Se da el nombre de escala a la sucesión ascendente o descendente de las notas musicales dispuestas en orden inmediato.
Para completar la escala debemos agregar a los siete sonidos (do, re, mi, fa, sol, la, si), un sonido más, que obtenemos con la repetición del primero, o sea, el do, que irá colocado en la octava alta si la escala es ascendente, y en la octava baja si dicha escala es descendente.
Las alteraciones tienen el poder de modificar la entonación de los sonidos naturales, subiéndolos o bajándolos.
Estas alteraciones son cinco: sostenido, bemol, doble sostenido, doble bemol y becuadro; se colocan a la izquierda de las figuras, y se leen después de nombrar a las notas. Ejemplo: fa sostenido, si bemol.
Pero en el solfeo (sea cantado, como hablado) se omite el nombre de las alteraciones, pronunciándose solamente las sílabas de las notas.
El sostenido y el bemol son alteraciones simples.
El doble sostenido y el doble bemol son alteraciones dobles.
El becuadro puede conceptuarse como alteración anulatoria.
Efecto de las alteraciones:
El sostenido sube el sonido un semitono.
El bemol baja el sonido un semitono.
El doble sostenido sube el sonido dos semitonos (un tono).
El doble bemol baja el sonido dos semitonos (un tono).
El becuadro destruye el efecto de las alteraciones simples y dobles, devolviendo al sonido su entonación natural.