Programa Nacional de Modernización Industrial y del Comercio Exterior

1990-1994

 

Problemática

Las tendencias de la economía mundial son la globalización del comercio y de la producción. Como efecto directo, las empresas deben planear a largo plazo y ser muy flexibles. Esto es así por que el mercado se ve influido por intrafirmas y por integración de empresas. Para enfrentar la globalización, nuestro país está obligado a elaborar estrategias de promoción industrial y de comercio exterior -como se menciona en cada uno de los programas de este tipo en cada sexenio-.

El cambio estructural de la economía nacional inició en 1983 con medidas de ajuste en las finanzas públicas, de reestructuración del aparto industrial y de apertura económica. El insignificante o notable despegue que transmitió a la economía el desarrollo de las exportaciones y la industria tiene como origen la apertura a la competencia externa.

A últimas fechas, la inversión fue insuficiente, explicado en gran parte por la disminución de la demanda agregada y en la rentabilidad de proyectos. El porcentaje de inversión extranjera directa como porcentaje del total era apenas de 10%. Ésta ha mostrado concentración en origen rama y zona a la que beneficia.

Existían regulaciones excesivas y obsoletas en la industria principalmente. Imponían costos elevados, fomentaban monopolios y impedían la entrada a ciertas ramas. Además, inducían a las industrias a mantener inventarios altos. La regulación exagerada estaba concentrada en actividades de comercio exterior, sobre todo en el área aduanal; existía también infraestructura inadecuada y se bloqueaba el acceso de determinados insumos; finalmente, el crédito era pobre y la intermediación financiera alta.

La protección vivida no promovió el desarrollo ni la modernización de procesos y productos. El problema central era el poco destino de recursos a tecnología por parte de las empresas. La participación entre centros de investigación y la industria fue nulo, los fondos financieros estaba subutilizados, la formación de capital humano fue insuficiente.

El país tenía poco desarrollo en infraestructura, que además de ser utilizada por debajo de su potencial, estaba concentrada en las tres ciudades del país. Sólo se logró reubicar al 1% de las industrias inscritas para este fin en 3 años.

El problema de las pequeñas industrias es la reducida capacidad de producción. Existen a su vez dificultades propias y características extremadamente específicas por lo que se complica enormemente hacer juicios y dar recetas. Son malas negociadoras y tienen bajos niveles organizacionales; difícilmente son exportadoras y están concentradas en áreas bien identificadas.

El principal problema de la industria nacional tiene la escasa integración de la rama maquiladora con el resto de la economía, apenas del 1.7 por ciento. El ramo está concentrado en ciudades fronterizas y es el atractivo de la inversión norteamericana. La necesidad inmediata fue revaluar las normas vigentes.

Persistieron prácticas desleales en el comercio exterior de nuestro país a pesar del desempeño equitativo y la firma de acuerdos comerciales. Las medidas de protección tenían énfasis en medidas sanitarias y controles cuantitativos. El inconveniente crecía al no contar con entidades especializadas de promoción de exportaciones.

El país contaba con todos los instrumentos de promoción aceptables, no obstante, en su aplicación no ha habido coordinación suficiente entre las diferentes dependencias y sector privado.

Objetivos

El Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994 pretendía iniciar el crecimiento económico con estabilidad de precios y mejorar el nivel de vida. Este plan ayudaría a concretarlo. Los objetivos generales:

Propiciar el crecimiento de la industria nacional mediante el fortalecimiento de un sector exportador con altos niveles de competitividad. No es nuevo, siempre ha sido el objetivo central y nunca se alcanzó. En este caso, el peso recayó en la iniciativa del los sectores productivos privados; el sustento fue la apertura, desarrollo tecnológico y desregulación. Se esperaba que la industria manufacturera alcanzaría tasas importantes de crecimiento y de empleo. El sector exportador, según estimaciones crecería por encima del PIB.

Lograr un desarrollo industrial más equilibrado, propiciando una adecuada utilización regional de los recursos productivos. Este objetivo se centró en reubicar a la industria y evitar asentarla en grandes acumulaciones humanas. Fracasó.

Promover y defender los intereses comerciales de México en el exterior. La meta era alcanzar reciprocidad comercial con las naciones, las negociaciones rondarían áreas y sectores con mayores opciones de exportación. La antesala de tratados comerciales, pactados para equilibrar, reglamentar y establecer términos justos a los negociaciones.

Crear empleos más productivos e incrementar el bienestar de los consumidores. Los empleos creados correspondieron a la manufactura, fueron proporcionados por inversión extranjera y generalmente fueron mal pagados.

Estrategia

La modernización industrial y de comercio exterior es la estrategia fundamental; las bases para lograrlo son internacionalización de la industria nacional, a través de inversión extranjera; desarrollo tecnológico, investigación orientada a problemas concretos de la industria nacional; desregulación económica; promoción de exportaciones y fortalecimiento del mercado interno.

Líneas de acción

Los sectores más dinámicos tendrán prioridad de desarrollo. Los programas sectoriales específicos sufrirían transformaciones para realizarlos mediante concertación. Se pensaba racionar la protección a sectores vulnerables, los mecanismos de asignación de licencias fueron revisados, o más bien eliminados. Crecería el acervo estadístico internacional, de indicadores y de información de mercado en manos del gobierno, la información es poder.

Las inversiones privadas serían estimuladas, pero sobre todo, las extranjeras. Las herramientas fueron el perfeccionamiento de medios de crédito, incentivos fiscales, simplificación de trámites y se crearon alternativas de financiamiento bursátil para extranjeros. Manera tajante de equilibrar la balanza de pagos, mediante el acceso de capital especulativo del exterior.

El marco regulatorio fue revisado y se decía que sobre todo la legislación sobre monopolios. Lo extraño del caso es que si no se fomentaba la creación de monopolios u oligopolios difícilmente se haría frente a la competencia externa. Telmex es el caso más representativo. Otro sector beneficiado por la disminución en carga administrativa fue el de las telecomunicaciones. Pocos sectores han alcanzado tanto desarrollo en tan poco tiempo, independientemente del booom tecnológico. Serían objeto de promoción exportadora los sectores pesquero, silvícola y hortifrutícola. Me parece que siempre han sido olvidados y que a pesar del potencial están destinados al fracaso, excepto claro por las frutas y hortalizas que gozan de gran aceptación en el exterior, principalmente en Estados Unidos.

La modernización tecnológica siempre se ha visto como la panacea para resolver problemas y siempre se ha hecho a un lado. Es reiterativo el punto de colaboración entre industria y universidades, pero inalcanzable. Uno de las prioridades sería dotar de tecnología a las empresas de tamaño modesto, lo que no se explica es como entidades tan minúsculas podrían sufragar los altos costos de la modernidad. Otro aspecto muy mencionado es la ampliación en tiempo para las patentes, pero como hacerlo sin ciencia.

Las reglas de normalización y calidad avanzaron notablemente; sin lugar a dudas, fueron impulsadas por el entorno internacional. Se ha concretado en algunos sectores y hasta es avanzado.

La industria maquiladora fue objeto de excesivos apoyos, lamentablemente no fomentó la integración nacional ni dio apoyo a empresas mexicanas, se centró en dar facilidades para la inversión extranjero. Los apoyos fueron sobre todo fiscales como devolución de IVA y regímenes arancelarios preferenciales y apoyos financieros exclusivos a este ramo.

Las relaciones comerciales internacionales promovieron como nunca la conexión con los Estadios Unidos; estaba claro el propósito del tratado comercial. El plan de negociación comercial nunca propuso proteger el mercado nacional; hace un comentario breve sobre la integración Latinoamericana.

 

El estado dejo de ser el motor de desarrollo industrial. Dejo de hacerse cargo de las condiciones básicas de apoyo y fomento a este sector. Estaba claro que el sector privado tomaría la responsabilidad total. Esto es así a pesar de que se puede leer en las conclusiones que el gobierno ha asumido un papel claramente promotor. Lo que hizo fue modificar los reglamentos y leyes para liberar y privatizar la economía. Es una afirmación contradictoria porque su papel "activo" , como se autodefinen, es su propia pasividad.

El cambio entre este y el anterior programa es la insistencia en la apertura comercial, en extrema diferencia al proteccionismo proclamado con precedencia. Es esencia, los objetivos, metas y fines son los mismos. Se dice claramente lo que se va a hacer, pero someramente el como. Falta puntualizar la ejecución.

La meta fundamental del programa de De la Madrid fue vincular la industria con el sector externo, en este lo fue el comercio exterior por si -el vinculado a Norteamerica-. El enfoque industrial pasó a maquilador, concentrado en las zonas fronterizas; aquella descentralización fue solo un discurso más.