Cenobio Paniagua Vázquez.

 

Nació el 30 de octubre de 1821, Tlalpujagua, Michoacán.

 

El nacimiento de la ópera en México, se debe a este ilustre mexicano.

 

Su iniciación al arte musical fue en manos de su tío Eusebio Vázquez, quien dirigía la orquesta de la Catedral de Morelia y quien le impartió sus primeras clases de violín.

 

Paniagua, inquieto por conocer todos los instrumentos que integraban la orquestas pueblerinas decidió abandonar su pueblo y vivió en Toluca, Estado de México. Allí estudió no solamente ejecución de diversos instrumentos, sino también composición y fue en esta época que creo sus primeras piezas de salón.

 

Al escuchar las bandas militares decidió estudiar aún mas y sus aspiraciones lo encaminaron rumbo a la Ciudad de México. En la capital tuvo la oportunidad de asistir al teatro a presenciar la ópera y fue entonces que decidió que ya no se ocuparía de piezas de salón sino que se dedicaría a componer óperas. Buscó un maestro que le pudiera impartir clases, sin embargo la figura en en esa época, José Antonio Gómez, se negó rotundamente, por lo que Paniagua decidió estudiar por sus cuenta en métodos extranjeros en diversos idiomas.

 

Al tener la iniciativa de crear su primera ópera se enfrenta con otra dificultad, No había libretos, ni libretistas, por lo que tomó un libreto de Félix Romani, el libretista de Bellini y por fin nace su primera ópera Catalina de Guisa, estrenada el 29 de septiembre de 1859 y la cual fue dedicada a Gral. Miguel Miramón.El triunfo de su primara ópera lo animó a crear una academia de música en las que se crearon obras como Cleotilde de Coscenza de Octaviano Valle, Adelaida y Comingio de Ramón Vega, Átala, Agorante Rey de Nubia y La Reyna de las Hadas de Miguel Meneses, Romeo y Julieta e Ildegonda de Melesio Morales, las cuales fueron representadas en su compañía de ópera que fue la primera empresa operística mexicana.

 

El 5 de mayo de 1863 se estrena su segunda ópera Pietro D'Avano, que tenia tema relacionado con la caída de los franceses, lo cual no fue de mucho agrado para los Franchutes como solía llamárseles.

 

Los éxitos siguieron por largo tiempo, sin embargo, cuando decide salir a Cuba empiezan los fracasos, la compañía se disuelve y se instala en Córdoba, Veracruz, donde muere el 2 de noviembre de 1882.