El adolescente consumidor de drogas

Dr. Pedro Delgado

    En los treinta años en que el problema del abuso de drogas ha sido una preocupación de salud pública, las características de la población que sufre el padecimiento ha cambiado. Al comienzo durante la década del setenta hubo una explosión de casos de jóvenes al inicio de la adolescencia que consultaban por haber consumido marihuana y eso provocó un escándalo nacional. Luego apareció en el panorama el LSD que estaba circunscrito a algunos consumidores adolescentes temerarios. Con la entrada de los años ochenta apareció la cocaína en escena. Desde mediados de esa decada hasta finales de la presente, la cocaína en todas sus posibles presentaciones ha estado dominando el panorama (sobre todo el "perico" y la "piedra"). Ultimamente ha reaparecido el LSD, y una droga denominada "Ecstasy" que es un potente alucinógeno y esimulante.

    Con estos cambios en el tipo de droga consumida vino también un cambio en la edad promedio. En la década de los setenta eran jóvenes entre 18 y 20 años los que más consumían drogas. Durante los ochenta eran adultos entre 25 y 35 años los que más consumían drogas. Ahora este péndulo epidemiológico está regresando y comienzan a reaparecer los casos de adolescentes en el panorama clínico consumiendo el "crack" o "echado pa' tras" y los alucinógenos. Paralelamente el abuso de cigarrillos y alcohol también se ha diseminado en esta población de adolescentes.

    La marihuana sigue siendo la droga ilícita más consumida entre adolescentes, y muchas veces la más tolerada entre los grupos de jóvenes que suponen que es inocua (ya hemos demostrado en columnas anteriores que no es así). La cocaína también es consumida por jóvenes, y su consumo va creciendo rápidamente. Entre algunos púberes muy pobres es la goma de pegar o "pega" la más abusada. En familias desintegradas, o con padres ausentes o en conflicto, la aparición de este fenómeno es mayor (no exclusivo).

 

Vacío de autoridad

    El vacío de autoridad parental, el exceso de libertad y la ociosidad (demasiado tiempo libre), siguen siendo ingredientes comúnmente referidos por los pacientes que consultan por este problema. La influencia del llamado "grupo de pares" (los "amigos") en la iniciación y permanencia del consumo es indiscutible. Los varones son más proclives a consumir que las hembras y luego desarrollar la dependencia. Al parecer desde el punto de vista cultural las hembras están más protegidas porque maduran más rápidamente y porque usualmente están menos expuestas por las restricciones a su libertad. A los varones se les exige abierta o subliminalmente demostrar su "hombría" asumiendo conductas de riesgo como es el consumo de alcohol, cigarrillos, lo que los puede llevar a las drogas ilícitas. La inconsistencia en la disciplina familiar (por exceso o defecto de autoridad), la indiferencia emocional (por distanciamiento afectivo de la familia), y los padres abusadores de alcohol, cigarrillos o sedantes, son elementos que predisponen al joven a consumir alcohol o drogas. Los adolescentes que están en riesgo de convertirse en abusadores de drogas por lo general han mostrado desde muy pequeños una conducta desviada, que tiende a salirse fuera de la norma. Estudiantes deficientes, conducta rebelde, contestatarios, prematuramente libres, enredados en problemas de relación interpersonal y asociados a amigos parecidos a ellos, estos jóvenes buscan las drogas como otra de sus aventuras extravagantes.

    Sabemos por la historia clínica de muchos pacientes que el inicio del consumo en jóvenes adolescentes que luego se convirtieron en dependientes ocurrió por curiosidad, e instigados por otros jóvenes. No son traficantes los que atraen al joven en su primer consumo, son sus amigos. Por eso las medidas preventivas tienen que estar dirigidas en ese sentido. El resurgir del consumo de drogas ilícitas por los adolescentes, combinado con la aparición temprana de los problemas de alcoholismo, en una época en que el joven maneja más libertad, hace suponer que algo no anda funcionando a nivel familiar y entre la cultura joven. Abrir los ojos a este problema creciente se hace necesario, y más en estos tiempos convulsionados...Padres: ojo con sus hijos, porque se pueden llevar una sorpresa. Si tiene problemas de este tipo con un hijo asista a un centro especializado.

 

El caso de Freddy

    Un joven de 17 años es recibido en la emergencia de una clínica privada, acompañado de varios amigos quienes dicen que lo llevaron allí porque temían que se muriera. Freddy presentó agitación, pérdida de conocimiento, con palidez y pulso rápido, con temblores indetenibles luego de ingerir con los amigos varios cigarrillos de marihuana, unos "pases" de cocaína y dos botellas de ron en una fiesta. Ellos refieren que un joven mayor que ellos y que se unió a su grupo recientemente los invitó hace pocos meses a su casa (sus padres no estaban) para probar la marihuana diciéndoles que era "una nota" consumirla, que se divertirían mucho. Como tenían mucho tiempo libre por las vacaciones, decidieron probar. Varias veces consumieron marihuana motivados por la curiosidad. Luego vino la cocaína, que la probaron un día cuando habían bebido mucho licor y el mismo amigo les dijo que si ingerían la cocaína se les "quitaba la rasca". Desde entonces se ha vuelto práctica común del grupo reunirse en casas y en fiestas a consumir marihuana, alcohol y cocaína. Uno de los amigos dice "no nos dimos cuenta...todo pasó muy rápido, y cuando vinimos a ver todos consumíamos drogas. Nadie se atrevía a reclamar o a quejarse por temor a que los demás nos "rayaran". Lo de hoy fue demasiado, y Freddy está hospitalizado inconsciente". Luego de un tratamiento inmediato de desintoxicación se llamó a los padres.

 

Los padres

    Acudió sólo la madre (pues están divorciados y el padre vive fuera de la ciudad). La mamá de Freddy esa madrugada en la clínica estaba en evidente estado de embriaguez. Había salido con unas amigas a celebrar un buen contrato de la pequeña empresa que tienen en conjunto. Dice la madre: "la verdad es que desde que estoy divorciada hace dos años, entre los problemas con él (padre), la dedicación a la nueva empresa y la necesidad de procurarme una nueva vida social, parece que me olvidé de Freddy. La niña (hermana) tres años mayor que él funciona muy bien, pero Freddy va mal en el colegio, se está reuniendo con amigos raros, llega tarde con frecuencia y se ha puesto muy rebelde. Nunca me imaginé que esto pudiera estar ocurriendo. Aunque me estaba dando cuenta que algunas cosas no marchaban bien, estaba demasiado pendiente de lo mío. El padre por su parte se mudó de ciudad y casi no lo ve. Cuando se encuentran pelean mucho porque Freddy se cortó el pelo Punketo".

    Freddy salió bien de la intoxicación y ahora está en tratamiento desde hace seis meses. La relación con los padres ha mejorado, él y sus amigos han dejado de consumir y sus estudios han mejorado.

 

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