Por una extraña conjunción de este contexto que le tocó vivir aprende a leer a la edad de 5 años (sin haber asistido a la primaria, ni a clases para aprender a leer).
      Resalta, el punto de haber aprendido a leer a esa edad, pues se le hace un punto decisivo para lo que es su vida actual.
      A causa de estar adelantado (académicamente hablando), cuando ingresa al primer año de la educación Primaria, es tomado por "mandadero oficial" en vista de no poder adoptar el ritmo de trabajo de sus compañeros, y comienza el autodidactismo. Por las mañanas asistía a la primaria, no a aprender, sino a ser "mandado" por sus maestros (y los que no eran sus maestros), a realizar tareas estúpidas... (ir por borradores, gises, etc.) y por las tardes, asistía de "oyente" a las clases que impartía su madre en otra escuela, con otros alumnos y con un grado académico mas elevado y hasta cierto punto más atractivo para él. Y continuaba el autodidactismo.
      El hecho de pasar tanto tiempo con su madre, trajo "estragos" en su vida, cabe mencionar que Doña María de la Luz es: "la más sutil, exquisita y delicada poetisa jamás conocida" -según Froy- y es por esta razón, que infuye en la vida de Froy de una manera trascendental:

• Su madre comienza a infundirle un amor puro a las artes escritas, aunque para esta edad, a Froy no le significara nada.
• Le enseña a declamar poesias pequeñas.
• Le enseña a escribir poemas cortos.
• Le ayuda a redactar un cuento, con en cual, obtuvieron una lectura dramatizada en una muestra de creación literaria infantil, en el programa radiofónico "" de Radio Universidad Veracruzana.

      Para tercer año de primaria, conoce al primer escultor de esta pequeña roca de Basalto llamada Froy: La Profesora Medina (a quien agradece infinitamente el hecho de haber estado ahi).
      Bajo la dirección de esta profesora, se inicia en el aprendizaje propiamente dicho, "habia que tener al chamaco ocupado, para explotar ese potencial"-decía la profesora Medina- inician los preparativos para concursos académicos: Ortografía, Matemáticas... inician los preparativos para concursos artísticos: declamación...

      Y es, gracias a estos preparativos, que Froy descubre con cierto escepticismo, que en su familia no es el único con cierto interés por las artes, y mucho menos por la cuestión académica, descubre, con cierto pánico, que ha vivido rodeado, desde su nacimiento, por docentes y maestros, tanto que la mayor parte de su familia conocida esta inmersa en ese ambito.
      El único enlace que tenía hasta ese momento con el arte no escrito, era la difusa figura de su padre, que le había enseñado a dibujar desde pequeño... y lo único destacable era eso, la habilidad que tenía su padre para dibujar, pintar, crear con las manos: máscaras, figuras de papel, etc. puesto que su precaria situación económica había orillado a Don Pedro Jardines (su señor padre) a hacer y mal vender piñatas en el mercado Rendón.
      Poco tiempo después descubre (en los ensayos para su primer concurso de declamacón) que uno de sus tíos, Don Cuauhtémoc Hernández era un poeta excelente, tanto que precisamente en su primer concurso, participa con un poema escrito por su Tío, "El romance de la media Luna", obteniendo un mercido tercer lugar en la justa.

      Después de haber descubierto el gusto artístico de su Tío, descubre una serie de escritos que su madre guardaba con recelo, (poemas de su autoría, escritos diversos, cuentos, etc.) lo que lleva a Froy a darse cuenta que en realidad no es un loco desorbitado, sino que simplemente es un intento de Artista.
      Sobreviene una etapa (ya para 4º grado de Primaria) por demás dificil, la separación de sus padres, el cambio de escuela despues de haber recorrido los mismos pasillos por más de cuatro años, el cambio de casa...
      Toma clases, para 5º grado en el mismo grupo en el que daba clases su señora madre (en una escuela Vespertina) lo que trajo grandes problemas, sobre todo de no saber como actuar ante esta situación "¿se es hijo o alumno?" "¿se es madre o maestra?". Afortunadamente, este periodo no duró más de seis meses, y Froy ingresó a otra escuela, con el afán de terminar el 5º grado... pero fue expulsado del recinto educativo por indisciplina, y obligado a terminar el año y el que le seguía en una escuela de muy poco renombre.

      Si bien "los dioses saben porque hacen las cosas" -diría Froy en esta situación- El cambio de escuela, de amigos, de roles, le sentó bien al chamaco, se convirtió en el "caballito de batalla" de la Escuela, para cualquier tipo de concursos, ortografía, declamación, himno nacional, matemáticas (a pesar de estar peleado con ellas), etc.
      Pero no todo era miel sobre hojuelas, "algo" andaba mal, y no sabía lo que era, sin embargo, continuo así, hasta terminar la primaria e ingresar a un escuela secundaria técnica. Lamentablemente todo se vino abajo ahí dentro, cansado de estar concursando, cansado de estar sacando calificaciones modelo (sin obtener beneficio directo), el chamaco se rebela, decrece académicamente hablando, decrece en su gusto por el arte, decrece en su vida general, por lo que prefiere que a este "Lapsus" de su vida se le llame "La vida hueca" puesto que todo gira en torno a los amigos, las fiestas, la música comercial, la televisión... en fin, una vida cualquiera y no la suya.
      Lo único rescatable en este periodo, es el hecho de comenzar a escribir cuento, aunque hablemos de un cuento "ligth" y por demas "bofo", y el hecho de comenzar a estudiar Pintura, con el maestro Gerónimo del Ángel.

      Y ahí va la historia: Para mediados del segundo año en la secundaria, Froy vivía en unos depas cercanos a la Calle de Rebsamen, Convivía con su madre y hermano, vecinos amistosos, vecinos no tan amistosos, y una pintora Francesa que se refugiaba de las inclemencias del tiempo, en el depa que estaba junto al que habitaba Froy y familia. Doña María de la Luz, mantenía una amistad con Teresa Loraschi (La mencionada Pintora Francesa), y esta, en su afán por corresponder esa amistad, dijo (tal vez sólo de broma) que le iba a enseñar a pintar a su hijo Froylán.
      ...Pero, ¡Oh sorpresa! resulta que el "escuincle" no era una papa enterrada en la materia, sino que poseía ciertas aptitudes propicias para ese arte. Teresa Loraschi aconsejó a la madre de Froy, para que le buscara un buen maestro de pintura, pues a Teresa le costaba demasiado trabajo difundir sus conocimientos pictóricos. Fue así como conocieron al maestro Gerónimo del Ángel "...a quien le debo todo lo que soy en la pintura" -agrega Froy- el "Maestro Gero" es la persona que tras una breve charla con el objeto de esta biografía, se dió a la tarea de esculpir (una vez más) la roca de Basalto que comenzaba a tomar forma...

      Tras la culminación del periodo temporal llamado "La vida Hueca", culminación lograda a base de trabajos forzados de la Madre del inculpado, se inicia una fase "Existencialista" del Pintor-Escritor en estado larvario, fase que "...todavía no me atrevo a decir que superé..." -vuelve a meter su cuchara Froy- con el ingreso al nivel preparatorio, conoce a una de las personas que continua esculpiendo esa roca Basaltica antropomorfa, pero esa persona no es lo que podría llamarse un maestro escultor, sino que por el contrario, resultó ser una roca similar... cabe mencionar que la pulimentación de estas dos rocas se dio por medio de fricciones mutuas, y con esto, se refiere Froy, a César Salinas Chávez, encontrado en el camino, en el primer semestre de la prepa, descubierto como escritor en el trayecto de ser encontrado, descubierto como "ser pensante" en el proceso de convertirse en escritor...
      "Simple y sencillamente yo no estaría donde estoy, ni haría lo que ahora hago si César no me hubiera encontrado..." -continua Froy- y efectivamente, fueron caminantes del mismo camino durante un largo tiempo, Filósofos de una misma escuela y una misma doctrina, evolucinaron al tiempo, compitieron, se criticaron, concursaron entre ellos y contra los demás, rompieron ideologías y las crearon, ganaron y perdieron... y como último sueño (hasta el momento) crearon la Sociedad Cultural AK-MAT.

      Hoy en día, César estudia Letras y Literatura, Froy estudia Antropología.
      Froy no es la mejor persona del mundo, ni pretende llegar a serlo, por el momento sólo desea exponer su trabajo. Ser o no ser reconocido es cosa del destino, se declara politeísta, existencialista, surrealista, involucionista futúrico, muralista, liberal... tantas cosas, pero sobre todo se considera indígena de corazón y de alma... AkMateca hasta que los dioses decidan lo contrario.

Fin