Ventajas Comparativas
(Krugman)

Lo que origina el comercio entre países son diferencias, pero antes de éstas está la ganancia . Un modelo es la representación excesivamente simplificada de la realidad; en el modelo estudiado, el ricardiano, se da por hecho la existencia del trabajo como único factor de producción y la diferencia entre países es la mayor o menor productividad.

Los países intercambian por necesidad y por conveniencia... importan lo que les es difícil producir, son improductivos y exportan los productos donde son más productivos. Esto se denomina ventajas comparativas. El comercio siempre es benéfico, por un lado incrementa el consumo de los residentes del país al abrir las fronteras a productos de fuera; por el otro ahorra trabajo al traer un artículo externo, se trata de una producción indirecta: el comercio se convierte en un método de producción que facilita la satisfacción de necesidades a un menor costo porque implica menos esfuerzo de producción.

Los precios relativos de un país determinan la distribución de sus ganancias; para determinar los precios relativos es necesario observar la oferta y demanda relativas; el precio relativo indica un salario de la misma naturaleza.

El carácter benéfico del comercio es indudable, están fuera los conceptos de justicia y de la incompetitividad. Sin embargo se toman ciertas creencias como verdaderas y que guardan total falsedad: un país se beneficia con el comercio a pesar de tener menor productividad en todas las industrias; el comercio beneficia incluso si las industrias extranjeras compiten por sus bajos salarios; el comercio es benéfico aún si las exportaciones incorporan más trabajo que sus importaciones.

La simplificación del modelo sobre un factor productivo y únicamente dos bienes no elimina la vigencia de las conclusiones. Agregar una infinidad de bienes puede demostrar únicamente que los elevados costos del transporte pueden generar bienes con los que no se puede comerciar.

Lo rescatable del modelo de Ricardo, y lo todavía dominante, es la afirmación hecha sobre la tendencia a exportar bienes en los que se tenga alta productividad; el resto de las predicciones son irreales.