Límites y contradicciones del intervencionismo estatal 1970-1976
José Ayala

 

Desde los años finales de la década de los sesenta el estado mexicano atravesaba por incapacidad para cumplir las tareas sociales, se reflejó principalmente en la disminución de inversión pública. El origen de tan desagradable situación fue el subsidio y complemento al capital privado. La situación se intentó resolver mediante endeudamiento.

El estancamiento del gobierno obedeció principalmente a que ya no era una base fuerte para estimular la inversión privada, los rezagos acumulativos de inversión pública provocaron grandes niveles deficitarios, la caída del mercado interno. Para 1970 la vía del crecimiento reducía las bases de expansión.

La problemática económica de aquella fecha no puede ser consecuencia de la excesiva participación del Estado (déficit elevado), mas bien a la expansión del Estado necesaria ante su anterior participación inexistente.

La política económica por aquellas fechas era conservadora e inmóvil en aspectos monetarios y fiscales. ¿Porqué fue así?, para crear certidumbre a la inversión privada, sin embargo, dejaron fuera el eje rector: la acción subsidiaria del estado. La política económica no giraba en torno a la estrechez monetaria y de crédito, la verdad es que se había hecho tratos entre Hacienda y los banqueros, financiamiento del déficit por un lado y aguantar la reforma fiscal por el otro. De ésta manera, a economía nacional se caracterizó por tener baja proporción de impuestos en comparación del PIB, poco ahorro público. El mismo Echeverría reconoció que el fortalecimiento del sector público y principalmente de la inversión sería el camino a seguir.

El gasto público creció 13% en 5 años, principalmente fue orientado a ala industria, educación y energía. La inversión público creció 8% para el mismo periodo. La tasa fiscal, los ingresos tributarios, el empleo estatal.. todo creció significativamente.

El Estado influyó en el destino de las inversiones, pero por otra parte, había mecanismos restrictivos monetarios y fiscales que desde luego, eran contradictorios a la inversión. El gobierno estimulaba la acumulación de capital mediante, por ejemplo, la política de compras estatales para ampliar el mercado interno.

La intervención gubernamental en el capitalismo es un proceso contradictorio, cuando se da es muestra inequívoca de un monopolio u oligopolio mas o menos avanzado. El Estado debe intervenir en las situaciones imprevistas. La gran crisis del Estado se define por la dificultad para dar coherencia y unidad a sus diversas funciones.

La política de fortalecimiento contenía la contradicción entre política expansiva en gasto y restrictiva en moneda, incapacidad de inversión pública y la ausencia de un eje coordinador de las inversiones del gobierno. El gasto aumentado fue casi en su totalidad, gasto corriente. El aumento de oferta de dinero, en 1972 , y la oferta inelástica de bienes produjo inflación.

Las consecuencias de la contradicción señalada se refleja en: conductas conservadoras en aspectos monetarios, pérdida de ahorro del sector público, finanzas publicas dependientes del sector financiero. La política contraccionista no evitó los procesos inflacionarios ni devaluaciones, ni el estancamiento, déficit externo.

El comportamiento de la inversión en el sexenio de Echeverría estuvo dictaminado por la crisis global de acumulación, inversión pública, reforzamiento del proceso oligopólico, pequeñas y medianas empresas disminuidas estancamiento de la inversión productiva.