearon un verdadero auto cohete instalando el motor 427 del Corvette entre los bastidores del Camaro.
CAMARO 1968
La opción de un paquete especial, lanzada como un modelo aparte (el Z28), surgió para convertirse en una leyenda. Concebida y preparada para las carreras Trans-Am, el Z28 usaba un bloque 283 con un eje de cigüeñal 327, para desarrollar un desplazamiento de 4.950 cm3 (302 pulgadas3). Entre sus virtudes se incluían grandes cabezales, múltiple de admisión de aluminio con guías calibradas y un carburador Holley de 22 m3 (780 pie3) por minuto. En papeles el paquete se clasificaba como de 290 caballos, pero en realidad se acercaba a 390 caballos. Sólo 602 modelos Z28 fueron vendidos el primer año.
CAMARO 1969
Los últimos y más populares Camaro de la primera generación fueron los modelos de 1969. Los compradores podían elegir entre la más grande existencia de motores en la historia del mercado, con no menos de 13 opciones disponibles. Dos motores de 6 cilindros estaban en la base de la lista, seguidos por el V8 302 del Z28. El motor V8 básico previo 327 de 210 caballos fue ascendido un puesto para darle el puesto al nuevo 307 de 200 caballos. Dos motores 350 estaban a continuación con 250 y 300 caballos respectivamente, y venían los cuatro motores con el bloque grande 396, con potencias de 325, 350 y dos de 375 caballos de fuerza.
Pero hubo dos motores muy especiales que llegaron al Camaro en 1969, y que marcaron la cúspide de la fase del Camaro con motores monstruos. Esos fueron los motores COPO (orden de producción de la oficina central) con bloques grandes de 6.700 cm3 (427 pulgadas3). Clasificados en 425 caballos, 500 versiones de hierro fundido de esta extraña combinación fueron construidos, y hubo solamente 69 de los que fueron considerados los más raros y valiosos modelos Camaro jamás vendidos (los ZL-1 todos de aluminio). Esos bloques grandes, colocados mayormente en modelos básicos, elevaron por encima de los US$8.500 su precio (una fuerte suma de dinero para 1969).
Otro par de opciones interesantes ofrecidas en 1969 fueron el paquete preparado en la fábrica con inducción de aire fresco ZL-2, que llevaba el capó elevado con la admisión de aire y el modelo con frenos de discos en las cuatro ruedas, siendo este último el elegido por los corredores de las carreras Trans-Am.
La segunda generación del Camaro (mediados de 1970 a 1981) estuvieron marcados por un radical tratamiento en el estilo. Las proporciones básicas eran las mismas, pero los nuevos modelos, disponibles sólo como cupés, mostraban un perfil más bajo, una línea de techo inclinada hacia atrás, guardafangos delanteros altos y carecían de ventanilla en el asiento trasero. Una nueva defensa y máscara Endura debutó en el modelo RS.
CAMARO 1970
La lista de motores se redujo a siete. El potente motor 350 LT-1 del Corvette, conservadoramente clasificado en 360 caballos, se puso a la disposición del Z28, y también se podía pedir una versión de 300 caballos del 396 de bloque grande, ahora con perforaciones aumentadas para 6590 cm3 (402 pulgadas3). Pero los motores grandes no combinaron bien con la escasez de combustibles y los precios en aumento. Los autos potentes recibieron un golpe y el Camaro se hundió con la caída de las ventas que fue tan seria en 1972, que hasta GM consideró eliminar completamente la línea.
CAMARO 1974
El Camaro se mantuvo, pero con grandes dificultades. Las leyes federales de seguridad, las regulaciones sobre combustibles y emisiones, y las pobres ventas, provocaron que el Z28 fuera descontinuado en 1975. La demanda de los consumidores y las ventas del Pontiac Firebird Trans-Am forzaron a Chevrolet a pensar en el Z28 y traerlo de regreso como modelo de mediados de 1977, con una suspensión especial y nuevos detalles cosméticos. Las opciones de motores se redujeron, de modo que para 1975 (una baja marca de rendimiento) había que elegir entre el básico motor de seis cilindros y 105 caballos y dos V8 350, desarrollando el más potente (el LM-1) unos conservadores 155 caballos. El LM-1 aumentó 10 caballos en 1976, pero el V8 básico perdió desplazamiento para contar con 4.999 cm3 (305 pulgadas3) y una potencia de 140 caballos.
CAMARO 1978
Si los fanáticos del Camaro no podían comprar alto rendimiento, podían por lo menos consolarse con más lujo. El Camaro tipo LT se unió a la flotilla en 1973 con un V8 de 145 caballos, un paquete completo de instrumentos, tapicería y molduras especiales. A la moda del Camaro típico, el LT podía ser combinado con paquetes de opciones RS o Z28. Sin embargo, la opción del Super Sport se convirtió en historia.
El modelo Berlinetta de alto nivel fue otro nombre que se unió a la línea en 1979, aunque el tratamiento del frente suave sin defensa delantera de este auto de concepto original de 1970 había hecho su aparición un año antes.
Un cambio de estilo radical y nueva ingeniería de pies a cabeza anunciaron el Camaro de tercera generación. Debutando en 1982, el peso del auto fue unos 230 kg (500 libras) más ligero que la versión de 1981. En la parte superior, la carrocería más corta tenía una escotilla de vidrio, y el IROC Z28 ahora tenía un paquete de efecto suelo y el interior totalmente nuevo venía con un asiento trasero plegable. Debajo había un chasis unificado, unos amortiguadores MacPherson al frente y muelles espirales en la suspensión trasera.
La nueva oferta de motores se iniciaba con uno básico de cuatro cilindros, y se incluía un V6 Buick para el Berlinetta y dos V8 350: uno con carburador de 145 caballos y el otro, la opción Crossfire para el Z28 con inyección de combustible en el cuerpo del acelerador y 165 caballos.
La imagen del caballaje incrementó a medida que el Camaro, con el Z28 al frente, rodó desde la década de 1980 hacia la de 1990. El motor L-69 305 HO para 1983 tenía 190 caballos. Nuevas transmisiones, la manual de cinco velocidades y la automática de cuatro fueron añadidas. El Camaro IROC Z28 se unió a la flotilla en 1985, y el bloque pequeño fue fortalecido hasta 230 caballos para 1989.
CAMARO 1987
El año 1987 marcó el regreso del convertible, por vez primera desde 1969. Y de mayor importancia, el motor V8 350 del Corvette de 225 caballos (pero con cabezales de hierro fundido y múltiples de escape diferentes) se unió de nuevo a la flotilla, y estuvo disponible sólo en los cupés IROC.
La Chevrolet continuó removiendo la mezcla del modelo, reemplazando en el año 1988 el Z28 con el IROC-Z y el Sport coupe por un nuevo modelo RS con una potencia V6.
Una edición limitada del Camaro, con el espíritu de viejo auto COPO (tenía que ser ordenado especialmente por escrito) estuvo disponible en 1989. Este era el 1LE, un auto de carrera ligeramente velado, que desde el primer instante barrió las series de carreras para autos de producción, como SCCA e IMSA. Entre los equipos especiales se incluía escapes dobles (cada lado con su propio convertidor catalítico), neumáticos 245/50ZR16 en ruedas de 40,6 cm (16"), frenos de discos de servicio pesado al frente y atrás, barra de transmisión de aluminio, suspensión de servicio pesado, y la eliminación de varias opciones, para reducir peso. Sólo 111 unidades del 1LE fueron vendidas en 1989, y otras 62 en 1990. El uso del nombre IROC expiró para Chevrolet en 1991, así que volvieron al Z28. Una interesante opción, el G-92 de rendimiento, no solamente daba una relación de 3,23 del eje de tracción con positraction, sino también cada cosa que previamente había sido ofrecida en el paquete de la opción 1LE. Esto fue acoplado con la opción del motor L-98 350 del Corvette (sólo disponible en el cupé Z28 con transmisión automática), obteniéndose 245 vivaces caballos de fuerza listos para la acción.
En 1993, la tercera generación sale con un resplandor de gloria, con el paquete opcional de la apariencia Heritage, que marca su aniversario Nº 25. En el paquete se incluían las franjas en el capó y el baúl, reminiscencias del patrón del Z28 de 1967-69, parrilla del color de la carrocería, receptáculos de los faros delanteros pintados de negro y un tratamiento en las ruedas de color. Estaba disponible en rojo, blanco y negro.
El 94 marca el inicio de la cuarta generación del Camaro. Las dimensiones son casi las mismas del modelo anterior (256,5 cm. entre ejes), pero con menor peso (1542 Kg). En el 94 las alternativas de motores eran escazas. El motor básico era un V6 con dos válvulas por cilindro, 3.4 litros y 180 caballos de fuerza. El motor opcional venía en el Z28, correspondiente a una versión de 285 caballos del motor LT-1 del Corvette. Un interior completamente nuevo completaba la evolución del Camaro hacia la nueva generación.
CAMARO 1997
Para 1997 Chevrolet celebra los 30 años del Camaro con una edición especial Z28 SS. Este venía equipado con un motor V8 350 con inyección directa de combustible que desarrolla 310 caballos de fuerza. La potencia se transmitía al eje trasero mediante una caja manual de seis velocidades. Cerraban el paquete los frenos de disco en las cuatro ruedas, un diferencial bloqueado y ruedas de 17".
CAMARO 1999
Durante los pasados 33 años, Camaro ha dejado las indelebles huellas de sus neumáticos en las calles. Para sus muchos fanáticos, es el alma de Chevrolet. ¿Como será la quinta generación del Camaro? Eso no lo sabemos, pero si estamos seguros que seguirá siendo uno de los autos más excitantes y deseados del mundo.