El Fuego Nuevo de los Jóvenes.
Al grito de ¡Avaaandaro! Se
dejaron caer de casi toda la Republica miles de jóvenes a este veraniego lugar del Estado de México, para
celebrar, al estilo nacional del nopal y
la tuna, la primera fiesta del Rock; o bien, una noche de jolgorio
masivo que devino en la "gran
party" de la juventud mexicana. Una decena de grupos nacionales,
interpretes del genero, harían
lo propio, emulando el exitoso Festival de Woodstock, donde la paz, el
amor y la hierba se convirtieron en símbolos de la chaviza de los años
setentas.
Chavos y chavas de
entre 13 y 25 años, convocados bajo el pretexto de una noche mexicana enmarcada
con un festival de rock y una carrera de autos -que anualmente se celebraba en
Valle de Bravo-, se dieron cita una noche antes al 12 de septiembre de 1971,
para escuchar doce horas continuas de música. Sorteando las dificultades del
terreno, arribaron cientos de chavos en coches, motos y bajo el tradicional
aventón.
Eduardo López Negrete
y Justino Campean, organizadores del circuito automovilístico, contaron con el
apoyo de Luis del Llano (hijo), para la transmisión de la carrera por medio de
Telesistema Mexicano (hoy Televisa); Telesistema invito a Armando Molina,
musico y promotor, para que invitara -a su vez- a dos grupos de Rock con el fin
de organizar una noche mexicana; a los grupos les pagarian cinco mil pesos y
contarian con la planta de luz de la televisora. Sin embargo, se fue sumando
varios grupos mas, hasta llegar a doce. Entonces se encendió la mecha y, casi
de milagro, se organizo el Festival de Rock más importante de Latinoamérica.
El pequeño
fraccionamiento de Valle de Bravo fue abarrotado desde temprana hora. Los organizadores esperaban a algunos miles de
personas, pero amanecieron con mas de cien mil almas que estaban exigiendo
música y diversión. En el cenit del festival se estima en doscientos mil los
participantes de aquella conocida bacanal de Rock, lodo y éxtasis juvenil.
En la mañana del 12 de
septiembre se subió al escenario un grupo estudiantil que interpreto la opera
Rock "Tommy", del grupo ingles The Who. Después, una serie de músicos
se echaron una paloma, aunque no estaban programados. A las 19:30 horas, el millón
de metros cuadrados del paraje se encontraba repleto de casa de campaña, toldos
de cartón y plástico, y autos habilitados como refugios con miles de jóvenes
que coreaban cánticos y aplaudían con desmedido entusiasmo. Minutos antes de
que la banda Dug´s Dug´s abriera el "Primer Festival de Rock y Ruedas de
Avandaro", comenzó a llover anunciando una noche tormentosa.
Las dos grandes
torres que enmarcaban el escenario contenían cámaras de televisión y
reflectores, pero poco a poco fueron invadidas por los chavos; varios autos
serian utilizados al servicio de soporte de la multitud. Sin embargo, privo el
orden y la gente se bajo de las torres que estuvieron a punto de venirse al
suelo. Los organizadores daban llamados de atención y de orden para que el personal
se alivianara. La noche transcurría en calma, los servicios médicos atendían a
jóvenes intoxicados por el exceso de consumo de drogas y alcohol, también a
algunos descalabrados y con lesiones leves. Los chavos se saludaban como si fueran viejos conocidos, se
abrazaban e inauguraban la llamada "Nación Avandaro"; nadie queria permanecer en un solo sitio, todos
buscaban la comunión entre la lluvia,
la noche, la mota y el Rock.
fiesta se consumaba.
CONTINUARA...
!!!!!!!! Aviso
!!!!!!!!
este texto llamado
"Memorias de Avandaro" es retomado del Suplemento Especial del Diario
"La Prensa", publicado en el Distrito Federal el DIA Domingo 10 de
Septiembre de 1995. A lo cual solo nos queda agradecer al Periódico e
informarle que esta Web esta realizada
para informar y no tiene fines de lucro. Por lo que no genera algún ingreso por
su publicación.
Esta es la primera
parte de la historia de Avandaro.
Esperamos les
interese.
OTRO ARTÍCULO
La gran mayoría como
yo pensé en ese movimiento que como muchos supieron o vivieron ese momento del
Festival Avandaro fue el parteaguas de esto que hoy llama Rock Mexicano, y
queda atrás el Rock and Roll, con Cesar Costa, Enrique Guzmán, Los Rebeldes del
Rock, Angélica Maria, Alberto Vázquez, que ese no soy yo es mi tocayo, Hermanos
Carrión, etcétera.
Festival Avandaro.
Por: Armando Molina
S.
Tenían poco tiempo de haber llegado al DF.
Provenientes de Tijuana, las
agrupaciones musicales "Peace and Love" y "El
Ritual", cuando a petición de ellos me convertí en su representante, y en
poco tiempo, pero a base de mucho trabajo y esfuerzo, logramos que ambos
grupos fueran los más populares y a la
vez los más cotizados; Estoy hablando
de 1971, un año después de haber terminado de cursar la carrera
de Licenciado en Comunicación, yo trabajaba escribiendo libretos para el programa de TV. "La Onda
Woodstock" que producía Luis de Llano, quien me llamó por teléfono para
pedirme que acudiera una reunión con
unas personas que deseaban contratar algunos grupos de rock para amenizar una
noche mexicana, y como yo manejaba a los antes mencionados, era el indicado
para platicar con Eduardo López N. y
Justino Compean, organizadores de la tradicional competencia de
automovilismo conocida como -Circuito Avandaro- que se celebraba cada año.
En la platica con ellos, me manifestaron su
idea de ambientar un evento
automovilístico con la celebración de una típica noche mexicana, dada la
proximidad de la fecha de la carrera con las tradicionales fiestas patrias nos pusimos de acuerdo al
presupuesto que tenían para los dos
grupos que me contrataron ($40,000.00 pesos), y así salí de la
junta
pensando que con esta cantidad que pagarían, alcanzaría para llevar
por los menos a dos conjuntos más, así
lo decidí y se lo comuniqué de
inmediato a los empresarios que gustosos aceptaron la inclusión de
dos bandas más "Bandido"
y "Epílogo", que además también pertenecían a mi compañía (PRODUNCIONES ARTE.
Entre los músicos
participantes y sus amistades se fue corriendo la voz de que tocarían en el
bello Lago de Avandaro en Valle de Bravo, y algunos otros grupos al enterarse
se pusieron en contacto conmigo para ofrecerse a participar, la idea me agradó
y así lo notifique a
los organizadores, que de inmediato añadieron al espectáculo: "Tinta
Blanca" del D.F.,"Dug-Dug's" de Durango, "Love Army"
de Tijuana y "Los Yaki" de Reynosa Tamaulipas, en su última ya con
Mayita Campos de vocalista quien había entrado en sustitución del popular Benny
Ibarra.
Desde luego invité a
formar parte al tijuanense Javier Bátiz que era entonces la máxima figura del
movimiento rock, pero no actuó por sus elevadas pretensiones económicas al
querer cobrar él solo los $40,000.00 pesos, en ves de que se repartieran entre
los 8 conjuntos, desde luego sus condiciones no fueron aceptadas y quedo fuera
del programa oficial; tiempo después al captar la importancia que iba cobrando
el festival, pretendió dar marcha atrás e incluso se apoyó en algunos músicos para
organizar algunas juantas solicitando que se le incluyera, pero perdió la
oportunidad y se convirtió en el gran ausente. Del Festival de Avandaro.
Gracias al despliegue
publicitario y a la efervescencia que había e torno a la realización del
festival, las compañías disqueras me solicitaron que incorporara al programa a
algunos grupos de sus respectivos eventos, teniendo que acceder a incluirlos,
casos concretos "El Amor" de Monterrey, y "La Tribu" de la
misma ciudad del norte, a los que a ultima hora no pudieron asistir habiéndolos
sustituido su compañía por "La división del Norte" de Reynosa
Tamaulipas.
A estos 10 conjuntos
todavía se añadieron 2 más del Distrito Federal: "Tequila" y el
"Three Souls In My Mind" con todo y Alejandro Lora, a quienes les tocó
(de acuerdo a un sorteo) cerrar el festival ya en pleno Domingo 12, día que
emprendieron el éxodo cerca de 250,000 personas que llegaron hasta Avandaro
habiéndose desplazado desde diversos lugares de la República Mexicana.
Sin duda alguna, la
música del Rock interpretada magistralmente por los grupos de Rock mexicanos,
fue la magia que hizo posible la reunión multitudinaria más grande en la
historia de nuestro país en torno a un evento musical; logramos hacer historia,
pero a las autoridades no les gustó saber que había tantos jóvenes seguidores
del rock, del movimiento hippie, las drogas y de las nuevas formas de
pensamiento, lo que dió como resultado una contracultura muy importante, que a
la vez acarreó una represión posterior que vino a limitar las manifestaciones
de esta música durante muchos años, lo cual se tradujo en un retroceso terrible
para el Rock en México, al cual se le podría contemplar históricamente como
antes y después de Avándaro.
CRÓNICA ARTICULO 3
Rocío Macías Hace un
cuarto de siglo en un pueblo cercano a Valle de Bravo miles de jóvenes se
reunieron para escuchar a lo más representativo del rock nacional y compartir
su sentimiento de amor y paz, aunque en muchos casos fuera una mera imitación.
Tantos años y generaciones después los protagonistas de entonces se reunirán
esta noche en un homenaje al Festival de Avándaro. Desde entonces muchas cosas
han cambiado, las opiniones varían respecto a este Festival que marcó de manera
importante a la música y la juventud. A continuación los testimonios de algunos
de los protagonistas y músicos de generaciones posteriores que fueron marcados
por el festival. Armando Molina. Ha sido el evento de rock más trascendente en
México y tuvo la fortuna de contar con los mejores músicos de esa generación,
quienes ofrecieron su punto máximo de crea tividad, aunque faltó el idioma
español. El Festival no tuvo implicación política alguna, se realizó con el
mero afán de escuchar música, fue como la imitación de Woodstock, pero con la
inquietud de los mexicanos. A mí me tocó coordinar el cartel y la selección de
los músicos participantes. La idea original era la carrera de autos con una noche
mexicana previa, entonces se invitó a un par de grupos a participar, pero la
invitación se extendió a otros más y terminó siendo un festival en el que se
tenían 12 grupos programados, de los que sólo Love Army no actuó. El resultado
de este Festival fue la satanización por parte de los medios, quienes lo
identificaron con el relajo y la droga. En consecuencia el gobierno restringió
los permisos para llevar a cabo conciertos o reuniones de este tipo. También se
perdió esa contracultura hippie original del festival. Actualmente el rock ha
perdido sus bases, los grupos de ahora no tienen la calidad de los de ese
entonces, pero sí una mayor tecnología, que sin embargo no los ha hecho
alcanzar el esplendor de ese tiempo. Me gustaría que los músicos actuales tuvieran
la misma disposición que los de hace 25 años para realizar un festival de esa
magnitud, en el que la única finalidad fue hacer historia. Carlos Mata. Para mí
el Festival de Avándaro fue la muerte del rock and roll en México, porque a
partir de ahí ya no nos dejaron tocar, las autoridades nos cerraron las puertas
y tuvimos que trabajar clandestinamente. Esa fecha la tengo bien presente
porque fue un pretexto más para reprimir, además de lo que pasó en el 68. No
concebían que más de doscientas mil personas se reunieran sin necesidad de
pertenecer a algún partido político. La música jaló a más gente que otra cosa,
a pesar de que el sonido fue muy malo y las condiciones para acampar y comer
muy difíciles. Todo eso se grabó pero nunca lo pasaron en los medios. En esa
época cualquiera que trajera el pelo largo se tenía que esconder de la tira,
muchos grupos tronaron y los que quedaron se fueron a los hoyos fonquis que
nacen a partir del Festival. Ahí se hacían tocadas sin publicidad y sin
permisos, lo que a muchos nos costó caer en el bote. Avándaro es la tumba del
rock and roll, fue una experiencia traumante y significó el cierre de la libre
expresión del verdadero rock mexicano. Es la triste historia que a la fecha se
repite con quienes no son populares o tienen el respaldo de grandes compañías.
Sé que va a haber una conmemoración a la que no fui invitado, pero lo entiendo
porque hablan de estar en contra de lo establecido y hacen lo mismo que
critican. Armando Blanco. Avándaro marcó el grito de reunión más importante que
ha habido en México. Logró reunir a pesar del viento, la lluvia y la falta de
comunicaciones a más de 300 mil mexicanos bajo la anuencia del profesor Hank
González. El sabio Monsiváis me contó que el festival se filmó y cuando Luis de
Llano salía con las cintas se las quitaron y en el único lugar en el que se
vieron fue en Los Pinos. Para mí significa una trampa para sacar a los
muchachos de esa época y exhibirlos, porque el rock muestra y oculta, destaca y
esconde. Sirvió para que se viera toda esa fuerza de los jóvenes que el
gobierno desperdició, porque ahí tenían un ejército de obreros y gente
productiva que al verse marginados buscaron en otra parte su identidad y su
dignidad. Avándaro significó defender un espacio para el entretenimiento y la
libertad de expresión, pero después de eso hasta legislaron en contra del rock,
se volvió delito juntar gente para oir música. Pudo haber sido un sueño y fue
una pesadilla que se elaboró maquiavélicamente para desunir y callar al
espíritu. Durante las semanas siguientes al concierto se le ponen alas de
papel, nunca se le echó tanta tinta y mala leche a cosa alguna. Actualmente
muchos de los que participaron dejaron de creer en el movimiento musical y
dejaron de defender sus ideales. Eso representa un mal recuerdo del castigo que
dio México a su juventud; a partir de entonces no hay nada. Ahora sólo las
empresas de “ellos” son las que avanzan y nosotros seguimos prohibidos, no
obstante que entonces advertimos que estaba prohibido prohibir. Para mí el mejor
grupo que participó fue Three Souls in My Mind y ahora el mejor es el Tri. En
Avándaro por desgracia Alejandro Lora conoce a Chela la que ahora es su esposa.
Alejandro Aura. Yo no estuve en el Festival, en esa época no me llamaba la
atención el rock ni la mariguana, ni las multitudes, por lo que no me sentí
convidado a ir, pero creo que fue un acto muy importante porque representa una
toma de conciencia de una generación que se da cuenta de que podía
manifestarse. Ojalá que el recordatorio de esto nos haga entender que la gente
joven debe ser participativa en los cambios políticos y sociales del país.
Arturo Huízar. Voy a tratar de ser breve porque tengo mucho que decir de ese
desmadrito. Avándaro es una mitificación del parteaguas de lo que representa el
rock mundial como expresión revolucionaria. Después de los festivales de
Estados Unidos estábamos ávidos de un evento que pudiera expresar nuestro
sentimiento de libertad, pero nadie pensó que se iba a convertir en un
movimiento de culto. Cuando se realizó dijeron la palabra mágica: rock, y esa
necesidad de convivencia pretextó para que existieran otras motivaciones, pero
hasta ahí se quedó la voluntad de los ideales y la revolución pacífica. Después
se crea la crítica momificada al decir que nuestra juventud es sexo, drogas y
rock and roll y gracias a los medios de comunicación muere el rock como bandera
de cambio. Para mí el rock en México murió hace 25 años, lo demás es puritita
mamada, como todos esos que sienten que su música es contestataria, de protesta
y cambio. Armando Vega-Gil. Mi punto de referencia es el Festival 12 Serpiente
que es una respuesta a la movilización militar de Chiapas. El de Avándaro no
tenía motivación ideológica, lo único que animaba era la ansiedad del reventón,
una rebeldía domesticable donde los músicos participaron como entes pasivos.