La cocina mexicana ha venido evolucionando en los últimos años y, para desgracia de todos, no precisamente hacia donde la realidad del país lo requiere. Efectivamente, las nuevas tendencias pretenden "occidentalizar" nuestra tradicional comida y volverla tan insípida que se dedica más esfuerzo a su presentación que a su sabor.
Si bien es cierto que de la vista nace el amor, es el olfato y el gusto -más que la vista- lo que sacia nuestro apetito. Pero como el europeo occidental promedio nunca ha contado con demasiadas especias para preparar sus alimentos, sus gustos son, por decirlo suavemente, más o menos crudos (salvo notables excepciones). Por el contrario, la comida mexicana hace gala de toda una extensa variedad de ingredientes entre los que abundan diferentes especies de chiles y le dan a nuestra cocina ese característico sabor picante por la que es famosa.
La comida mexicana es muy variada: hay platillos por regiones o por temporadas, cualquiera de ellos tan sofisticados que han encontrado espacio en los menús de restaurantes internacionales de cinco estrellas y hasta hay algunas versiones de "comida rápida" para acomodar los bolsillos menos repletos. Desafortunadamente, éstas no son las verdaderas recetas, sino interpretaciones extranjeras que pocas veces tienen algo que ver con lo original.
Tacos de cáscara de papa
Chiles cuaresmeños
Peras caramelizadas al horno
Salsa de caramelo
Tortitas de papa
Bisteces a la mexicana
Ensalada de Zanahoria
Gomitas de gelatina
Sopes de maíz azul
Huitlacohe