MENSAJES DADOS POR LA VIRGEN MARÍA
DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS
1-3-88           1365
Digo a  mis hijos: La Misericordia de esta Madre es muy grande y alcanza a 
todos los hijos.
Retorno con Mi Amor en cada mensaje, para que podáis sentir Mi Misericordia.
En cada palabra va Mi Corazón; en cada palabra  me acerco a vosotros; espero 
ansiosamente que vosotros os acerquéis a Mi.
Recordad: Amar a la Madre, significa también amar al Hijo.
Alabado sea Dios.



2-3-88    1366
Mi amada hija,  las ofensas a Cristo y a  Su Madre, no han cesado, es más, se 
han acrecentado.
Los rebeldes, se han olvidado que hay un Dios Justo y Salvador.
Es por eso que en estos días pido: Humildad y fidelidad hacia Cristo Jesús.
Amén, amén.



4-3-88           1367
El alma necesita paz; es necesaria la paz y que el alma busque en Dios, esa paz.
Sólo Dios la da, sólo Dios, colma de paz el alma.
Los humildes de Mi Corazón, eleven su oración al Señor y mediten en su corazón 
este mensaje.
Bendito sea el Señor  por Su Misericordia.


6-3-88    1368
Gladys , ciertamente son muchos los que se acercan  al Señor, mas la fe de  los 
creyentes, debe ser acrecentada; ellos entonces, no vacilarán y acudirán a El, con  
total confianza.
Quiero que busquen en el Señor, el consuelo y la salvación del alma.
Tengan presente los hombres: Siempre es tiempo de encontrar la Luz de Cristo.
Amén, amén.





8-3-88           1369
Esto digo a mis hijos de todo el universo: Volcaos a Mi Corazón y desde allí 
viviréis con toda docilidad al Señor.
Desde  Mi Corazón lo amaréis; desde Mi Corazón, lograréis fidelidad hacia El; 
desde Mi Corazón, llegaréis a Su Sagrado Corazón.
Gloria al Todopoderoso.
Leed: Salmo 34, V. 8 y 9
        8        El ángel del Señor acampa en torno de sus fieles, y los libra.
        9        ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor! ¡Felices los que en El se refugian!


10-3-88      (Intención de la Novena del 17 al 25)         1370
Hijos míos: Acompañadme en esta Novena, con vuestra oración y vuestro 
ofrecimiento.
Que vuestra oración en estos momentos, sea constante y continua; que Mi Hijo se 
sienta también acompañado y  no solo, como en esas terribles horas de Su 
agonía.
Acercaos a El, hoy más que nunca; que los golpes, la corona de espinas, los 
clavos y Su Sangre, Su Preciosa Sangre, que derramó por los hombres, sirva 
para que los hombres se renueven en su fe y en su amor a Jesucristo.
Gloria al Santísimo.
Hazlo conocer a todos tus hermanos.


11-3-88           1371
Hija, con frecuencia veo que hay almas que caen en poder del mal.
Se destruyen,  porque no quieren aceptar el Amor que el Señor ha comenzado a 
derramar en las almas.
El es:
Amor Purísimo
Amor Amabilísimo
Amor Poderoso
Amor Misericordioso
Amor Verdadero
Amor Eterno
El es, el más Grande Amor.
Gloria al Señor.




12-3-88           1372

Mis amados hijos: Pido aquí como en Fátima, como en Lourdes, que los 
corazones se llenen de amor al Señor.
Estoy aquí, Soy Madre de Jesús y Madre vuestra y como tal, sé de vuestras 
necesidades.
Sé cuanto necesitáis de Mi Maternal Amor.
Ligados a Mí, seréis alimentados debidamente.
Alabado sea el Señor.
Leed: Hebreos C. 4, V. 16
16  Vayamos, entonces, confiadamente al Trono de la Gracia, a fin de obtener  misericordia 
y alcanzar la Gracia de un auxilio oportuno.



14-3-88          1373

Hija mía, Mi Corazón Ama a los humildes; Mi Corazón permanece junto a los 
humildes.
Hoy, cuando la soberbia parece extenderse, Yo, hago un llamado a mis hijos: Sed 
humildes; vuestra Madre ha descendido hasta vosotros, para acercaros al Señor, 
no para alejaros.
Disponed vuestro corazón y oíd Mi llamado.
Que este mensaje sea conocido.
Amén, amén.



16-3-88          1374

Gladys, la Misericordia de Mi Hijo, quiere llegar al hombre. Por eso el alma 
debe prepararse para recibirla, abandonándose en el Corazón de la Madre.
Hijos míos: En la Cruz de Cristo, me he convertido en vuestra Madre y mi 
continuo vigilar, hará que logréis alcanzar esa Misericordia.
Gloria al Altísimo.




17-3-88           1375

Hija mía, en todas partes se ha comenzado a conocer lo que dice la Madre de 
Jesucristo.
Humildemente pido a mis hijos: Dejad un poco la vida material que lleváis y vivid 
más espiritualmente.
Conoced más al Señor y Su Palabra; amad al Señor, enriqueced vuestro espíritu 
con Su Palabra y creceréis en amor y en virtud.
Retened en vuestro corazón, lo que tan dulcemente os digo.
Amén, amén.



19-3-88      (Fiesta de San José)      1376

Hijos míos, os digo: No alcanzarán todos los días de vuestra vida, para amar al 
Señor, como El, merece ser amado.
Recordad mis palabras: Dadle amor, a Aquel que os da Su Amor.
Glorificado por siempre sea Su Nombre.
Leed: Proverbios C 1, V. 23
23  Tengan en cuenta mi reproche: Yo voy a abrirles Mi Corazón y les haré conocer Mis 
Palabras.



21-3-88          1377
Tengo una visión: Veo la tierra fraccionada en dos partes; una parte representa dos 
tercios y la otra un tercio, en el cual veo a la Santísima Virgen. 
Está con el Niño y de Su pecho salen rayos de Luz, que se dirigen hacia la parte 
que representa los dos tercios de la tierra.
Enseguida me dice: Gladys, estás viendo al mundo semi destruído. Esos rayos de 
Luz, los despide Mi Corazón, que quiere salvar las almas que más pueda.
Mi Corazón todo lo puede, pero no puede, si el corazón no quiere.
Los medios para salvar el alma son: La oración y la conversión.
Debe disponerse el alma para no ser aprisionada eternamente por las tinieblas.
Amén, amén.





22-3-88          1378

Hija, muchas almas son hoy, víctimas de satanás; están lejos de Dios y no buscan 
la ayuda de Dios.
Advierto a mis hijos: El alma debe robustecerse con la Fuerza que da el Señor; la 
Altura, tiene Poder sobre el abismo y siempre lo tendrá.
Que mis hijos busquen al Señor y permanezcan en El.
Gloria al Señor.



23-3-88           1379

Hija mía, una vez más pido oración. Ella impedirá que Mi Corazón se vea 
ultrajado por tantas ofensas inferidas a Mi Hijo; aminorará el dolor de las 
heridas recibidas en Su propio Corazón e impedirá también,  que el torrente de 
maldad que se ha desatado, siga produciendo estragos.
La oración produce frutos inimaginables.
Sea invocado el Nombre del Señor, hoy y siempre.



24-3-88           1380

¡Cuánta Luz necesita el mundo y tanta Luz tiene el Señor para el mundo!
Cristo Jesús, inagotable en Su Misericordia, no defrauda a los que se vuelven a 
El, para se reconfortados.
Gloria al Altísimo.



25-3-88     (Día de Peregrinación)     1381

Convertíos desde hoy; que vuestra respuesta a este llamado sea un Sí, dicho 
desde lo más profundo de vuestro corazón; Mi Corazón lo espera. Hijos míos: 
Sed pequeños y confiados como La Madre y experimentaréis el gozo de ser 
verdaderos hijos del Padre.
Amén, amén.





26-3-88           1382
Le pido por los presos. La veo y me dice: La venida del Señor es inminente y como 
dice la Escritura, nadie sabe el día  ni la hora, pero será y  ciertamente para esa 
hora, debe el alma del cristiano prepararse.
Hasta las piedras sabrán de El; es así hija mía, como quiere esta Madre, dar a 
conocer la Palabra de Su Hijo.
Unos por ignorancia, otros, por tener demasiado duro el corazón, no saben del 
Señor.
Muchos de ellos, no llevaron una vida recta; sus oídos han sido paredes y el 
corazón, una puerta cerrada. Mi Corazón, puede enderezar sus caminos y abrir 
sus corazones.
Puedo sacar el alma de la angustia, puedo abrigar el alma desolada, puedo 
ayudar al alma a encontrar a Dios.
Quiero el corazón del hombre y por eso espero el corazón del hombre.
Gloria al Señor Misericordioso.
Leed: Isaías C. 2, V. 5
        5       ¡Ven, casa de Jacob, y caminemos a la Luz del Señor!
27-3-88          1383
Hija mía: Voy constantemente en busca de mis hijos y se alegra el Señor, por 
cada hijo recuperado.
Desde aquí, desde esta tierra, donde tendré Mi Morada, cuidaré del Rebaño y no 
faltará la Palabra de Dios para el Rebaño.
La Madre no abandona a sus criaturas.
Alabado sea el Señor.

31-3-88      (Jueves Santo)       1384

Hijos míos: Sea éste, un día de recogimiento.
Pedid al Señor, por la fe, la humildad, la esperanza, la caridad, la paciencia, la
mansedumbre y la aceptación a la Divina Voluntad del Señor.
El, obrará según el corazón del hombre.
Amén, amén.
 


 

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