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La aparición del brillante
american staffordshire te-
rrier o de sus acreditados
criadores ha dado lugar a
una situación, hasta el
momento, pacifica y dis-
creta entre los diferentes
terrier, en general, y los
molosos, en particular.
Una asociación de razas
de carácter federativo, es
decir, de diversas comuni-
dades autónomas, ¿es
viable? El futuro nos los
dirá, pero en el periodo
actual de transición, la
orientación técnica de la
selección de este perro
sufre de manera algo in-
justa. Hay que desconfiar,
por otra parte, de aquellos
que les propongan adqui-
rir un supuesto verdadero
american staffordshire te-
rrier con papeles por me-
nos de 75.000 pesetas.
Recele, puede caer en
una trampa. No obstante,
tampoco hay que preocu-
parse. Existen suficientes
criadores serios dónde
encontrarán ATS de bue-
nos origenes, de carácter
equilibrado y con la segu-
ridad de optar, a la edad
adulta, de un satisfacción
comparable a la que pro-
porcionan otros ejempla-
res de esta raza de difu-
sión media. Sin embargo,
para el aficionado que
está dispuesta a poner el
precio que sea con el fin
de disponer del mejor, la
situación es diferente. Ac-
tuará según los consejos
habituales.
Dada la imprecisión del
stándard en vigor y los do-
cumentos   consultados,
los tipos de perros que ac-
tualmente triunfan en las
exposiciones americanas
son notablemente diferen-
tes del ideal de raza des-
crito oficialmente en 1996.
Y es que el AST es relati-
vamente joven. Sin ir tan
lejos, sabemos que el
stándard del cocker ame-
ricano precisa que un pelo
demasiado largo y muy
abundante es defectuoso.
De ahí que no nos extra-
ñemos que un stafforshire
de 53 centímetros se con-
vierta en la norma, a pesar
que la referencia standard
marca cinco centimetros
menos. Y lo mismo puede
escribirse respecto de las
orejas, ya sean éstas cor-
El american staffordshire terrier, a diferencia
de otros terriers de la misma familia, los deno-
minados del 'tipo bull', es un perro absoluta-
mente digno de toda confianza y que merece
figurar con todos los honores en la mejor ca-
nodromografia oficial. Algunos, sin embargo,
no saben muy bien cómo encuadrar a este perro, que ocu-
po una plaza destacada en un club en el que figuran otras
veinte razas de terriers igual de reputadas y elevadas.