Minako Love        

               por Amri-chan                

 

 

CAPÍTULO 12

Todo va demasiado deprisa...


[En ese instante apareció detrás del escenario Minako. Hiroshi había sido ajeno a la situación surgida entre Yasha y ella, y Minako quería aparentar que no había sucedido nada.

En cuanto la vio, Hiroshi la miró profundamente a los ojos. La agarró de su brazo derecho, la abrazó con fuerza y a la vez con dulzura y la besó. La besó con todo el amor que había en su corazón.

Minako no se podía creer lo que estaba sucediendo... Unas lágrimas salieron de sus ojos. ¡Por fin sabía a quién pertenecía su corazón!

Pero mientras Hiroshi y Minako se abrazaban y besaban como dos amantes enamorados, una sombra tras el escenario sentía haber recibido la cuchillada más grande de su vida...

El corazón de Yoko se rompió en mil pedazos...]

Aquella escena aparentaba que Hiroshi y Minako se amaban profundamente. Yoko no pudo soportarlo y salió corriendo de allí sin decirles nada.

Yasha, que vio la reacción de Yoko, fue tras ella.

-¡¡¡¡Se han besado!!!! ¡¡¡Se han besado como dos amantes eternos!!! -Yoko no podía dejar de llorar.

Yasha comprendió lo sucedido al instante y su corazón estalló de dolor. Acababa de declararse a Minako con la esperanza de que la hermosa chica le correspondiera... E instantes después se estaba besando con Hiroshi. Le dolía el corazón, le dolía la cabeza..., él también quería salir de allí. Así pues, Yasha acompañó a su casa a Yoko.

Mientras, las lágrimas seguían brotando de los ojos de Minako. Aquel beso la había cogido desprevenida, pero la había ayudado a comprender a quién amaba de verdad.

Se separó de Hiroshi y le miró a los ojos.

-¿Por qué has hecho esto?

-Porque te amo. Te amo con todas mis fuerzas. -Le contestó él con ímpetu.

Minako bajó la mirada.

-Pero yo... yo...

Hizo una pausa. Comprobó que Hiroshi había leído el diario.

-Yo dudaba entre tú y Yasha, pero al besarme las dudas desaparecieron por fin. Por fin comprendí a quién le pertenece mi corazón y te doy gracias por ello Hiroshi.

El silencio se hizo de nuevo.

-Minako yo...

La chica no le dejó terminar.

-Hiroshi, para mí eres un gran amigo. Un chico que siempre se ha portado muy bien conmigo y además muy atractivo. Sin embargo, y a pesar de que durante largo tiempo estuve enamorada de ti, con tu beso he comprendido que es a Yasha a quien más quiero. Mientras nos besábamos deseaba con todas mis fuerzas que fuera él el que acariciase sus labios con los míos.

Hiroshi quedó petrificado. No se lo podía creer. Aquella chica le había devuelto el beso con gran afecto, no parecía que no lo desease. Se sentía perdido, desconcertado...

-Bueno, será mejor no decir nada de esto. -Dijo Minako. O te ganarás un gran problema con Yoko.

-Mañana voy a romper con ella... -Le contestó él. -Te lo he dicho, estoy enamorado de ti.

-¡No digas tonterías! ¡Piénsatelo bien esta noche! -Le instó ella.

Minako quiso regresar a la fiesta, después de coger su cartera y guardar su diario.

Los dos chicos fueron a buscar a Yoko y a Yasha. Minako estaba deseando abrir sus verdaderos sentimientos a Yasha. Estaba decidida a decirle que ella también le amaba, que le amaba con todas sus fuerzas.

Sin embargo, no los encontraron.

Preguntaron por ellos a algunos compañeros, y les explicaron que Yoko estaba llorando y que Yasha pareció que la acompañaba a casa.

Hiroshi y Minako se miraron preocupados. ¿Les habrían visto? Sí, era lo más lógico. No estaban allí y eso no era propio de ellos. Sólo les habrían dado plantón si hubiera sucedido algo... y Yoko estaba llorando...

-¡Nos han visto! -Dijo triste Minako.

Hiroshi se sentía avergonzado. ¿Por qué se había dejado llevar así por sus sentimientos? No era propio de él. Pero aquellas palabras en el diario de Minako... De todos modos, él sólo vio lo que quería leer. En el diario, Minako también expresaba sus sentimientos por Yasha... No debía haber reaccionado así... Ahora se arrepentía...

Hiroshi acompañó a casa a Minako y ésta en cuanto llegó decidió coger el teléfono para llamar a Yoko y explicarle bien lo sucedido. Sin embargo, cuando la llamó la madre de Yoko le dijo que ella no quería ponerse. La madre estaba muy preocupada porque Yoko había regresado a casa llorando. No quería cenar, ni quería hablar con nadie.

Minako se despidió amablemente y colgó.

-¡¡¡Todo esto es culpa mía!!! -Se echó a llorar sobre su cama.

De nuevo apareció un deseo irrefrenable de escribir en su diario.

Querido diario, aunque ha sido culpa mía por haberte llevado a la fiesta y quizá no debiera seguir escribiendo en ti, no puedo, debo decirte todo lo que ha pasad
o...

Minako se explayó como nunca. Explicó todo lo que había sucedido, lo mal que se sentía por Yoko y por Yasha, abrió totalmente sus sentimientos al amor del chico y dejó muy claro que su corazón pertenecía totalmente a él. Estaba completamente enamorada y aquel beso le había ayudado a comprenderlo. Hiroshi ya era pasado, realmente nunca había llegado a amarle tanto como amaba al chico nuevo de ojos azules...

-Yasha... Yo... Yo ¡te amo!

Fueron las últimas palabras que escribió.

Se fue a dormir muy preocupada. No sabía que hacer. Era fin de semana y no vería a Yoko al día siguiente en la escuela. ¿Y Yasha? ¿Qué podía hacer para contarle lo que había pasado? Para contarle lo mucho que lo amaba...

Su plan era primero arreglar las cosas con Yoko. Ella era su amiga de toda la vida. Después intentaría aclara las cosas con Yasha.

Hiroshi llegó a su casa en estado de shock. Subió a su habitación y una lágrima salió de sus ojos. Apretó con fuerza sus puños y se sentó triste en su cama. ¿Qué había pasado? Todavía no podía creérselo. Estaba totalmente cegado por su amor a Minako.

-¡Así no se arreglan las cosas! -Se reprochó recordando el abrazo y el beso.

No paraba de culparse.

-La pobre Yoko... ¿Por qué tuve que hacerlo? ¿Por qué no esperé a romper con ella? ¡¡¡Soy un estúpido!!!

La noche se hizo eterna. Ninguno de los cuatro chicos pudo dormir pensando una y otra vez en lo que había pasado.

Pero había uno... había uno que todavía se sentía peor...

FlashBack

-Yasha, cariño, tenemos una sorpresa para ti. -Le dijo su madre en cuanto entró por la puerta.

-Sabemos lo mucho que te gusta Europa, y hemos conseguido que pases el segundo semestre del curso en París. -Le comentó su padre.

-Pero yo... yo ya me había acostumbrado a la nueva escuela.

Él no podía dejar de pensar en Minako. La amaba... La amaba tanto...

¡Va! Ahora da igual. Ella saldrá con Hiroshi. Se dijo. Y forzando una sonrisa a sus desconcertados padres...

-¡Gracias papá, gracias mamá! ¡Os quiero! ¿Y cuándo empiezo?

Los padres le entregaron los billetes.

-Te vas el domingo, cariño. Ya está todo arreglado. -Le respondió su madre mientras le abrazaba con dulzura.

-Yasha, empiezas la escuela este mismo lunes. Y quiero que te apliques. -Comentó su padre.

-¡El lunes! Está bien...

Se fue a su cuarto. Ni siquiera tendría la posibilidad de despedirse. De todos modos quizá era lo mejor... Si se iba sin verla sufriría menos.

Fin del FlashBack 

A la mañana siguiente lo primero que hizo Minako fue llamar a casa de Yoko. De nuevo le cogió la madre y de nuevo le dijo que ella no quería hablar con nadie.

-Estoy muy preocupada, Minako. ¿Qué pasó ayer en la fiesta? Yoko está tan deprimida...

Minako se disculpó, le dio las gracias y colgó.

No sabía que hacer. Empezó a dar vueltas por el salón.

-¿Qué te pasa hija? -Le preguntó Izuki al verla así.

-He causado mucho dolor, mamá. Y no se como arreglarlo...

Su madre se acercó a ella y la abrazó.

-Hija... en este mundo todo tiene solución, menos la muerte. Si le has hecho daño a alguien deberás pensar cómo arreglar las cosas. Lo mejor en esos casos es abrir tu corazón con sinceridad a la persona herida. Quizá así quiera escucharte...

Después, Izuki se despidió de su hija para ir al centro comercial. Así la dejaría pensar a solas.

Cuando su madre se fue, ella seguía dando vueltas por el salón...

Abrir mi corazón... Pensaba. 

Yo he provocado esta situación por culpa de mi diario... ¡Quizá mi diario pueda arreglarlo! Si Yoko no quiere hablar conmigo, tal vez quiera leer lo que he escrito. Quizá así me entienda mejor y me perdone...

Llamó de nuevo a casa de Yoko y le preguntó a la madre si podría entregarle un paquete. La madre no se opuso.

Minako envolvió su diario y salió corriendo a casa de Yoko. En cuanto llegó, la madre abrió la puerta, y Minako se lo entregó.

-¿Puede darle un mensaje a Yoko de mi parte, por favor?

La madre afirmó con la cabeza.

-¡Dígale que la quiero mucho! Que es alguien muy importante en mi vida y que lo siento de corazón. Siento haber sido la causante de su dolor.

La madre se extrañó ante aquel mensaje, pero le prometió a Minako que se lo diría a Yoko.

Después volvió a su casa.

-Ahora tengo que solucionar las cosas con Yasha... -Se dijo.

El lunes en cuanto le vea se lo diré todo.

Ya se sentía mejor.

Por su parte Hiroshi también había estado llamando a Yoko. Pero tampoco conseguía hablar con ella. Estaba desesperado. No sabía que hacer y prefirió esperar al lunes para hablar con ella.

Yasha ya había hecho la maleta. El dolor de su corazón seguía allí. No podía dejar de pensar en Minako. Realmente estaba convencido de que ella era su amor verdadero, pero no se sentía con fuerzas para verla. No desde el beso de Hiroshi. Estaba convencido de que no tenía ninguna posibilidad y que por lo tanto marcharse era lo mejor.

El fin de semana pasó sin más incidentes. Yasha se fue a París el domingo, Yoko leyó el diario de Minako, y Minako y Hiroshi lo pasaron pensativos en sus casas.
....

Por fin llegó el lunes. Minako no sabía si Yoko la iría a buscar. Después de esperarla un rato y ver que no llegaba decidió ir sola a la escuela.

-No me ha perdonado... -Se dijo triste en voz alta.

-Si que lo he hecho.

Le dijo con cariño una voz a su espalda. Yoko estaba escondida esperando a que Minako saliera de casa.

Minako se sintió inmensamente feliz.

-No ha sido culpa tuya. Siempre supe que te resultaba muy difícil expresar tus sentimientos y no supe ver lo que te estaba pasando. -Bajó la mirada. -Además, después de darle muchas vueltas he pensado que realmente no amo a Hiroshi. Después de todo este tiempo creo que salía con él por costumbre. -Sonrió. -¡Así que tienes mi permiso para salir con él si lo deseas!

Minako la abrazó. Por primera vez desde hacía tanto tiempo expresaba sus sentimientos a Yoko.

Las dos amigas se abrazaron con fuerza renovando sus lazos de amistad.

-Bueno, de todos modos creo que quien te gusta realmente es Yasha. -Y se rió.

Se pusieron en camino hacia la escuela. Minako esperaba encontrarse a Yasha como de costumbre, pero no fue así.

Una extraña sensación, una extraña intuición recorría su cuerpo mientras se dirigían a la escuela después de comprobar que Yasha no estaba en el lugar de costumbre.

-Yoko... Algo no va bien... Lo presiento...

-¡No te preocupes! Seguro que se ha adelantado por alguna razón. Verás que lo encuentras en clase para poder hablar con él.

Pero Minako seguía sintiendo que algo terrible iba a pasar...

En cuanto llegaron a la escuela vieron a Hiroshi. El chico se dirigió rápidamente hacia Yoko.

-Tenemos que hablar.

-Lo sé. -Dijo Yoko.

Minako decidió dejarles solos y se adelantó a la clase para ver si Yasha había llegado.

-Yoko... Sé que ayer nos viste a Minako y a mi... Lo siento. -Bajó la mirada al suelo. Pero es que ahora estoy enamorado de ella y... no quiero seguir saliendo contigo.

Hiroshi se apartó como esperado una reacción muy drástica por parte de Yoko.

-Hiroshi... después de darle muchas vueltas llegué a la conclusión de que yo tampoco te quiero. Así que estoy de acuerdo con tu decisión. Pero ¿seguiremos siendo amigos? -Preguntó ella.

Hiroshi se sentía muy feliz. Todo estaba aclarado. Ella tampoco le quería así que todo había terminado bien.

-¡Pues claro! -Y le cogió del brazo como de costumbre para entrar juntos en clase.

En cuanto entraron pudieron ver a Minako con una expresión muy triste. En seguida comprendieron que era porque no estaba Yasha.

-No te preocupes, seguro que viene más tarde. -Le intentó animar Yoko.

En ese instante un señor muy atractivo entra en la clase.

-Muy buenos días a todos. Soy el señor Nagako y voy a ser vuestro profesor a partir de ahora.

Todos se sorprendieron. En seguida se acordaron de lo que había sucedido con la señorita Kuthumi y Otomo y recordaron el intercambio de profesores que propuso el director.

Otomo estaba algo sonrojado, pero en general feliz. Nadie le había echado en cara nada y además ahora podría estar con Kuthumi sin problemas. Eso sí, no en la escuela. Pero eso no le importaba nada.

-Bien. -Prosiguió el nuevo profesor. -Hoy es un día lleno de sorpresas para vuestra clase... Han llegado dos nuevos alumnos. 

Hizo pasar a dos jóvenes muy atractivos y parecidos.

-Ellos son la señorita Kashima y el joven Yuriko. Son hermanos y han sido trasladados a esta escuela. Espero que seáis buenos con ellos.
-También quiero deciros que vuestro último compañero, el joven Yasha, ha sido trasladado durante este próximo semestre a una escuela de París. Así que no le volveréis a ver durante una temporada.

En ese instante el terrible presagio que había sentido Minako regresó. ¿Qué Yasha se había ido a Europa? Minako empezaba a marearse.

Mientras el profesor hizo sentar a Kashima junto a Minako y a Yuriko en un pupitre vacío que había a su lado.

Los dos hermanos saludaron a los alumnos y se sentaron.

Minako no paraba de darle vueltas a las palabras que acababa de escuchar. ¿Yasha en París? ¿No volveré a ver a Yasha en seis meses? ¿Yasha en París?... Se estaba poniendo muy pálida.

-Oye, ¿estás bien? -Le preguntó su nueva compañera. -Estás muy pálida.

En ese instante Minako se desmayó sobre la mesa.

-¡¡¡¡Minako!!!! -Gritaron Yoko y Hiroshi.

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J Por Amri-chan

Bueno, bueno, bueno,... ¿qué os parece? Creo que aun tengo ganas de haceros sufrir un poco más.... XDDDDDDD

Muchos besitos, y ¡hasta el próximo capítulo! ;)




Capítulo 13:  Me perderé algunas clases...

 

 

 

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