De
espaldas a mí
(Mikel Erentxun, J.M. Corman)
Era mi mejor disfraz,
pero
ha llegado a ser una piel artificial.
He
llamado al ascensor para poder descender al filo de otra edad.
Hasta
el diez, hasta el seis, hasta el quinto año,
a
la tiza escolar, a mi amor en un bloc,
donde
no había máscaras ni ganas de mentir.
Mi
garganta aprendió una forma de vivir de espaldas a mí,
era
solo una cuestión de saber cuando reír, de saber aparentar.
Gajos
de libertad, tazas de soledad,
es
lo que doy de sí es lo que doy de mí
¿treinta
años sin un gramo de madurez?
Hay
un mundo mejor si miro hacia atrás,
al
colegio francés que hay junto a la estación,