OGGUM

Oggún, es el dueño del hierro. Se trata de un orisha irascible y solitario, que se encargó de abrir paso a los demás orishas cuando bajaron a la tierra. Con su machete infatigable cortaba cuantos troncos y malezas le salian al paso.

Vivía con sus padres (Obatalá y Yemú) y sus hermanos Ochosi y Elegguá. Oggún estaba locamente enamorado de su madre y trató de violarla varias veces, cosa que siempre se encargó Elegguá de evitar. Al final Oggún se las arregló para conseguir su propósito, pero fue sorprendido por su padre Obatalá, y antes de que este pudiera decir nada, el propio Oggún dijo: "Yo mismo me voy a maldecir. Mientras el mundo sea mundo lo único que voy a hacer es trabajar para la Ocha."

Después de esto se fue al monte con la única compañia de sus perros, se escondía de los hombres y solo su hermano Ochosi el cazador consiguió verle.

Oggún trabajaba sin descanso produciendo hierros, pero estaba muy amargado y a disgusto consigo mismo y se dedicó a regar polvos ofoché para que la tragédia dominara el mundo. En esa época fué cuando Ochún se metió en el monte, lo atrajo a sí con sus cantos y le hizo probar la miel de la vida. Con esto Oggún perdió su amargura y dejó de hacer ofoché.

Oggún es un orisha mayor. Violento y muy astuto, es el dios de los minerales, las montañas y las herramientas, así como el patrón de los herreros, mecánicos, ingenieros y soldados. Simboliza al guerrero comedor de carne, dominador de los misterios del monte. Es el dueño de las llaves y las carceles. Se considera una de las personificaciones más antigua de los yoruba.

Sus colores son el negro, el verde y el morado. Sus collares llevan cuentas verdes y negras alternas de siete en siete. En Matanzas son rojas y moradas.

Su ropa es de color morado, con un gorro aplastado y un cinto con fibras de palma que simboliza la protección contra lo malo.

Sus hijos son los hombres violentos e impulsivos. Luchadores que nunca se dan por vencidos. Son imprevisibles y dificiles de tratar pero a la vez sinceros.

Sus santos católicos son San Pedro, San Pablo, San Juan Bautista, San Miguel Arcangel y San Rafael Arcangel. En Brasil San Antonio de Pádua y San Jorge (Rio de Janeiro). En Haití San Jacobo el Mayor.

ELEGGUA

Elegguá es hijo de Okuboro que era rey de Añagui. Un día, siendo todavía un chaval, vio una luz brillante con tres ojos, que estaba en el suelo. Se acercó y vio que era un coco. Lo cogió y se lo llevó a palacio, contó a sus padres lo que había visto y luego tiró el coco detrás de una puerta. Al rato, todos se asombraron al ver la luz que salía del coco.

Elegguá es hijo de Okuboro que era rey de Añagui. Un día, siendo todavía un chaval, vio una luz brillante con tres ojos, que estaba en el suelo. Se acercó y vio que era un coco. Lo cogió y se lo llevó a palacio, contó a sus padres lo que había visto y luego tiró el coco detrás de una puerta. Al rato, todos se asombraron al ver la luz que salía del coco.

Al cabo de tres días Elegguá murió.

Todos le cogieron mucho respeto al coco, que seguía brillando. Pero el tiempo pasó y la gente se olvidó del coco.

Con el tiempo, el pueblo iba cada vez a menos, hasta que llegó a una situación desesperada . Para hacer frente al mal momento, se reunieron los viejos del lugar para meditar sobre la causa de sus males y hallar la solución.

La conclusión después de mucho meditar, fue que los males del pueblo se debían al abandono del coco, que al buscarlo, vieron efectivamente que se hallaba vacío y comido por los bichos.

Los viejos acordaron hacer algo perdurable, y pensaron en colocar una piedra de santo en el lugar donde murió Elegguá y ese fue su nacimiento como orisha.

Se trata de un orisha mayor, que tiene las llaves del destino y personifica el azar y la muerte. Como orisha es hijo de Obatalá y Yemú y es el primero de los cuatro guerreros (Elegguá, Oggún, Ochosi y Osun). Ganó con Olofi, Obatalá y Orula suficientes méritos para ser el primero y ningún orisha le antecede porqué el propio Olofi le dijo: siendo tú el más chiquitito y mi mensajero, serás el más grande en la tierra y en el cielo, y sin contar contigo nunca será posible hacer nada.

La figura de Elegguá se encuentra muy ligada a la de Echu. Echu es la encarnación de los problemas de los hombres, una especie de Satán, pero no propiamente, porque no debemos olvidar que ningún orisha representa conceptos puros y todos admiten contradicciones

Así, la pareja Elegguá-Echu representa la mítica relación entre lo positivo y lo negativo. En la entrada de las casas reside Elegguá, para proteger el refugio familiar de la entrada de Echu, el vagabundo que lleva consigo los problemas.

Los colores de Elegguá son el rojo y el negro, que representan la vida y la muerte. Sus ofrendas son ron, tabaco, maíz tostado, coco, pescado ahumado, etc... también es un ofrenda muy especial sacrificarle un ratón.

Los hijos de Elegguá son inteligentes y hábiles pero poco escrupulosos. Se dan a la depravación y la corrupción. El timo, la estafa y las intrigas políticas les garantizan el éxito en la vida.

Su santo católico equivalente es el Niño de Atocha y San Antonio de Padua.

OBATALA

En el principio de las cosas, cuando Olordumare bajó al mundo, se hizo acompañar de su hijo Obatalá. Debajo del cielo solo había agua. Entonces Olordumare le dió a Obatalá un puñado de tierra y una gallina. Este, echó la tierra formando un montículo en medio del mar y la gallina escarbó la tierra y la esparció formando el mundo que conocemos. Olofi le encargó a Obatalá que formara el cuerpo del hombre, así lo hizo y culminó colocándole la cabeza sobre los hombros. Por eso se dice que Obtalá es el dueño de las cabezas.

En una ocasión los hombres preparaban una fiesta en honor de los orishas pero descuidaron a Yemayá. Ella, furiosa, conjuró al mar para que empezara a tragrse la tierra. Los hombres asustados y temerosos, imploraron a Obatalá, quién se interpuso en el camino de Yemayá, quien por respeto, siendo la dueña del mar atajó las aguas y cesó su cólera.

Obatalá es un orisha mayor. Creador de la tierra y escultor del cuerpo humano. Es la deidad pura por excelencia, dueño de lo blanco, de la cabeza, de los sueños y los pensamientos. Es hijo de Olofi y Olordumare. Es misericordioso y ama la paz y la armonía.

Todos los orishas lo respetan y le buscan como abogado. No admite que nadie se desnude en su presencia o diga frses injuriosas. Tiene veinticuatro caminos y le pertenecen todos los múltiplos y sub-múltiplos de 8.

Sus hijos son personas de férrea voluntad, tranquilas y dignas de confianza. Son reservados y asumen las conseqüencias de sus propias decisiones sin lamentarse.

Su collar es blanco con cuentas del color típico de cada camino.

Siempre viste de blanco. Protege a sus hijos de la ceguera, la parálisis y la demencia.

Obatalá se sincretiza con la Virgen de las Mercedes, la misma que es patrona de Barcelona. Su dia es el 24 de Septiembre.

OSUM

Osun era el vigilante de Obatalá, quien, como ya sabemos, vivía con su mujer Yemú y sus tres hijos Oggún, Ochosi y Elegguá. Resulta que Oggún era el preferido y los otros dos debian obedecerle. Ya sabemos que Oggún estaba enamorado de su madre y que varias veces habia intentado violarla, pero Elegguá siempre avisaba a Osun el vigilante, quien iba y regañaba a Oggún. Entonces un dia Oggún ordenó salir de la casa a Elegguá y sobornó a Osun con maíz para que no le delatara mientras abusaba de su madre. Elleguá le contó todo a Obatalá, quien no podía creerlo, pero decidió ir a la casa y encontró a Osun durmiendo y a Oggún abusando de su madre. Entonces fue cuando Oggún se maldijo a sí mismo y Obatalá le dijo a Osun: "confíaba en tí y te vendiste por maíz" despues Osun perdió su cargo y fue Elegguá quien se convirtió en el vigilante de su padre Obatalá.

Osun es un orisha mayor, actua como mensajero de Obatalá y Olofi. Orula se apoya en él para conseguir los poderes de la adivinación. Es el que vigila la cabeza de los creyentes. Se recibe a Osun cuando se entregan Los Guerreros (Elleguá, Oggún y Ochosi)

Representa la vida misma.

Sus colores son todos porqué Osun significa color o pintura. A veces se le atribuyen el blanco, azul, amarillo y rojo.

Su santo católico es San Juan Baptista.

ORULA

Orula es hijo de Obatalá y Yemú. Sus mejores amigos son sus hermanos Changó y Elegguá.

Cuando Obatalá descubrió a Oggún queriendo violar a su madre, su ira fue tanta que ordenó matar a todos los varones. Cuandó nació Changó, Elegguá compasivo lo llevó escondido a su hermana mayor para que lo criara. Después nació Orula y con el mismo propósito de salvarlo, Elegguá le enterró en el pie de la ceiba y le llevaba comida todos los dias.

Con el tiempo el viejo Obatalá enfermó y Elegguá buscó corriendo a Changó, el gran curandero, para que lo curara. Cuando Changó curó a su padre, Elegguá imploró el perdón de Changó y de Orula a Obatalá. El perdón fué concedido y entonces Changó, lleno de alegría cortó la ceiba y con ella labró un tablero espléndido y se lo regaló a su hermano Orula, a quién dió también el poder de la adivinación.

Desde entonces Orula es el dueño del tablero, el adivinador del futuro y el consejero de los hombres, además de ser el intérprete del oráculo de Ifá.

Orula es un orisha mayor, alrededor del cual se ha formado todo un complejo religioso que lo singulariza frente a todos los demás orishas. Orula es el principal consejero de los hombres porque les revela el futuro y les permite influir sobre él. Es el poseedor del secreto de Ifá, el oráculo supremo mediante el cual se comunica con todos.

Personifica a la sabiduría y la capacidad de inluir sobre todo destino, por adverso que este sea. También se le considera un gran médico y dueño de los cuatro vientos. Quien no siga sus consejos, ya sea hombre o bien orisha, puede ser víctima de los osogbos inducidos por Echu.

Su fiesta es el 4 de octubre pero le pertenecen todos los dias del año.

Sus colores son el verde y el amarillo.

Para ser sacerdote de Ifá o babalawo no es imprescindible ser santero aunque normalmente lo sean. Su poder es tan grande que cuando reclama a alguien para ser su hijo, el individuo tendrá que abandonar el culto a cualquier otro orisha y dedicarse por completo a Orula. El primer paso para ser babalawo es "recibir la mano de Orula" y solo pueden pasar por ello aquellos a quien se lo ha sugerido la adivinación.

A Orula se le conoce por Kisimba en Palo, Kavanga en Kimbisa, Dadai en Brillumba y Kimbumbula en Las Villas.

Sus ofrendas son la chiva, la gallina negra, la paloma y el venado.

Protege a sus hijos de la locura.

Su santo católico es San Francisco de Asís.

palomayombe