Desarrollo del sector manufacturero: alimentos, bebidas y tabaco 1994-2000

Cifras estadísticas complementarias
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JUSTIFICACION

En el caso de la industria alimentaria, se puede hablar de dos tendencias claramente diferenciadas: en los períodos de auge económico esta industria crece, aunque en menor proporción que la economía nacional y el conjunto de la industria manufacturera, como ocurrió durante el período 1960-1980; por otra parte, en fases de estancamiento o de crisis económica, el sector presenta mayor estabilidad, mostrando tasas de crecimiento superiores a las de la economía y la industria manufacturera, acontecimiento que se expresa específicamente durante los años ochenta y principios de los noventa. Este comportamiento anormal se debe a que esta industria es menos vulnerable que otras, ya que genera bienes básicos de consumo inmediato, por lo cual posee un efecto amortiguador sobre la economía en su conjunto. Es cierto, por tanto, que en cualquier escenario de expansión o crisis de la economía, la industria alimentaria, a diferencia de otras ramas, mantiene cierta capacidad para enfrentar los desequilibrios, reestructurarse y diversificarse.

La dinámica de la industria de la alimentación, según el tipo de producto para consumo humano directo, refleja de manera más clara los cambios en la composición de la demanda y en las estrategias productivas de las empresas para permanecer en el mercado. Las tendencias más generales muestran que las empresas orientan su producción para satisfacer una dieta basada en productos que permitan la preparación de los alimentos en poco tiempo.

 

HIPOTESIS

La posibilidad de crecimiento de la división alimentaria, de bebida y tabaco del sector manufacturero se encuentra en las exportaciones y su diversificación.

 

OBJETIVOS

Analizar el crecimiento del departamento alimenticio de bebidas y tabaco dentro del sector manufacturero en los últimos años.

Analizar el desempeño del sector alimenticio manufacturero en el sector exportador

Proponer alternativas para incrementar y revitalizar el ramo de manufacturas alimenticias, de bebidas y tabaco.

 

MARCO HISTÓRICO.

 

Teniendo como base la infraestructura económica creada en el régimen cardenista al nacionalizar el petróleo, al crear la Comisión Federal de Electricidad y la nacionalización de los ferrocarriles, a partir de 1940 se inicia en México un acelerado crecimiento económico que se prolongará hasta 1970; en apoyo a lo anterior diremos que el Producto Interno Bruto en dicho período fue del 6.5 % en promedio anual. Dicho crecimiento se dará en el contexto de un nuevo modelo de crecimiento económico, aplicado en algunos países de América Latina como una respuesta a la caída del sector exportador durante la crisis del capitalismo iniciada en 1929, basado en la sustitución de importaciones, para lo cual debía impulsarse la industria de transformación y el desarrollo del mercado interno. El nuevo modelo llamado de Crecimiento hacia Adentro, apoyado en los principios de la teoría Keynesiana, rescata para el Estado la capacidad de diseñar las estrategias que impulsarán el crecimiento económico, sin abandonar la economía de mercado. El modelo anteriormente mencionado estuvo vigente desde 1940 hasta 1982, pudiendo percibirse tres momentos en su implementación: de 1940 a 1958 la etapa conocida como Crecimiento con inflación, de 1958 a 1970 Desarrollo con estabilidad y de 1970 a 1982 la etapa de Crisis y agotamiento, que determinó su desaparición al iniciar el régimen de Miguel de la Madrid.

El modelo al que se hace referencia tiene su base en la intervención del Estado como rector de la economía, la creación de condiciones favorables para el crecimiento de la producción interna, creadas por la segunda guerra mundial y la guerra de Corea, y el proteccionismo estatal a las empresas nacionales que quedaron libres de toda competencia exterior.

En los primeros años de la década de los treinta el mundo capitalista, que aún vive los efectos de la depresión económica iniciada en 1929, adopta una nueva política económica basada en la teoría keynesiana sobre el empleo, el interés y el dinero, que sirvió de fundamento a la intervención del Estado en asuntos económicos y sociales, actividades de las que antes estaba relegado.

En México esta coyuntura coincide con la llegada de Lázaro Cárdenas al poder, y nuestro país no puede sustraerse a esas nuevas condiciones de desarrollo, por lo tanto la política económica de Cárdenas implicó una redefinición del Estado ante la sociedad y se caracterizó por poner en práctica medidas para incrementar los niveles de empleo, acrecentar la demanda de bienes y servicios, estimular al sector privado a través de políticas proteccionistas, estímulos fiscales y apoyos financieros a través de la banca de desarrollo etc.. El estado benefactor, como materialización de este nuevo estilo en la política económica, fue un medio para atenuar las desigualdades sociales, cancelando sus manifestaciones más críticas, acercándose al ideal revolucionario tantas veces aclamado: la justicia social. Este hecho es evidente en el gobierno cardenista, no tanto con Manuel Avila Camacho, López Mateos y aún menos notorio con Miguel Alemán, Ruiz Cortinez y Díaz Ordaz.

La segunda guerra mundial creó condiciones favorables para el desarrollo de la industria de transformación en México, sobre todo de aquellos productos de consumo masivo, que para su producción no requerían de grandes inversiones ni tecnología avanzada. Históricamente el mercado mexicano dependió en buena medida de la producción industrial norteamericana, que se orientó hacia la producción bélica cuando ese país se vio involucrado directamente en el conflicto a partir de diciembre de 1941; desde ese momento se redujeron de manera sensible las importaciones de bienes de consumo masivo demandados por el mercado interno, al tiempo que aumentaba la demanda de materias primas producidas en México, incluyendo algunos productos manufacturados como alimentos procesados, bebidas, tabaco, además de textiles y productos químicos, al igual se reanudaron las importaciones de petróleo suspendidas desde la nacionalización de la industria petrolera en marzo de 1938, lo que permitió al país contar con las divisas necesarias para importar insumos necesarios para sus proyectos de industrialización. El período que comenzaba abundó en oportunidades con muy poco riesgo para el sector comercial y manufacturero para producir, tanto para el mercado mundial como para el doméstico, hambriento de artículos de todas clases, así como para proveer al gobierno en términos que casi invariablemente rendían grandes utilidades y ocasionaban pocas preocupaciones. Esta coyuntura favorable coincidió con el proyecto nacionalista de desarrollo, esbozado desde el régimen cardenista continuado ahora desde la perspectiva del desarrollo industrial por Manuel Avila Camacho desde su toma de posesión en diciembre de 1940; se iniciaba de esta forma un proceso se sustitución de importaciones que habría de ser el eje de la industrialización del país.

Este incipiente desarrollo industrial fue estimulado por el Estado, que de hecho asume la rectoría económica apoyando al sector privado construyendo infraestructura, a través de medidas fiscales, medidas proteccionistas, control sobre los trabajadores y en términos generales reorientando el sentido de la administración pública para brindar confianza al sector empresarial.

El desarrollo industrial nacía en las condiciones anteriormente descritas, alcanzando varias ramas de la producción manufacturera niveles importantes de crecimiento, entre ellas destacan: alimentos bebidas y tabaco, la industria del petróleo y derivados, productos de vidrio, madera, papel, cemento, minerales no metálicos, e industrias siderúrgicas así como textiles, productos químicos.

El crecimiento industrial en el período 1940 – 1970 mantuvo un ritmo de crecimiento sostenido, aunque basado en un mercado cautivo que le proporcionaba la política proteccionista diseñada por el Estado, situación que trajo como consecuencia el desarrollo de empresas sin competitividad con el exterior, que les impidió consolidarse a través de la exportación hacia mercados extranjeros; condición que impediría la creación de una verdadera industrialización moderna e independiente que contribuyera el desarrollo social del México posrevolucionario.

MARCO TEÓRICO.

Ya para finales de los 70`s, se comienza a observar la crisis del patrón de acumulación tradicional vigente en la posguerra, el que la CEPAL denominara "desarrollo hacia dentro basado en la industrialización substitutiva de importaciones". Las contradicciones internas de dicho estilo dan lugar al patrón de acumulación secundario exportador. La transición y los rasgos centrales del nuevo modelo responden a una necesidad interna y, que se da dentro de un cambio coercitivo estructural. Es decir, son las contradicciones del patrón antiguo las que condicionan los rasgos del nuevo, cuya misión radica en la superación de tales contradicciones .

Dado que el modelo funcionaba con una baja capacidad material de acumulación normal, es la agudización de este problema el que lleva el agotamiento y crisis del patrón de acumulación clásico de la posguerra. De aquí, se desprenden los dos ejes centrales del nuevo patrón secundario exportador: uno, impulsar la industrialización avanzando la producción interna de bienes de capital y de bienes intermedios más complejos; dos, dinamizar las exportaciones, lo que equivale a diversificarlas. Es decir impulsar las exportaciones manufactureras.

En el curso del nuevo patrón, se puede distinguir una secuencia temporal determinada. La primera fase (de génesis y constitución) se caracteriza por un aumento considerable de la tasa de plusvalía, del grado de monopolio, de la apertura externa (que estaría considerada también como consecuencia) y en un sentido estricto de autoritarismo político. La segunda fase (consolidación) tiene como tarea fundamental desarrollar los rasgos que definen la viabilidad dinámica del nuevo patrón, es decir, la industrialización compleja, las exportaciones manufactureras, y la dinamización de la productividad del trabajo.

Dentro de este contexto, se distinguen dos variantes del modelo: la pragmático desarrollista y la neoliberal o doctrinaria parasitaria. En la primera la contrapartida de los terribles costos sociales involucrados (patrones distributivos, regresivos y quiebra de las formas democráticas más elementales) reside en los altos ritmos de desarrollo y expansión de las fuerzas productivas internas. En el caso de la variante neoliberal, el costo social es aún mayor pero desaparece la contrapartida desarrollista y donde la orientación de las políticas son dictadas por organismos internacionales.

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INTRODUCCION

Las exportaciones de la rama de Alimentos, Bebidas y Tabaco ocupan el 2do. lugar en importancia dentro del total del sector agroindustrial. En el periodo 1994-1997 las ventas al exterior crecieron en 20.6% en promedio anual. Sobresalen por su participación en el total exportado la cerveza, legumbres y frutas preparadas, tequila y otros aguardientes, camarón congelado, café procesado, azúcar, artículos de confitería, carnes de ganado y pan, éstos productos conjuntamente representan casi el 66% de la rama

Considerando todas las ramas manufactureras entre 1994 y 1999, se observa que el mercado externo fue el motor del crecimiento entre 1994 y comienzos de 1996; a mediados de este año el mercado doméstico toma el relevo, situación que se mantiene en la actualidad. Debido a éstos y otros factores, a partir de 1998 las inversiones se concentraron en aquellos sectores que dedicaron la mayor parte de su producción al consumo interno.

En el mediano plazo se tienen indicadores de un repunte en las actividades de las empresas agroindustriales mexicanas, de modo que incrementen sus ventas tanto en el mercado de exportación como en el ámbito doméstico, sobre todo para las firmas procesadoras de alimentos manufacturados

La división de Alimentos Procesados y Bebidas , está formada por 12 ramas (carnes y lácteos, frutas y legumbres, molienda de trigo, molienda de nixtamal, beneficio y molienda de café, azúcar, aceites y grasas comestibles, alimentos para animales, otros productos alimenticios, bebidas alcohólicas, cerveza y malta, refrescos y aguas gaseosas), que a su vez se dividen en 23 clases de actividad. El sector durante el período 1994-1999 creció a una tasa promedio anual de 29%. Aproximadamente una tercera parte de la producción de la industria manufacturera, corresponde a Alimentos Procesados y Bebidas, lo cual ubica al sector como el más importante en dicha industria.

Las exportaciones de la rama de Alimentos, Bebidas y Tabaco ocupan el 2do. lugar en importancia dentro del total del sector agroindustrial. En el periodo 1994-1997 las ventas al exterior crecieron en 20.6% en promedio anual. Sobresalen por su participación en el total exportado la cerveza, legumbres y frutas preparadas, tequila y otros aguardientes, camarón congelado, café procesado, azúcar, artículos de confitería, carnes de ganado y pan, éstos productos conjuntamente representan casi el 66% de la rama.

 

La exportación es el factor determinante que reactiva la industria manufacturera, aunque en ocasiones se enfrentan a un entorno internacional adverso, es en el mediano plazo donde se encuentran los indicadores de repunte en las actividades de esta industria principalmente en los bienes de consumo final. De tal modo que sus ventas se incrementan, tanto en el mercado internacional como en el interno. En este tipo de industria, la ventaja competitiva que los productores nacionales tienen debido al bajo precio de la moneda nacional, en la práctica es difícil de mantener porque el precio de los insumos converge a niveles pre-devaluatorios; los costos laborales permanecen bajos, aunque a cambio de una pérdida de participación importante en el gasto total de las empresas. En consecuencia, las devaluaciones no son una fuente permanente de competitividad, contrario a lo que generalmente se piensa.

En México la industria manufacturera, esta integrada por las siguientes actividades: alimentos, bebidas y tabaco, textiles, vestidos y cuero, madera y sus manufacturas, papel, imprentas y editoriales, químicas, derivados del petróleo, caucho y plástico, minerales no metálicos, excepto los derivados del petróleo, industrias metálicas básicas, productos metálicos, maquinaria y equipo, y, otras industrias manufactureras.

Considerando todas las ramas manufactureras entre 1994 y 1997, se observa que el mercado externo fue el motor del crecimiento entre 1994 y comienzos de 1996; a mediados de este año el mercado doméstico toma el relevo, situación que se mantiene en la actualidad, véase cuadro I. Debido a éstos y otros factores, a partir de 1998 las inversiones se concentraron en aquellos sectores que dedicaron la mayor parte de su producción al consumo interno.

En México prevalecen las industrias de menor escala; su actividad es esencial a la planta productiva y muy importante para el desarrollo económico, para la integración nacional y como generador de empleo. A medida que avanzan los procesos de integración económica, basados en mercados más amplios, se presentan oportunidades de eficiencia tecnológica y mayores economías de escala; pero esta coyuntura es aprovechada sobre todo por las grandes y medianas empresas. La situación por la cual atraviesan las industrias de pequeña escala es compleja y se contemplan problemas estructurales que han restringido su desarrollo y obstaculizado su introducción eficiente en el proceso de modernización productiva del país.

Con el fin de solucionar estos desequilibrios, el Gobierno puso en marcha el Programa para la Modernización y Desarrollo de la Industria Micro, Pequeña y Mediana 1991-1994, actuación que tuvo como fin contribuir a superar estos problemas operativos y de mercado, así como favorecer la instalación, operación y crecimiento de estas empresas. Para los efectos de este programa, la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi) definió los siguientes estratos: 1) microindustria: empresas manufactureras que ocupen hasta 15 empleados y obtengan ventas netas equivalentes a 150 salarios mínimos; 2) industria pequeña: empresas que empleen directamente entre 6 y 100 empleados y realicen ventas netas por 1.115 salarios mínimos; 3) industria mediana: manufactureras que ocupen entre 101 y 205 empleados y alcancen ventas netas mayores a 2.010 salarios mínimos.

En la actualidad, las industrias micro, pequeña y mediana representan el 98% de los 118.000 establecimientos con que cuenta la industria de transformación; dan empleo a 1,6 millones de personas, representando el 49,0% del personal ocupado; aportan el 43,0% del producto manufacturero y el 10% del PIB; asimismo, participan en casi todas las actividades manufactureras y se encuentran dispersas por todo el territorio nacional, observándose una alta concentración en el Distrito Federal, Jalisco, estado de México, Nuevo León, Guanajuato y Baja California Norte.

La división de Alimentos Procesados y Bebidas , está formada por 12 ramas (carnes y lácteos, frutas y legumbres, molienda de trigo, molienda de nixtamal, beneficio y molienda de café, azúcar, aceites y grasas comestibles, alimentos para animales, otros productos alimenticios, bebidas alcohólicas, cerveza y malta, refrescos y aguas gaseosas), que a su vez se dividen en 23 clases de actividad.

El sector durante el período 1994-1997 creció a una tasa promedio anual de 29%. Aproximadamente una tercera parte de la producción de la industria manufacturera, corresponde a Alimentos Procesados y Bebidas, lo cual ubica al sector como el más importante en dicha industria.

Las ramas han experimentado incrementos significativos en los rubros de ocupación y en el número de unidades productivas, véase cuadro II. Las variaciones porcentuales del número de establecimientos y del personal ocupado permiten establecer una delimitación inicial de la dinámica de los principales productos genéricos de la industria alimentaria. Así, entre enero y septiembre de 1997 aumentaron los establecimientos comerciales en las 33 áreas urbanas, con variaciones del 4% en las ventas mayoristas, del 3,4% en las ventas "al menudeo", del 9,8% en las compras mayoristas y del 7,2% en las compras minoristas.

El personal ocupado también registró variaciones positivas en el subsector del comercio mayorista, con un 0,5% con respecto al mismo período del año anterior, aunque se registra un descenso de personal en el subsector del comercio minorista (-0,8%).
Por clases, la elaboración de la harina de maíz registró el índice más alto de volumen físico (153,8%) y el más bajo correspondió a la elaboración de leche condensada, evaporada y en polvo (90,8%). El crecimiento más fuerte también correspondió a la elaboración de harina de maíz, mientras que cayeron la matanza de ganado y aves, la elaboración de las diversas leches y la molienda del trigo, véase cuadro III. Por todo ello, en el primer semestre del año 1997, el producto nacional del sector alimentario registró un aumento del 3,2% con respecto al mismo semestre del año anterior, aportando un 5,2% del producto interno bruto (PIB) total.

Analizando el período que comprende de 1994 a la fecha, las actividades que han destacado por su crecimiento promedio anual son: la fabricación de almidones, féculas y levaduras (49.8%), Elaboración de bebidas destiladas de agaves (47%), Beneficio de arroz (46%), Molienda de trigo (42%), Tratamiento y envasado de la leche (39%), Elaboración de concentrados, jarabes y colorantes (35%) y elaboración de café soluble y Panadería y pan industrial (34%) respectivamente, véase cuadro IV.

México ha mantenido un dinámico comercio exterior en la división de Alimentos Procesados y Bebidas. Las exportaciones e importaciones han aumentado. Sin embargo, es notable el diferencial del crecimiento entre estas, en el período de estudio las exportaciones crecieron a una tasa promedio anual del 21%, mientras que las importaciones decrecieron a una de 3.5, propiciando una disminución en el déficit comercial reflejado desde 1994. Esto, debido principalmente a la apertura comercial de nuestro país y al gran esfuerzo de los productores mexicanos por aumentar la calidad de sus productos a un nivel competitivo mundialmente.

Las exportaciones de la rama de Alimentos, Bebidas y Tabaco ocupan el 2do. lugar en importancia dentro del total del sector agroindustrial. En el mismo periodo las ventas al exterior crecieron en 20.6% en promedio anual. Sobresalen por su participación en el total exportado la cerveza, legumbres y frutas preparadas, tequila y otros aguardientes, camarón congelado, café procesado, azúcar, artículos de confitería, carnes de ganado y pan, éstos productos conjuntamente representan casi el 66% de la rama.

Por su parte los artículos de confitería, el atún congelado, la goma de mascar y las carnes de ganado excepto equino son los productos que mostraron un crecimiento anual más dinámico, registrando tasas superiores al 40% en promedio anual, véase cuadro V.

Al igual, las importaciones han tenido un crecimiento promedio anual del -3.5%. Los productos que destacan dentro de las importaciones son: carnes frescas y refrigeradas; leche en polvo; otros aceites y grasas animales y vegetales; preparaciones alimenticias especiales y alimentos preparados para animales, que en conjunto representan el 50% del total.

En congruencia con lo que se ha venido mencionando, las importaciones en este sector no han registrado un crecimiento sostenido, al contrario en el 40% de los productos se ha tenido una reducción de las importaciones, destacando las conservas animales alimenticias (-18.8%), conservas vegetales (-18.4%), harina de animales marinos (-18.4%) y licores y aguardientes (-17.2%), véase cuadro VI.

Perspectiva de Crecimiento

El sector de alimentos procesados y bebidas, ha mostrado un favorable comportamiento en las principales variables económicas: en producción registró un crecimiento de 11% anual en el período; la participación de este sector en el PIB creció 3% anualmente durante 1990-1997; las exportaciones de 1994-1997 crecieron 21.2% anualmente; mientras que las importaciones en el mismo período decrecieron 3.5%. Se considera que esta tendencia positiva se mantendrá y que cada vez más la industria nacional de alimentos procesados y bebidas se desarrollará hacia el comercio exterior, toda vez que gran parte de la producción nacional se destina al mercado interno.

La demanda mundial de alimentos ha registrado cambios importantes en su estructura y composición que modifican los volúmenes comercializables de los productos agroindustriales. Esta tendencia se debe en parte a la acelerada expansión de las economías de China y de Europa del Este y a que los hábitos alimenticios de la población de países desarrollados introducen cambios importantes en sus patrones de consumo.

Actualmente los consumidores han modificado sus preferencias, exigen cada vez más productos procesados bajo estrictas normas de seguridad e higiene y tienden al consumo de productos bajos en grasas, sin conservadores artificiales, así como al consumo de alimentos de tipo congelados, deshidratados y precocidos de rápida preparación, bebidas bajas en calorías y con pulpas naturales. Por esto se estima que la comercialización a nivel mundial de éstos productos se incremente.

La demanda por productos orgánicos y saludables ha crecido en la mayoría de los mercados. La demanda norteamericana registró un crecimiento del 20% en promedio anual consumiendo en 1997 USD 5,000 millones, el mercado europeo del 15% con un consumo de USD 3,500 millones, en Japón ha crecido a un ritmo del 8% consumiendo en 1997 aproximadamente USD 4,000 millones de comida y bebidas naturales orgánicas.

Dentro de los grupos de productos que se encuentran con mayores posibilidades de desarrollo, destacan:

Frutas y Legumbres. Este rubro ocupa el tercer lugar dentro de los principales productos exportados y es una de las ramas que genera mayores ingresos por la maquila de exportación, por lo que tiene grandes perspectivas de crecimiento. La producción se ha incrementado en 8.0% promedio anual y es la que más ha crecido en el PIB de toda la división. En México existen ventajas como la disponibilidad permanente de insumos incorporados a productos de exportación y mano de obra especializada que permite la elaboración de productos con mayor valor agregado.

Productos Cárnicos. Se considera que este sector está en desarrollo y que existe un importante potencial para que las exportaciones sigan creciendo, ya que se cuenta con oferta de calidad y se tiene la ventaja de la flexibilidad para elaborar cortes especializados con alto valor agregado. Las expectativas de crecimiento se ven favorecidas debido a que la crisis del mercado asiático no ha reflejado un impacto importante en las exportaciones de cárnicos. De acuerdo a información proporcionada por las empresas exportadoras, la cantidad exportada se ha mantenido constante, sólo los precios se han visto afectados registrando caídas de hasta el 10%. Los avances en materia sanitaria del país también propician buenas expectativas para esta industria. En 1997 se logró el reconocimiento de Sonora para poder exportar carne de cerdo a E.U.A., con lo cual se abre la posibilidad de iniciar exportaciones a este mercado.

La diversificación de mercados es otro factor que favorece la comercialización de productos cárnicos. Como resultado de la agresiva promoción instrumentada por grandes grupos productores de embutidos que se han incorporado a la exportación, además del incremento en las exportaciones, se han diversificado los mercados. En 1994, México exportaba a 12 países y actualmente exporta a más de 25 países siendo Colombia, Costa Rica, El Salvador y Honduras los más representativos. Derivado del interés de empresas del sector, se han logrado aperturas de mercados no tradicionales como Corea y Hong Kong. Actualmente existen 15 empresas mexicanas autorizadas para exportar carne de cerdo y res a estos países, de las cuales 2 ya iniciaron exportaciones y el resto está en negociaciones para hacerlo en el corto plazo. Cada vez existe un mayor número de empresarios que cuentan con infraestructura adecuada para exportar productos cárnicos (plantas TIF) interesados en enfocar su capacidad de producción disponible (en promedio 50%) a la elaboración de productos de exportación. En nuestro país, se han desarrollado megaproyectos porcícolas que integran toda la cadena productiva (desde el pié de cría hasta la comercialización) destinados específicamente para la exportación de productos cárnicos.

Preparación de Salsas, Sopas y preparaciones Alimenticias. En esta rama se encuentra aproximadamente el 90% de los alimentos estilo mexicano, en la última década estos productos han cobrado gran interés en el mercado internacional registrándose oportunidades de negocios en Estados Unidos y Europa, no obstante la comida "Tex-Mex" (alimentos mexicanos elaborados por empresas estadounidenses) principal competidor de la comida mexicana ha captado la mayor participación de la demanda internacional, por lo que es necesario aprovechar los canales que han abierto las empresas estadounidenses e iniciar una promoción para distinguir a los alimentos auténticamente mexicanos de los "Tex-Mex". En promedio la producción nacional de esta rama tuvo un crecimiento del 16%. Esta industria capta aproximadamente el 10% del total del personal empleado. Las exportaciones han registrado una TMCA durante 1994-97 de 20.6%. Estados Unidos es el principal consumidor y competidor de la comida mexicana. Otros mercados potenciales son Europa y algunos países de Centroamérica que han incrementado las importaciones de productos mexicanos. El éxito de la penetración de mercado para los productos mexicanos, radica en definir los canales de distribución y comercialización para lograr ingresar con éxito y permanencia en estos mercados; además de una gran campaña promocional que le permita al consumidor distinguir los alimentos típicos mexicanos.

Tequila y Otros Aguardientes. Esta rama ocupa el 2° lugar en la producción de la división de alimentos y bebidas y en la generación de empleos, es el tercer producto que más se exporta con una tasa media de crecimiento anual del 27.9% durante el período. Dentro de esta rama, el tequila es el producto que ha registrado un fuerte incremento en sus exportaciones ubicándose en el tercer lugar en importancia del sector. El tequila ha cobrado gran importancia entre las bebidas alcohólicas que se comercializan a nivel mundial, siendo sus principales mercados de destino Estados Unidos y Europa. La industria del tequila se perfila como una de las industrias mexicanas que serán en los años subsecuentes de las principales generadoras de divisas, por el interés que ha logrado despertar en el mercado internacional, por que tiene una tendencia a diversificar las exportaciones con montos constantes y lo que hace aún más atractiva a esta industria es que cuenta con denominación de origen que se aprovecha cada vez más con la exportación de tequila envasado de origen. Es conveniente continuar captando mayor participación de los mercado internacionales donde el tequila es altamente demandado e iniciar la penetración hacia países asiáticos que se perfilan como potenciales mercados de destino de las exportaciones mexicanas de esta bebida. Otro producto con potencial y que ofrece buenas expectativas de ventas al exterior es el mezcal, bebida típica mexicana que en los últimos años ha ingresado al mercado de exportación, sin embargo no es muy conocida en el ámbito internacional, por lo que es necesario diseñar una campaña de promoción aprovechando la trayectoria del tequila, bebida alcohólica elaborada también a base de agave que ha tenido éxito en el comercio mundial. Los mercados con oportunidades de negocios son: Estados Unidos; Europa: España, Francia, Bélgica, Italia y en Asia: Taiwán y Japón, por lo que sería conveniente que se aprovechen los diversos eventos internacionales de estos países. Por lo que respecta a la cerveza, durante la última década en el mercado internacional ha presentado una tendencia creciente en su consumo y la cerveza mexicana ha sido altamente demandada, ya que se ha colocado como una de las favoritas del consumidor internacional. El control sobre la totalidad del proceso productivo y el aprovechamiento de economías de escala seguirán representando un importante factor de competitividad de esta industria. Las alianzas internacionales que establecieron Cervecería Modelo con Anheuser-Busch, la principal empresa cervecera del mundo y Cuauhtémoc-Moctezuma con John Labbatt Limited permitirán a las empresas mexicanas desarrollar nuevos productos, tener acceso a nuevas tecnologías, sobre todo en la fabricación de envases y empaques, en aspectos ecológicos y de sanidad, así como adquirir distintos métodos de mercadotecnia. En México la comercialización se realiza mayoritariamente a través de tiendas pequeñas, lo que representa un problema para las cerveceras extranjeras, que tendrían que establecer su propia cadena de distribución. Un factor que ha limitado las importaciones y que ha mantenido la competitividad de la industria mexicana es el tipo de consumo de cerveza que se realiza en México, el cual es 80% por medio de botellas retornables. Esto le otorga una ventaja importante en precio a los productos nacionales. Anteriormente los precios de la cebada, arroz, maíz y sorgo eran mayores en México que en Estados Unidos; sin embargo, la apertura comercial y la devaluación aceleraron la alineación delos precios internos con los internacionales por lo que actualmente se cuenta con precios competitivos. La industria cervecera es una de las ramas de la economía mexicana con mejores perspectivas, las alianzas estratégicas que ha establecido con las empresas internacionales más importantes, su relativa protección comercial, su estructura duopólica, su gran integración vertical y el enorme potencial de mercado interno y de exportación, la colocan como una rama muy atractiva.

Artículos de confitería (dulces y goma de mascar). Los artículos de confitería ofrecen buenas expectativas de comercialización en el comercio exterior. Durante el período se registra una tendencia creciente en las exportaciones (32% en promedio anual). Se espera que esta tendencia se mantenga en virtud del incremento en la demanda de los países latinoamericanos, por lo que es conveniente no descuidar este mercado que ha mostrado una tendencia positiva y puede verse favorecida con los acuerdos comerciales con países de este continente, asimismo la similitud de costumbres entre países y México hacen posible que el producto mexicano tenga una mayor aceptación. No obstante que a nivel internacional los principales países exportadores de dulces y goma de mascar son Estados Unidos y Canadá, México ha logrado incrementar sus montos de exportación a estos mercados y con el TLC puede ampliar su participación en los mismos al eliminarse los aranceles (17.4%) completamente. Se debe considerar que para lograr una mayor penetración en el mercado, los productos que se comercializan internacionalmente deben involucrar un riguroso control de calidad así como la implementación de nuevos productos con novedosas presentaciones que permita lograr una relación precio-calidad aceptable para el éxito de estos productos en el exterior.

Otros productos que han registrado fuertes incrementos en sus exportaciones son en orden de importancia:

• Productos a base de cereales (artículos de Panadería), ya que esta industria esta registrado una tendencia creciente en producción y exportaciones. El rubro de panadería ha incrementado su demanda, por lo que México vislumbra un mercado potencial para diversificar sus exportaciones de pan de dulce, principal producto de exportación de esta industria. Se ha incrementado la inversión extranjera directa en esta industria lo que representa una modernización en sus procesos productivos de más de 65%, por lo que se prevé a mediano plazo incrementar la producción y obtener un producto final con los requisitos que solicita el mercado internacional.

• El apartado de agua (incluidas las minerales y gaseadas) se ha comportado de manera favorable y cuya comercialización presenta una buena perspectiva. El mercado mundial del agua gaseada y demás bebidas endulzadas y/o aromatizadas en base a las importaciones totales, ha mostrado un crecimiento positivo del 6.6% en promedio anual. El volumen de las importaciones mundiales alcanzó los 3, 560.2 millones de dólares. Por su parte, la producción nacional también registró una tendencia positiva. La producción de agua gaseada en México en el período de estudio mostró un crecimiento del 7.9% en promedio anual alcanzando el nivel más alto producido durante los últimos 4 años (37,964 miles de litros). La inversión extranjera directa que participa en esta industria propicia el mejoramiento de las instalaciones y tecnología de punta eficientando el proceso productivo. La inversión extranjera directa acumulada en el período en esta rama, ascendió a 670,633.9 miles de dólares ocupando el tercer sitio con una participación del 13% de la inversión extranjera total. Actualmente la rama de elaboración de refrescos y bebidas no alcohólicas, involucra una gama de 72 empresas con inversión extranjera directa, situación que la ubica dentro del lugar número uno en cuanto al número de empresas con capital extranjero.

 

 

 

CONCLUSIONES

A partir de 1994 se empezó a promover la constitución de empresas integradoras, las cuales posibilitan la generación de economías de aglomeración y además permiten aprovechar economías de escala, que por su tamaño no podrían alcanzar de manera individual. El obstáculo de su expansión se ha debido básicamente a tres problemas: el primero es que la nueva empresa integradora tiene que cumplir las funciones estratégicas que, en la práctica, efectúa una gran empresa; el segundo es la insuficiente colaboración de las empresas asociadas en la producción, por lo que la empresa integradora debe formular un programa para incorporar paulatinamente la capacidad instalada de los agremiados en el programa de producción global; para ello se requiere que los productores no sólo piensen en su crecimiento como empresarios, sino también en el del conjunto; por último, es necesario dejar claro que la empresa integradora no es un organismo financiero; si los socios tienen problemas a este respecto, debe buscarse el apoyo de las uniones de crédito o de otras opciones.

Sin embargo, hay que decir que la constitución de estas empresas supone ventajas para las empresas asociadas en los siguientes aspectos: acceso a la tecnología, aumento de la productividad, compras a escala y crecimiento financiero.
A partir de 1998 la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi) pondrá en operación dos nuevos instrumentos de apoyo a los sectores de las fibras, textil y de la confección, con el propósito de fortalecer la integración de los mismos: el módulo de consulta de cadenas productivas y la bolsa de oportunidades, ambos gratuitos y que se podrán utilizar mediante el Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM).

La manera de incrementar la productividad en el ramo alimenticio manufacturero se basa en tres puntos:

Se procura la instalación de industrias en centros de población en donde ya existe una infraestructura propicia, esta comprende los medios de comunicación que facilitan la llegada de materias primas, la comercialización y el transporte del producto; servicios como agua y fuentes de energía, así como mano de obra disponible; se desarrollan industrias en torno a centros de extracción de materias primas, cuyo objetivo es transformar en el mismo lugar los productos para evitar los costos de transporte de las materias primas. Su instalación provoca el asentamiento de una población en busca de fuentes de trabajo, así como dotación de servicios, en función del tipo de industria de que se trate; el establecimiento de complejos industriales de procesamiento en zonas agropecuarias, con el fin de convertir los cultivos y derivados del ganado en productos manufacturados destinados principalmente a la comercialización a nivel internacional. Este desarrollo industrial requiere que la elección del tipo de cultivo y ganado vaya de acuerdo con las necesidades del mercado, así como de la evolución de una red de comunicaciones en torno a esta actividad, y del incremento de población y servicios específicos; la ubicación, estratégica o planeada por el gobierno de industrias con el fin de desarrollar regiones de manera organizada y propiciar fuentes de empleo. La instalación de este tipo de industrias en puntos cercanos a las ciudades y a las vías de comunicación, permite establecer relaciones entre la comercialización, la población y los servicios; por último, se procura la implantación de maquiladoras que se caracterizan por armar artículos cuyas partes provienen de otros países, como Estados Unidos; una vez manufacturados, los productos regresan a. su lugar de origen para ser comercializados. Este tipo de industrias se ubica principalmente en zonas fronterizas, para aprovechar la cercanía con el país de origen que decide el tipo de producto, selecciona la mano de obra y no garantiza el contrato al empleado cuyos ingresos dependen de la cantidad de artículos que arme.

Las áreas de mayor oportunidad, identificadas como favorables en el mediano plazo se encuentran principalmente en donde exista el mayor acceso a nuevos productos en los mercados mundiales. Asimismo, las ventajas comparativas de los productos mexicanos se ven aumentadas por la situación geográfica y las condiciones climatológicas ya que facilita la producción de artículos principalmente alimenticios. Se debe hacer énfasis en incrementar la producción en los mercancías donde se logre la incorporación de un mayor valor agregado, enfocadas desde luego a la exportación. Es necesario fomentar las alianzas estratégicas entre pequeños industriales con empresarios líderes en el mercado nacional e internacional.

Para lograr mantener la tendencia creciente de las exportaciones es necesario diversificar los mercados de destino, para no depender solo del mercado Estadounidense que capta alrededor del 90% de las exportaciones de estos productos.

Las exportaciones nacionales también han mostrado una tendencia positiva y la producción nacional ha recuperado sus niveles registrados hace dos años. El mercado norteamericano, que es el principal mercado de destino de las exportaciones mexicanas también muestra signos de expansión, mercado en donde el producto mexicano posee ventajas arancelarias a partir del Tratado de Libre Comercio.

 

BIBLIOGRAFIA

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El desequilibrio externo en la industrialización de México Villareal René , Ed. Siglo XXI, Pp. 42-87

 

México 75 años de Revolución Granados Roldán Otto Ed. Siglo XXI Pp. 34

 

Reformas Económicas de México ClavijoFernando (compilador) CEPAL, el trimestre del Fondo de Cultura Económica Pp. 123-142

 

HEMEROGRAFIA

 

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www.shcp.gob.mx


www.inegi.gob.mx


www.banxico.org.mx


www.bancomext.gob.mx


 

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