No me
gustan las palabras
Me gusta más
mirarte, me gusta más decirte con mis ojos que a través del espacio que hay entre tus
comentarios puedo besarte sin que te des cuenta.
A veces me
imagino que puedes interpretar mis silencios, que lees mis pensamientos como un libro
abierto para ti, y que sabes que aunque me esté prohibido hablarte de mis sentimientos,
te los puedo transmitir en cada pequeño instante en que estás junto a mi.
No me gustan
las palabras, porque siempre van a ser pocas para decirte como con cada latido de mi
corazón se escapa un te amo suave y silencioso, porque a tus oídos sordos para mi, no
llega el sonido de mis emociones mudas.
No me gustan
las palabras, porque no encuentro ninguna con la cual explicarte el lenguaje que encierran
mis suspiros cuando se encuentran con los tuyos, y tan solo porque a veces se te escapan
sin querer y los atrapo yo, sin que lo notes, en secreto, porque solo así puedo soñar
que alguno es para mi.
Sabes que cuando estoy contigo, el tiempo pasa muy rápido, no quisiera
despedirme nunca de ti, me gusta tanto estar contigo, escucharte hablar, no
importa el lugar, no importa el momento, en tus ojos siempre hay paz y
serenidad, hay ternura, contigo la vida es tan simple y tan sencilla, todo
se ve del color de una sonrisa sincera, aunque los instantes en que estoy
contigo, solo sean un suspiro rodeado de ti, de tu esencia; no son míos tus
pensamientos, y no es mío tu corazón, pero estás en mi.
Me gusta
sentirte cerca, aunque solo tenga fragmentos de ti, lo último, lo que queda para mi,
aunque solo esté breves instantes en tu pensamiento, aunque con tu boca hables y me digas
lo que no quiero escuchar, aunque tus manos solo lleguen a mi por casualidad, aunque mi
sueño solo dure lo que un botón de rosa que abre sus pétalos para respirar un momento y
después morir
Sonrisas y silencios, no me juzgues por callar, si no te quieren hablar mis
palabras, ni mis ojos son los que te quieren mirar, es el aire que emana de
tu corazón, el que yo quiero respirar, si mis manos no son para tocarte, y
no son mis labios para besarte…
Por: Ana Laura Bojórquez Valdez
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