Orgullo y
Diferencias
Antes
de que comiencen a leer, les recomiendo que cuando los lyrics
aparezcan, escuchen la canción.
You
& Me de Lifehouse
*****---------*****
Capitulo
8: Lamentables incidentes
Entrecerró
los ojos para ver si de esa manera podía distinguir mejor lo que se
encontraba ahí. Eriol la invito a acercarse más y ella solo asintió. La
“habitación” que se lograba apreciar estaba completamente oscura,
solo dos figuras desentonaban entre aquella negrura. Su vista le permitió
identificar a dos mujeres, una un poco más alta que la otra. Sakura apoyó
una mano en el librero e intentó acercar más su cabeza a la puertilla.
Escuchó unas voces que susurraban a unos cuantos metros de ahí, si ponía
atención tal vez podría averiguar de que hablaban. Agudizó sus oídos.
-…hemos perdido muchos hombres.
Estoy segura de que ya saben lo que tramamos. Todo esto es culpa de
Syaoran, si tan solo no lo hubiéramos…-
-Es hora de irnos Hiragisawa-interrumpió una voz desde la puerta.
Eriol cerró con rapidez la puertilla para que no se escucharan más
ruidos, de ser así todo estaría arruinado.
-Lo lamento si es que interrumpí algo, pero es que…-
-No te preocupes Syaoran, esta todo bien-dijo Eriol.
Sakura giro sobre sus talones para ver al joven Li de frente. Su rostro
estaba serio e inexpresivo, incluso se podría decir que triste. ¿Qué le
habría sucedido? Se pregunto a si misma.
-Eh…tú Kinomoto, la señorita Daidouji te está buscando-dijo con
indiferencia. Su expresión no cambió y solo se limitó a mirar el suelo.
-Gracias. Con su permiso-se disculpó con Eriol y se encamino a la puerta
levantando con ambas manos su vestido para que no rozara el suelo.
Tan solo sus ojos fueron testigos de las miradas que se cruzaron entre
ellos. Sentimientos desconocidos que habían comenzado a florecer se hacían
más fuertes cada vez que se veían. Una conexión inexplicable era lo que
los unía, pero el orgullo los distanciaba al mismo tiempo. Sin ser
ninguno capaz de aceptar cualquier sentimiento se veían invadidos por la
duda y el desconcierto, el miedo a lo desconocido. El aventurarse en
tierras aun inexploradas les intrigaba pero al mismo tiempo les asustaba.
Las diferencias, el orgullo y el amor eran demasiado complicados para
entender, incluso para ambos.
*****-----------*****
La preocupación la invadía y por primera vez en su vida no sabía como
actuar. Sus manos temblaban con nerviosismo y la cabeza le comenzaba a
doler. Solo cuando Sakura la llamó por tercera vez fue capaz de salir de
sus pensamientos.
-Tomoyo-insistió la recién llegada.
-¡Oh Sakura!-dio un respingo al notar su presencia- te pido que me
disculpes, estaba un poco distraída.
-No te preocupes-le dijo tomándola de las manos-pero, podrías explicarme
¿Qué es todo esto?
Tomoyo soltó las manos de Sakura y le dio la espalda, después soltó un
suspiro y cerró los ojos.
-El país se encuentra en grave peligro Sakura.
-Pero, ¿de que estas hablando? La guerra ha terminado, ya no hay nada que
temer.
-Sakura, el que finalice una guerra no garantiza que no haya más
problemas. Me temo que ahora nos encontramos en una situación más difícil
que la misma guerra-añadió con voz apagada. Después se giró para ver a
su prima y trató de reunir fuerzas para poder explicarle todo lo que
sucedía.
-Tomoyo ¿Qué es lo que sucede? No entiendo por que me trajeron aquí,
como tampoco sé que es lo que tú haces aquí. Necesito que me expliques
que es lo que esta pasando-imploró Sakura con casi desesperación.
-Me cuesta trabajo decirlo, más de lo que tú puedas pensar. Lo que
sucede es que…-dudó por un momento, no sabia si debía continuar-
nuestra reina esta conspirando contra el mismo país-soltó de una buena
vez.
Sakura abrió los ojos de golpe y se sentó en uno de los sillones más próximos.
Jamás se hubiera imaginado recibir tal noticia de parte de su prima.
-Pe…pero, ¡¿Qué dices?! De que hablas, no entiendo
-Comprendo tu asombro, pero así es. Yo misma me negué a creerlo, pero
Eriol me ha hecho ver la verdad. Estamos en una situación muy difícil y
lo que antes ocurrió…la guerra de la sucesión Castellana, ¿la
recuerdas? Todo ese embrollo que hubo por la herencia de la corona, tiene
muchos mas secretos de lo que te pudieras imaginar.
-¿La sucesión Castellana?-repitió la castaña tratando de recordar los
hechos-si, lo recuerdo, por ese mismo conflicto fue que estalló la
guerra. Pero dime, de que secretos hablas. Todo eso ya había terminado,
la reina Isabel es la legítima heredera y Kaho ya no puede hacer nada. Así
fueron las cosas.
-Ay Sakura, ¡Tantas cosas que sucedieron sin nosotros darnos cuenta! Lo
que pasa es que Kaho Mitsuki, la prima oriental de nuestra reina, tiene
mucho más derecho de ejercer el trono que la misma Isabel. Y ahora, ella
se ha dado cuenta y tiene miedo de perder el reino, su titulo, todo lo que
tiene, y quiere inculpar a la señorita Kaho y junto con ella a toda España.
-¿Inculparla, de que manera?-casi gritó de exasperación.
-¡No lo se!-chilló Tomoyo-es lo único que me ha dicho el joven Eriol.
No entiendo por que me contactó, tampoco sé porque te han traído aquí.
Sakura, debes creerme, es lo único que me han dicho.
-¡Oh, por Dios!-rompió en llanto cubriéndose el rostro con las manos.
*****------------*****
-Y bien, ¿Qué noticias me traes?
-No mucho señor. El rey solo quiere saber cuando podrán atacar.
-¿Y que mas?
-No hay nada más señor-respondió el cómplice.
-¿Fuiste a Francia y solo me puedes decir esto? Vamos Yue, ¿Qué hay de
lo que te encargue?
El hombre que hablaba con el príncipe Rodrigo se mantuvo en silencio. Su
mirada fría e inexpresiva le dio a entender que no hablaría más.
Rodrigo ya estaba acostumbrado al carácter de Yue, pero debía aceptar
que había ocasiones en las que le desesperaba. Precisamente esa información
era muy valiosa para el. Quería saber cuanto territorio le cedería
Francia si los dejaba entrar al país, pero el rey Luis XI no era muy fácil de persuadir.
-¿Aun no sabe nada de la señorita Mitsuki?-preguntó el que se hacia
llamar Yue.
-Lo último que supe fue que ahora se encuentra en Portugal, al parecer
tratara de suplir el lugar de su difunto esposo.
-Pero, me pareció escuchar hace unos días que aun se encontraba en Japón, ¿no es así?-continuó Yue causando que
la cara del príncipe se mostrara verdaderamente asombrada. ¿Desde hacia
cuanto Yue hablaba tanto?
-Er…creo que si. Pero, eso fue hace tiempo. Claro que lo mejor para ella
es que aun no se sepa nada de su paradero. Muchos la dan por muerta y
otros, simplemente la toman como una desconocida.
El cómplice se dio por satisfecho y no volvió a preguntar. Mientras
tanto Rodrigo se quedo inmerso en sus propios pensamientos. Y de un
momento a otro los ojos de Sakura le vinieron a la mente. Sonrió para si
mismo con malicia y después salió del salón. Yue se quedo ahí por un
momento más y después tomo el papel y la pluma con la que su señor había
estado escribiendo una carta y comenzó:
Sólo me queda informarle que he cumplido con lo que el príncipe me ha
pedido. Por ahora, solo se que una tal Kinomoto es la que ayuda a la
reina. Tratare de comunicarme con usted pronto.
Yue
*****----------*****
Ya habiendo entrado de nuevo en la mansión de Eriol por la puerta secreta
del sótano, se dispuso a buscarla. En realidad no había necesidad de
hablar con ella, pero la tentación de tenerla relativamente cerca era
imposible de vencer. Caminó por los corredores de la gran casa, pasando
por la sala, el comedor, una amplia recepción, un salón y por último la
cocina. En cualquier lugar pensó en encontrarla, pero no ahí.
Sakura estaba decorando un enorme pastel con cara de verdadera preocupación.
Terminó de cubrirlo con merengue y lo colocó sobre una pequeña mesa en
el centro. Cuando alzó la vista se encontró con sus ojos y pronto el
silencio se convirtió en algo incómodo.
What
day is it and in what month
This clock never seemed so alive
I can't keep up and I can't back down
I've been losing so much time
Él
no sabia como actuar, realmente no tenia idea de que estaba haciendo ahí.
Pero claro, como un imbécil enamorado había ido a buscarla y ahora ahí
estaban las consecuencias.
-¿Necesita algo joven Li?-le preguntó con un tono bastante educado y
formal.
Eso no le agradaba, cuando le hablaba por su apellido sabia que había
algo de por medio. Tal vez algún enojo por su parte o simplemente estaba
molesta por su presencia.
-No…no precisamente. Había estado caminando y bueno, como aun no me
familiarizo muy bien con este lugar, caí aquí por coincidencia.
-¿Coincidencia?-repitió en su mismo tono y después dejo la espátula
con la que había untado el merengue-Tal vez así sea. Pero bueno, no
importa ya. ¿Gusta un pedazo de pastel? También puedo prepararle una
taza de té, Tomoyo me ha dicho donde esta cada cosa y yo…
-¿Podrías dejar ese maldito tono de protocolo?-murmuró molesto.
Cause
it's you and me and all other people with nothing to do
Nothing to lose
And it's you and me and all other people
And I don't know why, I can't keep my eyes off of you
Sakura
tragó con dificultad, su voz la ponía nerviosa. Intentó ignorar su
comentario. Caminó altiva y creyó poder simplemente pasarlo de lado pero
no contaba con que nuevamente volviera a tomarla del antebrazo impidiéndole
avanzar mas. Cansada de que la situación se repitiera una vez más, se
dispuso a enfrentarlo.
-¿Qué es lo quiere de mi?-le espetó en plena cara.
Syaoran no supo porque la había detenido, había sido un simple
movimiento inconsciente, automático, involuntario. La miro por un
momento, perdiéndose por escasos segundos en la laguna de sus ojos, ¿Qué
tenia esa mujer para que día y noche pensara en ella?
All
of the things that I want to say just aren't coming out right
I'm tripping on words
You've got my head spinning
I don't know where to go from here
-Vete
al diablo, Sakura-dijo con cansancio, la soltó un tanto furioso y golpeó
con los puños la mesa.
-¡¿Pero
que te sucede?!
-¡Eres
tu! Tu tienes la culpa de todo-comenzó a apuntarle con el dedo índice-si
no fuera porque nos encontramos aquella noche, yo no estaría aquí.
-¿Mi
culpa? Si mal no recuerdo, tú fuiste el que me cubrió los labios y me
puso contra la pared.
-Eso
fue…-intentó argumentar pero la verdad era, que no tenia ganas de
seguir con la discusión-tan solo actué por impulso. Y ahora también lo
estoy haciendo así que, señorita, le pido que me disculpe.
Sakura
se quedo muda, no supo que contestar. Se le hacia extraño que el no
siguiera con la pelea y no podía negar que le divertían esas
discusiones.
Cause
it's you and me and all other people with nothing to do
Nothing to prove
And it's you and me and all other people
And I don't know why, I can't keep my eyes off of you
-Por
cierto, me has hecho recordar algo. Una respuesta inconclusa de tu parte
aquella noche ¿La recuerdas?-volvió a su tono de superioridad.
**Flash
Back**
-Pero
desde luego que soy una dama y como tal quiero ser tratada-replicó con
valentía Sakura.
-Como
ordene señorita…-respondió Syaoran extendiendo su mano izquierda a la
joven, la cual correspondía a su saludo alargando una de sus manos para
que fuese besada, acto seguido tomo con su mano libre su vestido y lo alzo
levemente hasta sus tobillos.
-Syaoran
Li-se presento cortésmente.
-Es
un gusto conocerle joven Li, yo soy Sakura Kinomoto.
-Así
que, señorita Kinomoto, ¿no le gustaría dar un paseo a la luz de la
luna?-preguntó el joven, doblando su brazo derecho y extendiéndolo a la
altura del codo de la joven.
-¿Acaso
usted esta intentando seducirme joven Li?-añadió Sakura sonriendo para
después tomar del brazo a su acompañante.
-Y
si así fuera, ¿me aceptaría?
-Tendrá
que descubrirlo usted mismo- respondió alegremente Sakura.
**Fin
de Flash Back**
La
castaña enrojeció hasta la punta de sus orejas. Con tan solo recordarlo
pensó que había sido muy vergonzoso. ¿Cómo había podido comportarse
de aquella manera? No era propio de ella.
-Veo
que la recuerdas, tu rostro te ha delatado.
-Oh
por Dios-murmuró apenada y se giro para que tan solo pudiera ver su
cabello.
Syaoran
soltó una carcajada bastante mal disimulada.
-No
tienes de que avergonzarte, no hiciste nada malo-agregó tratando de
ocultar su risa.
There's
something about you now
I can't quite figure out
Everything she does is beautiful
Everything she does is right
Sakura
trato de calmarse, no quería comenzar una discusión de nuevo.
Ya sabiéndose mas tranquila, puso sus ideas en orden y encontró
la respuesta perfecta para él.
-Creo
que ya has descubierto que intentes lo que intentes, no dejaré que me
seduzcas.
-Pues
yo pienso señorita, que está muy equivocada ya que por lo que usted me
muestra puedo decir que esta completamente enamorada de mi-se orgulleció
en decir.
-¿Enamorada?-bufó-en
mi vida pensaría si quiera en fijarme en alguien como usted. Maleducado,
engreído, grosero, orgulloso, arrogante y demás.
-Vaya,
ninguna mujer había logrado enlistar todas mis cualidades en una sola
frase. Creo que, nuevamente, la he subestimado. Es más inteligente de lo
que pensé.
-Que…pero,
¡Como se atreve!-se volvió para darle la cara.
Cause
it's you and me and all other people with nothing to do
Nothing to lose
And it's you and me and all other people
And I don't know why, I can't keep my eyes off of you
and me and all other people with nothing to do
Nothing to prove
-He de
decir que las mujeres de hoy, no son como antes. Y vaya variedad que hay
en las Kinomoto.
-¿De
que hablas?-reaccionó al instante de que esta vez no se trataba de una
broma.
-Oh
vamos Sakura, acaso me dirás que ¿no estas enterada de que la señorita
Marylise conspira junto con la reina?
¡PLAF!
-¡No
vuelvas a decir semejante cosa de mi hermana!
-Puedes
ir ahora mismo al palacio y comprobarlo por ti misma-dijo comenzando a
cansarse del comportamiento de la chica.
-Eres…eres
¡Insoportable!-gritó Sakura exasperada y después salió del lugar.
Syaoran
se tocó la mejilla y se pregunto ¿Cómo se había podido enamorar de una
mujer con tanta fuerza?
And
it's you and me and all other people
And I don't know why, I can't keep my eyes off of you
Bajo la
cabeza con resignación y negó silenciosamente. Era muy obstinada y jamás
le iba a creer hasta que ella misma lo viera. Pero, tenia que aceptar que
era muy interesante. Los pasos de Sakura se retumbaron a lo lejos y después
solo escuchó el fuerte golpe que había echo al cerrar la puerta. Se
quedo ahí, callado. Después su mente resumió los últimos hechos y abrió
los ojos con sorpresa para luego sonreír de lado.
-Niña
tonta, se ha ido por la puerta principal-finalizó.
What
day is it?
And in what month?
This clock never seemed so alive
Canción:
You and Me
De:
Lifehouse
*****-----------*****
-¡No
permitiré que me quite el trono, entiendes! ¡Nunca!-gritó la reina con
rabia.
-Por
Dios, alteza tranquilícese. Todo se esta poniendo muy complicado, tal vez
lo mejor seria dejar todo esto-insistió Marylise.
-¡De
ninguna manera! Jamás, ¿Me escuchas? Jamás me dejare vencer por esa sin
vergüenza, esa estúpida oriental que solo vino a quitarme lo que es mío.
Marylise
cerró los ojos con exasperación, ya no aguantaba todo eso. Quería
salir, reunirse con su familia, olvidarse por un momento de todas esas
conspiraciones sin sentido. Tal solo estaba involucrando a gente inocente
en simples problemas familiares de la realeza, pero ¿Qué podían hacer?
Después de todo, esto era una monarquía, no podían imponerse a las órdenes
de su reina. No había nada que ella pudiera hacer para detenerla.
Después
de un momento de reflexión, Marylise salió de sus pensamientos y escuchó
claramente como alguien entraba a las mazmorras. Distinguió entre la
oscuridad que perduraba a una muchacha joven que caminaba altiva con aires
de grandeza. Su cabello negro se movía conforme sus piernas avanzaban y
pudo ver como sus rojizos ojos se detenían a observarla. Pasó de su lado
sin saludarla y fue directamente con la reina. Hizo una exagerada
reverencia y después habló.
-Es
un gusto poder presentarme ante usted. Mi nombre es Mei Ling-pronunció
con educación y voz alegre mostrando en su fino rostro una sonrisa de
satisfacción propia.
*****----------*****
Hacia unas horas un hombre había cruzado sin problemas la frontera hacia
Castilla. Era el gobernador, escoltado por varios de sus hombres.
Cabalgaba rápidamente sin detenerse por nada, la noche anterior había
recibido una carta de Eriol diciéndole que necesitaban hablar. Por esa
razón ahora se encontraba con dirección a su mansión. Se detuvo ante la
calle indicada por la carta y bajo del caballo, y después llamó a uno de
sus hombres.
-Necesito
que hagas algo muy importante Tsukishiro, sin fallas.
-Claro
que si gobernador, lo que usted me ordene-respondió Yukito con una
sonrisa en el rostro.
-Bien,
quiero que vayas al palacio de Castilla y vigilen muy bien todas sus
entradas. Una tal Kinomoto esta envuelta en todo esto, así que arréstenla
y llévenla a Valladolid.
-Si-asintió
en voz baja.
-Pero
Tsukishiro, no quiero que sean vistos-finalizó el gobernador.
El
gobernador y unos tres hombres se internaron en el callejón que los
llevaría a la mansión, pero Yukito Tsukishiro y otro llamado Takashi
Yamasaki no les siguieron.
-Eh…Tsukishiro,
¿A dónde iremos?-pregunto Yamasaki con una sonrisa boba en su cara.
-Tenemos
un encargo del gobernador-se limito a decir y comenzó a caminar.
-Pero
¡que!...de que hablas Tsukishiro?
-Debemos
ir al palacio y esperar a una tal Kinomoto para después aprenderla.
-¿Una
Kinomoto? Eso me recuerda a que hace mucho tiempo una antigua guerrera
originaria de Japón llamado Kinomoto comenzó una búsqueda de cartas mágicas
y conoció a sus guardianes que…-
Yamasaki
no continuó ya que la cara de Yukito le daba a entender perfectamente que
él no caería en una de sus tantas bromas.
-Pero
podrías decirme ¿Cómo reconoceremos a la Kinomoto esa?
Aquella
pregunta hizo que Yukito parara en seco. Por primera vez en su vida,
Yamasaki hacia un comentario acertado.
A
lo lejos, Marguerite Caraday barría con pesadez la orilla de la calle.
Cuando levantó sus ojos y vio a dos hombres bastante apuestos acercándose
hacia ella. Uno de ellos, el de cabello grisáceo, era más alto que el
otro y le llamó la atención su rostro tranquilo y relajado. Cuando
Yamasaki ya casi pisaba la punta de sus pies salió de su sueño y volvió
a la tierra.
-Señorita, estamos buscando a una joven y nos preguntábamos si es que acaso
usted la conocía-dijo en un tono amable.
-Er…pe...pero
¿De quien se trata?-pregunto con un hilo de voz la mujer.
-Es
una señorita, de apellido… ¿Cómo Tsukishiro?
-Kinomoto-respondió-¿Usted
la conoce?
-¡Claro!-se
apresuró a contestar Marguerite.
-Entonces,
¿seria tan amable de acompañarnos?
La
mujer solo asintió, después entro a la tienda por su abrigo y salió
apresurada. Pocos minutos después se encontraban a pocos metros del
palacio de Castilla. La zona estaba repleta de guardias, por lo que no
pudieron acercarse mucho. Pero no tuvieron que esperar más de lo debido
para que de pronto saliera una hermosa joven atravesando las grandes
puertas del palacio.
-¡Es
ella! ¡La Kinomoto!-casi gritó la dueña de la florería, pero Yamasaki
fue mas rápido y se apresuró a cubrirle los labios.
*****----------*****
Caminó lo más rápido que pudo hacia la sala indicada por el guardia. EL corazón
le latía con fuerza y trastrabilló varias veces por andar tan distraída.
Todo el día había sido un completo desorden, incluida la charla con
Syaoran. Con tan solo recordarlo le volvía el enojo. Recordó por un
momento el suceso de la entrada. ¿Por qué le habrían echo tantas
preguntas para que la dejaran entrar? Tal vez, Syaoran tenía razón y
estaban ocultándose ya que como Tomoyo le había dicho…estaban
conspirando. Se negó rotundamente a creer que “ella” estaba
involucrada y con el alma en un hilo tocó tres veces
la puerta hasta escuchar la contestación.
-Entren-se escuchó detrás.
La
sangre se le congeló, sabia perfectamente de quien era aquella voz. No
pudo más que alejarse de la puerta y caminar de espaldas a ningún lugar.
-Entren-volvió
a repetir la voz proveniente del salón. Después, se escucharon unos
leves murmullos y tan pronto como se silenciaron unos pasos comenzaron a
andar. Y para sorpresa de Sakura, fue precisamente Marylise quien abrió
la puerta.
-¡Oh
Sakura!-exclamó la traidora y después se lanzó a los brazos de su
hermana.
La
castaña rompió en llanto al saber que se había equivocado, todas y cada
una de las acusaciones que había escuchado acerca de su hermana eran
ciertas, ella estaba en todo aquello. Syaoran había ganado y ella había
estado completamente equivocada. Se soltó como pudo de los brazos de
Marylise e ignoró sus preguntas, después se echó a correr olvidado por
completo que el vestido que traía le llegaba mas debajo de los pies.
Los
guardias le miraban con intriga, no se les hacia muy común el ver a la
alegre señorita Sakura con tan mala cara. Se le abrió la entrada
principal para que saliera del palacio y justo cuando las puertas se
cerraban tras ella, dos hombres desconocidos la tomaron por los brazos y
le cubrieron boca y manos dejándola completamente indefensa.
Lo
último que pudo recordar Sakura antes de caer en la inconsciencia fue que
la habían echo caer al duro suelo y después una puerta había sido
cerrada
*****----------*****
Aun mantenía su puño cerrado entorno al papel. Lo estrujaba con fuerza, ira
y rencor. Todo lo que le producía un solo ser: el príncipe Rodrigo. Se
encaminaba a una calle en particular, caminaba sin preocupación ya que
los soldados que vigilaban las calles habían sido retirados antes del
atardecer por orden de un soldado llamado Touya. Se detuvo ante el lugar
indicado por la carta y miro a los alrededores, no había nadie. Las
sombras proyectadas por causa de la noche daban un aspecto un tanto
tenebroso, nada que le asustase hay que decir. Las paredes lo acorralaban,
el lugar no era amplio y se preguntó el por qué lo habría citado ahí.
Siguió esperando durante varios minutos hasta que una silueta apareció
tras una esquina.
-Llegas
tarde. No tengo el tiempo del mundo, ¿sabes?
-Vamos
Li, tan solo fue poco tiempo-respondió altivo el príncipe.
-Y
bien-inquirió alzando una ceja-¿Qué es lo que quieres?
-Nada
realmente. Una simple charla de viejos amigos no nos haría nada mal.
-¿Y
crees que te voy a creer semejante estupidez?
-Tal
vez. No lo se-rio por lo debajo-es verdad Syaoran, hay algo que quiero
decirte.
-No
tengo tu tiempo Rodrigo, así que hazme un favor y apresúrate-dijo el
ambarino.
-Bien,
como tu digas-asintió acercándose mas a Syaoran-no pienso hablarte del
pasado, de eso no te preocupes, creo que ya habrá tiempo de sobra para
eso. El caso es que, vengo a proponerte algo.
-¿De
que se trata esta vez?-preguntó con desconfianza.
-Algo
muy interesante mi querido amigo. Quisiera hacer un especie de trato, si
así es, algo que nos beneficie a ambos-siseó con descaro-tú investigas
acerca de una de las Kinomoto y yo te doy información de Feimei.
Syaoran
se cruzo de brazos y miro fijamente al hombre que tenia en frente. Se
preguntó que tramaba esta vez Rodrigo, no tenia idea en qué estaba
metido o de que lado estaba, pero estaba seguro de que no sacaría nada
bueno de esto.
*****----------*****
La duquesa Nadeshiko no paraba de dar vueltas en la sala. La preocupación la
estaba consumiendo, no sabia nada de dos de sus hijas y eso era,
verdaderamente, un dolor enorme.
-Por
Dios, mamá, ya cálmate que me estas mareando-dijo Camille con su típico
tono burlesco.
-Te
pido Camille que guardes silencio, ahora no me encuentro bien para
escucharte. Estoy muy preocupada por tus hermanas, no se nada de ellas
desde ayer. ¿Qué les habrá pasado?-agregó con angustia la duquesa.
La
puerta principal se abrió y un Fujitaka bastante alterado entro por ella.
-¿Pudiste
averiguar algo?-preguntó su esposa saliendo a su encuentro.
-Nada-respondió
con voz serena.
-Pero
entonces, ¿Qué haremos? Oh Fujitaka…-rompió en llanto Nadeshiko y su
esposo solo atinó a abrazarla.
-Mamá,
tal vez tan solo salieron con Tomoyo a visitar a una amiga y tuvieron un
contratiempo-sugirió Marylise. Rogando que con eso sus padres pudieran
calmarse.
Para
desgracia de los Kinomoto, no podían pedir ayuda. En estos días todo
estaba muy tenso y siendo ellos una familia de nobles era demasiado
peligroso salir a la calle a buscarlas. Por eso, decidieron esperar y
suplicaron por que pronto tuvieran noticias sobre Sakura, Marylise y
Tomoyo.
*****----------*****
Las cortinas se movían alegremente por el aire fresco que las empujaba desde
afuera. La noche caía con plena oscuridad sobre el cuarto. La mesilla
color almendra estaba decorada por una pequeña tela que simulaba un
mantel y sobre él un florero vacio era llenado de agua por una mujer de
cabello largo y rojizo.
-¿Crees
que ella ya haya llegado?-preguntó una voz varonil entre la oscuridad.
-Por
supuesto, cuando se interesa en algo hace todo lo posible por conseguirlo.
Después de todo, Mei Ling es una niña muy persistente-respondió la
mujer que se hacia llamar: Kaho.
----------*****Fin
de Capitulo*****----------
<<Atrás
|