Capítulo 2
Una
niña muy débil...
Es
capaz de reflejar la mayor fortaleza
Sakura,
Li, Tomoyo regresan hacia la casa de la primera, para ir a tomar té y galletas
después de divertirse un buen rato en el parque Pingüino, Kero iba dormido
dentro de la mochila de Sakura. Faltaban pocos metros para llegar, cuando se
encuentran a Yukito.
-¡Hola,
Sakura!¿van a tu casa?¿los puedo acompañar?
-¡Ah,
sí...!- respondió Sakura al momento en que se sonrojaba (al igual que Li)
-Ji,
ji- Rió Tomoyo mientras filmaba a la tierna Sakura
-Ah...
y... ¿qué estás haciendo por aquí?- le preguntó la joven Kinomoto
-Sólo
estoy dando un paseo- contestó Yukito con una sonrisa que hizo derretir a
Sakura- ¿y ustedes?
-Venimos
del parque Pingüino- contestó Tomoyo al ver a sus dos amigos en estado catatónico
-¿Tsukishiro?-
se preguntó Kero al escuchar la voz de Yukito y la energía de Yue.
-Oh.
Deben de haberse divertido mucho
-¡Sí,
es muy divertido salir a respirar el aire puro!- exclamó Li muy sonrojado
Los
cuatro caminaron un poco más, entonces, a un par de metros de la casa de
Sakura, estaba una niña de su edad, inconsciente, de cabellos rojizos, vestía
una playera holgada y unos shorts, ambos blancos, y no llevaba calzado, estaba
muy herida, respiraba agitadamente y parecía muy cansada.
-¡Miren!-
exclamó Yukito al ver a la niña en ese estado
-¿qué
le pudo haber pasado?- preguntó Sakura
-No
lo sé... será mejor que la llevemos a tu casa, Sakura- dijo Yukito
-Sí
-Bien,
ustedes abran la puerta- les indicó a Tomoyo y a Li- yo la llevaré... Sakura,
alista una cama para que pueda recostarla ahí
-¡sí!-
exclamaron los tres niños
-¿Qué
pasa?-preguntó Kero
-Encontramos
a una niña desmayada en la calle- murmuró Sakura
Rápidamente
Yukito introdujo a la niña a la casa, Sakura preparó su propia habitación, ya
que no tenían camas disponibles. Yukito recostó a la niña pelirroja
suavemente, y después bajaron a tomar té, Kero seguía en la mochila de
Sakura, no fuera que la niña despertara y se asustara por ver al bicho volador.
-¿Está
bien?- preguntó Tomoyo
-sí,
creo que dormirá toda la noche, está muy maltratada... ¿quién pudo hacerle
eso a una niña?- contestó Yukito
-Pobre...-
murmuró Sakura-
-Esa
niña...-pensó Li- tiene un aura un poco extraña...- Bien, tengo que irme- se
despidió.
-Pero
Syaoran...
-Debo
irme, pero vendré mañana, Sakura- dijo Li a punto de salir, en ese instante se
abrió la puerta, era Touya- oh, oh
-¿Qué
hace este mocoso en la casa, Sakura?-Dijo Touya molesto de ver a Li en su casa y
muy cerca de su hermana
-yo..
yo... ya me iba- dice Li antes de marcharse
-¡Hola,
hermano!
-Monstruo,
aún no me has contestado...
-¡Hola
Touya!- saluda Yukito con una gran sonrisa
-Ah,
hola Yuki...¿qué haces aquí?- preguntó sorprendido, olvidándose de su
hermana
-Encontré
a Sakura por aquí y encontramos a una niña que estaba desmayada, parecía muy
maltratada.
-¿Una
niña?¿dónde está?- preguntó Touya mientras arqueaba una ceja.
-Está
arriba, en mi habitación- contestó Sakura
-Voy
a verla...- fueron las últimas palabras de Touya antes de subir las escaleras.
-Tu
hermano se ve preocupado, Sakura- dijo Tomoyo
-Sí...
Touya
subió lentamente los peldaños de la escalera, sentía un aura extraña; sus
poderes habían regresado aún después de darle todos a Yue; al llegar al último
escalón, echó un vistazo desde lejos a la habitación de Sakura; podía ver cómo
por los marcos de la puerta salía una extraña aura. Touya sabía que nadie más
a diferencia de él podía ver esas cosas, así que entró con sigilo a la
habitación de su hermana. Al abrir la puerta, de la habitación irradiaba una
luz blanca que lastimaba la vista y Touya tuvo que cerrar los ojos ante esa luz
cegadora, pero que daba una gran paz y armonía, le daba a Touya una felicidad
que hacía siete años que no sentía, esa calidez le recordaba cuando su madre
lo arrullaba entre sus brazos cuando estaba asustado.
-madre...-
dijo Touya de forma inconsciente, al darse cuenta de lo que había dicho, se
sonrojó sobremanera.
La
luz fue desvaneciéndose, hasta que Touya pudo abrir sus ojos sin riesgo de
lastimarse la vista, cuando lo hizo, vió a la niña pelirroja, en efecto, tenía
unas pequeñas heridas y lucía cansada. La vió ahí, tan débil, tan
indefensa, cómo cuando Sakura era pequeña. Se acercó para estudiar sus
facciones, el aura de esa niña tenía algo raro; era aún más rara que el aura
de Yukito, se hincó frente a la cama, y vió el rostro de esa chiquilla
pelirroja, sin duda tenía la misma edad que Sakura, e incluso se parecía a
ella. Touya se quedó un buen rato así, viendo a la pobre niña que yacía ahí,
débil y herida, hasta que notó que estaba despertando.
-¿mmh?-
la niña entreabrió los ojos, eran del color azul más profundo que había
visto.
-Aah...-
tartamudeó Touya, pero la niña volvió a cerrar sus ojos tan rápido cómo los
había abierto, sin duda, su aura era extraña, decidió no correr más riesgos
y bajó al comedor.
Sakura,
Tomoyo y Yukito estaban tomando su té, Sakura y Tomoyo llevaban su segunda
taza, mientras que el chico de cabello grisáceo iba por la décima. Touya se
sentó al lado de Yukito.
-¿La
viste, hermano?- preguntó Sakura -¿cómo está?
-Sí,
sigue dormida, yo creo que mañana estará mejor...
-Que
bien...- dijo Yukito mientras tomaba un pastelillo
-¿Qué
le pudo haber pasado?- preguntó Tomoyo- parece cómo si hubiera viajado por
varios días...
-mmmh...
dejemos que se duerma en tu cuarto, Sakura
-Sí,
hermano- contestó la joven Kinomoto- yo dormiré en la sala
-No,
tú dormirás en mi habitación – le indicó Touya, y después agregó en voz
baja, cómo para sí mismo- es el lugar dónde estarás más segura...
-¿Qué
dijiste, hermano?
-No,
nada...
-¿pasa
algo malo, Touya?- preguntó el chico de lentes-
-No,
no es nada Yuki...- contesta Touya un poco distraído, sin notar que esa
respuesta había inquietado al chico de lentes.
CONTINUARÁ...