LA VIRGEN QUE NO QUISO ESTAR EN CHUQUIZONGO

El Usquil viejo, como también llaman a Chuquizongo, porque allí debería estar la capital del distrito, tiene un hermoso cofre de tradiciones y leyendas que se trasmiten generación en generación, configurando una cadena de relatos que se acrecientan y enriquecen con el paso del tiempo.

La virgen de la Asunción era venerada con mucha devoción hace tres siglos en ese pintoresco lugar, famoso por la crianza y producción de toros bravos, que engalanan las tardes taurinas de las fiestas patronales de distintos pueblos y ciudades del país.

Pese a sus cuidados, sorpresa fue para los chuquizonguinos descubrir que la imagen reiteradamente aparecía al pie del cerro Llaut de Usquil. Una y otra vez iban a traer a la virgen a su original capilla, y otras veces se les escapaba.

-"No podemos hacer nada; dejémosla arriba, en el Llaut"- dijo en aquel entonces un arrepentido devoto.

Y así fue :paulatinamente, se fue levantando alrededor de la vieja y humilde capilla, el pueblo que hoy conocemos como Usquil, en donde cada 15 de Agosto se celebra la fiesta patronal en honor a la Virgen de la Asunción.    

 

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