PROCESO
1298 16.09.2001
La historia secreta de Osama Bin Laden
Los datos
recogidos por los 7 mil agentes del FBI desplegados en Estados Unidos y en numerosos
países, así como la información obtenida por los servicios
de inteligencia europeos, parecen indicar que Osama Bin Laden podría
estar directa o indirectamente ligado a los atentados sin precedente que golpearon
a las ciudades de Nueva York y Washington. El secretario de Estado norteamericano,
Colin Powell, lo señaló como el principal sospechoso el jueves
13.
¿Quién es ese misterioso y temible millonario saudita que se esconde
actualmente en las inhóspitas e inaccesibles montañas afganas?
Escasa es la información detallada sobre esa eminencia gris de la inasible
y compleja galaxia islámica radical dispuesta a todo para llevar el djiad
(guerra santa) contra "los infieles y Occidente".
Roland Jacquard, renombrado periodista de investigación sobre cuestiones
de terrorismo, tema al que dedicó seis de los 13 libros que publicó
en Francia desde1975, se volvió en los últimos días uno
de los especialistas más solicitados y entrevistados de Europa.
No es para menos: La semana próxima se pondrá a la venta su libro
más reciente: En nombre de Osama Bin Laden, el informe secreto del terrorista
más buscado del mundo.
La editorial Jean Picollec accedió a entregar a Proceso las pruebas de
ese libro, en el que a lo largo de 300 páginas, Jacquard nos guía
a través de la biografía de Osama Bin Laden: su juventud como
hijo de familia adinerada, su entrega total al djiad a raíz de su papel
preponderante en la resistencia afgana contra la invasión soviética,
su lucha contra el régimen saudita, su exilio de cuatro años en
Sudán, su regreso precipitado a Afganistán, las redes islamitas
que va tejiendo y sus ramificaciones en Estados Unidos, Europa, en todo el Medio
Oriente y cada vez más en Asia, los hombres que integran el círculo
cerrado que lo rodea, la fortuna de su familia y la suya propia invertida en
los mercados y bancos del mundo entero.
A continuación se reproducen fragmentos de esa investigación.
(Anne Marie Mergier)
En enero de 1980, unos cuantos días después de la invasión
soviética a Afganistán, un joven árabe recién egresado
de una universidad saudita volaba hacia Pakistán. No podía imaginarse
que, años más tarde, se hablaría tanto de él.Al
responder el llamado del djiad la guerra santa musulmana en Afganistán,
Osama Bin Laden dio sentido a su vida y, de paso, cambió su curso en
forma irreversible.
¿Quién
era ese joven burgués saudita, ingeniero de profesión, hombre
de negocios brillante y musulmán piadoso que afirmó una vez: "Un
día en Afganistán contaba mucho más que mil días
de oración en una mezquita...?"
El padre
de Osama Bin Laden, el jeque Muhamad Bin Ud Bin Laden, ingeniero y arquitecto
según algunas fuentes, simple campesino según otras, dejó
su provincia natal de Hadramut, en el centro de Yemen, a principios de los años
veinte. Al parecer, se instaló en Hedjaz (Arabia Saudita) en 1932. Allí
hizo fortuna y destacó como un hombre de negocios riguroso y honesto.
(...)
Ya convertido
en hombre rico, el jefe del clan Bin Laden ayudó en una ocasión
a la monarquía saudita prestándole dinero para pagar los sueldos
de los funcionarios en un momento en que las finanzas públicas estaban
en apuros.
El monarca
nunca olvidó ese gesto. Muhamad Bin Laden, naturalizado saudita, fue
durante un tiempo ministro de Obras Públicas del rey Fahd, pero fue también,
y antes que todo, su amigo.(...) El consorcio de las empresas Bin Laden, la
Bin Laden Corporation, floreció durante el boom petrolero saudita de
los años setenta y, gracias al rey, obtuvo la exclusividad de todas las
obras de restauración o de construcción de edificios religiosos.
También logró contratos en varios países árabes
(...)
Osama Bin
Laden nació en 1957 en Riyad, en el barrio de Al-Malaz. Era uno de los
más jóvenes del clan. Su madre, según se dice, no era la
esposa favorita de Muhamad Bin Laden, quien tuvo 54 hijos con 11 esposas.
Pero la
familia Bin Laden era una verdadera tribu oriental en el seno de la cual cada
uno tenía su lugar. A Osama, quien aparentemente no era tampoco uno de
los hijos favoritos del patriarca, no le hicieron falta, sin embargo, relaciones
familiares cálidas. Recibió una educación tradicional y
acabó sus estudios secundarios en un colegio de Djeda en 1993.
Al igual
que muchos hijos de familia rica, Osama tuvo la suerte de viajar, y según
varias fuentes de información, entre las que destacan varios expedientes
estadunidenses, estuvo en Beirut entre 1968 y 1970, con tres de sus hermanos,
para estudiar en un internado frecuentado sobre todo por jóvenes de los
países del Golfo Pérsico... Una versión apunta que Osama
destacó más por sus desenfrenos de mujeriego que por su empeño
en estudiar.(...) Uno de sus hermanos mayores, Abdelaziz, cuestiona estas afirmaciones:
Osama era devoto, modesto y muy apegado a los valores del Islam.
Según
otras fuentes, hacia 1975, Osama Bin Laden habría contraído matrimonio,
arreglado por la familia, por primera vez. La esposa, una joven siria, era su
pariente lejana. En esa misma época, ingresó a la universidad
King Abdelaziz de Riyad, donde se graduó y adquirió una sólida
cultura general que le permitió convertirse en un cuadro de alto nivel
de la Bin Laden Corporation.
Sin embargo,
Osama Bin Laden, el idealista, no se sentía muy a gusto en su elegante
traje sastre occidental, tampoco en su galabhia blanca, esa túnica árabe
que llevan los hombres de negocios. Soñaba con otras cosas...
Por todo
el mundo
En 1972, cuando murió el viejo jeque Muhamad, los hijos heredaron un
imperio industrial y financiero, pero eran 54. El hecho de que los hermanos
Bin Laden tuvieran madres y nacionalidades distintas complicó aún
más la repartición de la herencia.
Por otro
lado, esa situación les sirvió bastante para desarrollar las actividades
del consorcio en numerosos países. Los hermanos Bakr y Yehia representan,
por ejemplo, la corriente siria de la familia, Yeslam, la tendencia libanesa;
Abdelaziz, la rama egipcia, y sus empresas tienen 40 mil trabajadores. (...)
En 1976,
cuatro años después de la muerte del patriarca, el consorcio se
modernizó para enfrentar las nuevas exigencias de los mercados conquistados
en casi todos los sectores, desde la construcción de obras hasta la industria,
pasando por la importación. El grupo adoptó el nombre de Bin Laden
Brothers for Contracting and Industry, con sede en la ciudad saudita de Djeda
(...)
El consorcio
no tardó en trabajar como representante en Arabia Saudita de grandes
sociedades europeas, como las firmas automovilísticas Audi y Porsche.
Los hermanos Bin Laden son también socios de distribuidores de productos
de lujo, como la sociedad holandesa Pander Projects; se asociaron, además,
con la empresa británica Hunting Surveys para construir presas prefabricadas...
La familia
Bin Laden es mundialmente reconocida no sólo por su poder financiero
e industrial, sino también por su fama de seriedad. Un ejemplo: Yahya
Bin Laden, el número dos del grupo, fue invitado a la comida ofrecida
por el presidente francés Jacques Chirac, el 7 de julio de 1996, durante
su visita oficial a Arabia Saudita.
Gracias
a numerosas participaciones financieras en otras empresas, las actividades de
la Bin Laden Brothers for Contracting and Industry van mucho más allá
de lo que se puede detectar. En efecto, ese grupo exclusivamente familiar, que
no cuenta con accionistas externos o institucionales, se muestra sumamente discreto
acerca de sus inversiones y de su política de diversificación.
Además, teniendo en cuenta sus relaciones privilegiadas con el rey de
Arabia Saudita, nadie se arriesga a manifestar demasiada curiosidad. (...)
Misterio
de Oriente o misterio de los negocios: en septiembre de 1998, los hermanos Bin
Laden obtuvieron una licitación que les permitió construir un
cuartel con 4 mil 257 camas, destinado a los soldados estadunidenses estacionados
en el Golfo Pérsico. Está a 170 kilómetros de Riyad, en
una base de las fuerzas aéreas sauditas. Es un edificio moderno con excelente
infraestructura de seguridad.
Los promotores
de ese proyecto tomaron en cuenta un antecedente grave: en 1996, los militares
estadunidenses habían sido duramente golpeados por un atentado terrorista
contra las torres de Al-Khobar, donde estaban hospedados. (...)
Dos años
más tarde, los Bin Laden cobraron 50 millones de dólares al gobierno
saudita para construir las nuevas viviendas de los militares estadunidenses
que, desde los atentados, vivían en carpas como los beduinos. (...)
La Sico,
empresa que encabeza las filiales del grupo en el extranjero, tiene oficinas
en Londres y en Curaçao. Fue creada en 1984 en las Antillas Holandesas,
y se encarga, entre otras cosas, de las relaciones del consorcio con las sociedades
norteamericanas Daniels Reality Corporation, una filial del grupo Fluor Corporation
que, gracias a la influencia de los Bin Laden, consiguió numerosos contratos
en la reconstrucción de Kuwait después de la Guerra del Golfo
(...)
Los Bin
Laden dispondrían por lo menos de tres aviones: Un King Air 90 Beechcraft,
registrado en Estados Unidos, pero que pertenece a la Saudi Investment Company;
otro avión del mismo tipo, matriculado en Zurich (Suiza), y un jet Challenger
III, propiedad de la Bin Laden Aviation, registrado en las Islas Caimán,
paraíso fiscal antillano.
Cuando el
nombre de Osama Bin Laden invadió las primeras planas de los diarios
y los informes de los servicios de inteligencia occidentales, se empezó
a vigilar a esos aviones en aeropuertos europeos. (...)
Los agentes
sospechan que algunos miembros del clan Bin Laden no han cortado del todo sus
lazos con Osama. En particular en lo que toca a la administración de
los bienes del fugitivo. Según algunas fuentes, estos lazos son con su
madre y uno de sus hermanos. Ambos le habrían aconsejado entregarse.
Inmensamente
rico
¿Están los importantes fondos con los que Osama Bin Laden todavía
cuenta cuidadosamente disimulados en los laberintos de múltiples sociedades
fantasma como la Asma United? ¿Las organizaciones filantrópicas
identificadas por los servicios de inteligencia estadunidenses entre ellas
la agencia Al-Rahma, la Al-Hramein (establecida en Londres), la Al-Muwafak,
con sede en los Balcanes, la Islamic Resurection Foundation o la Islamic Revival
Foundation (dirigida por un albanés) no estarían actuando
en realidad como enlaces financieros? (...)
Según
fuentes de información de banqueros árabes, Osama Bin Laden protegió
parte de su capital colocándolo en bancos del sultanato de Brunei e inclusive
en bancos europeos. Estos últimos depósitos fueron realizados
por uno de los antiguos colaboradores del exdirector del Arab Banking Corporation.
Según servicios de inteligencia de la península arábiga,
más de 700 millones de dólares, propiedad de Osama Bin Laden,
están aún invertidos a corto plazo en varios mercados financieros.
En agosto
de 1998, ese banquero compró para Bin Laden paquetes de acciones francesas
de las empresas Usinor, Sacilor, Axa y los bancos BNP y Société
Générale, que revendió unas semanas más tarde, logrando
así beneficios por 20 millones de dólares.
Según
analistas europeos y norteamericanos, ese tipo de transacciones relámpago
no llaman mucho la atención y constituyen uno de los métodos favoritos
de Osama Bin Laden para hacer fructificar su capital y contar con reservas en
varios países europeos, particularmente en Bélgica, Bulgaria,
Italia y Países Bajos.
Es posible
que, gracias a un agente inmobiliario de Singapur, Bin Laden hubiera invertido
en bienes raíces en Londres, París y la Costa Azul francesa. Otras
fuentes del norte de Europa afirman que empezó a invertir en Dinamarca,
en particular en la industria lechera, por mediación de un egipcio que
trabajó con el grupo Bin Laden en Arabia Saudita entre 1983 y 1988.
Aparentemente,
Osama Bin Laden invirtió también aproximadamente 15 millones de
dólares en empresas suecas especializadas en equipos médicos para
hospitales. La meta de Bin Laden y de sus socios suecos era conquistar los mercados
iraquíes, jordanos y egipcios. Todo parece indicar que en Noruega logró
diversificar sus actividades. Asesorado por Samir Al-Huseini, un palestino que
radica en ese país desde los años sesenta, logró adquirir
participaciones por 40 millones de dólares en la industria de la madera
y el papel.(...)
En 1997,
fue detenido un hombre de negocios saudita, Sidi Tayyeb, quien reconoció
que era uno de los tesoreros de Bin Laden y que había abierto para su
jefe cuentas en Europa, África, Pakistán e inclusive en Estados
Unidos.
Conscientes
de los riesgos que corrían al mover de esta manera fondos tan cuantiosos
en los mercados de Europa Occidental, Bin Laden y sus asesores financieros empezaron
a utilizar el sistema bancario de las exrepúblicas islámicas soviéticas.
Para realizar estas transacciones dirigidas hacia Europa Oriental, parece que
Bin Laden acudió a bancos ubicados en la parte turca de Chipre y que
contó con la colaboración de algunos hombres de negocios que tienen
relaciones estrechas con el gobierno turco. Se cita inclusive a un miembro de
la familia del presidente. (...)
Con la resistencia
afgana
Mucho antes de ser un fugitivo y un paria (fue despojado de su nacionalidad
saudita en 1994), cuya familia entera está bajo vigilancia, Bin Laden
era muy bien visto por el rey Fahd.
En 1980,
era un industrial rico y un sujeto modelo para su majestad, que se esforzaba
por servir a su país al igual que los otros miembros de su familia. Fue
precisamente en ese año cuando el jefe de los servicios de inteligencia
sauditas, el príncipe Turki Al-Faysal, un viejo amigo del clan Bin Laden,
le encargó organizar a los cientos y cientos de afganos-árabes
que pasaban por el puerto saudita de Djeda para ir a Peshawar en Pakistán
(en la frontera con Afganistán).
Estos voluntarios,
que los diarios occidentales llamaban mudjahidines, confluían de todos
los países árabes para combatir al lado de sus correligionarios
oprimidos por los soviéticos en Afganistán. Eran considerados
héroes en el mundo musulmán. Su entrenamiento estaba a cargo de
oficiales egipcios de alto rango, muchos graduados en las academias militares
occidentales, y los fondos eran generosamente distribuidos por varios países
árabes y, sobre todo, por Estados Unidos que, según fuentes oficiales,
destinó más de 285 millones de dólares por año a
la resistencia afgana.
A solicitud
del príncipe Turki Al-Faysal, Osama se convirtió en la piedra
angular de esa red de reclutamiento. Pero ese hombre joven, idealista y religioso
no tardó en elegir su camino obedeciendo a su conciencia: no se limitó
a acatar la orden del rey. Decidió hacer suya la causa de la resistencia
afgana.
Poco después
de la invasión de Afganistán por las fuerzas soviéticas
en 1979, Bin Laden renunció a su palacio y a sus negocios prósperos.
La resistencia afgana se estaba organizando en las montañas y generaba
mucha simpatía internacional. Totalmente implicado en esa cruzada anticomunista,
Bin Laden encontró en ella la oportunidad de probar su valor y su fe:
todos los testimonios coinciden en ese punto.
La liberación
de Afganistán se convirtió en su djiad personal. Conmovido por
el "martirio de los hermanos afganos aplastados por Moscú",
voló hacia Pakistán con la misma idea que otros miles de árabes:
entrar clandestinamente en Afganistán con sus cuatro esposas dos
sauditas, una palestina de Siria y una filipina y sus 15 hijos.
Primero,
se instaló en la ciudad de Lahore (Pakistán) y, luego, abrió
una oficina en Peshawar, en plena frontera con Afganistán. (...) En el
corazón de ese Pakistán convulsionado, el saudita tenía
una misión precisa: organizar la infraestructura del djiad en Afganistán.
Pero pronto descubrió que le tocaba empezar todo casi desde la nada.
Esperaba
encontrar alguna especie de aparato revolucionario o algún embrión
de ejército clandestino, quizá con efectivos no muy numerosos,
pero organizados y motivados. Se quedó desilusionado. En Pakistán
los mudjahidines no contaban realmente con una organización. Tampoco
en Afganistán. En todas partes imperaba la improvisación. Bin
Laden decidió entonces hacerse cargo de la logística de la resistencia
en las bases de retaguardia de Pakistán: construyó escuelas, dispensarios,
mezquitas y albergues para las familias de los refugiados.
Poco a poco,
en Afganistán mismo, donde había logrado infiltarse, emprendió
la construcción de túneles estratégicos en zonas cercanas
a las bases soviéticas para que los mudjahidines tuvieran dónde
replegarse durante los combates. También mandó construir galerías
subterráneas que permitieron a los combatientes acercarse al enemigo
sin exponerse. Gastó toda su energía y también los fondos
reunidos para apoyar a los mudjahidines. Esa entrega lo convirtió en
uno de los pilares del djihad.
Pronto también
entendió que el reclutamiento de los resistentes carecía de todo
profesionalismo. Decidió dedicar todos sus esfuerzos a las redes que
encaminaban a los voluntarios hacia Pakistán. En 1984 se acercó
a Abdalah Azzam, un palestino idealista, compañero de Yasser Arafat,
quien había creado la Oficina de Ayuda a los Mudjahidines en Peshawar.
Bin Laden lo ayudó a reclutar hombres para la guerrilla.
Azzam tenía
"antenas" en todas partes en el mundo, inclusive en Estados Unidos,
como en el barrio neoyorquino de Brooklyn. Un ejemplo: en un apartamento ubicado
arriba de una tiendita china de Brooklyn, se encontraba el Al-Kifah Refugee
Center a cargo de un imán ciego y discreto llamado Omar Abdul Rahman,
que fue detenido en 1993 a raíz del atentado contra el World Trade Center.
Hasta 1990,
Bin Laden, que iba y venía entre Afganistán y Arabia Saudita,
estaba presente en todos los frentes: reclutaba a miles de combatientes, organizaba
su tránsito hasta las zonas de resistencia en Afganistán, supervisaba
la construcción de fortificaciones y túneles en la frontera de
Pakistán. En ciertas oportunidades, inclusive, tomó las armas.
(...)
El 18 de
abril de 1997, durante una de sus escasas entrevistas, contó lo siguiente
al diario Pakistán: Durante el djiad, los rusos atacaron la región
de Jaji. (...) Una vez un misil Scud explotó justo a mí lado,
pero salí ileso. Ese incidente y otros me permitieron tomar distancia
del miedo a la muerte... Pero los norteamericanos le tienen miedo a la muerte.
Son como ratoncitos. Si Rusia pudo ser destruida, también se podrá
decapitar a Estados Unidos...
Hacia 1985,
Bin Laden quien había tomado la medida de la resistencia afgana
y entendido que, más allá del conflicto entre ocupantes y ocupados,
ese enfrentamiento tenía una dimensión internacional que implicaba
directamente a los bloques oriental y occidental empezó a conectarse
con otras organizaciones islámicas radicales para obtener apoyos.
Estableció
contactos regulares con fundamentalistas musulmanes egipcios y argelinos y creó
su propia organización: Al-Qaida (La Base), movimiento islámico
apoyado en gran parte por militantes egipcios que, entre otras actividades,
aseguraba el reclutamiento y el tránsito de los combatientes. Esa organización,
modesta en principio, se convirtió con el paso de los años en
la punta de lanza de la Fraternidad Bin Laden (...)
Esos años
en el corazón de la guerrilla afgana forjaron la fama de Bin Laden en
el mundo árabe, en el que es conocido y reconocido como un combatiente
inflexible y accesoriamente como un millonario saudita. (...)
Durante
todos esos años de "guerra santa afgana" Bin Laden, en la cumbre
de su prestigio, empezó a tejer la red de contactos que luego le permitió
impulsar a su Fraternidad, pero por su lado la Bin Brothers for Contracting
and Industry siguió prosperando en Arabia Saudita bajo la férula
de sus hermanos.
En 1983,
el grupo consiguió un contrato por 3 mil millones de dólares para
restaurar los lugares Santos de Medina y La Meca. Osama, cuya imagen de héroe
contribuyó a que se otorgara ese contrato a su familia, habría
recibido una comisión de 30 millones de dólares, posiblemente
colocados en cuentas bancarias en Suiza, Luxemburgo y los Emiratos Árabes.
El disidente
El 13 de febrero de 1989, los últimos soldados de la Unión Soviética
se retiraron de Afganistán. Pero el régimen comunista de Nadjibulah,
el nuevo hombre fuerte de Kabul, seguía siendo poderoso. La guerra no
había acabado para los mudjahidines afganos. Ni mucho menos. Sin embargo,
a solicitud de los estadunidenses en 1990, los sauditas dejaron de entregar
subsidios y apoyo logístico a los árabes-afganos, poniendo así
punto final a la misión oficial de Bin Laden.
Pero él
no quería renunciar a su ideal. Convencido de la legitimidad del combate
de los resistentes afganos y entregado en cuerpo y alma a esa lucha, se negó
a abandonarlos. (...)
La monarquía
wahabita pidió a todos los miembros y amigos de la familia Bin Laden
que intervinieran para hacerlo recapacitar. Pero se mostró inflexible.
El combate de los mudjahidines era ahora el suyo y su compromiso con ellos era
irreversible.
Otros motivos
más profundos, más políticos, empezaron a obsesionar a
Osama Bin Laden. Ya no creía en la legitimidad de la familia real y no
aceptaba que Arabia Saudita estuviera tan ligada con Estados Unidos. La interrupción
de la ayuda a los mudjahidines fue quizá un pretexto más para
oponerse al régimen.
Acababa
de empezar la disidencia de Bin Laden.
El rebelde tomo una decisión: continuar el djiad, a su manera y usando
su propia fortuna. Gracias a las sociedades de su grupo de empresas, distintas
a las de su familia, se burló de las instrucciones del rey y de las directivas
estadunidenses y se lanzó como un francotirador, siguió encargándose
del traslado de las organizaciones egipcias Al-Djiad y Jam'a Al-Islamaya hacia
Pakistán. (...)
Su categoría
de "héroe" y el nombre de su familia lo protegieron durante
un tiempo, pero el régimen saudita se cansó de sus ataques y empezó
a tratarlo de la misma forma que a los demás opositores, víctimas
de una represión más o menos abierta según su rango. (...)
A Bin Laden,
que deliberadamente había decidido dejar de servir al rey y que se estaba
convirtiendo en uno de los más virulentos opositores a la monarquía
wahabita, sólo le quedaba una salida: exiliarse. Le urgía salir
de Arabia Saudita. Encontró un refugio no muy lejos, del otro lado del
Mar Rojo, en Sudán, donde un golpe militar perpetrado en 1989 había
instalado en el poder a Omar Hasan Al-Bachir, un oficial bastante piadoso y
respetuoso del Corán.
El ejército
invisible
¿Es Osama Bin Laden o no el jefe de una galaxia islamita terrorista?
Es la gran pregunta que hoy se plantea. Y si no la dirige, ¿es o no su
gurú? Otra pregunta: ¿Es o no, como tanto se repite en todas partes,
el banquero del terror islámico? Corren tantas especulaciones sobre su
papel real como sobre el monto exacto de su fortuna... Osama Bin Laden es en realidad mucho menos y mucho más que todo lo que
se piensa.
Es, antes
que todo, el renovador del panislamismo. Logró confederar a los sunnitas
y a los chiitas y se reafirmó como el jefe espiritual de la poderosa
Fraternidad Bin Laden, que se hizo "ilustre" perpetrando actos terroristas.
Bin Laden
no tiene puesto oficial alguno, no es jefe militar, no es ideólogo ni
jefe religioso, pero su influencia es profunda y real. No exige nada, pero siempre
hay un combatiente que tiene el ardiente deseo de satisfacerlo. Jamás
da consignas precisas, pero siempre en alguna parte del mundo hay un mudjahidin
dispuesto a obedecer ciegamente lo que interpreta como una orden suya, e inclusive
se anticipa a sus deseos.
Al escuchar
o al leer sus declaraciones y sus fatwas (decretos de condena religiosa), da
la impresión de que Bin Laden nunca financió atentado alguno.
Pero ya que siempre festeja que se golpee a los estadunidenses en pleno corazón,
resulta bastante fácil para sus seguidores agradarlo. Basta para satisfacerlo
conseguir kilos de explosivos, reclutar a algunos "buenos musulmanes"
dispuestos a sacrificarse. ¿Existe acaso un hombre más poderoso
que aquel que no necesita exigir para obtener y cuya autoridad no puede ser
cuestionada, puesto que sus discípulos nunca lo encontraron ni nunca
lo encontrarán? ¿Quiénes son los hombres y las mujeres que constituyen ese ejército
de la sombra y que inclusive dan todo lo que tienen para ejecutar las condenas
del jeque invisible? ¿Cómo se constituyó lo que parece
ser una internacional del terror? ¿Cómo circulan las informaciones
y las consignas? ¿De dónde vienen los fondos y cómo se
lavan cuando es necesario?
El análisis
de las informaciones obtenidas a raíz de actos recientes de terrorismo
islámico en Europa permite desmontar mecanismos a menudo complejos, y
también entender cómo y por qué Bin Laden se apoyó
y se sigue apoyando en una poderosa logística que ni siquiera necesita
mantener o financiar.
La Fraternidad
Bin Laden presenta dos facetas: una en la sombra, otra en la luz... La más
conocida hoy es evidentemente aquella sobre la que se volcaron los servicios
secretos occidentales y la prensa internacional en los últimos meses.
En realidad aparecen siempre las mismas informaciones y gran parte de los datos
son creíbles, pero a menudo son especulativos.
La faceta
oculta de la Fraternidad Bin Laden, formada por decenas de miles de militantes,
es por esencia más misteriosa aún, puesto que la mayoría
de sus miembros son desconocidos o clandestinos. (...)
El primer
círculo de Osama es evidentemente muy cerrado. Según distintos
testimonios, sus miembros se cuentan con los dedos de una mano. El más
buscado de todos, después del mismo Osama Bin Laden, es el jeque Tasir
Abdulah o Abu Afez Al-Masri Al-Khabir, también conocido por el FBI con
el nombre de Comandante Atef o Muhamad Atef. Sería el jefe de los operativos militares de Bin Laden. Según
la justicia estadunidense, Atef está implicado en los atentados contra
las embajadas de Estados Unidos en Nairobi y Dar es Salaam.
Otro allegado
es el jeque Tasir (...) En febrero de 1998, durante la rueda de prensa en la
que anunció la creación del Frente Internacional Islámico
para el djiad contra Estados Unidos e Israel, Bin Laden presentó a Tasir
como su brazo derecho. (...) Entrenado por la policía egipcia en los
años setenta, Tasir Abdulah llegó a Peshawaer en 1983 para participar
en la guerra santa. (...) Allí conoció a Bin Laden.
Siempre
en el seno de ese primer círculo de jefes supremos se encuentra el doctor
Ayman Al-Zawahiri, uno de los fundadores y promotores de la organización
egipcia Al-Djiad. Su abuelo fue embajador de Egipto en Pakistán. Según
fuentes árabes y occidentales, el doctor Al-Zawahiri y su familia vivieron
17 años en Afganistán. Hoy está en la mira del FBI por
las mismas razones que Bin Laden.
Otros dos
militantes, menos importantes pero simbólicos por su filiación,
gravitan también alrededor de Bin Laden. Son los hijos del jeque Omar
de la mezquita de Brooklyn, preso en Estados Unidos, Muhamad y Abu Asim.(...)
Muhamad fue muy claro: la detención de su padre les costaría represalias
a los estadunidenses.
Un par de
personajes menos conocidos, Abu Yasir Rafaï Ahmed Taha, egipcio allegado
del jeque Omar, presunto redactor de algunas de las fatwas de Bin Laden, y Shawki
Al-Islambuli, hermano de Khalid, el asesino del presidente Anuar Al-Sadat, serían
también muy cercanos al rebelde saudita.
Aparte de
ese primer círculo restringido que vive en la clandestinidad y sobre
el que escasea información, está la galaxia de los movimientos
de base donde los policías pescaron las primeras informaciones que les
permitieron remontar hasta distintas redes operativas.
Los casos
de terrorismo de los últimos 10 años fueron bastante aleccionadores
.(...)
El atentado contra el World Trade Center de Nueva York en febrero de 1993 llevó
al FBI a detener a cuatro palestinos, un egipcio y un iraquí. Poco tiempo
después, a raíz de un atentado terrorista fracasado, seis sudaneses
y cinco egipcios fueron también arrestados. El 25 de agosto de 1995,
la policía marroquí desarticuló en Rabat a un comando integrado
por musulmanes y delincuentes franceses que pensaban cometer atentados en Marruecos
(...)
Estos teatros
de operación separados por miles de kilómetros y estos militantes
oriundos de todos los continentes y de culturas distintas que aparecen en los
tres ejemplos citados, revelan que la constitución de redes o "nebulosas"
es mucho más internacional de lo que requiere su objetivo inicial: establecer
repúblicas islámicas en todos los países árabes
o eliminar a Israel.
Si se estudia
la información relativa a las redes desmanteladas o bajo vigilancia en
Europa, aparecen cinco puntos: una "nebulosa" terrorista islámica
presenta generalmente más características de mafia trasnacional
descentralizada que de estructuras centralizadas de una verdadera organización;
no depende de una sola fuente de financiamiento y suele generar sus propios
recursos; está siempre ligada a uno o varios jefes carismáticos;
se opone violentamente a Occidente, en particular a Estados Unidos e Israel,
y se opone en forma sistemática al proceso de paz de Medio Oriente. Finalmente,
para conducir los operativos de su guerra santa, una "nebulosa" islámica
cuenta con redes afganas y bosnias de reclutamiento y entrenamiento que le entregan
las armas y los combatientes experimentados que necesita.
La Fraternidad
Bin Laden responde a esos cinco criterios. (...)
Según los servicios de inteligencia occidentales, existen actualmente
seis predicadores que inspiran la conducta de la "nebulosa" islámica,
pero que se rehúsan a asumirse como jefes. (...)
El más
conocido de estos guías espirituales es el jeque egipcio Omar Abdul Rahaman.
Se sospecha que ese imán de la mezquita de Brooklyn, inculpado en Estados
Unidos a raíz del atentado contra el World Trade Center, fue el instigador
del asesinato del presidente egipcio Anuar Al-Sadat. (...)
Desde el
punto de vista estadunidense, el jeque de Brooklyn carga con una responsabilidad
muy grave: el atentado contra el WTC representa un viraje en la estrategia de
los islámicos que nunca antes se habían atrevido a organizar atentados
en el suelo estadunidense. (...) Ramzi Yusef, el principal sospechoso en ese
asunto, pasó mucho tiempo en Pakistán y Afganistán en los
años ochenta y se entrenó con el grupo filipino de Abu Sayaf,
que mantenía relaciones con los islámicos argelinos y con Bin
Laden.
Según
el FBI, Rami Yusef preparaba en esa época desde Manila, capital filipina,
un gigantesco atentado sin precedente: la explosión simultanea de 12
aviones comerciales estadunidenses en el océano Pacífico. Ramzi
Yusef fue detenido por el FBI el 7 de febrero de 1995. Vivía cómodamente
en una pensión de Islamabad.
El 16 de
febrero, interrogado por el FBI, Yusef confirmó que la información
descubierta en el disco duro de su computadora se relacionaba con proyectos
de atentados contra compañías aéreas estadunidenses y contra
Air France. (...)
En 1995,
Benazir Bhutto prometió a los sauditas que ejercería más
control sobre el ISI (servicios secretos pakistaníes) que apoyaba a los
grupos fundamentalistas. Parte del ISI obedeció: el general Rehman Malik
desmanteló la red de Ramszi Yusef. Egipto es, en realidad, un extraordinario
vivero islámico. La primera de estas organizaciones es el Djiad Islámico
egipcio encabezado por el doctor Ayman Al-Zawahiri, compañero de Bin
Laden, apodado El Ingeniero o El Emir General.
Ahora se
conoce mejor el organigrama de ese movimiento liderado por un consejo consultivo
de nueve imanes, instalado en Afganistán y un consejo operacional integrado
por responsables implantados en Albania, Kenya, Tanzania, Estados Unidos, Gran
Bretaña y Pakistán. (...)
Entre los
guías religiosos importantes se encuentra también uno en Líbano:
el chiita Muhamad Hussein Fadlallah, jefe del Hesbolah. Esa organización
es, sin duda, una de las más estructuradas de la "nebulosa"
extremista islámica. Es excepcional y totalmente distinta a todas las
que existen en el mundo musulmán. (...) A partir de 1985, Hezbolá
multiplicó los secuestros de periodistas, diplomáticos y religiosos
para atraer la atención de los medios de comunicación masiva.
Se considera que reparte subsidios a unas 15 mil personas, que cuenta con un
núcleo duro de 7 mil individuos, entre los cuales 5 mil son asalariados.
Financieramente,
el Hezbolá no necesita a nadie: sus ingresos provienen del tráfico
de drogas cultivadas en el valle de la Bekaa y del impuesto que cobra a los
comerciantes, dueños de restaurantes o empresarios que se encuentran
en su zona de influencia.
Al-Zawahiri,
colaborador de Bin Laden, firmó en agosto de 1992 un acuerdo
de cooperación con los chiitas iraníes y sus "correas de
transmisión", entre las que destaca el Hesbolah. (...) Luego hubo
fricciones porque los iraníes querían controlarlo todo. Bin Laden,
sin embargo, mantuvo excelentes relaciones con el grupo libanés de Imad
Mughnyeh, responsable del secuestro de varios franceses en Líbano en
1986(...)
Los islamitas
del norte de África también tienen a su guía: Rachid Ghanuchi.
La influencia de ese intelectual siempre rebasó las fronteras de Túnez,
su país, y es uno de los promotores del panislamismo magrebi. (...)
Otro personaje
de peso de la ideología islámica: Gulbudin Hekmatyar, jefe del
Hezb-I-Islami. Después de la salida de las tropas soviéticas de
Afganistán, se convirtió en un jefe político-religioso
de primer plano. (...) Su organización fue y sigue siendo uno de los
pivotes de la red de entrenamiento de mudjahidines argelinos o musulmanes que
viven en Europa. (...)
Comparado
con las distintas figuras emblemáticas de la causa islamita contemporánea,
Bin Laden no es en absoluto un guía espiritual, no tiene competencia
religiosa para serlo ni reivindica ese título. Pero, lo quiera o no,
su imagen de mártir de los estadunidenses y su fuga permanente lo convirtieron
en uno de los jefes islámicos que más moviliza el ardor de los
musulmanes en el mundo entero. (...)
La Fraternidad
Bin Laden dispone también en Europa de contactos con numerosas redes
islámicas y, según parece, nada de lo que ocurre en todos los
medios del islamismo fundamentalista, en los movimientos palestinos, en los
antiguos grupúsculos terroristas que antes estaban ligados con la OLP
o los servicios secretos de varios países del mundo árabe, nada
pues, está totalmente desconectado de Osama Bin Laden y su Fraternidad.
Por muy informales que sean estos contactos no dejan de ser reales y los riesgos
que implican no dejan de ser considerables.
(Traducción: Anne Marie Mergier y María Scherer
Ibarra)