Mariana Villanueva

 

 Nació en la ciudad de México en 1964. Desde los siete años comenzó a estudiar música en la Casa del Lago, bajo la tutela de María Antonieta lozano. Después de recibir clases con maestros particulares de solfeo, armonía, contrapunto y piano; entra al Conservatorio Nacional de Música como integrante del Taller de Composición de Mario Lavista. En 1985 ingresó al taller piloto que el CENIDIM organiza y en donde dieron clases Daniel Catán, Julio Estrada y Federico Ibarra; tres años más tarde, se va a Pittsburgh a estudiar en la Universidad de Carnegie Mellon, donde termina la licenciatura y la maestría en composición. Sus principales maestros fueron Leonardo Balada y Robert Page. En 1995 participó en el Curso Internacional para Coreógrafos y Compositores Profesionales que cada verano se efectúa en Inglaterra. Ha recibido apoyos por parte de la Universidad de Carnegie Mellon, del Fonca, del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes, del Fideicomiso México-Estados Unidos, y en 1999 de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation. Le han comisionado obras en Estados Unidos por parte de Andrés Cardenes para el Carnegie Mellon Trio, y de David Stock para el Pittsburgh New Music Ensemble; y en México de la Coordinación Nacional de Música y ópera de Bellas Artes, de Luis Humberto Ramos y de Víctor Flores. Además de haber escrito para solistas, grupos de cámara y orquesta, ha hecho música teatro para el departamento de drama de la Universidad de Carnegie Mellon. En México ha colaborado con el Ballet del Teatro del Espacio. Actualmente cursa el doctorado en historia en la Universidad Autónoma Metropolitana.

 

El jardín del sol: Tras transcribir cómo había sido despojado de todo lo que lo identificaba consigo mismo (función profesional,cuerpo físico e imágenes internas) durante sus primeras tres sesiones con LSD, el profesor Van Dusen dice que en su cuarta sesión se encontraba acostado en su cama y retirado hacia su identidad primaria: "Si esta identidad hubiera desaparecido yo habría muerto, puesto que era lo único que quedaba en mí. Dentro de este vacío oscuro sólo me encontraba yo. Recé aceptando la muerte. Dios caminaba sobre mí y yo gritaba de alegría. Mi propia voz parecía hablar de su venida, pero no la creía. Súbita y de manera totalmente inesperada el vacío se iluminó con la segadora presencia del único. ¿Cómo lo supe? Todo lo que puede decirse es que no había ninguna posibilidad de duda. "Entonces supuse que sólo existía Dios y que desde el principio de los tiempos yo estaba destinado a reaparecer como psicólogo. Había sido arrojado del Paraíso para regresar como un hombre muy triste. ¿Como podía ser Dios y hombre al mismo tiempo?"

                                                                        Tomado de El LSD y las experiencias místicas de J. Rey Jordan.

 

Esta obra consta de trece imágenes sonoras que intentan expresar un retorno hacia el jardín interior del alma, ese lugar donde se encuentra el paraíso que creemos perdido pero que solo está olvidado y que cuando es recuperado nos llena de luz y nos hace ver al mundo como algo sagrado y eterno.