Sorairo fics   

               por Nikki                

 

 



¿Podría ser?

-¿Se encuentra bien?
La pequeña Nadeshiko se acercó a auxiliarlo lo más rápidamente que le fue posible al tiempo que trataba de no tropezarse.
-¿Se encuentra bien?-repitió inclinándose con la preocupación expresada en su suave voz. 
Sin embargo el aludido no respondió. Quizá se debiera al golpe recibido tras la caída de la bicicleta el que Tao permaneciera inmóvil tras incorporarse a medias.
-¿Superior?-murmuró inclinándose más.
Tao parpadeó repetidamente mirando la figura inclinada sobre él pero que no podía ver con claridad pues el sol al ponerse la oscurecía. Y si bien la voz tenía un tono similar pese a sonar claramente infantil, fueron los ojos los que lo sacaron de su ensueño. No, los ojos de 
esa persona eran de un azul que no tenía nada que ver con aquellos color miel que alcanzó a distinguir.
Pero aquel cabello largo y oscuro aunado a la dulzura de la voz fue lo que lo había confundido por un momento. Eso y que justamente se encontrara pensando en ella cuando sufrió el accidente. 
Con el afán de despejarse, sacudió la cabeza con brusquedad.
-¡Rayos! Por un momento creí que se trataba de la señora Kinomoto pero sólo es su hija-pensó molesto mientras se levantaba. Al hacerlo notó que la pequeña lo miraba con inquietud.
-Descuida, estoy bien.
-Pero tiene una herida en el brazo...
-No es nada. Llegando a casa me lavaré y... eh, ¿qué haces?
-Listo-dijo Nadeshiko terminando de atar su pañuelo sobre la herida con toda delicadeza-, así estará bien.
-Eh... gracias... yo...-balbuceó apenas. 
No era el inesperado gesto lo que lo había desconcertado, sino que la pequeña le había sonreído de una manera que le era muy familiar. Demasiado. Y sin poder evitarlo, se sonrojó al notar que definitivamente era la misma que la de su madre. ¡Esa niña tenía la misma dulce y bella sonrisa que Tomoyo! 
-¡Me sonrojé con una niña!-esta repentina idea asaltó a Tao, quien se volteó con rapidez para ocultar su rubor.
-Mi hermano me estará esperando. Con su permiso, me retiro-dijo Nadeshiko, interrumpiendo sus pensamientos e ignorando lo que estaba sucediendo-. Hasta luego-se despidió con una inclinación de cortesía.
Todavía con el rubor, Tao la miró marcharse.
-Esa niña es su hija-reflexionó tras unos instantes-, es lógico que se le parezca. Así que, podría ser que cuando creciera... ¡¿Pero en qué rayos estoy pensando?!-exclamó, mucho más ruborizado que antes-¡Es una niña! ¡Una niña! ¡No estoy tan loco como para meterme con una niña!
Al hablar agitó los brazos como queriendo sacar esa idea de su mente, movimientos que le hicieron reparar en el pañuelo.
-Bueno, tendré que devolverle esto. Quizá ir a su casa-comentó mucho más tranquilo y sonriendo emocionado ante lo que podía hacer-, ahí podría ver a la hermosa señora Kinomoto y después...

Ya con eso en mente, Tao tomó su bicicleta y siguió parloteando alegremente, olvidando por completo lo que había sucedido. Pues el sólo pensar en su amor platónico le hacía poner de lado todo lo demás. Eso y que, reconozcámoslo, el joven no es de los que se piensan demasiado las cosas.



Notas de Nikki: Este es el segundo fic de aquel día de estudio. Mientras escribía el anterior, se me ocurrió esta idea que también me apresuré a escribir para no olvidarla. Fue la primera vez que un fic me salía de corrido y ya por eso no me atreví a hacerle cambios porque seguramente lo hubiera reescrito por completo ^^U
Esta pareja me gusta muchísimo (sólo de imaginarme a papi Touya viendo a ‘su’ niñita con alguien como Tao...) y aunque no tienen futuro, no quería quedarme con las ganas de plantear la posibilidad de que el chico notara a la pequeña Nadeshiko. 

Fanfic escrito y revisado el 27 de noviembre del 2007.

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