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CAPÍTULO
9
Y los ganadores son ...
Los cuatro se dirigieron hacia el centro comercial en el que Hiroshi y Minako habían estado ayer buscando el perfume para la madre de Hiroshi.
Yoko iba de la mano de Hiroshi mientras éste miraba de reojo a Yasha y a Minako, que iban hablando detrás de ellos.
Minako le explicaba a Yasha en qué consistía el festival que se celebraba todos los años por esas mismas fechas. Yasha escuchaba atento, mientras observaba el hermoso rostro de la chica.
Hiroshi tenía cada vez más claro, que a Yasha realmente le gustaba Minako, y eso le ponía todavía más nervioso. De ese modo, no sólo tenía que preocuparse por no herir a Yoko, sino que debía aclarar sus sentimientos cuanto antes... Antes de que Minako se enamorara de Yasha. Sólo así tendría alguna oportunidad.
No tardaron demasiado tiempo en llegar a su punto de destino.
-¡Mirad! Podemos ir a esa cafetería. Tienen un ambiente muy agradable y seguro que no nos molestarán para pensar con mayor claridad. -Comentó ilusionada Yoko.
Minako pensaba que el destino era un tanto cruel, pues el lugar que señalaba Yoko era la cafetería donde ella y Hiroshi habían estado tomando el batido. Aquella cafetería había sido el principio de su conexión. La conexión que les llevó casi a besarse.
Hiroshi y Minako se miraron dubitativos. Por su parte Yasha dijo que no había inconveniente, así que como siempre, Yoko se salió con la suya.
Se sentaron en las mesas del fondo y esperaron a que viniera el camarero. Minako pidió de nuevo un batido de fresa y Hiroshi uno de chocolates. Por su parte Yasha y Yoko pidieron uno de vainilla. A pesar del día lluvioso, los amigos tenían ganas de una bebida fría y típicamente veraniega. Además, en aquel lugar presentaban los batidos en unas bonitas copas con decoración de papel que a los jóvenes les encantaba.
Una vez servidos, Yoko comenzó a hablar sobre el festival.
-Bien, todos los años hay las tradicionales competiciones de los diversos clubes deportivos y los puestos de comida y juegos específicos de cada club para recaudar dinero para su asociación. Sin embargo, podíamos pensar en algo diferente. Un proyecto que no sea incompatible con ello y que le de a la fiesta un toque de originalidad...
Tras decir esto todos quedaron pensativos...
Minako pensaba que el ambiente de aquella cafetería era muy agradable. Se estaba muy bien allí.
-¿Qué piensas Minako? -Le preguntó Yasha.
-Pienso que se está muy bien aquí...
Los chicos se rieron. Yasha le preguntaba por el proyecto, no por otra cosa.
-¡Esperad! Minako tiene razón... -Gritó entusiasmada Yoko.
Yasha entendió rápidamente en lo que estaba pensando la chica. Y materializó en pensamiento al instante.
-¡Claro! ¿Qué tal si organizamos un café teatro? Uno de esos cafés con ambiente agradable en donde haya un escenario en el que se desarrollen todo tipo de actuaciones.
-¡Buena idea, chicos! -Dijo Minako.
Sus tres amigos sonrieron y la señalaron recordándole que había sido suya.
Hiroshi también quiso aportar algo.
-¿Qué tal si lo proyectamos en una zona del patio, para el que quiera entrar no esté aislado de la fiesta? Lo digo porque en vez de buscar una zona cerrada y apartada del instituto podemos aprovechar parte del patio, permitiendo que la gente entre y salga sin desconectarse de las actividades que estén realizándose fuera.
Todos estaban entusiasmados con la idea. Decidieron que Minako sería la que lo redactara, pues era de las mejores estudiantes y tenía buena letra.
Durante toda la tarde, y mientras tomaban sus batidos, fueron articulando el proyecto. Explicaban dónde debían de estar las instalaciones, lo que hacía falta para el montaje, el tipo de decoración, el escenario, los productos que servirían en el café,...
Había que reconocerlo. Formaban un gran equipo. Pronto tuvieron todo el proyecto realizado. Hiroshi, Yoko y Yasha decidieron pagar el batido de Minako, pues iba a ser ella la que lo articulara correctamente para presentarlo al día siguiente en la escuela.
Se hizo de noche y los chicos regresaban de nuevo a sus casas. Hiroshi acompañó a la suya a Yoko y Yasha acompañó a Minako. Tras dejar a las chicas en sus casas se encontraron de nuevo en el camino. Y de nuevo la tensión apareció entre ellos.
-A ti te gusta Minako ¿verdad? -Le preguntó Yasha a Hiroshi.
Hiroshi no supo que decirle, pero su gesto y su mirada afirmaron rotundamente una afirmación.
-¡Pues no te entiendo! Sabiéndolo ¿cómo puedes seguir con Yoko? -Dijo muy enfadado Yasha.
-No es tan fácil... Yoko también me gusta mucho... aunque...
Se hizo un silencio categórico.
-Hiroshi... ¡Tú no te mereces a Minako!
-Ya, ya lo se...
Fue lo último que se dijeron los chicos por ese día. Cada uno tomó la dirección hacia su casa, y aunque sus caminos eran diferentes, les llevaban al mismo lugar... al corazón de Minako. Ahora ya no había dudas, lo dos chicos querían estar con ella. Los dos chicos querían hacerla feliz, acariciarla, abrazarla, besarla, y amarla profundamente. ¿Quién de los dos ganaría esa batalla al corazón de la chica? Solo ella tenía la respuesta.
En cuanto entró en casa, Minako saludó a su madre que ya estaba preocupada por la tardanza de la chica.
Minako le explicó a Izuki el proyecto para la escuela y ésta se tranquilizó. Ese día Minako tenía mucha hambre y le pidió a su madre si le podía llevar la cena a la habitación mientras redactaba y ponía orden a las ideas que los chicos habían desarrollado esa tarde.
No le llevó mucho tiempo. Era una estudiante aplicada y aquello era un juego de niños para ella.
Se fue a dormir muy contenta por lo que habían sido capaces de hacer los cuatro ese día. Sobre todo, por haber superado su vergüenza para hablar a Hiroshi después de haberse intentado besar; y por haber recuperado la comunicación con Yasha.
A la mañana siguiente, Yoko estaba en la puerta de la casa de Minako mucho antes que otras veces. Ella también estaba entusiasmada con el proyecto y quería ver cómo había quedado.
Minako hizo pasar a Yoko mientras desayunaba. Yoko miraba asombrada el trabajo realizado y sonreía feliz de habérselo propuesto a Minako.
-Sabía que debíamos dejarte esto a ti. Eres la mejor con estas cosas.
Las dos chicas estaban más felices de lo normal. La novedad y la esperanza que tenían en que su proyecto fuera el elegido renovaba sus ilusiones y rompía la monotonía de sus vidas.
Salieron juntas de la casa de Minako, deseando encontrar a Yasha para enseñarle lo que había hecho Minako.
Cuando lo encontraron, Yasha también estaba deseoso de ver el resultado final. El chico unió su entusiasmo al de las chicas y les dijo que estaban convencidos de que su proyecto saldría elegido.
De la emoción incontenida, Yasha abrazó a Minako y le dio un dulce beso en la frente.
-¡Eres genial! -Le dijo Yasha.
Minako se sonrojó.
-¡Te has puesto como un tomate! -Se reía Yoko. -La verdad es que hacéis muy buena pareja. -Seguía riendo.
Minako miró enfadada a su amiga.
-¡Yoko!
Pero los tres chicos no pudieron evitar reírse de aquella situación.
Minako se sentía feliz. Aquel abrazo y gesto de cariño de Yasha hacia ella no le había disgustado, quizá avergonzado un poco, pero lo había disfrutado.
En cuanto llegaron a la escuela, vieron que Hiroshi les esperaba a la entrada de las instalaciones. También estaba ansioso por conocer cuál había sido el resultado final.
-Minako, ¡Estás hecha una artista!
Los cuatro se dirigieron al despacho del director. Era allí donde se debían entregar los trabajos. Tenían como hora límite el primer recreo, pues el comité organizativo de la fiesta quería dar una respuesta a los alumnos tras las últimas clases de la tarde.
Todos estaban muy nerviosos y aquel día, pocos alumnos pudieron concentrarse en las clases. Todos estaban pendientes de lo que dirían los organizadores. ¿A quién elegirían? Se habían presentado muchísimos proyectos. Sin duda, era la comidilla en el patio y a la hora de comer.
Los cuatro chicos decidieron pasar el día juntos, a la espera de la respuesta. Y a medida que se acercaba la hora, el nerviosismo en la escuela era mayor.
Los profesores de las clases de la tarde decidieron organizar debates y otras distracciones porque estaba claro que sería imposible avanzar en el temario del curso.
Los chicos estaban demasiado alterados y eso se notaba en el ambiente.
Por fin llegó la hora. Todos estaban a la expectativa esperando oír los nombres de los ganadores por megafonía.
-Queridos alumnos de la escuela. El comité organizativo os da las gracias a todos por haber participado. Los proyectos presentados han sido de una gran calidad y nos ha resultado muy difícil elegir los ganadores. Después de varias horas de análisis exhaustivo, y del estudio de la viabilidad de los proyectos, hemos decidido que estos sean los ganadores.
Uno a uno fueron diciendo los proyectos que había resultado elegidos. La mayoría eran los típicos de competiciones, puestos ambulantes, fuegos artificiales,...
-Y para finalizar hemos seleccionado dos proyectos que nos han parecido muy originales. Los proyectos son "Fiesta de disfraces" y "Café teatro".
En aquel momento Yoko lanzó un grito de alegría, y los cuatro chicos se sonrieron llenos de felicidad. Lo habían conseguido, su proyecto había sido elegido.
-Por favor, los creadores de los proyectos pasen por el despacho del director. Y de nuevo muchas gracias a todos.
La señorita Kuthumi dejó salir de clase a los cuatro ganadores. Se sentí feliz por ellos, y feliz porque eran sus chicos y estaba segura de que alguno lo conseguiría.
Rápidamente se dirigieron al despacho del director. Iban llegando los ganadores, y las sonrisas y lágrimas de alegría eran una constante. Los nervios del principio habían estallado ya en una catarata de emociones incontroladas de abrazos y aplausos.
Cuando ya estuvieron todos, se les explicó a cada grupo cómo llevar a cabo su proyecto. El comité organizador encargaría a cada chico las tareas para que sus proyectos salieran a la perfección.
En cuanto al proyecto del "café teatro" y el "baile de disfraces" les pareció tan original que permitieron a los creadores organizarlo a su manera, eso sí, contando con el presupuesto que disponía la escuela.
A partir de ese momento los creadores tendrían los días libres para organizar sus espectáculos adecuadamente, con la promesa de que después del festival recuperarían el tiempo perdido. Además, deberían presentar un informe diario al comité de cómo iban los preparativos.
Los chicos estaban felices, no sólo iban a perder clase, sino que iban a preparar sus proyectos para el festival. Todos querían que saliera a la perfección y se exigieron al máximo para que todo fuera un éxito.
El grupo que había proyectado el "baile de disfraces" era de la clase de al lado. Los organizadores, les pidieron que se pusieran de acuerdo con Hiroshi, Yoko, Minako y Yasha para realizar el baile en el mismo recinto del café teatro, así que ambos proyecto deberían coordinarse a la perfección.
Tras las explicaciones correspondientes cada grupo determinó su plan a seguir. Los chicos de la señorita Kuthumi decidieron ir a celebrarlo y empezar a organizarlo todo por la mañana.
Volvieron a la cafetería donde se habían inspirado el día anterior y esa vez disfrutaron cada uno de ellos de una gran copa helada.
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J Por Amri-chan
Ya se... Ya se... ¡Demasiado típico! Pero es que no se me ocurría otra cosa para empezar a enredar el asunto...
A ver que os parece. ¡Se aceptan tomatazos!
Muchos besitos, y ¡hasta el próximo capítulo! XDDDDDDD
Capítulo
10: ¿Se
lo diré?
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