INTRODUCIÓN
* Alberto Patricio Ramírez Galván
Las experiencias vividas durante mas de cuarenta años ejerciendo ésta misión de médico han sido amplias y variadas: de estudiante provinciano a los estudios de postgrado en los hospitales del Centro Médico Nacional �La Raza� IMSS, en el Distrito Federal, de la atención del paciente en las áreas de Cuidado Propio de los Hospitales de Convalecencia, a los de las Unidades de Cuidados Intensivos, de médico interno de pre grado a director de Unidad Médica. Del ejercicio de la medicina Institucional a la práctica de la medicina privada: de médico alumno a médico maestro, de médico tratante a médico paciente. Como consecuencia de éste devenir, es necesario comunicar hablar a las nuevas generaciones de estudiantes de la medicina sobre el ser y el deber ser, sobre el cumplimiento del deber, sobre valores como la honestidad, la bondad, el amor, el perdón y la renovación cotidiana del conocimiento científico técnico. De ésta manera, a partir de reflexiones profundas surgidas en los claustros de las Unidades de Cuidados intensivos, surgieron las ideas básicas para abordar el presente tema.
El objetivo de ésta serie de artículos estí enfocado hacia el estudiante de la medicina en formación, pero también esté dedicado a los médicos generales y a los especialistas con el anhelo de estimular sus conciencias con la ilusión de que sirvan a manera de un camino de luz que nos ayude a ser buenos médicos y a realizarnos en la profesión mas difícil de todas: la de ser hombres buenos.
Al escribir estos ensayos, lo hago como un universitario comprometido, que tiene el privilegio de ejercer y enseñar la medicina las hermosa de las profesiones universitarias, la de contenido social mas trascendente, esencialmente distinta a las demás por su profundo sentido humanístico, pero que exige mayores responsabilidades, y sobre todo entender que como médicos estamos aquí para el bien del hombre y que nuestro actuar cotidiano debe ser POR el hombre, PARA el hombre, y jamás SIN el hombre, ni menos CONTRA el hombre.
Hablar de humanismo y medicina es referirnos a la atención de la salud en función de los intereses, de los valores, de los derechos de la persona humana ubicada en su entorno social y por supuesto señalar la base ética de nuestra misión de médicos. Es decir, que debemos encontrarnos siempre alertas y con el espíritu abierto para los cambios biotecnológicos, pero también hay que estar preparados para revestir nuestras acciones cotidianas, de ése toque de humanismo que implica: honestidad con nosotros mismos y con nuestra profesión.
Humanismo aplicado a la medicina es por tanto, la armonía entre el SER y el DEBER SER de cada uno de nosotros, personas humanas al fin, falibles y sujetos al juicio del grupo social al cual nos debemos. Quedan incluidos los aspectos de la Bioética que al conjugarse con el Humanismo seguramente nos ayudaran a proporcionar primero una atención médica excelente, proteger los derechos humanos del paciente y dignificar la figura del médico, sobre todo la del médico general que es el Paradigma de nuestra profesión.
* Médico Maestro. Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad Autónoma �Benito Juárez� de Oaxaca.