Orgullo y
Diferencias
Capitulo
9: Opuestos
Los
apresurados pasos de la dueña de la florería retumbaban en el silencio
sepulcral que inundaba las calles. Abrió con nerviosismo la puerta de su
tienda y una campanilla anunció su llegada. De inmediato una muchacha
joven, no menor de diecisiete años salió a su encuentro. Sus ojos
rojizos la miraban expectantes.
-¡Señorita Marguerite!-gritó la empleada.
-Rika, necesito que vayas a la casa de los Kinomoto. No me encuentro muy
bien, así que debes hacerlo tú. Diles que su hija Sakura, ha sido
llevada por unos guardias a un lugar y no pude averiguar donde.
La muchacha de cabello corto y rojizo limpió sus manos en el delantal que
llevaba puesto y después lo desabrocho de su cuello para colgarlo en un
perchero cerca de la puerta. Tomó un sombrero azul marino que combinaba
con su vestido y salió de la florería.
O………………………………….O
Después de enterarse de que los soldados habían desalojado las calles,
Tomoyo había salido de la mansión de Eriol con dirección a la
residencia Kinomoto. Primeramente para tranquilizarlos y decirles que se
encontraban bien y también para tratar de averiguar nuevas noticias
acerca del paradero de Marylise.
No le sorprendió el que tardaran tan poco tiempo en abrirle, pero lo que
si la exaltó fue ver a la duquesa Nadeshiko llorando desconsoladamente. A
su lado se encontraba su esposo Fujitaka y también sus hijas Camille y
Roseline. De inmediato notó la ausencia de Marylise y eso la alarmó aun
más.
-¿Qué es lo que ha sucedido?
-¡Oh Tomoyo, querida Tomoyo!-salió a su encuentro Roseline. ¿Donde esta
Sakura, no viene contigo?
-No, pero-fue interrumpida por la duquesa.
-¡Tomoyo! ¿Dónde esta mi hija? ¿No es cierto lo que nos dijo la chica
de la florería, verdad?-preguntó entre sollozos Nadeshiko.
-Pero, no se de que me hablan ¿Qué les han dicho?
Camille se acercó a su madre y la regresó al sofá, después fue al
encuentro con su prima.
-Hace unos minutos vino Rika y nos dijo que Sakura había sido llevada por
unos guardias después de salir del palacio.
-Marylise…-dijo la amatista en un susurro.
-No, ella tampoco ha regresado. Desde la noche del baile desapareció.
Tomoyo maquinó rápidamente cada detalle que había escuchado, ya sabía
lo que había venido a buscar.
-Debo irme-replicó con calma a Camille.
-Pero…no puedes irte. No nos puedes dejar así.
-Lo siento mucho Camille, pero debo ir a ayudar a tu hermana, a ambas en
realidad. Discúlpame con tus padres y asegúrales que estaremos
bien-terminó de hablar y por ultimo se despidió de la familia.
O………………………………….O
No podía parar de titiritar. El frío se impregnaba en cada parte de su
cuerpo. No tenía en cuenta cuanto tiempo había pasado. ¿Acaso eran
minutos, horas? No tenia idea. En cuanto había tocado el duro suelo de la
celda, las lagrimas se le habían escapado, después de todo siempre tendía
a llorar cuando se encontraba asustada.
En un principio había pensado que se habían confundido, pero después de
que un hombre de cabellos grisáceos le preguntara su nombre, él había
dicho que habían atrapado a la persona correcta.
-Pero ¡Que he hecho!-había gritado, pero los hombres ya se habían ido.
Poco tiempo después, sus lágrimas se habían secado y todo el lugar se
había sumido en un profundo silencio dándole puerta abierta a la entrada
de sus pensamientos. De pronto la invadió una sensación de nostalgia y
no pudo evitar sentirse mal por su hermana Marylise.
Se dice que en los momentos solitarios es cuando mas reflexionas acerca de
tu vida. Bien, era justo eso lo que le estaba sucediendo a Sakura.
Su familia siempre había sido muy unida. Su padre era enormemente cariñoso
y su madre tenía una ternura incomparable, aunque debía admitir que había
veces en las que se ponía un tanto seria para evitar que ella y sus
hermanas se mimaran de más. Después venía cada una de sus hermanas, a
las que amaba por igual, no importaba que tan diferentes fueran, adoraba
la forma de ser de cada una. En esos momentos los extrañaba tanto y deseó
por unos instantes estar en su casa disfrutando de la deliciosa comida en
compañía de su amada familia.
No podía explicar la decepción que había sentido al ver a Marylise en
el palacio de Castilla. Las palabras se le habían quedado en la garganta
y había reprimido con esfuerzo las lágrimas que gritaban por salir. No
entendía que había inclinado a Marylise a hacer cualquier cosa que
tramara con la reina. No quería entenderlo pero su razón y lógica le
decían que Syaoran estaba en lo correcto y ella había defendido en vano
a su hermana. En realidad, ella no era nadie para juzgar sus acciones por
lo que se limitó a olvidar lo sucedido en ese día.
Sin embargo, al parecer su mente no la dejaría tranquila después de
todo, ya que el rostro de Syaoran apareció dentro de su cabeza con una
sonrisa amarga pintada en sus labios, sus ojos color ámbar brillaban con
arrogancia. Cada una de sus duras facciones eran perfectas y su cabello le
daba ese toque de rebeldía que le hacia temblar las rodillas. En su vida
había conocido un hombre así, con tanta suspicacia y orgullo. Ella era
una fina dama, dulce y calmada, pero ese hombre en especial la hacia
perder los estribos.
-¿Qué es lo que me atrae de él?-se preguntó a si misma en voz baja.
-Eso es fácil. Es el simple hecho de ser yo-respondió una voz entre las
penumbras.
O………………………………….O
La tentación le había ganado, no había podido resistirse a probar el
pastel cubierto de merengue que Sakura había preparado. Se sentía como
un completo idiota devorándose aquel enorme pastel, realmente se había
vuelto muy vulnerable.
-Maldita debilidad…maldita cocina-murmuraba el joven Li entre cada
bocado-maldito pastel… ¡Maldita Sakura!
Las rebanadas de pastel se fueron reduciendo hasta no quedar ninguna, pero
eso no alivió la frustración de Syaoran. Las horas pasaban y Sakura no
regresaba, según él ya debería estar de vuelta.
-Todo es su culpa. No debería preocuparme por ella-seguía murmurando-Me
hubiera escuchado, es una terca. ¡No debió de haber salido por la puerta
principal, los guardias la pudieron atrapar!
Sus fuertes manos se apoyaron en su cabeza con frustración. Estaba
preocupado, lo admitía, pero luchaba con todas sus fuerzas contra ese
sentimiento patético, según creía el.
-Somos demasiado diferentes-razonó para si mismo-¡Pero maldita sea,
porque me enamore de ella!
O………………………………….O
-¡Debemos avanzar rápido! ¡Debes entenderlo Eriol!-gritó exasperado el
gobernador.
El de cabellos azules se sumió en un profundo silencio, llevaba dos horas
hablando con el gobernador de Valladolid y aun no podían abarcar toda la
información que tenían que intercambiar. El hombre era listo, debía
admitir, pero no analizaba las circunstancias.
-Aun no me haz dicho el porque de la retirada de los guardias-recordó el
gobernador.
-Según mis fuentes-se ajustó los lentes y continuó-las calles fueron
vaciadas ya que Isabel está preparando sus tropas para un posible ataque
de Francia y Portugal. Por lo que sé, ella ya sabe que Mitsuki esta
cerca.
-Entonces, nuestra querida reina esta temerosa. Eso es bueno, significa
que no cree que pueda vencer esta vez.
-Y así será, ahora que la verdad ha salido al descubierto-apoyó Eriol.
-¿Y que me dices de Rodrigo, ya sabes a donde huyó?
En ese punto, Eriol cambio de semblante y su rostro se endureció poniéndose
serio, su voz se escucho mas grave de lo normal.
-Me he estado comunicando por medio de cartas con mi espía más
confiable. Si lo que dice es cierto, Rodrigo primero huyo a Francia pero
ahora se encuentra de regreso. Lo que me hace suponer que no logró a su
destino.
-No lo dudo, viejo amigo. El mar esta cubierto de barcos que vienen a la
guerra.
-Así que después de todo tendremos una nueva guerra.
Ambos hombres bajaron la cabeza, les hacia sentir impotencia el no poder
evitar que la guerra estallara. Sus pensamientos se fueron a interrumpir
cuando sorpresivamente, Tomoyo entró por la puerta sin tocar.
-¡Eriol! Ha habido una enorme confusión-chilló la dulce voz de la prima
de Sakura.
Los presentes que se encontraban en la habitación se levantaron de un
salto al escuchar la voz de Tomoyo.
-¡Se han llevado a Sakura!
-¿Quiénes?-se apresuró a preguntar Eriol.
-¿¡A donde se la llevaron!?-gritó Syaoran abriendo la puerta de golpe.
Justamente iba en busca de ella, y al pasar por esa sala había escuchado
el grito de Tomoyo y no había podido evitar intervenir en la plática.
-Fui a casa de los Kinomoto y ahí una de las hermanas de Saku-
-¡Me importa un bledo que pasó, solo dime a donde se la llevaron!-siguió
gritando el ambarino.
-Syaoran cálmate. La señorita Tomoyo esta nerviosa, debes dejarla
continuar-dijo Eriol.
-Es que no sé a donde se la llevaron. Rika, la chica de la florería, fue
y les aviso de lo sucedido. Marylise tampoco ha aparecido por la casa.
-Creo saber el malentendido-intervino el gobernador-antes de entrar aquí
mande a dos de mis soldados a capturar una Kinomoto en el palacio de
Castilla. Supongo que la han de haber confundido.
-¿En el palacio de Castilla?-preguntó Syaoran-pero que podía estar
haciendo Sakura a…ha-de un momento a otro había recordado la ultima
discusión que había tenido con ella y todo encajó en su mente.
-Yo iré por ella-sentenció el hijo de Ieran-¿A dónde la llevaron?
-Necesito ir yo, no te dejaran sacarla si yo no doy mis órdenes. Estará
a salvo, tenlo por seguro. Pero hoy no puedo ir, tenemos muchas cosas que
hacer aquí.
-¿Dónde esta?-volvió a preguntar Syaoran con voz aun mas grave.
-Se la pudieron haber llevado a un pueblo que está más allá de
Valladolid, a unas dos horas.
No esperó más, en seguida salió por la puerta sin escuchar lo que Eriol
tenía que decirle.
O………………………………….O
No sabía por donde ir. Estaba cabalgando con pura intuición, apenas y
podía recordar lo dicho por el gobernador.
-La tengo que encontrar-se repetía interiormente el joven Li.
Las fronteras habían vuelto a abrirse, así que no tuvo problema para
pasar. Rodeó Valladolid y fue al norte, donde le habían indicado que
habría un pueblo. El atardecer lo había alcanzado, por lo que aceleró
mas el paso del caballo.
-Maldita sea, donde estas Sakura.
A lo lejos pudo ver un gran fuerte color gris, muy al estilo medieval. No
tenia pinta de castillo, y estaba rodeado de pequeñas chozas, era más
bien…una… ¿cárcel?
-¿La llevaron a una cárcel?-se preguntó Syaoran.
Bajó del caballo a unos cuantos metros antes de llegar al fuerte. Avanzó
cautelosamente hasta la entrada, la cual estaba custodiada por dos
guardias. No lo había pensado, pero ¿Cómo le haría para entrar?
-Vengo de parte del gobernador de Valladolid-aseguró muy confiado de sí
mismo.
-¿Quién es usted y que quiere aquí?-respondió uno de los guardias.
-Mi nombre es Syaoran Li y vengo a liberar una prisionera que fue
confundida. Hubo un malentendido y trajeron a la persona incorrecta.
-¿Esta hablando de la chica de ojos verdes?
-Así es. Su nombre es Sakura Kinomoto y la persona a la que debieron
capturar tiene como nombre: Marylise.
-Muy bien, he entendido. Pase y diríjase a la celda ciento ocho.
Syaoran cruzó la puerta sin más contratiempos y preguntó rápidamente
por la celda dicha por el guardia. Lo llevaron a un compartimento muy
alejado de las demás celdas y se encontró con la puerta ya abierta. Entró
por ella un tanto confundido.
Todo estaba muy oscuro y sólo pudo escuchar una voz diciendo:
-Eso es fácil. Es el simple hecho de ser yo.
-¿Rodrigo?-preguntó Syaoran con voz muy grave.
O………………………………….O
No podía evitar sentir miedo, a pesar de que era una mujer muy valiente,
lo que Eriol le había pedido era muy peligroso. Se encontraba caminando
por las calles, el atardecer le proporcionaba muy poco tiempo de luz
solar. Se dirigía al correo, tenia que mandar una carta a Kaho Mitsuki.
Cuando estaba a punto de llegar, se detuvo. Miró a su alrededor sintiéndose
observada, pero las calles estaban desiertas, como lo habían estado los
últimos días.
-¿Hay alguien ahí?
-¿Elizabeth Troney?-preguntó una voz femenina.
De pronto, una mujer de cabellos largos y oscuros apareció detrás de una
pared y se acercó a Elizabeth.
-Si, soy yo. ¿Quién es usted?-preguntó un poco nerviosa.
-Si vas a mandarle algo a Kaho, lo puedes hacer por medio de mí-respondió
altiva Meiling.
La hija de los Troney se quedó muda de asombro. ¿Quién era esa joven y
cómo sabia de sus intenciones?
-Tranquila, no te asustes. Mi nombre es Meiling, y estoy aquí por encargo
de Kaho. Pero vamos a un lugar mas seguro para charlar, ahí te contaré
todo.
O………………………………….O
Rodrigo se congeló al instante de oír la voz de Syaoran. Intentó
parecer calmado al hablar.
-¡Que grata sorpresa verte por aquí, mi querido amigo!-dijo con voz
cargada de sarcasmo.
-¿Syaoran? ¿Syaoran eres tu?-preguntó la inocente voz de Sakura-¡Sácame
de aquí por favor, te lo suplico!
-Tranquila, ya estoy aquí. Solo déjame terminar con este asunto.
-Puedes volver por donde llegaste. Llegué aquí primero, así que yo
puedo sacarla. ¿Acaso no recuerdas quien soy? Soy el príncipe de
Castilla.
-Poco importará eso, en muy poco tiempo. Vele avisando a Isabel que su
reinado terminó.
-Oh oh-siseó el príncipe-calmado viejo amigo. Yo sólo he venido a
ayudar.
-Te aseguro que no se te agradece tu ayuda ni tu tiempo. Mejor lárgate de
aquí-sentenció el ambarino.
-¿Eso quiere decir que no quieres saber nada mas de Feimei?
Aquello había dando en el punto. La parte más débil de Syaoran, incluso
hizo que lo recapacitara por unos momentos.
-La encontraré por mi mismo, te lo aseguro.
-Oh vamos, sólo necesito un poco de información de la chica
Kinomoto-trató de persuadir Rodrigo.
-Ni lo pienses, vete ya.
Los ojos verdes del hijo de Isabel resplandecieron con odio y después
paso de lado a Syaoran y sin decirle nada a Sakura, se marchó.
-¿Qué…de que hablaban? ¿Qué información?-preguntó bastante
nerviosa.
-No es nada, no hagas caso al lo que escuchaste. Ya oíste que no le
ayudaré en cualquier cosa que esté tramando ese canalla-aseguró
Syaoran.
-Pero, ¿Quién es Feimei, por que haz dicho que tu la encontraras?
-Feimei es una mujer que tuvo un destino muy cruel a lado del príncipe
Rodrigo, Sakura. No querrás saber que le sucedió, créeme.
-Oh, yo…lo siento-se disculpó y después se quedó callada.
No podía creer que la había ido a rescatar. Pensó que para esas alturas
se estaría riendo a sus espaldas, diciendo lo estúpida que fue al no
creer lo de Marylise. De pronto el color se le comenzó a subir a las
mejillas y no supo la razón de que su corazón se acelerara a ese ritmo.
-¿Entonces, quieres quedarte aquí toda la noche?
-¡Oh no! Te pido que me saques de aquí.
O………………………………….O
Eriol
estaba bastante preocupado por Syaoran. Según le había dicho el
gobernador, tendría muchos problemas para entrar y seria casi imposible
sacar a Sakura de ahí. Pero había una duda que lo asechaba, ¿Cómo se
había enterado el gobernador que una Kinomoto estaba envuelta en todo
aquello?
-Supongo que te preguntaras porque me fui directamente en contra de una
Kinomoto, ¿no es así?
-Vaya gobernador, su intuición me sorprende. Es justamente lo que me
preguntaba.
-Bien, muy sencillo. Tal y como tu tienes tus espías, yo también los
tengo. Gracias a que el mío es un leal sirviente del príncipe, me
mantiene informado de casi todos sus movimientos.
-Nuevamente le digo que me sorprende. Mis espías no llegan a ser tan
cercanos al príncipe, apenas simples guardias o soldados de la guardia
real.
-Debemos unir fuerzas, Eriol. Esta vez todo será mas duro.
Segundos después, se escucharon gritos en el recibidor y algunas personas
dando la alarma. ¡Los habían descubierto!
-Han entrado-dijo Eriol.
Sin decir más salió de la sala en donde se encontraban y corrió a las
habitaciones, encontrando a una Tomoyo muy asustada.
-Te pediré que confíes nuevamente en mí. Debemos salir de aquí, los
guardias de Isabel han logrado dar con nosotros.
Tomoyo no tuvo tiempo ni siquiera de respirar, Eriol la tomó de la muñeca
y juntos salieron por un pasadizo hasta el jardín trasero de la casa. El
gobernador venía detrás de ellos y lo único que pudo pensar fue dar
gracias que Sakura se encontrara lejos de ahí, y rogó por que se
volvieran a ver.
O………………………………….O
Unos disparos se comenzaron a escuchar y la movilización de soldados fue
muy notoria. Apenas habían salido del compartimento en que mantenían
cautiva a Sakura y habían escuchado los gritos de la gente pidiendo
ayuda.
-¡Es la guardia real!-exclamaban en las afueras del fuerte.
-Son los soldados de Isabel-razonó Syaoran.
-Están volviendo a atacar a su propio pueblo-concluyó la hijo de
Nadeshiko y Fujitaka.
-Es mejor que salgamos de aquí cuanto antes. Corre-dijo Syaoran a su
acompañante tomando su mano para avanzar juntos-Espera, necesito un arma.
Se detuvieron en un pasillo donde había soldados del fuerte tirados,
Syaoran tomó una de las armas y continuó avanzando.
Entre tantos pueblerinos y soldados era difícil que los atraparan, pero
no estaba de más estar alerta. Sakura se cubría con el brazo de Syaoran
y trataba de ahogar sus gritos cuando veía a una persona desfallecida.
Los soldados de Isabel habían tomado el fuerte, y había liberado a todos
los presos. Se estaba convirtiendo en una masacre, no les importaba dañar
a inocentes, entre la oscuridad no hacían distinción entre los de su
propio bando o los simples campesinos.
-Por favor, hay que salir de aquí-rogó Sakura.
-¿Qué crees que estoy intentando?
Syaoran mantenía en alto la espada, pero por suerte no les había tocado
ningún contrincante lo suficientemente fuerte como para ponerse a luchar.
Poco tiempo después lograron llegar hasta donde había dejado al caballo,
y ayudó a Sakura a subir a él. Después el se subió junto con ella y
salieron rápidamente de ahí, dejando que la muerte y las llamas se
consumieran todo.
Sakura no podía evitar mirar atrás. Todas las personas que estaban
dejando morirían y se sentía verdaderamente culpable.
-No hay nada que nosotros podamos hacer-se lamentó el hijo de Ieran.
-Lo sé y eso es lo que mas me hace sentir impotencia. Pronto estallará
la guerra, ¿verdad?
Syaoran respiró hondamente antes de responder-Así es, y de nuevo no hay
nada que nosotros podamos hacer. Mucha gente morirá, pero te aseguro que
no huiré como esta vez cuando llegue el momento.
Después de esa ultima frase, siguieron cabalgando en silencio hasta
llegar a Castilla. Bajaron del caballo en uno de los callejones cercanos a
la mansión de Eriol.
-Espera-advirtió el ambarino deteniéndose en la calle antes de llegar a
su refugio.
-¿Qué sucede?
-Hay demasiado silencio-dijo observando la mansión-Es mejor que no
entremos.
-¡Pero de que hablas! ¡Ahí esta mi prima Tomoyo, que tal si le sucedió
algo!
-Está con Eriol, él no dejara que nada le pase.
-¿Pero entonces, a donde iremos?-preguntó asustada la joven.
-Lamento decirte que no iremos a tu casa, por ahora no es un lugar seguro
ya que muchos saben que una traidora vive ahí. Iremos a la mía.
Sakura no dijo más después de escuchar la palabra “traidora” y se
lamentó por su hermana. Apartó de su mente todos los pensamientos
referentes a ella y se enfocó en las palabras dichas por Syaoran.
-¡No iremos a tu casa! ¡Estas completamente loco!-gritó la castaña.
Syaoran se apresuró a cubrirle los labios y agregó-¿Serias tan amable
de guardar silencio, señorita Kinomoto?-terminando lo dicho quitó su
mano y observó como la joven hacia un puchero muy gracioso.
Decidió ir avanzando, ya que la noche había llegado y no era muy seguro
andar por las calles a esas horas. Retomó la idea de ir a su casa, no podía
presentarse así como así y con una chica en la mano. ¿Qué les diría a
sus padres? Después de unos segundos decidió mandar al diablo a los
autores de sus días y comenzó a dirigir a Sakura por estrechos callejos
hasta llegar a su casa. La encontró igualmente silenciosa y con todas las
luces apagadas, así que decidió entrar por la puerta trasera.
-Es muy extraño que la puerta haya estado abierta-murmuró el único hijo
de los Li después de entrar.
Sakura se sentía completamente apenada. ¿Qué se supone que hacia ella,
sola y en casa del chico Li? ¿Por qué no había insistido en que la
llevara a su casa? ¿Por qué justamente él se había encargado de
rescatarla? Y lo más alarmante, ¿Por qué estaba tan nerviosa?
-Que estupidez-dijo Sakura soltando mas de la cuenta su lengua.
-Vaya, señorita, nuevamente me reafirma lo amplio de su vocabulario y su
gran educación-dijo Syaoran alzando las cejas-ya veo porque se me hace
tan interesante su compañía.
Get
a load of me, get a load of you
Walkin' down the street, and I hardly know you
It's just like we were meant to be
En
serio que estaba tratando de calmarse ¡Por Dios, que lo estaba
intentando! Pero el simple hecho de encontrarse en su casa de media noche,
era una situación que la ponía muy alterada. Por una vez más se
preguntaba ¿Por qué se ponía así en su presencia? Después de todo él
ya tenia una prometida, ¿no? La señorita Elizabeth Troney. Siempre los
había visto juntos, y además ella también estaba… ¿Cómo se le
llamaba a la relación que llevaba con el príncipe Rodrigo?
Holding
hands with you when we're out at night
Got a girlfriend, you say it isn't right
And I've got someone waiting too
-¿Podrías
simplemente intentar aparentar que nos llevamos bien?-sugirió Syaoran.
-No quiero seguir con esto-afirmó la hija de Nadeshiko.
What
if this is just the beginning
We're already wet, and we're gonna go swimming
Sakura
abrió la boca y aspiró fuertemente aire, sentía que se estaba quedando
sin el. Algo en su garganta se atoraba y no la dejaba respirar con
regularidad.
-Esto no funcionará.
-Sakura, ni si quiera hemos comenzado-comenzó Syaoran acercándose a la
joven.
Why
can't I breathe whenever I think about you
Why can't I speak whenever I talk about you
It's inevitable, it's a fact that we're gonna get down to it
So tell me
Why can't I breathe whenever I think about you
-¡Basta!-gritó
Sakura-Tú y yo no tenemos nada que ver.
-¿Por qué te niegas de esa manera a este sentimiento?
-¡No hay ningún sentimiento! Tú y yo somos demasiado diferentes,
cualquier cosa que intentemos se vendrá abajo.
-Vaya, siempre pensé que seria yo el que diría eso.
Isn't this the best part of breakin' up
Finding someone else you can't get enough of
Someone who wants to be with you too
Syaoran
seguía acercándose peligrosamente a ella. Quería gritar, correr, pedir
ayuda… ¿Pero porque no lo hacia?
-¡No te acerques mas!-advirtió la castaña.
Syaoran no tenía pensado detenerse ahora que por fin había decidido
avanzar. Clavó sus ojos en los de ella y no desistió en la batalla de
miradas
It's
an itch we know we are gonna scratch
Gonna take a while for this egg to hatch
But wouldn't it be beautiful
-Esto
no esta bien, lo sabes-siguió advirtiendo Sakura-es mejor que simplemente
nos olvidemos el uno del otro.
El ambarino se detuvo por un momento y agregó-¿El uno del otro? Eso
quiere decir que tú piensas en mí.
-Oh no, espera. No confundas las cosas.
Here
we go, we're at the beginning
We haven't fucked yet, but my heads spinning
-Oh
claro, esperaré-imitó la voz de la chica-pero esta bien, hare lo que tu
quieres. No seguiré con esto.
-Eh…yo...no-tartamudeó sin saber que decir.
Realmente no había querido decir eso. Él lo había mal interpretado, ¿O
había sido ella? Su cabeza no paraba de dar vueltas. Algo le decía que
debía decirle que no terminara con cualquier cosa que hubiera entre los
dos, pero por otra parte, sabía que nada de eso funcionaria.
Why
can't I breathe whenever I think about you
Why can't I speak whenever I talk about you
It's inevitable, it's a fact that we're gonna get down to it
So tell me
Why can't I breathe whenever I think about you
El
hijo de Ieran no esperó más y terminó con la distancia que separaba a
ambos. La tomó por la cintura y buscó a tientas sus labios. Sakura no
opuso resistencia, ya que la había tomado por sorpresa. Y pronto se
fundieron en un solo beso.
-¿Estas segura de no querer seguir con esto?-murmuró Syaoran cuando se
separaron por unos momentos.
-La verdad es que…ya no estoy segura de nada-finalizó Sakura para después
seguir con el beso.
High
enough for you to make me wonder
Where it's goin'
High enough for you to pull me under
Somethin's growin'
out of this that we can control
Baby I am dyin'
Las
manos de ella estaban apoyadas en su pecho, las piernas le temblaban y
sintió que no había mas suelo para sostenerse. Llevó sus manos hasta el
cuello de Syaoran y ahí las mantuvo.
Los labios de ella sabían a miel, un exquisito sabor que no paraba de
degustar. Había sentido como sus manos subían hasta su cuello y por ello
también él la había estrechado mas. No entendía esa sensación tan
placentera, el tenerla así entre sus brazos le producía una tranquilidad
inexplicable.
-Por que sé que esto ha comenzado-susurró Sakura.
-Y porque no sé que me sucedió-terminó Syaoran.
Why
can't I breathe whenever I think about you
Why can't I speak whenever I talk about you
It's inevitable, it's a fact that we're gonna get down to it
So tell me
Why can't I breathe whenever I think about you
Canción: Why Can´t I?
Artista: Liz Phair
*****----------Fin
de Capitulo----------*****
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