DEPORTES

El guinda y blanco, único color en el clásico

 

  • Apabullante victoria de Águilas Blancas por 43 contra 18 puntos

  • Horacio Juárez contribuyó con 12 puntos y dos pases de anotación

 

Por Edgar Contreras

 

México, 25/09/04, (AUNAM);- El clásico de fútbol americano colegial se tiñó de guinda y blanco, luego de la victoria de las Águilas Blancas del Politécnico contra Pumas C.U., con un  marcador de 43 a 18 puntos en el partido de la jornada cuatro, celebrado en el estadio olímpico México ’68.

 

Tanto el goya como el huelum son la representación física de la pasión. Desde las 9:30 horas, los aficionados ingresaron al estadio. El sentimiento antagónico entre dos equipos históricos de la Organización Nacional Estudiantil de Fútbol Americano (Onefa) fungió como preámbulo al enfrentamiento deportivo más añejo de la conferencia. El esplendor de antaño que dotó a los Pumas de 33 campeonatos en la historia parecía una quimera. Desde 1991 la UNAM no consigue un campeonato y el Politécnico desde 1992.

 

Éste fue el último clásico para César Barrera y para Horacio Juárez, corredor de Pumas y mariscal de campo de Águilas respectivamente, ambos están considerados como unos de los mejores jugadores de la Onefa. Los Pumas C.U. tuvieron la incorporación de Arturo Alonso como coordinador ofensivo. Para Jacinto Licea, coach de Águilas Blancas, este juego fue especial luego de cumplir 60 años como entrenador de fútbol americano.

 

Con la convicción de que este juego es el que despierta más pasión, César Barrera destacó que “la estrategia, preparación física y el carácter” serían factores fundamentales para ganar el clásico. “Este juego merece un 10 de calificación, y por eso se enfrenta con todo el espíritu; se definirá hasta el último cuarto”, finalizó.

 

El capitán del equipo del politécnico afirmó que ésta es una experiencia inolvidable. “Aunque se juegue con mucha pasión debe haber equilibrio con la concentración. No hay que cometer errores porque podríamos perder el juego”.

 

A las 11:00 horas, ambos equipos estaban listos para encarar el partido más esperado de la temporada. “Estamos listos, será un juego disputado con intensidad, sólo queremos que comience”, dijo León Espejel, mariscal de campo de Pumas C.U. Afuera del campo, los Pumas y las Águilas Blancas estaban de pie y con las manos entrelazadas. Los locales ganaron el volado. “Vamos por la anotación” dijo su capitán y la primer ofensiva le correspondió a los universitarios.

 

Diez minutos después, comenzó el partido de la jornada 4, en la cual ambos equipos llegaban con una victoria ante Pumas Acatlán. En el primer cuarto, Horacio Juárez anotó su primer touchdown del partido y Juan Manuel Frías acertó el extra correspondiente. Los del politécnico tenían la ventaja que incrementarían en el transcurso del partido. Israel Benavides anotó un gol de campo de 40 yardas y el marcador registraba 10 a 0 en favor de los visitantes.

 

Los aciertos del politécnico, combinados con los errores de los locales, provocaron nueve puntos más para los primeros, luego de que Israel Benavides anotó un touchdown, Frías hizo efectivo el extra y consiguieron un safety en el área felina para sumar 19 puntos en total.

 

Los Pumas obtuvieron 10 puntos; un gol de campo de José Galicia y un extra que acertó luego del touchdown de 90 yardas que anotó César Barrera. La primera mitad terminó con la ventaja parcial de 19 puntos contra 10 en favor del politécnico.

 

Este duelo tradicional rebasa la rivalidad de la cancha y se contagia a la tribuna. Las banderas, mantas, tambores, trompetas y matracas le dieron colorido al duelo auriazul y guinda-blanco. La afición, que agotó los 25 mil boletos que se pusieron a la venta, apoyaba a sus respectivos equipos. “La universidad será campeón, y sus colores azul y dorado servirán de trapeador; el politécnico será campeón y sus colores guinda y blanco lucirán con resplandor”, cantaban en la zona del pebetero los del politécnico, mientras que los Pumas respondían con un oyo, yo yo, oyo yo yo, el que no brinque es un burro maricón” y el choque verbal continuaba en cualquier rincón del estadio.

 

En el tercer cuarto, todos esperaban la reacción de los locales para hacer el juego más espectacular, pero no sucedió así. Águilas Blancas incrementó la ventaja por conducto de Hugo Canseco con dos touchdown y con el tercer y cuarto extra acertados de Frías, los de Santo Tomás obtuvieron catorce puntos en este periodo para aumentar el marcador a 33-10.

 

Nada cambió para el último cuarto, el guinda y blanco opacó al auriazul y mediante el gol de campo de Israel Benavides y el extra de Frías luego de un touchdown de 81 yardas de Horacio Juárez. De nada sirvió la anotación del puma Carvajal y la conversión, los universitarios perdieron 43 a 18.

 

No faltaron los porros en este partido. Los cuatro mil elementos de seguridad, entre policía Auxiliar, Montada, Sectorial, de Vialidad y Metropolitana, detuvieron a cerca de 200 personas y confiscaron un vehículo que estaba cargado de pólvora, petardos, varillas y palos, que eran repartidos entre grupos de vándalos.

 

La fiesta, en casa de los universitarios, fue para el politécnico. Horacio Juárez dedicó el triunfo a sus padres y destacó que “la disciplina, la entrega y el sacrificio del equipo fueron fundamentales para el resultado”. El coach Jacinto Licea dijo que siempre sabe bien ganar y más ante Pumas.

 

Arturo Alonso, coordinador ofensivo de la escuadra del pedregal, señaló que la actitud fue muy buena pero fallaron las ejecuciones. César Barrera expresó su tristeza por la derrota, pero rescató el coraje y el ritmo, dijo que faltaron ajustes en el sistema, lo que provocó muchos castigos y descontrol.