Inician la serie de cantos infantiles los de arrullo, no porque los niños los produzcan o inventen, sino porque siendo lo primero que escuchan en la vida, modelan en cierto modo su sensibilidad, quedando tan profundamente grabados en su cerebro que los recuerdan a través de las demás etapas de su existencia y el escucharlos les despierta la añoranza de sus primeros años.
En realidad son las madres o las nanas las que crean los arrullos y ellos revelan la herencia cultural transmitida y la persistencia de estas manifestaciones.
Por esta causa estas cantilenas ofrecen un desarrollo ideológico literario y musical mucho más evolucionado que las que improvisan los niños, llegando en ocasiones a constituir verdaderas joyas melódicas, ricas en sentimiento y fantasía.
Las madres entonan estos cantos teniendo a sus hijos en los brazos, sobre las rodillas, meciéndoles suavemente o colocados en la cuna, imprimiendo a ésta un balanceo suave y pausado; ocasiones hay en que entonan el canto sin mover al niño, estando tendidas en el lecho y el pequeño dormido sobre el brazo de la madre. El movimiento del canto no siempre es pausado y acorde con el de la cuna, sino que se acelera más o menos y ralenta del mismo modo; mas estas modificaciones siempre tienen como pivote el tiempo normal andante, de 80 pulsaciones por minuto.
La preponderancia del verso exasílabo y de una fórmula rítmica indudablemente heredada de España y procedente, con más precisión, de Asturias y Extremadura, aparece clara en las diversas melodías de este grupo, imprimiendo un carácter de ternura y simplicidad que bien observado dimana de los primitivos villancicos de Navidad que enseñaran los evangelizadores desde los primeros años del coloniaje.
El ejemplo a continuación muestra seis variedades de la fórmula antes dicha y ofrece seis posibilidades de adaptación a distintos compases. Ella está constituida por un grupo de cuatro valores impulsivos como anacrusa y dos valores conclusivos más largos. Es ella la que comprueba el origen tradicional español de una gran parte de los arrullos mexicanos.