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El Conflicto de la NaranjaPor Milagros Mejías 1)
Clasificación según
los comportamientos
I. Puede dejarles ese asunto a ellos y que
se arreglen entre sí. Dejarlos e irse a su cuarto a descansar para tener
paz y tranquilidad Evasión
Es una actitud evasiva porque la madre está
llegando del trabajo, cansada y lo menos que quiere hacer es resolver un
conflicto por una naranja. Ella
quiere paz y tranquilidad, no quiere saber de problemas. En ese caso para la madre: ·
Es más fácil dejar que las cosas sigan su curso ·
El problema es trivial · No es una prioridad para ella II. Puede decirle a los tres que se sienten a la mesa, abran sus cuadernos
y hagan las tareas de la escuela para el día siguiente. Luego revisará las
respuestas y decidirá en atención a la rapidez y calidad de las mismas a cuál
de sus hijos otorgará la naranja. Piensa que así será mejor pues desea que
sus hijos obtengan buenas notas en la escuela y esta situación incidirá
positivamente en ese objetivo y además lo académico será un criterio válido
para decidir. Para ello deberá convencerlos y quizás calificar ejercicios de
diversas asignaturas, todo lo cual le consumirá bastante tiempo.
CompetenciaEn este caso la madre los va a poner a competir.
El que haga mejor y más rápido
la tarea, tendrá como premio la codiciada naranja. La madre establece una competencia con las reglas de juego claras y los hijos deberán Jugar para ganar lo que desean. III. Puede decidir complacerlos y no irse a descansar. Quiere complacer al menos
a uno de ellos pero no sabe a cuál. Atiende al que le grita más. Se siente
confundido y cambia de opinión en relación a quién debe darle la naranja según
la fuerza (gritos, gestos, lágrimas, etc) con que cada uno de ellos la pide. Se
siente atormentado y no sabe qué hacer
Aquí la madre está a punto de darle la naranja al que mas llore o más grite.
Va a ceder a los intereses de los hijos porque: ·
Desea dejar atrás el
conflicto ·
No quiere que el
conflicto se alargue o sea más intenso ·
Ella tiene intereses mas
importantes · No es una prioridad para ella IV. En vista que cada uno de los tres quiere para sí la naranja se guiará por
algún criterio de justicia. No puede manifestar preferencia por ninguno, pues a
todos los quiere por igual, de ahi que considere conducirse según el criterio
de igualdad: dividirá la naranja en tres partes iguales y cada cual tendrá que
contentarse con su pedazo y punto. Así podrá al fin irse a su cuarto y
descansar.
La madre prefiere compartir la naranja entre sus tres hijos, aunque
ninguno de ellos obtenga lo que queria. Para
que cada uno pueda ganar, cada uno debe perder.
En este caso: ·
La madre no ve otra
forma de romper el impasse sino a través del compromiso. ·
La ganancia/pérdida
parece justa para todas las partes ·
No obstante las partes
sientan cierta insatisfacción, el compromiso impide que exista malos
sentimientos entre ellas ·
Un acuerdo mediocre es
mejo que la no solución o prolongar el conflicto ·
La madre tiene que pasar
a asuntos mas importantes V. Después de meditar bien, le pide a sus hijos que se tranquilicen, se
relajen y le expliquen cada uno por separado las razones por las cuales desea
para sí la naranja en disputa. Considera que una vez que conozca las razones de
cada cual (que no tienen que coincidir necesariamente ), las podrá integrar y
tener una mayor certeza de que podrá lograr una solución que proporciones
satisfacción para cada uno de los tres. De esta forma dejarán de pelear entre
sí, cada cual logrará lo suyo y podrá por fin irse a descansar.
La madre está dispuesta a escuchar e integrar las razones que tienen
cada uno de sus hijos para quedarse con la naranja. En este caso la madre: ·
Cree que es la via mas
sana de resolver el conflicto · Piensa que producirá un acuerdo duradero y evitará mal entendidos posteriores 2)
Selección de la
mejor actitud a juicio personal
Yo personalmente escogería la actitud IV porque me parece la más justa por las siguientes razones: la madre llega agotada del trabajo soñando con llegar a su casa y descansar, lo último que desea o le interesa es el conflicto que tienen sus hijos por la naranja, así que ella toma la naranja la parte en tres le da un pedazo a cada uno los manda a acostar y se acabó el problema. 3)
Desventaja de los
escenarios no escogidos
Caso IDejar que los niños resuelvan el problema, es tener que seguir escuchando peleas, quejas, llantos, etc. Para la madre no es viable esta solución. Caso IIPonerlos a hacer tareas significa tener que corregirlas posteriormente, esto toma tiempo y esfuerzo por parte de ella, si la madre viene agotada del trabajo, ¿Con que energía se va a poner a corregir tareas? Caso IIIDarle la naranja al que más grite es sentar un mal precedente y cada vez que sus hijos quieran algo lo van a pedir gritando y llorando, esto definitivamente no es bueno para la educación de sus hijos. Por otra parte, ella lo que quiere es paz y tranquilidad no un concurso de ¿A ver quien grita o llora más alto? Caso VSi yo llego a casa cansada del trabajo, lo que quiero es dormir, descanzar relajarme, no ponerme a escuchar historias de porque cada uno de mis hijos se quiere comer la naranja. Además eso requiere un esfuerzo mental y concentración, si alguien está cansado, no está dispuesto a hacer esto por una naranja. Si el conflicto fuera de otra indole se podria a hacer el esfuerzo, pero por una naranja ¡Olvidenlo! 4)
Negociación
colaborativa con el escenario escogido
Yo
particularmente les diría lo siguiente: “Niños ya es tarde mami está
cansada y el mercado está cerrado, esta noche van a compartir la naranja como
hermanos que son, un pedazo cada uno, somos
una familia y debemos ser unidos, la próxima vez que suceda esto ustedes mismos
dividan la naranja entre tres y se comen un pedazo, en esta casa no deben haber
discusiones a causa de la comida, todo lo que hay en esta casa les pertenece a
todos en partes iguales. ¿Me entendieron?.
Mañana cuando venga del trabajo les voy a comprar más naranjas y se
podrán comer las naranjas que quieran. Si
no quieren que les traiga naranjas díganme cada uno que fruta les gustaría
comer y mañana se las traigo. Por
ahora comanse su pedazo de naranja, se cepillan los dientes, se ponen su pijama
y se acuestan a dormir. Los quiero
mucho, ¡Qué Dios los bendiga! y hasta mañana ¡Que sueñen con los angelitos!
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