Aunque cada caso es singular, se ofrecen unos consejos generales:
No dramatice el hecho, ya que con esa actitud, se corre el riesgo de que el adicto sobrevalore su conducta.
Procúrese información del afectado por el problema, averiguando el tipo o tipos de drogas que consume, tiempo de consumo, cantidad, modo de administracción, etc.
Reflexione y tenga consciencia de que algo, generalmente grave, ha sucedido para conducirle a tal uso indebido de drogas, tratando de averiguar el ¿por qué?.
Consulte con el médico, solicitando su consejo, ya que las drogas producen dependencia: psíquica (necesidad o deseo de proseguir el consumo de la misma) ó física (trastornos orgánicos que se producen al abstenerse de consumirla).
Oriente al adicto, bajo la dirección del médico, o diríjale hacia un Centro de desintoxicación, sobre todo en los casos de consumo de drogas gravemente peligrosas, como los alucinógenos, anfetaminas, opiáceos, etc.
Después de la desintoxicación hay que ocuparse de la rehabilitación y reinserción social y laboral del drogadicto. Es una fase clave. No lo olvide. Durante este período de readaptación hay que devolverle la confianza en sí mismo y en los demás, procurarle afecto, y dotarle de una preparación que sea medio de seguridad en su vida. Esto, hoy, es posible con métodos y sistemas especializados, dirigidos por profesionales preparados al efecto.