Consideraciones sobre las Carreras de Velocidad

Por Lázaro Betancourt Mella, Cuba.

La velocidad de reacción ( neuromuscular ) desempeña un papel vital en estas carreras ; representa el menor tiempo que transcurre entre la aplicación de un estímulo y la respuesta del sujeto. Esto es muy importante en los velocistas y, de modo particular, en la salida de velocidad y de relevo corto.


En la condición natural del sistema nervioso del individuo existe una capacidad para conducir a una velocidad determinada los estímulos a través de sus fibras y para producir las contracciones musculares. Aún con un entrenamiento adecuado, es muy poco lo que puede optimizarse esa cualidad ( excitación – nerviosa ). De ahí que la posibilidad de mejorar la velocidad de un atleta esté supeditada al perfeccionamiento de otras capacidades, que contribuyan a realizar una carrera de velocidad en el menor tiempo posible.


En la carrera de velocidad se comprometen y actúan los músculos agónicos, así como los antagónicos ; la coordinación de los impulsos nerviosos reviste un papel desicivo, puesto que los estímulos provenientes del Sistema Nervioso Central determinan en la musculatura del velocista, los procesos : contracción, tensión relajación.


Una correcta relación entre estos factores en procesos, determina la buena coordinación del trabajo muscular. Saber diferenciar y aislar la actividad y papel de cada uno, será una tarea fundamental en el trabajo del atleta.


En las carreras de velocidad por ser una actividad cíclica ocurre un estímulo único : el funcionamiento del aparato locomotor entra en actividad por la frecuencia de impulso, denominada así por la fisiología neuromuscular. Cuanto más rápidas sean las frecuencias de impulso en una unidad de tiempo, mas rápido será también el trabajo muscular (aumento de la frecuencia de las contracciones ). Esto sucede solo hasta cierto tiempo, pues después de una contracción sigue inmediatamente una fase de relajación ; esto se repite durante las acciones de la carrera, por lo que debe existir entre ambas un equilibrio contracción tensión – relajación, para que no aparezca el llamado agarrotamiento o contractura muscular, que limita la amplitud de acciones y movimientos.


Cuando el atleta toma conciencia de la distribución ordenada de estas fases tensión – relajación y conforma su estereotipo dinámico motor, logra un producto efectivo de su trabajo y los resultados esperados.

Longitud de Paso.


Un atleta que tenga 1. 80 metros de longitud en el paso y realice tres pasos por segundo, la velocidad será de 5,40 m/s ; si este es capaz de incrementar a cuatro por segundo su frecuencia del paso manteniendo la longitud de 1. 80 mts, su velocidad se verá notablemente incrementada, pues será de 7,20 m/s. Esto nos demuestra claramente que mejorando uno de los dos componentes mejora la velocidad y se ratifica lo estudiado e investigado por muchos, en cuanto a que no se pude sacrificar la longitud de paso por la frecuencia, ni esta por la longitud.


La longitud de paso de un corredor puede considerarse la suma de tres factores :


1- la distancia horizontal desde la punta del pie en apoyo ( despegue posterior ) y la proyección del centro de gravedad, desde el instante en que el pie abandona el terreno.
2- La distancia horizontal que el centro de gravedad del atleta recorre mientras no entra en contacto de nuevo con el terreno ( fase de vuelo ).
3- La distancia horizontal de la proyección del centro de gravedad del atleta y la punta del pie en el momento de su apoyo en el terreno.
La calidad ( longitud ) de la distancia alcanzada depende de estos factores y participan en ella, además, la movilidad articular y la longitud de las piernas del atleta, así como la ejecución dinámica y correcta del despegue posterior, y el ángulo de la pierna de péndulo en la acción arriba – adelante.

Frecuencia de Paso.


La cantidad de pasos que el atleta es capaz de ejecutar en una unidad de tiempo y que está condicionado al tiempo que el necesita para completar un paso, ya descrito anteriormente, se denominará frecuencia ; cuando este tiempo sea mayor o menor, determinará el número de pasos que el atleta podrá ejecutar y viceversa. El tiempo necesario para efectuar un paso se considera :


1- tiempo que el atleta está en contacto con la pista.
2- Tiempo de fase de vuelo.
La toma de estos valores se realizan en la parte de la carrera de máxima velocidad, la cual ha sido determinada por las investigaciones, teniendo en cuenta que los velocistas utilizan el 67% del tiempo para cada paso en la fase de aceleración de la carrera en el contacto con la pista, y el 40% en la máxima velocidad. Además, el tiempo de la fase de vuelo depende de la altura del centro de gravedad en el momento del empuje y de la resistencia del aire en el propio vuelo.

El Paso y sus Fases.


La traslación en las carreras de velocidad y en toda carrera cíclica está determinada por tres momentos o fases, que son : impulso, suspensión y apoyo. Estas transcurren de forma repetida durante la carrera.

Impulso : el pie y la rodilla se extienden una vez que el centro de gravedad ha pasado la vertical, impulsando la cadera ( pelvis ) hacia delante ; al mismo tiempo, la pierna libre o péndulo actuará adelante – arriba, provocando un empuje que asciende con la máxima extensión de la pierna de empuje ( despegue posterior ). Esta al abandonar la pista lo hará desde la parte interna del metatarso, extendiéndose sobre los dedos.

Suspensión : la proyección provocada por el impulso se manifiesta por una parábola del centro de gravedad. Una vez que termina el contacto con la pista, la pierna de impulso se eleva por detrás, mientras que la de péndulo avanza con una acción de tracción activa hacia la pista y la pierna de atrás continua su recuperación. Este momento podemos considerarlo como de relajación y constituye el desplazamiento como tal ( fase de vuelo ), hasta el contacto con la pista nuevamente.

Apoyo : se inicia cuando el pie toma contacto con la pista nuevamente ; este se realiza por la parte exterior del metatarso y el pie desciende elásticamente hasta el apoyo total del metatarso, según la velocidad de la carrera. En este momento, el centro de gravedad del atleta se encuentra ligeramente por delante de la perpendicular del punto de apoyo ; de aquí este pasa de nuevo a ser impulsado.


Por lo que hasta el momento se ha observado, tanto la longitud de un paso como la longitud y frecuencia en las carreras y las fases del paso, son una unidad que se corresponderá en la medida en que se perfeccionen y desarrollen en el atleta las capacidades condicionales, coordinativas y cognoscitivas.

Octubre del 2003.