Jonathan Harvey

 

 Nació en Sutton Coidfieid, Reino Unido, en 1939. Diplomado de las universidades de Glasgow y de Cambridge, asistió asimismo a los cursos de composición de Erwin Stein y de Hans Kelier de manera privada. Sus primeras obras son de inspiraciones variadas hasta su encuentro, a finales de los años sesenta, con Milton Babbitt que lo influenció fuertemente. En 1980, invitado por Pierre Boulez al Instituto de Investigación y Coordinación Acústica y Música (IRCAM), recibió cuatro comisiones de éste: Mortuos plango, vivos voco y Ritual Melodies para cinta, Bhaktí para conjunto instrumental y cinta; y Advaya para chelo y electrónica. Su amplio catálogo incluye piezas para orquesta, música de cámara y para instrumentos solistas, y su experiencia como miembro de grupos vocales lo ha llevado a escribir diversas obras corales como Passion and Resurrection en 1981. Su ópera Inquest of Love fue estrenada por la ópera Nacional Inglesa en 1993. Es profesor de composición en la Universidad de Stanford.

 

 Advaya: Para explicar el título de la pieza, el compositor cita a Lama Govinda: "Durante el primer siglo la doctrina budista acuñó la palabra advaya. Significa que no es dos y designa una dualidad trascendente. Incluso estando bajo la influencia de una cierta ilusión, comprendemos que ésta y sus manifestaciones son engendradas por una misma causa." La dualidad solista/electrónica proporciona una metáfora de esta concepción. la pieza requiere dos ejecutantes y dos o tres técnicos para la parte electrónica. Todos los sonidos utilizados en la obra son producidos o derivados del sonido del chelo. Algunos son tocados en tiempo real, otros han sido grabados y sometidos a un procesamiento electrónico. Harvey ha empleado el análisis espectral del sonido del instrumento para producir una variedad de sonidos sintéticos mediante la alteración de su estructura interna. Una jerarquía de "espectros comprimidos" ha sido establecida: el centro de consonancia es el la (220hz), la primera cuerda de] chelo. El chelo y la parte electrónica se relacionan con el mismo material musical en cualquier momento, aunque a veces a diferentes velocidades. Un motivo del chelo, por ejemplo, que dura cuatro segundos, es estirado mediante una técnica que lo corta en pequeños granos para repartirlos enseguida en grandes cantidades durante dos minutos y medio. (Jorge Amador Bedolla)