En estos últimos veintinueve
años he tenido el privilegio y la hermosa aventura de dirigir teatro entre y
para jóvenes. De ahí nació la inquietud de escribir para ellos,
fundamentalmente. De ellos me he nutrido, de ellos he aprendido y con ellos he
realizado mis proyectos teatrales.
Estoy agradecido con El Creador por haber dispuesto que mi
vida se enriqueciera y tuviera mayor sentido al permitirme ser
—inmerecidamente— maestro de varias generaciones
de muchachas y muchachos que con sus inquietudes, sueños y vigor me han
motivado a escribir teatro y llenado de orgullo al ser ellos quienes les han
dado vida a mis imaginarios personajes
cuando los llevan a escena. Porque cada vez me convenzo que el arte teatral, es
un magnífica actividad para que los jóvenes encaucen positivamente sus
energías, practiquen una disciplina y crezcan espiritualmente ante los demás
y ante sí mismos.
Los temas que he escrito han nacido precisamente de la
incesante búsqueda que los jóvenes hacen de los valores de una sociedad que no
entienden de bien a bien, pero que saben irremediablemente pertenecen a ella.
Así que sus cuestionamientos, sus intereses, sus dudas y decepciones, así como
los sentimientos que experimentan hacia los demás, fueron los ingredientes
principales de esta alquimia mágica llamada teatro.
Sin embargo, esta página web no contiene obras
exclusivamente para jóvenes. Es una colección donde espero que personas de
diferentes edades encuentren consonancia con algún o algunos personajes.
Escribir teatro es para que sea ejecutado por actores y
visto por un público. Este es, a mi juicio, el auténtico objetivo teatral.