CULTURA INSTITUCIONAL
                                                                                                      Pérez Gómez Angel
 

La escuela así como el sistema educativo son la instancia de mediación cultural  entre
 los significados, sentimientos y conductas de la comunidad social y el desarrollo particular de las nuevas generaciones. La escuela hasta ahora tiene como función social dentro de la sociedad neoliberal la clasificación y la  guardería  sin importar su función educativa. Mientras que los  docentes  son desplazados por no tener iniciativa y aceptar ser arrinconados, reproduciendo las rutinas que genera la cultura de la escuela con el
objeto de conseguir la aceptación institucional.

Se requiere un nuevo modelo de escuela porque la modernidad y la tecnología requiere un nuevo tipo de ciudadano con hábitos, intereses, formas de pensar. Por lo que es necesario la recuperación de la interpretación cultural  de la vida social, como eje de comprensión de las interacciones humanas.

Por qué la escuela es un cruce de culturas? Porque el autor Angel Pérez interpreta los factores que intervienen en la vida escolar como culturas, resaltando el carácter sistémico y vivo de los elementos que influyen en la determinación de los intercambios de los significados y conductas dentro de la institución escolar, así como la naturaleza imperceptible y pertinaz de los influjos y elementos que configuran la cultura cotidiana.

La cultura es un “texto ambiguo, inacabado, metafórico que requiere constante interpretación, su carácter reflexivo implica su identidad autoconstructiva, su dimención creativo y poético”1

Mientras que la educación es proceso de enculturación que se refuerza sobre si misma, reflexivamente para entender sus orígenes, sentidos y efectos en el desarrollo individual  y colectivo.

La cultura tiene dos características; su carácter sistémico e interrelacionado  de los elementos simbólicos que constituyen la red de significados compartidos, y por otro lado su naturaleza implícita, el carácter tácito dado por sus contenidos.

Las culturas funcionan como patrones de intercambio porque forman una coherente red de significados compartidos que los individuos generalmente no cuestionan y se admiten como marcos útiles y presentes en los procesos de comunicación.

La cultura docente se especifica, en los métodos que utilizan en clase, la calidad, sentido y orientación de las relaciones interpersonales, la definición de roles y funciones que desempeñan, los modos de gestión las estructuras de participación y los procesos de tomas de decisiones.

En la actualidad se encuentra la cultura docente en una encrucijada, viviendo una tensión inevitable con las exigencias de un contexto social móvil, cambiante, flexible, incierto, caracterizado por una gran complejidad tecnológica, la pluralidad cultural, el libre mercado mundial por un lado y la rutina por otro, cumbres estáticas y monolíticas de un sistema escolar inflexible, opaco y burocrático.

Y a este respecto los docentes no pueden o no saben responder y se refugian en la complegidad, en el abrigo e identidad de la cultura docente. En cualquier proyecto de innovación se requerirá incluir a los agentes implicados que son los docentes ya que su voluntad decidida de transformar las condiciones que constituyen la cultura heredada

Las características de esta cultura docente son; aislamiento del docente y la autonomía profesional, la colegiabilidad burocrática y cultura de colaboración, saturación de las tareas y responsabilidad profesional, ansiedad profesional y carácter flexible y creativo de la función docente.

Para concluir es importante decir que los docentes como gremio profesional son objeto de reconstrucción, cuando conciben su práctica como proceso de abierta e interminable reflexión y acción compartidos.