Con especies características de Norteamérica, esta área es de gran importancia por albergar la mayor colonia de perritos de las praderas (Cynomys ludovicianus) que queda en Norteamérica, roedores de hábitos excavadores y coloniales, exclusivos de esta región del planeta.

Esta es una especie clave en el funcionamiento natural de el ecosistema de la pradera, ya que con sus hábitos favorecen el ciclo de vida de más de 100 especies animales típicas de los pastizales. Los pastizales de Janos, como denominamos a esta zona, son también muy importantes como zona de mantenimiento de la biodiversidad regional, ya que aquí todavía existen poblaciones de muchas especies en riesgo de extinción en México o en todo Norteamérica, como el caso de nuestra ave nacional, el águila real (Aquila chrysaetos), el halcón de la pradera (Falco mexicanus), el chorlito llanero (Charadrius montanus), el chipe de lucy (Vermivora luciae), el puercoespín del norte (Erethizon dorsatum), el tejón (Taxidea taxus) y la zorra norteña ( Vulpes macrotis). En algunos rincones de esta zona, todavía se encuentran pequeños grupos del berrendo (Antilocapra americana), otra especie amenazada en nuestro país, y la única manada silvestre de bisontes americanos (Bison bison) que hay en México. Esta es un pequeño grupo de entre 60 y 80 individuos, cuyo origen no está muy claro, pero que están en gran riesgo de desaparecer si no se les protege.

El área de Janos es, además, muy importante para la hibernación de muchas aves migratorias que llegan desde diversos puntos de Norteamérica, como el águila de cabeza blanca (Haliaeetus leucocephalus), el tecolote llanero (Athene cunnicularia), el aguililla real (Buteo regalis), la grulla canadiense (Grus canadensis) y varias especies de patos, gansos y gorriones. A pesar de encontrarse todavía en buen estado de conservación, está sufriendo de un rápido proceso de deterioro, debido al manejo inadecuado que los habitantes de esta región hacen de los pastizales y a que carecen de una actitud de respeto hacia los animales que pueblan estas praderas, lo que favorece que muchas veces los maten a la primera oportunidad, por el simple "gusto" de hacerlo