Minako Love        

               por Amri-chan                

 

 

CAPÍTULO 10

¿Se lo diré?


A la mañana siguiente los chicos se levantaron muy temprano. Tan temprano que Minako pudo desayunar con su madre.

Como su casa quedaba a medio camino de las demás, decidieron quedar para encontrarse allí todos y decidir a dónde ir para empezar a planificar el desarrollo de su proyecto.

Minako, como anfitriona fue la primera en salir a su puerta a esperar. Pero en seguida llegaron Yasha, Hiroshi y Yoko.

-Bien. ¿Por dónde empezamos? -Preguntó Yasha.

-Creo que deberíamos dividirnos las tareas para poder hacerlo todo más rápido y eficaz. -Comentó Yoko.

A los cuatro les pareció una buena idea. Una semana no era demasiado tiempo para montar algo como lo que pretendían, y mucho menos si todos intentaban hacer las mismas cosas. Así pues tendrían que confiar en sus compañeros y tomar la iniciativa en algunos aspectos.

Y así, delante de la casa de Minako tomaron una importante decisión. El comité organizativo había dicho que se encargaría de montar las sillas, las mesas, el escenario y todo lo relacionado con el equipo técnico. Así pues, quedaba determinar qué productos se servirían en el café, cómo prepararlos, quién los serviría, la decoración y acondicionamiento del lugar y la búsqueda y organización de los diversos espectáculos.

Las tareas se repartieron de la siguiente manera: Hiroshi y Yoko se encargarían de buscar y organizar los espectáculos, poniéndose de acuerdo, además, con los organizadores del "baile de disfraces" para establecer la hora de cierre del café. Además, buscarían el personal para servir en el café. Por su parte, Yasha y Minako se encargarían de la decoración, teniendo en cuenta también el "baile de disfraces" y se encargarían también de determinar los productos que se servirían y cómo conseguirlos.

Así pues, decidieron que lo primero sería dirigirse al comité organizativo para saber cuál era el presupuesto con el que contaban para su montaje.

Se sentían felices y deseaban con todas sus fuerzas que todo fuera un éxito.

En la escuela les dijeron que debían hablar con el director, que era quién llevaba el asunto del dinero.

El director estuvo encantado de atenderles y les explicó el presupuesto con el que contarían. Además les comentó que no se les daría todo el dinero de golpe, sino que se les daría en la medida en la que lo fueran necesitando. La escuela quería llevar un férreo control sobre en lo que se gastaba el dinero, sobre todo por si debía cambiar algún planteamiento de los chicos.

El grupo lo entendió perfectamente. Y en cuanto salieron del despacho del director empezaron a trabajar.
Yoko y Hiroshi decidieron ir a la biblioteca donde había un ordenador e impresora para realizar un anuncio a los alumnos que quisieran participar con sus actuaciones. Además debían hacer un listado de las clases para recorrerlas haciendo también el anuncio. No había duda de que tenían mucho trabajo por hacer.

Por su parte, Yasha invitó a Minako a lo que se había convertido en su centro de operaciones. 

Minako pensaba que era paradójico. Había estado a solas con Hiroshi en aquella cafetería, después con todos los amigos juntos y ahora estaría a solas con Yasha. Sin embargo, eso no le preocupaba. Todo lo contrario, se sentía feliz a su lado.

Entraron en la cafetería y buscaron las mesas del fondo, como era costumbre. Pidieron un té y se dispusieron a hablar del proyecto.

-Siento que no estés con Hiroshi, Minako. -Le dijo con un tono de cierta tristeza Yasha.

-No te preocupes, Yasha, contigo me siento muy a gusto. Ya somos buenos amigos ¿no? -Le contestó ella.

Amigos..., pensó Yasha.

-Si. -Le respondió con cierto tono de resignación. Estaba claro que aquella chica sólo le consideraba un amigo. No había nada que él pudiera hacer para que ella sintiera algo más. Y mientras, él allí, con la chica de sus sueños. ¡Que ganas tenía de besarla!

Determinaron que el mejor sitio para informarse sobre los productos que servir y cómo servirlos sería la cafetería de la escuela. Hablarían con el regente para informarse bien sobre el tema. En cuanto la decoración, pensaron en pasar el día recorriendo cafeterías y tomando notas para ver los diferentes ambientes. Quizá así podrían inspirarse más adecuadamente.

El tour empezó con su cuartel general. Minako tomaba notas, mientras los dos reflexionaban sobre las cosas que les gustaban. De aquella cafetería lo que más les gustaba era el ambiente entrañable. Los tonos vainilla en las paredes y la luz tenue de las lámparas producían una sensación muy agradable. Claro está que ellos no podrían desarrollar algo así, puesto que no podrían cubrir el café. Tendrían que jugar con la luz del día y hacer lo posible para que fuera muy acogedora.

Entonces a Yasha se le ocurrió una gran idea.

-¿Por qué no levantamos una especie de toldo realizado con telas de diferentes colores? Así daría una mayor sensación de recogimiento y a la vez aislaría un poco el café.

Minako sonrió. Aquel chico siempre tenía grandes ideas.

Fue lo primero que apuntaron.

Una cosa estaba clara, debían visitar todas las tiendas de tela de la ciudad para ver cual ofrecía los mejores productos al mejor precio. Además, tendrían que encontrar algún taller de modistos o costura para realizar los manteles y todo lo que tuviera que ver con las telas.

Estaba claro que los chicos debían ser imaginativos y arreglárselas para sacarle el máximo jugo al presupuesto del que disponían.
.....

Los días fueron pasando rápidamente.

Hiroshi, quien se intentaba olvidar de sus problemas sentimentales durante los preparativos de la fiesta, y Yoko ya habían conseguido a un grupo de alumnos que realizaría diversos espectáculos. Habría grupos de música, recitales poéticos, magos, malabaristas, humoristas,... Todo el día estaba perfectamente organizado y cubierto. Ahora sólo debían realizar los programas de las actuaciones para que todo el mundo tuviera muy claro el horario de cada función. Por otro lado, los chicos y chicas de la case se habían ofrecido voluntarios para servir por turnos cortos el café. Así no tendrían que pagar a camareros profesionales. Y es que la clase al completo quería que saliese bien, pues de algún modo serían un éxito para todos ellos.

Minako y Yasha intimaban cada vez más. Aunque Yasha tenía la sensación de que intimaban como amigos, Minako sabía que aquel chico estaba ganando poco a poco su corazón. El diseño del local ya estaba concertado y aceptado también por los chicos del proyecto "baile de disfraces". Había pensado en cubrir el suelo con láminas de madera pintadas de negro. Los manteles serían de color granate y todas las mesas tendrían un florero con dos claveles, uno rojo y uno blanco. Las servilletas serían de papel, de color azul con lindos dibujos de estrellas. Habría un toldo realizado con telas lisas de diferentes colores. Pero los retales no estarían cosidos, ni tampoco totalmente estirados, dando un efecto medieval y mágico al café. Además habían hablado con el regente de la cafetería de la escuela el cual también se había entusiasmado con la idea. Así tendrían para beber, infusiones, café y refrescos; y para comer algunas tapas, bocadillos y bollos. El jefe de cocina había prometido que las máquinas estarían disponibles y todo preparado para que los chicos pudieran servir a los clientes. Además, se había convenido que de la recaudación sólo se le devolvería a la cafetería de la escuela los gastos en los productos.

Así pues todo iba saliendo bajo lo proyectado.
.....

Dos días antes de celebrarse el festival, Yasha quiso invitar a cenar a Minako. Minako creía que era una forma de celebrar todo lo que habían conseguido juntos, sin embargo Yasha lo planeaba con otro sentido.

Yasha había elegido uno de los restaurantes más caros de la ciudad. Intentaba impresionar a Minako, pero a esta no le gustaba demasiado la idea. Así que al final fueron a comer pizza.

-Me alegro de haber trabajado contigo estos días. Hacemos un gran equipo. -Dijo Minako cortésmente.

-Yo me alegro de haberme trasladado a este instituto. -Decía Yasha insinuándose a Minako.

Durante la cena, seguían hablando como amigos. Sin embargo, Minako notaba algo diferente a Yasha. Durante toda la cena no había dejado de mirarla. Y no era una mirada corriente. Aquellos enormes ojos azules la observaban con una gran dulzura e interés. Parecía como si Yasha estuviera ausente, ausente en sus pensamientos, y eso a Minako le hacía sentir algo incómoda.

-¡Yasha! ¿Por qué me miras así? ¡Estás muy raro! -Dijo algo enfadada Minako.

Yasha le sonrió, pero no le dijo nada.

En cuanto terminaron de cenar volvieron a sus casas. Yasha acompañó a Minako, sin embargo, él todavía no quería irse. Así que le insinuó que fueran a dar un paseo por el parque. Quería que aquella fuera su noche, la noche. Deseaba tanto abrazarla y besarla que estaba dispuesto a sacar a la luz todos sus sentimientos hacia aquella chica.

Después de dar un paseo por el parque, propuso a Minako sentarse en uno de los bancos. En ese momento Minako sintió que Yasha se ponía más serio que de costumbre.

-Minako, yo... yo... yo... te...

El corazón de Minako latía a toda velocidad. ¿Estaba Yasha a punto de decirle que la quería?

Pero en ese instante Yasha se echó atrás. Una terrible idea cruzó por su mente. ¿Pero qué estoy haciendo? ¡Si ella duda entre Hiroshi y Otomo!

-En fin.. Da igual. ¡Nos vamos! Te acompaño a casa. -En ese instante Yasha volvió a ser el mismo de siempre. Sonrió a Minako, le ofreció la mano para levantarse y juntos volvieron a sus hogares.

Minako estaba muy sorprendida por aquella actitud. ¿Habían sido imaginaciones suyas? Seguramente sí. En el fondo de su corazón le hubiera gustado escucha un "te quiero" de la boca de Yasha. ¿Significaba que le gustaba más aquel chico? No... todavía no lo tenía muy claro. El intento frustrado del beso de Hiroshi también pesaba en su corazón, y tantos años pensando en él no se podían olvidar tan rápido. ¿O quizá si?

La vuelta a casa fue muy animada. Yasha no paraba de hablar de lo bien que habían quedado las cosas para el festival, que sería todo un éxito. Pero Minako sentía que simplemente hablaba para aparentar que no había pasado nada.

Yasha acompañó a Minako hasta su casa y se despidió amistosamente de ella. Ya no había insinuaciones, ya no había ningún intento por su parte de ligar con ella. Había llegado a la conclusión de que lo mejor era aparentar que él realmente no sentía nada más que amistad por aquella chica.

Cuando Minako entró en su casa, Yasha regresó a la suya cabizbajo. Aquella cena no había salido como él deseaba, pero se iba convenciendo de que era lo mejor. No debía interferir en la felicidad de Minako liándola aun más.

¡Que doloroso era aquel pensamiento!...
......................................................................................

J Por Amri-chan

Un día más, un capítulo más. Quizá este haya sido demasiado cortito, pero es que tenía que expresar en palabras lo que generalmente se hace en una serie de imágenes con música de fondo. Si, si; esas imágenes en las que se nos muestran los avances de la preparación de los festivales. Me ha resultado un poco difícil, por lo que es posible que se note un poco. Y quizá hasta sea un capítulo un poco aburrido. ¡Prometo ponerme las pilas en los próximos!

Muchos besitos, y ¡hasta el próximo capítulo! ;)




Capítulo 11:  Corazones revueltos

 

 

 

<<Menú