REPORTE DE LECTURA
De la comunidad de base a la sociedad mundial
El tiempo actual nos muestra un escenario mundial en el que, se desee o no,
se juega una parte del destino de cada uno de nosotros. La interdependencia
planetaria, impuesta por la apertura de las fronteras económicas y financieras
bajo la presión de las teorías librecambistas, fortalecida por
el desmantelamiento del bloque soviético, instrumentalizada por las nuevas
tecnologías de la información, no deja de acentuarse en los planos
económico, científico, cultural y político. Percibida confusamente
por los individuos, esa interdependencia se ha convertido en una realidad que
impone limitaciones a los dirigentes
De hecho existe la aceptación generalizada que el nuevo modelo de acumulación
que impera desde finales de los ochentas tiene su origen en la crisis del modelo
fordista, a partir del cual la revolución de la microinformática
y de la disminución del costo de la información para los países
desarrollados constituyeron los aspectos detonadores para la generación
de mercados flexibles donde su crecimiento se masificó y dio origen a
una expansión territorial que superó los espacios nacionales,
dando como resultado la existencia de mercados competitivos de carácter
global.
Un planeta cada vez más poblado
En términos de la dinámica poblacional se pueden ver 2 tipos de
tendencias contrarias; los países en vías de desarrollo tienen
incrementos poblacionales con una amplia población joven, mientras que
en los países con alto grado de industrialización ven a su población
más envejecida. Esto se explica por una parte porque en los primeros
la tasa de crecimiento demográfico aun cuando su ritmo de ha desacelerado
por las políticas de planificación familiar sigue siendo un problema
latente. Por su parte en los segundos la tasa de crecimiento disminuye significativamente
y la esperanza de vida ha ido en aumento y por lo tanto la tendencia propicia
un mayor envejecimiento de la población
Hacia una globalización de los campos de la
actividad humana
En los últimos 25 años, el fenómeno de la globalización
de las actividades se hizo presente en primer lugar en la economía. Todas
las economías pasaron entonces a ser dependientes de los movimientos
de una masa de capitales cada vez mayor, que transitaba con gran rapidez de
una plaza a otra en función de las diferencias de tasas de interés
y de las previsiones especulativas. Siguiendo su propia lógica, que acentúa
la concentración a corto plazo, estos mercados financieros mundiales
ya no dan cuenta solamente de las restricciones de cada economía real
sino que a veces parecen imponer, con su propia lógica, su ley a las
políticas económicas nacionales.
De hecho la llamada “financierización” en los noventa llegó
a eclipsar los mercados financieros producto de los efectos de inversión
especulativa, principalmente por los capitales golondrinos invertidos en los
tigres asiáticos o países emergentes.
Poco a poco las actividades industriales y comerciales se han visto afectadas
por esta apertura de las fronteras. Los mercados de cambio difunden inmediatamente
todas las fluctuaciones monetarias hacia los mercados de bienes y de materias
primas y, de manera general, la interdependencia coyuntural hace del mundo entero
la caja de resonancia de las crisis industriales de los países más
desarrollados.
Otra característica de la globalización que tiende a agravar estas
disparidades es la constitución de redes científicas y tecnológicas
que unen los centros de investigación y las grandes empresas de todo
el mundo y la extensión de las actividades delictivas corno los de droga,
armas, material nuclear e inclusive personas, la constitución de redes
de terroristas y malhechores y la extensión de prácticas de blanqueamiento
de "dinero sucio".
La comunicación universal
Las nuevas tecnologías han hecho entrar a la humanidad en la era de la
comunicación universal; eliminando la distancia, contribuyen poderosamente
a forjar las sociedades del mañana que, a causa de ellas, no responderán
a ningún modelo del pasado.
Sin embargo, no hay que olvidar que una población desasistida, todavía
muy numerosa, sigue excluida de esta evolución, en particular en las
regiones donde no hay electricidad. Recordemos también que más
de la mitad de la población mundial no tiene acceso a los diferentes
servicios que ofrece la red telefónica.
Los sistemas de información todavía son relativamente caros y
de acceso difícil para muchos países.
La educación tiene indudablemente una función importante que desempeñar
si se desea controlar el auge de las redes entrecruzadas de comunicación
que poniendo al mundo a la escucha de sí mismo, hacen que verdaderamente
todos seamos vecinos.
Las múltiples caras de la interdependencia planetaria
Otras manifestaciones de esta «globalización» de los problemas
tienen en la vida de las sociedades una repercusión que afecta directamente
a los sistemas educativos. Tal es el caso de las migraciones internacionales.
En efecto, las presiones migratorias se están acentuando: en lugar de
reducir las disparidades entre las naciones, el crecimiento desigual de la economía
mundial las agrava. Aquí se conjugan muchos otros factores: la persistencia
de un crecimiento demográfico rápido en buena parte del mundo
en desarrollo; la continuación del éxodo rural, o la marginación
de los espacios rurales; la urbanización acelerada; la atracción
de los modos de vida y a veces de los valores de los países más
prósperos percibidos en sus medios de comunicación; medios de
transporte más rápidos y menos caros.
Otro aspecto de la problemática del futuro es la multiplicidad de idiomas,
expresión de la diversidad cultural de la humanidad. Se estima que existen
seis mil idiomas en el mundo, de los cuales solo unos doce son hablados por
más de cien millones de personas.
En términos generales, la diversidad lingüística no se debe
considerar únicamente como obstáculo para la comunicación
entre los diferentes grupos humanos sino más bien como fuente de enriquecimiento,
lo cual habla en bien del fortalecimiento de la enseñanza de idiomas.
Las exigencias de la globalización y de la identidad cultural no deben
considerarse contradictorias sino complementarias.
Lo local y lo mundial
El desarrollo de las interdependencias ha contribuido a poner de relieve muchos
desequilibrios: desequilibrio entre países ricos y países pobres;
disparidad social entre los ricos y los excluidos dentro de cada país;
uso desconsiderado de los recursos naturales que conduce a una degradación
acelerada del ambiente. Las desigualdades de desarrollo se han agravado en algunos
casos, como muestra la mayoría de los informes internacionales, y se
observa que los países más pobres van verdaderamente sin rumbo.
Por otra parte, la rápida evolución de las sociedades que estamos
presenciando, en el punto en que se articulan dos siglos, opera en dos direcciones:
hacia la globalización, como hemos visto, pero también hacia la
búsqueda de múltiples enraizamientos particulares.
Dimensiones de la migración
En la actualidad, los movimientos migratorios abarcan un número creciente
de países, tanto de origen como de acogida; en este momento, al menos
125 millones de personas viven fuera de sus países de origen.
En la actualidad, más de la mitad de las corrientes migratorias mundiales
tiene lugar entre países en desarrollo. Cabe mencionar como ejemplos
a los trabajadores del Asia Meridional que se trasladan a los países
productores de petróleo del Oriente Medio y a los países recién
industrializados del Asia Oriental, y a los países relativamente prósperos
de África al sur del Sahara
Comprender el mundo, comprender al otro
Para que cada uno pueda comprender la complejidad creciente de los fenómenos
mundiales y dominar el sentimiento de incertidumbre que suscita, en primer lugar
debe adquirir un conjunto de conocimientos y luego aprender a relativizar los
hechos y a tener espíritu critico frente a las corrientes de información.
La comprensión de este mundo exige evidentemente la de las relaciones
que unen al ser humano con su ambiente. No se trata de añadir una nueva
disciplina a programas escolares ya sobrecargados sino de reorganizar la enseñanza
con base en una visión de conjunto de los vínculos que unen a
hombres y mujeres con su medio. La educación debe, esforzarse al mismo
tiempo por hacer al individuo consciente de sus raíces, a fin de que
pueda disponer de puntos de referencia que le sirvan para ubicarse en el mundo,
y por enseñarle a respetar a las demás culturas. La enseñanza
de ciertas disciplinas reviste importancia fundamental a este respecto
Los jóvenes y el patrimonio mundial
Comprender a los demas permite también conocerse mejor a sí mismo.
Toda forma de identidad es, de hecho, compleja, porque cada individuo se define
en relación con el otro, con los otros y con varios grupos de pertenencia,
según modalidades dinámicas.
La educación tiene pues una responsabilidad particular que ejercer en
la edificación de un mundo más solidario, y la Comisión
estima que las políticas educativas deben traduciría resueltamente.
En cierta forma, debe contribuir al nacimiento de un nuevo humanismo, con un
componente ético esencial y amplio lugar para el conocimiento y para
el respeto de las culturas y los valores espirituales de las diferentes civilizaciones,
contrapeso necesario a una globalización percibida solo en sus aspectos
económicos o técnicos. El sentimiento de compartir valores y un
destino comunes constituye en definitiva el fundamento de cualquier proyecto
de cooperación internacional.