Javier Álvarez

 

Nació en la cuidad de México en 1956, estudió las carreras de clarinete y composición graduándose en el Conservatorio Nacional de Música en 1979. En 1980, se trasladó a Estados Unidos, donde realizó estudios de maestría en al Universidad de Wisconsin, en Milwaukee. Desde 1981, vive en Londres, Inglaterra, donde hizo estudios de composición en el Royal College of Music, graduandose en 1982, con todos los honores. En la actualidad dedica su tiempo a la composición y a la investigación en tecnología musical y computadoras. Sus actividades han abarcado, además, la producción de conciertos y la interpretación, así como la composición de música para conciertos, cine, danza, televisión y video. Desde 1987, es maestro de composición y tecnología en el Royal College Of Music y en Guildhall School of Music and Drama. Durante 1989-1990, fungió como presidente de Sonic Arts Network, la sociedad de música electroacústica de Gran Bretaña. En los últimos años, el trabajo de Álvarez ha ganado un amplio reconocimiento internacional, recibiendo encargos y transmisiones por television y todas las radios europeas con interpretaciones de músicos destacados en Gran Bretaña, Francia, Suecia, Noruega, España, Estados Unidos y Latinoamérica. Su trabajo ha sido acreedor a numerosos premios internacionales. En 1987, su obra Papalotl, para piano y computadora, fué galardonada con el premio de la Federación Internacional de Música Electroacústica. Otras distinciones han incluido la Beca Mendelsohnn y becas del Consejo Britanico. En 1986 le fué otorgada una bolsa de estudio por la Fundación Ralph Vaughan Williams para realizar trabajos de investigación el el IRCAM en Francia. En 1988 le fue otorgada la beca Gemini, la distinción mas alta para jovenes autores, en el campo de la composición en Gran Bretaña.

 

 

 "Descubrí la música en la infancia, sorprendido por la sonoridad del aire, atrapado en las tuberías de la casa donde crecí en la ciudad de México. Desde entonces, por medio de flautas, jaranas, clarinetes, grabadoras, micrófonos, maracas, computadoras y mucho baile, he intentado prolongar el éxtasis de aquellas primeras experiencias musicales. "En la adolescencia decidí formalizar mi asombro y emprendí largos y numerosos estudios con distinguidos maestros en conservatorios, escuelas y universidades en México, Estados Unidos e Inglaterra, lugar donde he vivido desde 1981. "He querido contagiar a otros mi pasión por este arte, por lo que desde hace ya quince años, he fungido como maestro, investigador y conferencista en diversas instituciones como el Royal College of Music, La Royal Adademy of Music y la Universidad de Hertfordshire. En años recientes he mantenido una muy cercana y fructífera asociación con instituciones tan diversas y distantes como la Musikhögskolan en Malmö, Suecia, el Centro Nacional de las Artes en la ciudad de México, y la City University en Londres. "Entre mis mayores satisfacciones están las de haber sido miembro fundador y presidente de Sonic Arts Network, director artístico de SPNM (Society for Dance Artists Trust), todas ellas organizaciones británicas, a través de las cuales se me ha dado la oportunidad de impulsar el trabajo de alumnos, artistas y compositores a los que admiro. De forma similar, hasta muy recientemente tuve el enorme privilegio de formar parte del Sistema Nacional de Creadores del FONCA. "Mi música ha sido acreedora de considerable reconocimiento internacional, pero más importante ha sido el que para mi gran fortuna, una buena parte interpretada y grabada por distinguidos músicos y amigos. Por lo demás, mi vida continúa siendo una inesperada aventura en compañía de mi familia, y dedicando mis ratos libres al antiguo arte del origami".

 

Sus obras principales son:

Allarza, para fagot y cuarteto de cuerdas (1981);

Lustral, para arpa sola (1981);

Características, para flauta, oboe, violoncello y piano (1982);

Te espera esa chispa, para voces amplificadas y conjunto instrumental, sobre un texto de José Carlos Becerra (1982);

Trireme, para corno solista y orquesta (1983);

Tango for Tea, para conjunto instrumental (1984);

Kibone Gaku, para trombón y marimba;

Lluvia de Toritos, para flauta sola (1984);

Tientos, para flauta, clarinete, violín, cello y piano (1985);

Canción de Tierra y Esperanza, para orquesta de cuerdas (1987);

Papalotl, para piano y computadora (1987);

Así el Acero, para steel drum (tambor caribeño y computadora (1988);

Quemar las naves, para clarinete, trompeta, cello, piano, percusiones y sintetizador;

Acuerdos por diferencia, para arpa y computadora (1989);

Mambo, ópera para cuatro voces, conjunto instrumental y sintetizador (1991);

Metro Chabacano, para cuarteto de cuerdas (1988);

Metro Taxqueña, para cuarteto de cuerdas (1994);

Metro Nativitas: "Como sus antecesores, Metro Chabacano y Metro Taxqueña , Metro Nativitas tiene su origen en un proyecto a largo plazo, de componer una serie de piezas cortas para cuarteto que lleven el nombre de estaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro, de la ciudad de México. A través de los años, cualquier excusa ha sido buena para producir estos divertimenti y, en mis amigos del Cuarteto Latinoamericano en México, como en los del Brodsky Quartet en Inglaterra, he tenido mis mejores cómplices. "En el caso de Metro Nativitas, la pieza fue escrita al inicio del 2000 por encargo del Brodsky Quartet y el Arts Council of Great Britain, para un ciclo dentro del cual se estrenaron seis obras nuevas en compañía de los cuartetos del Opus 18 de Beethoven. "Para Metro Natívítas me propuse nuevamente usar elementos sencillos, ensamblados a través de un moto perpetuo. En éste se, entretejen dos tipos de fragmentos melódicos: una línea cromática y un reiterado motivo de dos notas que inicia o cierra una gran parte de las frases. Por su lado, el chelo provee un bajo infatigable, el cual se arquea hacia fuera y adentro de la textura, enmarcándola en contra de los acentos melódicos. Un mecanismo simple que genera así el carácter juguetón e inquieto de la pieza. "Metro Natívítas no pretende retratar ningún aspecto específico de la estación. Como en el caso de sus antecesores, yo escucho esta pieza como un breve e imaginario viaje cíclico, a través de un fugaz e igualmente imaginario paisaje urbano. "La pieza está dedicada a Nati y Arón."