Balanza de Pagos 1982 1988

 

La situación económica era desesperada al momento de tomar posesión de la presidencia Miguel de la Madrid: en 1982 la inflación alcanzó prácticamente el 100 %; el dinero en circulación creció un poco más del 75 %; el déficit del sector público llegó al 16 % del PIB y el déficit primario, es decir sin considerar el pago de amortizaciones e intereses de la deuda pública, fue de 7.3 %; las erogaciones totales del erario significaron nada menos que el 27 % del Producto Interno Bruto; no había ya control sobre el presupuesto porque la desviación del gasto público fue del 66 % sobre lo presupuestado; en fin, el desempleo abierto en ese año alcanzó el 8 %, cifra que sólo es indicativa porque hay que agregarle más del 20 % por concepto de la subocupación.

La economía mexicana en su relación con la economía mundial recibió flujos por más de 78034 millones de dólares por exportaciones petroleras en el periodo analizado y por inversión extranjera lo acumulado en el periodo 1982-1988 fue de apenas 12860 millones de dólares.

Los préstamos y depósitos alcanzaron cifras elevadas en 1982 con 8273 millones de dólares, la caída en los precios del petróleo había orillado a los gobernantes a recurrir al exterior. Sin embargo, esta cifra fue reduciéndose con altibajos y cerró de manera elevada en 1988; 1985 representó una cifra baja considerando el temblor y las necesidades monetarias que implica. Los mayores recursos fueron usados por la banca de desarrollo y el sector público en los primeros años del sexenio, y después por la banca comercial; el sector privado tuvo número rojos en este rubro desde 1985.

La otra cara de la moneda es la transferencia de recursos, que por el solo concepto de intereses de la deuda externa sumaron 100 234 millones de dólares en 1980 y 1988. Si a ello se agrega el pago del principal, entonces el flujo neto de capitales resulta negativo.

La inversión de cartera, comprende las transacciones en títulos de participación en el capital y títulos de deuda. Los títulos de deuda se subdividen en bonos y pagarés, instrumentos del mercado monetario e instrumentos financieros derivados. Se excluyen las transacciones clasificadas como inversión directa y activos de reserva. La apertura comercial implicó abrir a los inversionistas extranjeros el mercado bursátil. Desde 1984 siempre fue negativo el saldo, a pesar del crack accionario de 1987 las caídas fuertes ocurrieron en la recuperación económica general, 1984. Sería la base del flujo de capitales de los países desarrollados a los emergentes con fines meramente especulativos, y cuya movilidad depende de su liquidez permanente.

Las variaciones de las reservas netas fueron negativas en los momentos críticos de la deuda y representaron fuertes pérdidas de divisas. Entre 1982 y 1983 se perdieron 3600 millones de dólares, este hecho explica los préstamos exigidos a los organismos internacionales, al menos para satisfacer las necesidades más básicas de exportaciones. La baja en las reservas internacionales demanda aumentar las tasas de interés. A partir de 1985 se tuvieron reservas estables siempre crecientes excepto en 1987.

Los ajustes de oro y plata cayeron dramáticamente y se convirtieron en uno de los rubros más afectados del origen de divisas.

La inversión en el largo plazo puede considerarse relativamente estable si para ello consideramos que en promedio se ha movido alrededor de 20% como proporción del PIB Hay una fase de mucho mayor dinamismo (1979-1982) Después del choque petrolero hay un lento pero continuo ascenso tendencial de la inversión desde 1983 hasta 1994 que se interrumpe bruscamente por la crisis del año siguiente.

Los errores y omisiones son un agregado para igualar el total de los ingresos con el total de los egresos de la Balanza de Pagos. Los errores y las omisiones se deben a las deficiencias en el registro estadístico de los valores por exportaciones e importaciones de bienes y servicios, debido a las diferentes fuentes de información. Las cifras en todos los años son extremadamente altos y siempre tienen saldo negativo.

 

 


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