MENSAJES DADOS POR LA VIRGEN MARÍA
DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS
1-8-88             1477

Aquel que viva en la pequeñez, podrá conocer la Grandeza de Dios.
Aquel que se abandone en Dios, podrá refugiarse en Su Misericordia.
Aquel que ame a Dios, podrá sentir el Amor de Dios.
Prestad atención a Mis palabras.
Amén, amén.
Predícalo.



2-8-88           1478

¡Oh, mi querida hija, cómo ama Jesús a sus almas!
¡Tanto los Ama, no hay Amor más grande que el Amor del Señor!
Amor que se da; Amor Divino, Amor Ardiente, Amor que pueden recibir todas las 
almas, a través de la Santa Eucaristía.
Amor ofrecido por El, en el Sacrificio Eucarístico; Amor que quiere ser Unión; 
Amor que no alcanza a comprender el conocimiento humano.
Estoy mirando al mundo y qué lejos están muchos hijos, de Dios.
Alabado sea el Señor eternamente.
Predícalo.




3-8-88           1479

Sabes Gladys, muy grande fue Mi sufrimiento, el día de la Crucifixión de Mi Hijo, 
pero más grande aún, fue la emoción de Su Resurrección: El, ya la había 
anunciado a sus discípulos. Yo esperaba, porque sabía que resucitaría; jamás 
dudé de ese anuncio.
Después del gran dolor, la alegría, frente a la certeza de saberlo en las Alturas, 
junto a Su Padre.
La Ascensión de Jesús: El, está en Cuerpo y Alma en el Cielo y desde allí, 
observa los corazones y penetra en ellos, para luego obrar según Sus designios.
La Venida del Espíritu Santo: El Espíritu Santo descendió estando Yo, en 
oración con los Apóstoles y el Espíritu fortaleció los espíritus.
Fui Asunta al Cielo:  También en Cuerpo y Alma, gracias a la Misericordia del 
Padre, al Amor del Hijo y al Poder del Espíritu Santo y desde el Cielo, en Mi 
Cuerpo Glorioso, junto a Mi Hijo, intercedo ante El, por las necesidades de los 
hijos.
Soy la Madre de todo lo creado por Dios: Soy la Señora vestida de Sol, la Nueva 
Eva, La que llevará a los hombres, a la Luz, La que hará posible que sea 
alcanzada por ellos, la eternidad.
Amén, amén.
Hazlo conocer.




5-8-88            1480

Mi amada hija, cada hora que pasa, más necesaria es Mi presencia para los 
hombres. 
Esta Madre, mucho se preocupa por sus hijos. Así fue Mi preocupación cuando 
Jesús era pequeño.
Era por Mí, cuidado en extremo; no me separaba de El, y no se separaba El, de 
Mí.
Era amado por José y por Mí, con dulcísimo Amor. Ya siendo grande, mucho 
tiempo pasaba sin regresar a Mi lado; su techo eran las estrellas, sus rodillas, su 
almohada. No le importaban las persecuciones, nada le preocupaba, excepto 
transmitir la promesa del Padre.
El mismo Jesús, recorría caminos, tratando de llegar a los corazones, de 
convertir almas.
Hoy es la Madre, que desciende del Cielo, para convertir a las almas; hoy es el 
Corazón de la Madre, El que protege a los hijos; es el Corazón de la Madre, El 
que Ama y quiere ser amada, junto al Corazón del Hijo.
Bendito sea el Salvador.
Debes darlo a conocer a todos tus hermanos.



7-8-88            1481

Ora hija mía, por todos los niños del universo: Por aquellos que les falta el pan, 
por los que están privados de amor y sobre todo de la Palabra de Dios.
He aquí que digo: El que es compasivo con un niño, es compasivo con Dios.
El que da amor a un niño, da amor a Dios.
El que hace conocer la Palabra de Dios a un niño, es verdaderamente hijo de 
Dios.
Alabado sea el Señor.
Predícalo.




9-8-88      (Intención de la Novena del 17 al 25)         1482

En esta Novena, oren mis hijos: Para que el mundo vea en María, Madre de 
Cristo, la Esperanza de la humanidad.
Volved los ojos hacia esta  Madre, que vierte Misericordiosamente Su Amor, en 
sus hijos.
Volved vuestros ojos hacia esta Madre, que va sembrando Amor en los corazones 
de sus hijos.
Volved vuestros ojos y caminad Conmigo, os quiero junto a Mí.
Glorificado sea el Nombre del Señor.
Sea esto conocido y meditado.



10-8-88          1483

Digo a todos tus hermanos: Poned vuestra confianza en Mí; no hay desamparo 
para el alma que se abandona en esta Madre.
Alcanzad la Piedad que Mi Corazón os brinda, aumentando vuestra oración; no 
permitáis que nada la debilite.
Amén, amén.
Predícalo.



11-8-88          1484

Mi Manto, Celeste como el Cielo, se está posando en estos días, en la tierra.
Mi Corazón, va en busca de cada corazón, para acercarlo al Señor.
Mi Amor de Madre, anhela el amor del hijo, por el Padre que está en los Cielos.
Gloria a Dios.
Predícalo.
Leed: Eclesiástico C. 39, V. 33 y 35
        33      Las obras del Señor son todas buenas, y a su debido tiempo, El provee a toda 
necesidad.
        35      Y ahora, de todo corazón y en alta voz, canten himnos y bendigan el Nombre del Señor.




12-8-88          1485

Gladys, muchas heridas tiene hoy Mi Corazón, por tantas rebeldías en contra de 
Dios.
Son numerosos los hombres que lo ofenden, que incesantemente blasfeman contra 
El.
El adversario trata por todos lo medios de alejar al hombre de Dios, de atrapar 
al hombre y de perderlo.
Es por eso Mi invitación, para que en vuestro corazón deis lugar al Señor, lo 
améis y confiéis en Su Poder.
Con El, no hay torcidos caminos, con El, no es corta la vida; con El, rectitud y 
eternidad.
Bendito sea.
Predícalo.


14-8-88          1486

Hijos míos: Sentid el Amor de Dios, que grandemente quiere obrar en vosotros.
Abrid vuestro corazón al Señor, que acude en ayuda de sus hijos.
No lo ignoréis ya que El, es vuestra salvación.
Gloria al Altísimo.
Predícalo.


15-8-88         (Asunción de la Virgen)          1487

Mi querida hija, en este día en que honráis a la Madre, de manera tan especial, 
desde el Cielo miro  a mis hijos.
Mi Luz, llegará a las almas, bañando las almas.
Mis ojos, se posarán llenos de Misericordia, en aquellos que sufren. La Fuerza de 
Mi Amor, fortalecerá a los débiles.
Mi Maternal Corazón, será Refugio de los corazones afligidos.
Esto pido a todos mis hijos; Sacerdotes, Religiosos y Laicos: Id llevando siempre 
y con amor, la Palabra de Dios, por todos los confines de la tierra.
Hay en los hijos necesidad de la Madre; hay en la Madre, necesidad de los hijos.
Amén, amén.
Sea conocido este mensaje universalmente.




16-8-88          1488

Digo a mis hijos: Gracias a la fe, tendréis esperanza.
Por medio de la caridad, hallaréis amor al prójimo.
En la humildad, encontraréis a Cristo.
Sólo deseo que estiméis cuanto digo y no habrá tristeza en vuestros corazones.
Alabado sea el Señor.
Predícalo hija.


18-8-88          1489

Quiero en estos días, recogimiento y oración fervorosa.
En gran oscuridad están muchas almas y seguirán estando en la oscuridad, si se 
cierran y no dejan entrar la Luz.
Es hora ya de que haya un cambio en los corazones aun en sombras: Amad a 
Dios y escuchad a Dios; amad a Dios y meditad la Palabra de Dios.
Amén, amén.
Hazlo conocer.


18-8-88          1490

Más tarde, siento cantar a los Ángeles:

Es Tu Corazón María,
un Refugio, una Flor,
Eres Socorro y Amparo,
Eres Consuelo y Amor.
María, Madre de Dios, María, Madre de Amor. (bis)
Eres Madre de los pobres.
Eres Luz y Perdón,
Eres Tú, Confianza Plena,
de tus hijos en el dolor.
María, Madre de Dios, María, Madre de Amor. (bis)




19-8-88            1491

Esto digo a todos los pueblos:
Desde lo Alto no cesa el Señor, de verter Su Misericordia.
Aceptad en vuestro corazón lo que El, tan grandemente os ofrece.
Os hablo como Madre que quiere de sus hijos, la renovación del espíritu, la 
docilidad del espíritu, la verdadera disponibilidad del espíritu.
Bendito sea el Señor.
Predícalo.


20-8-88          1492

Le pido a Jesús, protección Misericordiosa para el mundo.
Lo veo y me dice: No es  total la frialdad de los corazones, pero sí demasiada.
El espíritu del hombre se alimenta de materialismo, de vanidades.
El espíritu carece de humildad, carece de paz, carece de amor.
Debe haber en los corazones, verdadera humildad, verdadera paz, verdadero 
amor.
Mi Madre, infatigablemente va en pos de los corazones rebeldes; pacientemente 
va en busca de los que están alejados de la Verdad.
Mi Corazón llama: Venid a Mí, Mi Amor, permanece encendido para siempre.
No se extinga el amor de los corazones.



20-8-88           1493

Más tarde, veo a la Santísima Virgen. Me dice: Nadie ama verdaderamente a 
Cristo, si no ama a Su Madre.
Nadie ama verdaderamente a la Madre, si no ama a Cristo.
Salvad vuestras almas, siendo inmensamente pobres de corazón.
Estoy cerca de vosotros, hijos míos y os ayudaré a alcanzar la Riqueza del Cielo, 
prometida por el Altísimo.
Gloria a Dios.
Hazlo conocer.




21-8-88          1494

Es Mi Corazón, el que pide en estos momentos amor a Dios, oídos para Dios.
Deteneos y amad al Señor, deteneos y escuchad al Señor.
Cristo Ama, Cristo habla, no quiere El, ingratitudes humanas, quiere si, el amor 
creciente a Su Corazón. Comenzad ya.
Alabado sea el Señor.
Predícalo hija.



22-8-88           1495

Gladys, muchos están siendo hoy, seducidos peligrosamente por el maligno.
Yo les digo a estos  hijos: ¿No veis que la oscuridad está ante vosotros; no veis 
que os está envolviendo?
No seáis víctimas de tan tremendo daño, no viváis confundidos ni temerosos; 
confiaos al Corazón de Jesús, ya que por medio de El, seréis salvados.
Sea Su Camino, vuestro camino.
Amén, amén.
Predica a todos tus hermanos.
Leed: Isaías C. 31, V. 6 y C. 34, V. 1
          6  ¡Vuelvan, israelitas, a Aquel de Quien se han apartado tanto!
 C. 34, V.1
        1       ¡Acérquense, naciones, para oír; pueblos, presten atención! ¡Escuche la tierra y todo lo 
que hay en ella, el mundo y todo lo que él produce!




23-8-88          1496

¡Oh hija mía, tantos dolores, tantos sufrimientos tiene que soportar el alma para 
ganarse el Cielo!
Pero tú, piensa en Jesucristo, El, sudó gotas de Sangre y eso sólo fue el principio 
de Su Pasión; todavía en esos momentos, le restaba lo peor y El, era el Hijo de 
Dios.
Las queridas almas de Mi Hijo, mucho deberán sufrir en la tierra, para luego 
gozar de Su Gloria.
Varias veces caerán y otras tantas se levantarán, si se aferran a Mí, si se confían 

a Mí.
Es muy alta la Cima del Camino que conduce al Señor, más Su Premio, es más 
alto todavía.
Debe crecer la fe del cristiano, ya que la fe, robustece el espíritu y acrecienta la 
esperanza.
Sea por siempre Glorificado el Señor.
Le pregunto, por qué me hace escribir con tantas mayúsculas y me dice: Porque las 
palabras escritas con mayúsculas, quedan sobresalientes de las otras y pueden 
así, ser meditadas.



24-8-88          1497

Hija mía: Soy sobre todo, Madre; estoy junto a mis hijos, velando por ellos.
Mi Corazón de Madre, va hacia todos los rincones de la tierra; consolando, 
amparando, custodiando cada corazón que busca en María, la verdadera 
protección.
Soy la Madre de todos los tiempos, Soy la Madre de todos los hijos, Soy la Madre 
de Cristo.
Benditos los que se cobijan bajo Mi Manto.
Gloria a Dios.
Predícalo hija.





25-8-88    (Día de Peregrinación)      1498

Gladys, hay en Mi Corazón tanta Pureza, como para purificar el mundo entero.
Hay en Mi Corazón tanto Amor, que puedo barrer con todo el odio acumulado en 
los corazones endurecidos.
Hay en Mi Corazón tanta Luz, que puedo iluminar a las almas y al universo todo.
Soy Poderosa y estoy pronta para derramar todos Mis Poderes; sólo espero que 
los corazones quieran aferrarse a esta Ancla Salvadora, para un completo 
retorno a Dios.
No se avergüence el pecador del pecado mismo, sí, se avergüence de no amar a 
Dios.
Amén, amén.
Hazlo conocer.



25-8-88          1499

Durante la Santa Misa en el Campito, después de la Comunión, sentí Su voz que 
me dijo:
Llamaradas de Amor, despide Mi Corazón, hacia mis hijos.



26-8-88          1500

Mi amada hija: Hoy como nunca Mis mensajes deben ser difundidos; hoy como 
nunca debe el mundo conocer Mis palabras, Mi urgente llamado a la conversión, 
Mi pedido de Consagración a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
Aún aguarda el Señor a las almas.
Gloria al Señor.
Predícalo.





27-8-88          1501

Estoy con vosotros, Vigilante, cual Madre Amorosa que cuida a sus hijos.
Orad y confiad, orad y ofreced, orad y abandonaos al Corazón de la Madre.
En la confianza, encuentro el amor de mis hijos; en el ofrecimiento, la entrega, en 
el abandono, la verdadera pequeñez y humildad de mis hijos.
Sed conscientes del contenido de Mi mensaje.
Amén, amén.
Predícalo.



30-8-88           1502

Digo a mis hijos: Sea constante vuestra búsqueda hacia Dios.
Vivid en continua esperanza en Cristo Resucitado.
No desaparezca vuestra fe en el Señor.
No dejéis Mis palabras en el olvido; escuchadlas atentamente, ya que no son 
causa de temor, sino que son Fuente de Vida.
Alabado sea Dios.
Predícalo.



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