Capítulo
2: Midori
Eran
las cuatro de la tarde cuando Mido y Sakuragi salían del entrenamiento, iban
bromeando como en el gimnasio, sin notar que Rukawa los seguía.
-¿Y
por qué le dices Gorila al Capitán Akagi?
-¿Qué?¿No
se le nota?
-¡¡Ja,
ja, ja!!- rió Mido.- que ocurrente eres... por cierto... ¿A ti te apodan el
Rey de las expulsiones, verdad?
-¿Eh?
Este... sí..- el pelirrojo sintió que su cara ardía.
-Gracias-
le dijo Mido con una gran sonrisa
-¿De
qué?- preguntó Sakuragi un tanto extrañado
-Gracias
por haber hecho que te expulsaran a los quince minutos en aquél partido contra
Shoyo, gracias a ti gané una apuesta con mis compañeros
-....-
Sakuragi se quedó sin palabras.
-¡Bien,
debo irme! – dijo Mido
-¡Oye!...
este... ¿no tienes hambre?
-¡¡¡Groooouunnñññg!!!-
Ese fue el estómago de Mido, que se sonrojó.
-Mmh,
vamos a Dannys, yo invito.
-¡Está
bien!- respondió Mido sin ningún empacho
Los
dos chicos se encaminaron al restaurante favorito del pelirrojo, al entrar
vieron a su ejército que los saludó efusivamente.
-¡preséntanos
a tu amigo, Sakuragi!- exclamaron
-¡Vamos,
Mido-kun!- exclamó el animado pelirrojo
-En
fin...- contestó encogiéndose ligeramente de hombros
-¡Mucho
gusto, yo soy Yohei Mito, el mejor amigo de Sakuragi!
-¡Yo
soy Okus!¡¿Qué tal?!
-¡Hola,
yo soy Noma!
-¡¡¡Mucho
gusto, mi nombre es Takamiya!!!- gritó el gordo
-¡¡¡¡¡Cállate,
gordo!!!!!- gritaron los demás al mismo tiempo.
-Mucho
gusto, mi nombre es Mido Ogata
Después
de comer y reír un poco, Mido decide que ya es hora de irse, pues ya empieza a
oscurecer y no quiere perderse en la ciudad.
-Bien
muchachos, debo irme- les dijo cortésmente
-¡Pero
es temprano aún!- exclamó Takamiya
-¡Así
es, quédate otro poco!- le pidió Sakuragi
-No
puedo, otro día con mucho gusto...
-Bueno,
entonces hasta luego- dijo todo el ejército.
-¡Hasta
luego!- Mido sale por la puerta y después de unos minutos, Sakuragi descubre
algo en la silla
-¡AAAh,
es la mochila de Mido-kun!
-¿Por
qué no se la llevas a su casa?- le aconsejó Yohei
-No
sé dónde vive...
-Fíjate
en la etiqueta de atrás, todas las mochilas tienen una...-el pelirrojo busca al
revés de la mochila
-¡Ah,
aquí está!
-Bueno,
ve a dejársela antes de que se quede dormido.
-Sí...-
Sakuragi se encaminó hacia la dirección que estaba escrita en la etiqueta.
Después
de media hora, llegó a una casa muy bonita, color verde, dos pisos, con unas
pequeñas escalinatas y una puerta blanca. Tocó el timbre y después de unos
segundos se oyeron pasos.
-¿Diga?-
Una chica delgada más o menos alta salió, tenía el cabello largo, de color
café y ojos color ámbar se quedó pálida al ver al pelirrojo.
-¿A...
a... aquí vive Mido-kun?
-Sí...
aquí vive...pero aún no.. no ha llegado- dijo con cierto nerviosismo.
-este...
soy su compañero de equipo...- el pelirrojo estaba paralizado- vi... vine a ...
a.. dejarle su mochila...- dijo mientras se la entrega a la chica.
-¡oh,
gracias!- exclamó la chica- ¡En
cuánto llegue, se la daré!
-Este...
¿tú eres hermana gemela de Mido?
-¿He...
he... herma... na ge... geme... gemela?- tartamudeó con cierto nerviosismo
-Sí,
por tu estatura y porque se... parecen bastante...
-¡Ah,
sí, claro, todos los gemelos debemos parecernos aunque sea un poco!- dijo muy
nerviosa.
-Mmmhh...
¿podrías decir tu no.. nombre?- Sakuragi estaba nervioso.
-Mi
nombre es Midori Ogata...- dijo dando una pequeña reverencia- ¿Cuál es el
tuyo?
-Pues...
mi.. mi nombre es... Hanamichi Sakuragi... mucho gusto...- dijo dándole una
reverencia.
-Bueeno...
pues... gracias por traer le mochila de mi “hermano”
-De...
de nada... por cierto... tienes un hermoso nombre, Midori.- le dijo mientras se
sonrojaba un poco.
-gra...
gracias...- dijo la chica totalmente sonrojada, al parecer, la había cautivado.
-Bueno,
debo irme-
-Gracias
por todo- le dijo la chica
-No
sé tu, pero quisiera verte de nuevo...- le dijo Sakuragi con una sonrisa antes
de marcharse.
-Sakuragi...-
murmuró la chica mientras el pelirrojo desaparecía en el horizonte
La
chica se quedó unos segundos más en la puerta, entonces entró de nuevo a la
casa y cerró la puerta, adentro, estaba recargada en la puerta.
-Je...
Y
tú que me dijiste que mi nombre te sonaba raro...- dijo antes de subir las
escaleras.
Continuará....
<---ATRÁS