Una historia diferente

Por: Midori Ogata

 

Darien y Serena tenían una cita romántica en el parque No. 10, era su primera cita  y se la merecían después de haber vencido a los gemelos Alan y Anne. En fin,  el día era soleado y los cerezos estaban en flor;  parecía un día de primavera común y corriente. Ambos iban en un bote que Darien remaba. Cuando llegaron a la orilla Serena tropezó, pero fue detenida por el fuerte y protector pecho de Darien. Las mejillas de Serena se ruborizaron y Darien sonrió. Sus caras se acercaron más y más hasta que se fundieron en un tierno beso. No pasó mucho cuando un gran ruido se oyó. El cielo se tornó gris y los enamorados dieron por terminado su beso.

 

El cielo antes azul, ahora era gris y una enorme nave espacial estaba sobre el estanque, Serena y Darien abrieron sus ojos sólo para ser abducidos por una gran luz que les provocaba un dolor tan fuerte que se desmayaron. Antes de desmayarse, Serena y Darien rogaron que sus compañeras se hubieran percatado de tan singular fenómeno.

 

Mientras tanto, en el templo Hikawa, Raye estaba muy inquieta cuando sintió cómo las presencias de Serena y Darien iban desapareciendo muy lentamente. Entonces fue cuando recibió un mensaje de Ami por el intercomunicador.

 

-¡¡Ami!!¿tuviste esa sensación?- le preguntó Raye

-No sólo yo, sino todas nosotras. Lita y Mina están aquí conmigo.

-Bien, tenemos que reunirnos en el parque No. 10, ahí es dónde siento la presencia de Darien y Serena.

-Ok. Nos vemos allá.

 

Las Sailors llegaron al parque y vieron a la nave que ya se estaba alejando; sin duda ahí se encontraban Darien y Serena. Por lo tanto decidieron hacer la teletransportación de las Sailors. Aunque corrían sus riesgos, decidieron hacerlo para poder rescatar a sus príncipes y con mucho esfuerzo lograron llegar hasta la nave. Para su sorpresa, se encontraron con un hombre maduro con cabello de fuego que las miraba desafiante con una sonrisa sarcástica en los labios.

-¡¿Quién eres?!- preguntó Sailor Júpiter

-Soy Rubeus, poderoso miembro de la familia de las tinieblas: Black Moon.

-¡¿Dónde tienes a Serena y Darien?- interrogó Mars

-¿Te refieres a la chiquilla rubia y a ese debilucho? ¡¡Ja, ja, ja!! Ahora están ocupados, pero yo puedo atenderlas...- con un chasquido de sus dedos, el piso se convirtió en una especie de lava negra que atrapó a las Sailors.- ¿no es sorprendente?- les dice Rubeus al momento de quitarse un pendiente- Sólo necesito esto para derrotarlas ¡¡Ja, ja, ja, ja!!

 

Dicho esto, la lava comenzó a subir por el cuerpo de las Sailors al mismo tiempo que se endurecía y propinaba fuertes descargas de electricidad, dejando a las cuatro Sailors Scouts fuera de combate. Rubeus rió fuertemente mientras admiraba su propio trabajo. De pronto apareció a su lado una mujer madura de verdes cabellos.

-Vaya, no estuviste tan mal, Rubeus.

-Esmeralda ¿ya te cansaste de tu juguete nuevo?

-No, sólo que está dormido, por cierto ¿no crees que deberías darle por lo menos una al príncipe Zafiro?

-Sí, veré que podré darle.

 

En otra habitación de la nave, una chica rubia de largos cabellos con chonguitos empieza a despertar muy lentamente, lo primero que ve es a un hombre algo maduro, de cabello color azul cielo y que tiene la forma de una Luna negra que sostiene fuertemente su mano. Sus ojos azules se abren por la sorpresa, no sólo del porqué ese hombre está ahí, sosteniendo su mano, sino el porqué está ahí.

-Descansa, mi amor...- le dijo el apuesto joven- estás muy débil

-di... disculpa... ¿quién eres tú?¿quién soy yo?

-¿no me recuerdas, querida?¡Soy yo, Diamante!¡Tu prometido!

-¿Pro... pro... me... tido?

-Así es. Tú eres Serenity, mi prometida y vinimos desde muy lejos para conquistar la Tierra. Nos amamos y vamos a casarnos muy pronto ¿no lo recuerdas?

-yo... no... no recuerdo... nada....

-Debió ser por el golpe

-¿Golpe?

-sí. Estabas probándote el vestido de novia y te pusiste a saltar con los tacones puestos y... caíste y te golpeaste fuertemente la cabeza.

-¿me golpeé?

-Así es... has estado varios días inconsciente, pero yo he estado aquí, a tu lado amada Serenity

-Serenity...- murmuró la chica. Por alguna razón ese nombre le sonaba muy familiar y miró alrededor de la habitación y vió un hermoso cuadro con su imagen y la del apuesto hombre que estaba frente a ella, con eso bastó para que pensara que ese joven tan apuesto le decía la verdad.- perdón por preocuparte... mi amor...

-Lo importante es que ya estás bien...- contestó al momento que besaba suavemente la mano de la chica, quién no notó la sonrisa perversa que tenía el joven.- ahora descansa... yo tengo que arreglar unos asuntos...

-sí...

 

El príncipe Diamante salió de la habitación y sonrió satisfactoriamente mientras caminaba con el pasillo. Por fín había logrado su objetivo: tener a Serenity y al Cristal de Plata, que se encontraba en el bolsillo. Caminó hacia el trono real para hablar con su consejero: Wiseman (el gran sabio, pa’ que entiendan).

-Bien, Wiseman... aquí está el cristal de plata.

-Perfecto, su majestad... debemos hacer todo con rapidez y exactitud... por fín tomaremos venganza...

-Cierto. Los habitantes de la Tierra pagarán caro el habernos exiliado...

 

Wiseman colocó el cristal de plata en un aparato especial y activó la máquina. Mediante un proceso de ondas negativas, la energía del Cristal de plata pasó de positiva a negativa; convirtiéndose ahora en “el cristal negro”. El príncipe Zafiro fue el encargado de colocar el Cristal en el lugar y momento indicado. El poder del Cristal Negro invadió a toda la Tierra, provocando desastres naturales y afectando la mente de sus habitantes. La familia Black Moon invadió la Tierra, convirtiendo a los humanos en sus fieles sirvientes y esclavos.

Meses después, en el palacio negro, se celebró la boda entre el Rey Diamante y la Reina Serenity, a la recepción acudió Rubeus con sus cuatro nuevas asesoras, Mina, Lita, Raye y Ami. El príncipe Zafiro hizo gala de presencia en la boda de su hermano acompañado de las hermanas de la persecución. Wiseman se encontraba charlando con los recién desposados cuando llegó Esmeralda con su esposo, un galante hombre de 19 años.

 

-¡Felicidades, Rey Diamante!- dijo Esmeralda- ¡Felicidades Reina Serenity!

-¡Muchas gracias!- dijo la novia

-Es un placer conocerla, Su majestad- la saludó el esposo de Esmeralda con un beso en la mano

-I... Igualmente.... ¿cu... cuál es su... nombre?- en el corazón de Serenity comenzó a brotar un extraño calor que nunca había sentido con su ahora esposo

-Endymion...

-Encantada... gracias por asistir.

-¡¡Muchas felicidades!!- les desearon las nuevas asistentes de Rubeus a la pareja. Serenity sintió una sensación de felicidad y seguridad al estar junto a aquellas chicas, pero decidió apartarse de ellas porque su esposo le había dicho que no era bueno que la Reina se codeara con plebeyas.

-¡¡Vivan los novios!!- gritaron los presentes

 

Los recién casados optaron por dejar la celebración y se despidieron. Al momento de salir, Serenity no pudo evitar ver a los ojos a aquel hombre, había algo en esos ojos azules que le producía una sensación de nostalgia, pero no sabía de qué. Su ahora esposo la tomó de la mano y le sonrió, Serenity le devolvió la sonrisa y caminó a su lado.

 

Años después nació una niña muy parecida a su madre, de cabello sonrosado y peinado de chonguitos, pero no se ilusionen, esta niña tenía una luna negra en la frente.

 

FIN

 

Notas de Midori:

All Right! Para hacer este fic, me puse a pensar en: ¿qué pasaría si Rini nunca llegara al pasado? Y ¡Tarán! Aquí está. Espero que les guste, y si no, pues me vale.

 

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