Carlos Chávez

Nació en Popotla, Distrito Federal, el 13 de julio de 1899. Murió en la Ciudad de México en 1978. Mucho se habló de él y todavía se sigue hablando. También se escribió mucho y seguirá escribiéndose tanto por sus detractores como por sus adrniradores. ¿Pero quién de un lado o de otro ha analizado sin pasión, al hombre y al músico?. Conocí a Carlos Chávez en 1939, fue en el Conservatorio Nacional de Música, situado en la calle de la Moneda. Mi primera relación con el maestro fue la normal entre el director de orquesta y un miembro de la sección de violines. de la Sinfónica de México. Carlos Chávez gozaba de un singular prestigio y era considerado por sus admiradores como el número uno, aunque había un sector de opinión contraria. Nunca recibí de él un favor, pero sí atenciones. Fuimos amigos hasta el final de sus días, a pesar de que en una ocasión lo critiqué ásperamente, más bien, rudamente, a tal extremo, que confesó no haber recibido de nadie, en toda su carrera, palabras tan violentas como las expresadas por mí. ¡Y seguimos siendo amigos! El en la cumbre, yo en el llano... Carlos Chávez fue un trabajador infatigable, organizador superdotado, con ideas firmes, que llevaba a la práctica aunque los resultados no fueron los deseados, pues Carlos Chávez siempre ponía en práctica lo que pensaba o... lo que soñaba. Como funcionario ocupó todos los puestos importantes, entre ellos, director del Conservatorio Nacional de Música; director de la Orquesta Sinfónica de México, de la que fue fundador, juntando a los músicos más destacados, ejecutantes de instrumentos de cuerda, alientos, etc. Inició sus estudios con Manuel M. Ponce, aunque en gran medida fue autodidacta en el terreno de la composición. Mas tarde viajó a Europa, donde descubrió a Stravinsky y a Schöenberg. En 1928 es nombrado director del Conservatorio Nacional de México y fundó y dirigió la Orquesta Sinfónica de estaciudad hasta 1949. Funda también el taller de compositores de dicha escuela, en 1960. En 1933 fue nombrado jefe del Departamento de Bellas Artes de la Secretaría de Educación Publica. En 1946 se convirtió en el primer director del Instituto Nacional de Bellas Artes, puesto que ocupó hasta 1952. Dirigió las principales orquestas de los Estados Unidos y Europa. Dio a conocer la música de los grandes compositores como Stravinsky, Schoenberg, Alban Berg, Poulenc, Manuel de Falla, Aarón Copland, Ricardo Straus, Debussy y muchos más. Su producción musical es bastante abundante, de la que destacamos: El ballet "H.P."; "El fuego nuevo"(1921); "Los cuatro soles"; "Tierra mojada"; para oboe, corno inglés y coro; "Obertura republicana"; "Polígonos" para piano; "Exágonos", para voz y piano; "36" para piano; Enegía", para nueve instrumentos; "Soli", para oboe, clarinete, bajón y trompeta; "Espiral", para violín y piano; "Pyramids" para orquesta (inconclusa); "Sinfonía de Antígona"; "Sinfonía India"(1935), que fue estrenada por el autor con la Orquesta Sinfónica de Boston, en esta obra, como en muchas otras, Chavez empleó los ritmos palpitantes, el carácter melódico y la percusión de la música tradicional mexicana, pero sin recurrir a fuentes folclóricas directas; "Cuarta Sinfonía", romántica; "Quinta Sinfonía" para cuerdas; "Sexta Sinfonía"; "Concierto", para piano y orquesta; "Concierto", para violín y orquesta; "Concierto", para cuatro trompetas; "Sexteto" para cuerdas y piano; "Cuarteto" para cuerdas; "Cantos", para soprano y varios instrumentos, "Gran fuga", para piano; también para el mismo instrumento, "Fantasía", "Sonata", "Estudios"; Su ópera "El amor propiciado", que fue representada en los Estados Unidos y en México, etc. La mayor parte de su obra tardía, en especial la música de cámara, guarda poca relación con la música popular. Chávez se propuso una expresión musical de raíz prehispánica pero la ausencia de documentación al respecto lo condujo a una estética que evocara, mediante un singular constructivismo, la atmósfera de aquellas culturas. En estos casos Chávez se apartó conscientemente del mexicanismo de orientación hacia lo concreto de Manuel M. Ponce o Silvestre Revueltas. En otro tipo de obras, Chávez quiso plantear los problemas sociales de la actualidad mexicana. Así produjo la Sinfonía proletaria o Llamadas en 1934, la Obertura republicana en 1935 y El Sol, corrido mexicano (1962). Se deben mencionar tambien ballets como Los cuatro soles (1926) y Xochipilli, Macuilxóchitl (1940), los 10 preludios para piano estrenados en la Agrupación Nueva Música de Buenos Aires, el ballet La hija de Cólquide (1944), la ópera Pánfilo y Lauretta (1956) y la Sinfonía de Antígona (1930). Conferenciante fluido y ameno, escritor de numerosos artículos en periódicos y revistas, que en más de una ocasión provocaron polémica. En su libro Hacia una nueva música, es partidiario del uso de los medios electromecánicos de trasmisión y difusión de la música. Los restos de este singular mexicano que nació, vivió y murió en la música, descansan en la Rotonda de los Hombres Ilustres de la ciudad de México.