Es posible que si su hijo, un amigo o un familiar está consumiendo drogas se identifiquen algunas de las siguientes señales:
Señales Físicas:
ojos vidriosos, enrojecidos y pupilas dilatadas
está soñoliento con gran frecuencia
tiene constante secreción nasal
le falta el apetito
padece de sudores
le dan dolores de cabeza a menudo
mareos
nausea y vómitos
visión borrosa
falta de concentración
disminución en coordinación muscular
insomnio
muestra marcas de pinchazos en los brazos
muestra marcas de quemaduras en las manos
Señales Emocionales:
se observa nervioso, inquieto y se irrita con facilidad
muestra depresión o ansiedad
tiene falta de entusiasmo o indiferencia por las cosas que antes le interesaban
se dan cambios radicales en su carácter y personalidad
Cambios en el patrón de conducta:
gasta mucho dinero sin que se vea en qué
tiene nuevos amigos o cambia de grupo de amigos
demuestra irresponsabilidad
muestra dejadez en su vestir y aseo personal
se ausenta de la escuela y sus notas bajan
Otros indicadores:
sus camisas muestran manchas de sangre en las mangas
se encuentran quemaduras en la cama o en la ropa
se descubre una aguja hipodérmica, un gotero o una cuchara en su cuarto o entre sus pertenencias
se encuentran en su cuarto u otro lugar de la casa pequeños pedacitos de papel de celofán que hayan estado doblados
de la casa comienzan a desaparecer cosas de valor
Para poder identificar si su hijo está utilizando drogas, se deben de tomar en consideración la suma de varias de estas manifestaciones y no expresiones aisladas que puedan tener su origen en otro tipo de problema. Si identificamos que nuestros hijos están experimentando en el uso de drogas, no debemos asumir actitudes irritables, agresivas ni de rechazo. La actitud debe ser una de diálogo, comprensión, confianza y búsqueda de ayuda.