TEMA 2
2.-Periodismo: informar será lo de menos.
La Web fue un parte aguas para la información debido a la falta de censura que existe en la red, cualquier persona puede publicar información, cual sea su contenido y sin que nadie lo detenga y sin ningún temor a ser criticado por lo publicado. Por supuesto que esto trae una responsabilidad mayor para los comunicadores sociales, es importante mencionar que este medio no remplaza a ninguno anterior, tan sólo es un medio que cubre otras necesidades, la de los cibernautas.
Hasta ahora la profesión de comunicador social ha sido en esencia lo mismo que fue el viejo periodismo: un individuo tiene el oficio de enterarse de las cosas y comunicárnoslas amablemente a través de algún medio: radio, televisión, prensa. Hay uno que sabe y muchos que no saben. El circuito se cierra cuando el que no sabe sabe lo que el que sabe le informa. Se cierra el circuito y el caso.
Pero Internet produce un nuevo tejido que modifica las esencias. Revisemos algunas condiciones nuevas para la profesión y para los que se sirven de ella, es decir, los informados. Esa relación de un personaje activo con uno pasivo desaparece en medio de una nueva definición que hoy podemos vislumbrar con poco peligro de errar en lo fundamental, me parece, a pesar de los riesgos que siempre implica andar improvisándose de adivinador de futuros sin conocer las hierbas y aun conociéndolas.
La primera condición de transformación radical es la interactividad. En la comunicación social tradicional el lector recibe la información y apenas puede responder. Escribir una carta de papel al periódico, e incluso un correo electrónico, es un ejercicio de botella al mar. Tal vez se recibe la cartica, días después, tal vez le llegue al periodista, tal vez la publiquen. No hay compromiso de parte del medio, que puede ignorar ese mensaje sin mayores consideraciones, con una altivez que le da la fuerza de las cosas. Y aun cuando publiquen el mensaje este tiene pocas consecuencias. Tal vez un columnista escribe algo y otro le responde, lo que quizás desate una polémica, pero la cosa queda entre columnistas, es decir, en familia. El lector presencia el intercambio como un espectador de estadio, sus aplausos o rechiflas no cambian el curso de los acontecimientos
La integración de medios producirá también un nuevo profesional que no se puede especializar en un solo recurso, pues puede y debe servirse de todos los arbitrios de los multimedios al no poder adelantarse a la naturaleza del contenido que piensa transmitir. Puede ser un sonido, puede ser una imagen, pueden ser palabras, pero puede ser también todo eso junto, incluyendo la diagramación. Hoy un periodista se limita a lo que su medio le impone: radio, televisión, prensa. Es allí donde despliega sus talentos. Internet le exigirá una nueva actitud ante la información, que ya no tiene que mutilar según lo que el medio le permite, como hacía Procusto, un bandido ateniense que acostaba a sus víctimas en una cama: si eran más grandes que ella los recortaba, si eran más pequeños los estiraba. Así, si el periodista tiene que reseñar un concierto por escrito no puede sino describir la música, ejercicio que desafía los más excelsos talentos literarios. Ahora puede también hacer sonar la música. O mostrar los acontecimientos en un video o una película. He aquí cómo el atleta rompe el récord, he aquí cómo el artista pintó, he aquí cómo el astronauta caminó sobre Marte, cuando pase, que ya estaremos entonces de lleno en esto que trato de describir en esta página, si ya no lo estamos.