Pulsa
la nota para escuchar música
“El Verdadero Legado”
por Mikki
Capítulo V
“Visitantes inesperados”
“No
sé lo que he soñado
en la noche pasada.
Triste, muy triste debió ser el sueño
pues despierto,
la angustia me duraba.
Noté al incorporarme,
húmeda la almohada
y por primera vez sentí, al notarlo,
de un amargo
placer henchirse el alma.
Triste cosa es el
sueño, que llanto nos arranca,
mas tengo en mi tristeza una alegría...
¡Sé
que aún me quedan lágrimas!”
Gustavo Adolfo Bécquer
Poeta
Español – de su obra “Rimas”
Reflexión Quinta: Eriol
No necesito ser psicólogo para notar que hay un distanciamiento entre Sakura y Shaoran y el hecho me intriga. Ellos se aman, se conocen.. y han superado tantas cosas que es inquietante notar que su relación pasa por algo.. extraño. No sé que es, pero me preocupa porque un hecho que logre crear un distanciamiento entre ellos no es algo para tomarlo a la ligera. Conozco a Shaoran.. y por eso me inquieta bastante verlo como lo veo porque es muy normal en él su tendencia a asumir todos los problemas y la última vez que tuvimos un problema realmente serio, casi nos cuesta la vida a todos y más aún... casi pierdo a Yoko. Y no, no gracias.. amo demasiado a mi inocente niña como para no interesarme en lo que sucede. Y es que si Shaoran se está callando algo debe ser algo relacionado con el legendario pergamino rojo, aquel que el Mago Merlín contempló alguna vez y que motivó que escribiera algunas memorias... Que afortunadamente los Clow conservaron. Eso me ayudará a investigar por mi cuenta. Desde el año pasado que siento mucha magia a nuestro alrededor y el poder se hace más notable. Shaoran lo sabe y sospecho que el viaje que hizo antes de que empezara el año escolar tuvo que ver con eso. Estoy seguro que empezó a investigar sobre el pergamino rojo desde entonces, o quizá se atrevió a visitar al mismo Guardián de la Sabiduría, pero lo que me da la seguridad que algo está pasando es la presencia de aquella mujer: Akasha, Jefa de los Thughs. Tan parecida a Sakura que casi podría ser su gemela... sólo que en colores opuestos. Sabiendo lo que sé no creo que su presencia, ahora, sea una casualidad. Esa mujer, aquel especie de reflejo de Sakura es una de las piezas que se están acomodando para algo... algo que no dejaré que me tome de sorpresa. Afortunadamente no soy tan inocente como Shaoran, quien si sólo fuera más agudo habría notado la forma en que esa mujer Akasha, lo desea.. ![]() Si, es seguro. Aquella dama thugh es una de las piezas de algo.. que está casi frente a nosotros, pues nada es casualidad. Amor contra el deseo, odio y envidia.. Lo que quiera que pase, lo averiguaré”
|
- “No lo resistirás” –le gritó una voz en su mente.
- “No. Sí lo haré.. resistiré. Resistiré y no reclamaré nada. Nada. Porque cada minuto al lado de ella es un regalo.... un regalo que perderé muy pronto y que debo atesorar. Aún cuando me duela mucho saber que cada día se acerca más el momento de perderla..”
- “Y cuando el hombre de su pasado aparezca.. ¿qué harás?”
- “No lo sé. Supongo.. que enloqueceré”
- “Pero.. ¿la dejarás ir?”
- “No lo sé, ¡NO LO SÉ!..¡¡¡ pero si los dioses son misericordiosos me dejarán morir antes que eso pase!!”
- “No puedes ser tan egoísta, ¿qué hay de tu hijo?”
- “¡No lo sé, no lo sé!”
- “Siempre has querido un hijo. Un hijo al que proteger y amar como tú que no tuviste a tu padre...”
- “Sí. Adoro a Hien. Mi hijo. No sé si lo adoro más por ser hijo de Sakura que por ser mi hijo pero ambos son mi vida y no puedo separar ni elegir quien importa más para mí, ¡no puedo!”
- “Lo .. supongo. Es la primera vez que has tenido un hijo. Antes... no lo tuviste”
- “¿Qué¨?, ¡auchhhh!”
El dolor terrible, acuciante y tan filoso como una espada atravesó su mente y el jefe del clan Li a duras penas pudo ponerse de pie, tratando de relajarse y dejar de pensar. Llevaba semanas con aquel sordo dolor de cabeza pero en aquel momento el dolor le estaba quitando de la mente hasta los pensamientos y las ideas..
Debía calmarse. No imaginaba nada peor que empezar a sufrir de migrañas. Si, debía poner la mente en blanco.
Uno.. dos... tres minutos...
En medio del silencio de aquella interminable noche Shaoran parpadeó, aturdido y el dolor en su cabeza cesó un poco, dejándole pensar nuevamente. Llevaba horas en continua lucha consigo mismo, horas dolorosas que no le habían conducido aún a ninguna decisión y aquella voz en su mente –aquella que siempre asociaba con el lado más racional de su conciencia- había quedado muda finalmente.
Estaba extenuado, física, mental y psicológicamente. Pero no quería quedarse allí, quería acomodarse al lado de Sakura como si cierto morboso sentimiento masoquista se apoderara de él, conformándose con tenerla tan cerca sabiendo que eso no duraría. Quizá cambiara de opinión más tarde –si ella hablaba en sueños en ese idioma extraño era lo más probable- pero ahora deseaba volver a su habitación. Sin embargo fue al decidirse a salir de la biblioteca cuando recién reparó en el sobre que estaba sobre su escritorio.
Un sobre con la letra clara e imperturbable de Ieran Li.
Las débiles luces del sol se filtraron por los rincones de la biblioteca iluminándola tenuemente en difusos tonos claros y mostrando entonces la amplitud de volúmenes antiguos, pergaminos amarillentos, tapices antiguos y lacrados, además de diversos materiales de estudio e investigación hábilmente camuflados bajo el aspecto de “reliquias de valor artístico y monetario”. Ciertamente cada objeto conservado en aquel recinto podía ser catalogado como una pieza artística por cualquier visitante común, pero aquel inusual amanecer encontró la elegante y distinguida figura de Eriol Hiragizawa cómodamente instalado en su sillón favorito de orejas mientras continuaba ojeando, con gesto mecánico y casi aburrido gran cantidad de volúmenes y pergaminos ante él.
Por supuesto que sabía que lo que estaba buscando.. no estaba allí. Pero había sido casi cosa de “ética” personal el revisar algunos volúmenes para cerciorarse del todo; sabía que tenía una memoria prodigiosa pero había querido asegurarse que ningún detalle se le había pasado por alto la noche anterior desde el mismo instante en que había abierto los ojos esa mañana..
Y no se había equivocado.. Lo que buscaba no estaba allí.
Lanzando un leve suspiro que disimulaba su contrariedad se dispuso a disfrutar de la comodidad de su biblioteca privada a la vez que dejaba su mente volar hacia pensamientos que no fueran los libros. Al fin y al cabo, no había nada que le sirviera sobre los thughs allí y como no había nada provechoso en atormentarse, no pensaba hacerlo. De modo que, escuchando el suave murmullo de los pasitos apurados de su esposa perderse hacia el ala principal de la embajada –pues su familia estaba instalada en el ala Sur- le despertó enormemente el bichito de la curiosidad. Una pregunta que se hacía siempre cada mañana y que –curiosamente- nunca había tenido oportunidad de responderse, quizá por falta de constancia de su parte.
¡Que más daba!.. pensaba satisfacer su curiosidad sobre aquel punto en este mismo instante. Cada mañana, invariablemente –salvo los domingos- solía sentir sobre su rostro el suave roce de los labios de su esposa a modo de saludo mientras la figurita femenina se deslizaba con cuidado de entre sus brazos -para no despertarlo seguramente- y después salir apurada, con su suave paso característico. Más de una vez se había preguntado el motivo del apuro de ella –mucho más cuando habían pasado una noche “inquieta” y la adivinaba tan cansada como él y deseosa de permanecer en la cama hasta después que los niños marcharan a la escuela- pero nunca se había levantado inmediatamente a investigar los motivos del apuro matinal de su esposa, pero en vista de lo anormal que había sido su forma de empezar ese día -deseando “echar un último vistazo” a sus libros- también había abandonado la habitación matrimonial poco después de la salida de Yoko.
Sabía que su esposa había estado tomando un baño desde que dejó su habitación –hecho que le dio algunas ideas que dejó de lado por revisar aquellos pesados libros, aunque prometiéndose cumplirlas.. otro día muy cercano- pero después de contemplar infructuosamente los pesados volúmenes infructuosamente se había sentido desconcertado y levemente inquieto, por ello, al sentir ahora los pasitos femeninos apurados rumbo al ala principal de la embajada se dispuso a satisfacer aquella antigua y pequeña curiosidad con una leve sonrisa en los labios.
Cual sería su sorpresa al notar que la pequeña joven china estaba ¿reunida con varias personas?.. ¿a esta hora?.
- “Si Milady” –murmuraba uno de los allí reunidos- “hoy corresponde el mantenimiento de los rolls royce y de las 2 limousinas, fuera de lo de siempre..”
- “Perfectamente Míster Reynolds. Como los 4 “Mercedes Benz” pasaron su inspección ayer, podrán suplantar a gusto cualquier necesidad imprevista. Por favor, no olvide que es muy importante que el aire acondicionado de la limousine plateada esté en óptimas condiciones, mi esposo y el Embajador se sintieron algo sofocados la última vez...”
- “Milady... es que los repuestos para esas antigüedades... usted sabe”
- “Lo sé mister Reynolds” –sonrió con paciencia- “pero usted sabe que al Embajador le gusta su limousine plateada... y es nuestro deber cuidar que se sienta cómodo. Además” –añadió suavemente- “yo sé que usted es el único que puede solucionar un problema así, con lo complicados que son los repuestos para aquellos autos tan antiguos.¿Puedo confiar en usted como siempre, verdad?”
El altivo inglés se esponjó ante la tranquila confianza de la pequeña Lady.
- “Por supuesto Milady. No sé lo que haré, pero esta noche tendrá usted esa limousine mucho mejor que si estuviera nueva..”
- “Es todo un artista mister Reynolds, nunca lo dudé; pero es preciso no retrasarnos en el calendario de mantenimiento de los vehículos de la embajada. Cada día del año debemos tener siempre los suficientes vehículos disponibles..”
- “Si Milady”
La muchacha se volvió hacia un uniformado y alto inglés de aspecto marcial y responsable de la seguridad de la embajada, mientras Eriol encontraba difícil contener una sonrisa ante el inusual cuadro... ¿Yoko estaba dándole órdenes al jefe de Seguridad de la Embajada?, ¿era eso cosa de todos los días?.
- “Milady, yo deseaba agradecerle...” –empezó el oficial- “el obsequio que hizo llegar al grupo élite por nuestro aniversario, nos dejó .. bueno, sin palabras”
- “Ustedes hacen mucho más por nosotros” –sonrió la muchacha- “lo menos que puedo hacer es recordar los cumpleaños de las personas que nos protegen.. o cuando ustedes, como institución tienen un día especial”
- “Nos abruma su gentileza Milady”
- “No General. Ustedes protegen nuestra seguridad con sus vidas.. y eso no tiene precio. Es la verdad”
El alto militar hizo un saludo formal a la menuda dama y se marchó dando grandes zancadas pero aquello no fue el fin de la reunión. Ante los asombrados y divertidos ojos de su esposo, la joven china dispuso con calma y tranquilidad –hijas de la costumbre- todos y cada uno de los aspectos de la embajada, coordinando con el Mayordomo Principal, la Jefa de mucamas, el Jefe de jardineros entre otras personas, cosas tales como los arreglos florales que adornarían el lugar –que debían ser adecuados en todos y cada uno de los ambientes- la recepción adecuada a los diplomáticos que estuvieran en la agenda de acuerdo a las costumbres de sus países natales y de otras personas –becarios, visitantes turísticos entre otros –algo común en algunas áreas de la embajada-; eso, además de disponer la selección de comidas adecuadas –y agradables- a todo el personal de la Embajada y otros “detallitos”.
El único hijo de Hajime Hiragizawa estaba total y completamente sorprendido; en realidad, jamás se había preguntado como es que funcionaba todo en la embajada. Es decir, sabía que el embajador Kerringhann no tenía la menor idea de lo que pasaba a su alrededor –el gentil viejecito realmente chocheaba- pero nunca había despertado su curiosidad como para interesarse de los pequeños detalles que hacían la vida en la embajada algo tan...
¿Agradable?, ¿perfecto?, ¿natural?
No tenía idea, pero como estaba habituado a que todo siempre funcionara correctamente estaba asombrado. Era la primera vez que entendía el precio de aquella perfección siempre mostrada ante él; sus ojos azules, siempre astutos e inquietos, descubrían aquella mañana lo que hacía posible que cada detalle de la embajada estuviera en orden para las labores diarias de limpieza y mantenimiento de los vehículos, las disposición de los menús adecuados, balanceados y a gusto de todos los habitantes del lugar –casi 70 personas, sin contar con los miembros de seguridad, que también motivaban medidas para atenderlos oportunamente- esto, además de los cuidados especiales que requería el ala privada donde los Hiragizawa residían, y con muy selecto personal.
- “Si Milady, descuide.. yo mismo me encargaré que los del equipo de seguridad recuerden que no pueden volver a hacer eso” –murmuró el Mayordomo General, muy serio, si bien sonreía interiormente, pues ya estaba acostumbrado a aquellos inconvenientes - “le aseguro que no volverá a suceder. Aunque el señorito Tao les ordene que hagan una demostración de tiro al blanco, eso es un hecho que no se repetirá”
- “Gracias. No quise decírselo al General directamente... lo hubiera apenado. Pero estoy segura que si usted se lo comenta como en una charla, todo estará bien”
- “Como disponga, Milady”
El último empleado se retiró con una inclinación respetuosa y sólo entonces Yoko suspiró aliviada. Era muy temprano aún, por lo que tenía tiempo de ir a verificar el desayuno que iban a servir a su familia antes de volver a ponerse una bata y recostarse algunos minutos al lado de Eriol, para después iniciar formalmente su día. Avanzó por el amplio vestíbulo algo distraída cuando un brazo rodeó su talle desde la biblioteca cercana, alarmándola..
Quizá hubiera gritado... o respondido con una llave de artes marciales –algo en lo que era realmente experta pese a su menudo tamaño- pero luego del primer segundo de susto reconoció a su “atacante”, que conociéndola bien la había besado con rapidez, inmovilizándola..
- “Ya veo porque siempre estás apurada al levantarte.. no importa que tan cansada estés” –dijo con divertida malicia, mientras ella se sonrojaba- “¿cómo es que haces esto cada día sin volverte loca?”
- “¡Me diste un gran susto!” –susurró, algo aturdida aún- “tuviste suerte... que no te golpeara creyendo que era un extraño”
- “Si, sé bien lo peligrosa que eres cuando te enfadas.. no lo olvides” –rió divertido, antes de apresarla de nuevo con su cuerpo- “y también sabes lo peligroso que soy ¿verdad?”
- “No estamos en nuestra habitación.. puede vernos cualquiera. ¡Es el ala principal!” –murmuró la muchacha, sonrojada.
Comprendiendo bien lo mucho que a Yoko le apenaba verse pillada en una situación íntima por algún extraño, Eriol asintió y la soltó mientras caminaban hasta el ala sur donde estaban mucho más a gusto –ambos sentían el ala sur como su hogar- pero apenas se sintieron a cubierto de ojos indiscretos él le preguntó suavemente..
- “¿Haces esto todos los días, de verdad?”
La chica parecía algo desconcertada por su interés.
- “Pero no es para tanto; ya estoy acostumbrada, además los domingos si que me relajo y lo sabes” –le miró algo inquieta - “el que me sorprende eres tú. ¿Estas bien?... no sueles estar de pie aún.”
- “¿Quieres decirme que soy un flojo?”
- “No. Pero necesitas descansar... no quisiera que te enfermes”
- “¿Yo?” –se sorprendió él- “Eres tú quien trabaja demasiado, bueno... tenía algo que quería revisar y salí de nuestra habitación después de ti, aunque hoy me he sorprendido y a la vez entiendo por fin muchas cosas” –la miró con una chispa de orgullo en sus ojos azules- “¿Sabes una cosa mi pequeña Lady Hiragizawa?, tú sola manejas todo este lugar y me parece que entre el embajador y yo sólo estamos haciéndote trabajar de más”
- “¡¿Cómo se te ocurre?!” –saltó la aludida, apenadísima- “El embajador es un señor muy amable y bueno pero es viudo y no tiene quien se encargue de esto por él. ¡Jamás me entrometería en quitarle esta labor si hubiera una embajadora!”
Su esposo contuvo una carcajada antes de añadir:
- “Pues Lady Regina es embajadora desde que tengo memoria y te aseguro que ni siquiera se ha enterado que existen jardineros o gente que trabaja para ella. A menos que los necesite ni siquiera nota que existen”
- “No digas eso. Lady Regina es.. algo distraída, es todo” –Eriol se encogió de hombros, y Yoko continuó- “además, si estoy aquí es porque este es tu trabajo y debo ayudar”
- “Pues ya lo creo que te ocupas de bastante” –admitió el hechicero inglés con una sonrisa, sintiéndose orgulloso por la modestia y la labor ignorada por todos que Yoko llevaba a cabo- “creo que te asignaré una nueva asistente para que te ayude en estas cosas o quizá en la labor administrativa; admito que no lo había pensado, pero además de esto te encargas de buena parte de la organización de los recursos de la embajada y veo que es realmente demasiado trabajo”
Los ojos grises parpadearon, entre halagados y avergonzados por la preocupación que delataban las palabras de él.
- “Eriol esto es parte de mi trabajo. Nada más” –le explicó simplemente- “No hago nada que ninguna mujer casada de este mundo no haga: poner su casa en orden, conociendo cada detalle y por eso no espero nada. Es en la embajada donde tengo un empleo, lo que viste no es nada del otro mundo, quizá una escala más de lo normal pero puedo con eso.. te lo juro. Toda mujer hace lo mismo que yo”
- “Y pensar que hay sujetos que las llaman “sexo débil”. A este paso me volveré feminista”
La joven china sonrió mientras cerraba la puerta de la biblioteca privada de él. Al primer vistazo había notado ya que Eriol había estado leyendo algunos volúmenes pero mientras su esposo estaba acomodándose en su sillón favorito algo más serio que antes, Yoko se interesó en el más antiguo de los libros.
- “Thughs. Sólo decir su nombre no me gusta” –susurró ella.
- “Y no puedo culparte” –el inglés frunció levemente el ceño antes de añadir- “estaba tratando de ubicar algún dato importante o alguna relación con thughs japoneses pero no hay nada y eso me deja perplejo. Ya sabes que no es algo que me suceda a menudo”
- “¿Thughs en Japón?” –se sorprendió- “pero no hay thughs en Japón Eriol; sabes bien que ellos... bueno, ellos son hindúes en su mayoría. Quizá se mezclan con miembros de clanes poco importantes pero pagando mucho dinero; aunque algunos pueden haber nacido fuera de la India por razones de su ´trabajo´ sólo tienen fortuitamente bases en otros países; se han asentado en la India y en Hong Kong sólo porque el Concilio estuvo allí durante muchos años”
- “Lo sé. Pero no le encuentro sentido. El parecido físico entre aquella mujer y Sakura me desconcierta” –reflexionó- “sé bien que se dice que todos tenemos un “doble” en algún lugar del mundo pero esto me parece bastante insólito: que aquella thugh se parezca tanto a Sakura, además.. lo de Shaoran...”
Yoko frunció el ceño y Eriol adivinó. Ella estaba molesta. Siendo una chica algo anticuada le había parecido muy desagradable sus sospechas que la Jefa de los thughs tuviera cierto “interés” en el Jefe de los Li porque estaba casado; además, que de por sí, Yoko no estimaba a los Thughs para nada..
- “Si tiene algo de autorespeto, debería respetar al esposo de otra mujer.. después de todo, thugh o no, una mujer es una mujer y a nadie le gustaría que alguna sinvergüenza ande por allí, haciéndole guiños a su esposo” –se enfadó- “¡Al menos a mí no me gustaría que te lo hicieran y no hay que hacerle a otras lo que no le gustaría que le hagan a una!”
El inglés soltó una risa divertida, ante aquella exclamación.
- “Tranquila niña. Aunque tus celos me halagan te repito que ella no está interesada en mí”
- “Pues más le vale” –hizo un leve puchero- “y ojalá te equivoques con lo de Shaoran; después de todo sería muy incómodo para Sakura saber que esa mujer anda por allí..”
- “No le dirás a Sakura..”
- “Pero Eriol, ¡debo prevenirla!”
- “No, por favor.. aún no” –le pidió, tranquilizándola y haciéndola sentarse en su regazo- “quizá pude haberme equivocado..”
Yoko alzó una ceja expresando sus dudas y el inglés sonrió antes de continuar.
- “Bien, sinceramente deseo haberme equivocado, pero llenar de angustia a Sakura no ayudará en nada. Créeme: Akasha Bhaktar no tiene la menor opción ¡Shaoran ni siquiera la mira, puedo jurártelo! Sakura no tiene nada que temer y tú.....” –la tomó por la barbilla- “no estás traicionando a nuestra amiga al no decirlo”
- “¿Cómo estas tan seguro?”
- “Estuve allí.. ví a ambos. Shaoran no la miraba como mujer y eso es real; sobre ella admito que tengo dudas pero de mi amigo, nada. Estoy seguro que ni se le ha pasado por la cabeza y aún en caso que Shaoran empezara a sospechar..”
Ahora sí que Yoko hizo otro bonito puchero antes de añadir.
- “Si eso pasara no se lo dirías a Sakura. Ustedes los hombres siempre se apoyan mutuamente” –bufó irritada- “¡y no lo niegues Eriol!”
- “Puede que tengas razón, pero si no me equivoco sobre aquella mujer y Shaoran descubre ser el objeto de los afectos de Bhaktar, dudo que se quedaría tranquilo” –continuó tras un silencio expectante por parte de su esposa- “Akasha Bhaktar no es su tipo, eso puedo apostarlo”
- “¿De verdad lo crees?”
- “Sin duda alguna, ¿acaso no confías en mí?”
Yoko asintió suavemente y se acomodó en el regazo de Eriol con una fé casi infantil pero el joven Secretario de Cultura de la Embajada aún no se quitaba de la cabeza el porqué del singular parecido entre Sakura Li y Akasha Bahktar... pero entonces ella vió aquel sobre que había llegado la noche anterior –mismo que olvidó revisar por verificar que le repusieran las gafas a aquel compañero de Tao- y se adelantó a leerlo algunos pasos, palideciendo un poco según leía las escasas letras que contenía..
- “Una broma cruel” –se dijo mentalmente pensando en Lady Alice, una antigua amiga de Eriol, quien despechada por no haberse casado con el joven inglés solía hacerle sutiles malas pasadas, mismas que ella no pensaba decir a su esposo pues sabía arreglárselas muy bien sola- “como si no supiera que esto es imposible”
La joven Lady sonrió melancólica mientras observaba por el rabillo del ojo cómo Eriol aún ojeaba nuevamente el libro sobre thughs, pero el leer aquella “broma cruel” le hizo recordar algo de pronto..
- “Eriol... ayer debiste escribirle a tu padre... lo prometiste” –le susurró, mirando la fecha del calendario en ese momento.
- “¿Eh?” –el hechicero inglés se desconcertó por un instante, antes de añadir- “¿Tiene que ser hoy?” –comentó distraído.
- “¡Ya te estás pareciendo a Tao, Eriol!” –rió divertida.
- “No veo el caso a escribirle una carta anual al Embajador” –sonrió encogiéndose de hombros, sabiendo que terminaría por ceder al pedido femenino- “pero si insistes, lo haré y se la enviaré a su asistente por fax. Aunque ya sabes que el embajador nunca contesta..”
- “Eres su único hijo, estoy segura que se siente feliz de recibir algo personal de tu parte. Aunque sea una vez al año”
El inglés lanzó un suspiro aceptando mentalmente que Yoko no tenía remedio. ¡Llevaba casi ocho años viviendo con él y a pesar de todo seguía siendo tan inocente!. ¡Cómo si el embajador pensara en contestarle alguna vez!. Sabía bien de los múltiples intentos de Yoko por “unir” a sus padres a la familia durante los años que vivieron en Inglaterra.. y aún no quería darse cuenta que Hajime y Regina se llevaban mejor si tenían un océano o dos de distancia y la misma regla se aplicaba a la relación de él y sus padres. ¡Ocho años y Yoko aún seguía intentándolo!
Aunque no negaba que eso era una de las cosas que más adoraba en ella: su ingenuidad, su ternura..
Y lo vergonzosa que era, pese a vivir y compartir tantas noches a su lado.
- “Nunca dejarás de sorprenderme pese a que eres parte de mí, niña mía” –le dijo suavemente, mientras ella se aferraba a él con la misma fé de siempre- “eres lo que yo no soy... lo sé. Por eso te amo”
- “¿Quieres decir que las personas buscan lo que no son?”
- “Podría ser” –murmuró pensando en las parejas que conocía y en sí mismo y su esposa- “la dulzura y la terquedad es una buena forma de describir a Tomoyo y al doctor Kinomoto..”
- “¡El no es una mala persona Eriol!”
- “Si, pero no acabo de caerle bien” –rió divertido- “aunque creo que en el fondo es por eso que el doctor te aprecia a ti más que a mí. Sabe que eres mi conciencia y que tú no permitirías que me divirtiera a costa de Sakura, de Shaoran, de él o de Tomoyo, como lo hice alguna vez..”
- “No seas injusto contigo mismo. Sé que Shaoran es tu mejor amigo y que le aprecias un montón, sólo es que...”
- “Es que a veces no puedo con mi temperamento, lo sé... pero para controlar mi peculiar sentido de la diversión es que te tengo a ti” –rió- “somos como una santa y un pecador”
Yoko quedó perpleja.
- “Eriol yo no soy una santa, ¿cómo se te ocurre?, no tengo nada en común con las estatuas de monjas o vírgenes que están en los altares..”
- “Bueno, monja no eras.. pero virg..”
- “¡Eriol!”
El lanzó una carcajada divertida, mientras sus ojos azules adquirían aquella chispa de astucia y malicia que Yoko conocía tan bien..
- “Bien.. si tú no eras santa, yo admito que sí era bastante pecador y lo sabes. Además” –susurró sobre el oído femenino, haciéndola estremecer- “pecar es muy agradable... y muy disfrutable ¿no?”
Yoko se puso como un tomate.
- “No me cambies el tema” –le pidió aún sofocada- “si dices que somos así ¿cómo describirías a Sakura y Shaoran? ellos se parecen en ciertos sentidos”
- “No del todo. Ambos tienen un rasgo del todo opuesto: la desconfianza y la fé...”
- “Hmm.. quizá..” –dudó ella.
Eriol asintió mientras en su mente reafirmaba su hipótesis. Si, Sakura y Shaoran eran parecidos pero opuestos a la vez, ella, gentil y cariñosa, dispuesta a creer siempre lo mejor de las personas; su mejor amigo, serio y responsable... pero desconfiado desde siempre.
Desde niño. Siempre en alerta.
Pero entonces recordó algo... ¿que podía representar a aquella mujer thugh?
- “Akasha Bahktar ... debe ser la oscuridad” –murmuró apenas, pensando en voz alta.
Su esposa asintió.
- “La luz y la oscuridad” –murmuró Yoko levemente, mientras adivinaba los pensamientos de Eriol y la asociación de ideas entre ambas mujeres: Sakura Li y Akasha Bahktar- “Shaoran nunca elegiría la oscuridad de esa mujer por sobre la luz de Sakura”
- “No existen las coincidencias... sólo lo inevitable” –pensó él asintiendo, antes de abrazar a la esposa que no sólo amaba sinó también admiraba profundamente mientras la embajada empezaba a ponerse en movimiento.
En ese mismo instante en Li Manor, Sakura despertó al sentir la luz del día sobre su rostro y lanzó un profundo suspiro mientras su cuerpo buscaba a Shaoran en su lecho; pero al no encontrar rastro alguno de su esposo abrió los ojos. Las enormes piscinas verdes de la antigua card captor contemplaron por unos instantes el desorden de la habitación antes de que los recuerdos de la noche anterior volvieran a su mente y como tal se sonrojó, sintiéndose feliz. El la amaba, ella también y todo tenía que estar bien; quizá tenían conflictos en el Concilio pero nada que afectara su relación.. lo que había entre los dos.
Eso era lo que importaba.
Todo estaba bien.
Con un profundo y feliz suspiro, se levantó canturreando y fue a asearse para salir de su habitación –después de ordenarla un poco- en busca de Shaoran. Aún era temprano como para que hubiera ido a la oficina y escuchaba su voz en la biblioteca cercana. Estaba feliz, contenta, casi burbujeante en su estado de ánimo, mientras caminaba hacia el gabinete no dejaba de repetirse que había estado temiendo tonterías a la vez que se felicitaba a sí misma de no haber compartido sus temores con Tomoyo o Yoko ya que finalmente toda su preocupación era infundada y sólo hubiera inquietado a sus amigas. Ahora sólo quería verlo. Quería mirarlo y que la abrazara y la besara suavemente. Como siempre sucedía después de..
De una noche como la que habían pasado.
- “¡Buenos días!” –saludó con una enorme sonrisa, asomándose al despacho de él casi como una adolescente eufórica y enamorada- “¿estás ocupado Shao....?”
La sonrisa se le heló en el rostro cuando él giró desde su posición –estaba hablando por teléfono- y sus ojos se encontraron. Sakura no supo por qué pero su corazón dio un vuelco. No había en los ojos de él aquella chispa, aquel brillo de amor en su mirada sinó más bien algo extraño.. no sabía bien lo que era pero no era la mirada que esperaba encontrar esa mañana y como tal se quedó de pie ante él, dudando si empinarse y besarlo o no. Estaba desconcertada.
Y se sintió más perpleja aún cuando él la besó rápidamente en los labios a modo de saludo –apenas le rozó la boca- y continuó su conversación telefónica. Y es que la mirada masculina era diferente a la que esperaba...
Algo.. ¿atormentada?.
- “Shao.. ran vas.. ¿vas a desayunar?” –titubeó, porque la mirada y los gestos fríos de él le habían caído como un balde de agua helada- “eh.. lo decía..”
El sólo hizo un gesto asintiendo y siguió en su charla telefónica, ignorándola. Por eso salió de la biblioteca de prisa.. casi sonámbula. No entendía nada. Repentinamente se sentía como una niña regañada por algo que no había hecho y estaba desconcertada, confundida y con unas terribles ganas de llorar..
- “Eres tonta Sakura, no pasa nada” –se dijo mentalmente, tratando de animarse, mientras preparaba el desayuno de su familia y daba órdenes mecánicamente al servicio doméstico que le ayudaba en el mantenimiento de Li Manor- “la conversación debía ser muy importante ¡si, seguramente fue eso!, ¡por eso estaba tan serio y frío! ¿por qué otra cosa puede ser?. El te ama ¡lo sabes!, anoche fue muy tierno pero tiene otros problemas. ¡No puedo ponerme como una niña sabiendo toda la presión que él tiene!”
- “¿Mamá?, ¿estás bien?” –murmuró Hien, mirándola con interés desde su butaca, en la mesa- “¿no me escuchaste?”
- “¿Eh?.. ¡si cariño, claro que lo hice!. Me decías que ya no te estás quedando dormido, y eso es bueno. Dama Ieran te hizo una buena sugerencia al adelantar tu despertador..” –Sakura miró a la recién llegada May May y a su hijo y entonces le sorprendió algo- “¿se quedó dormida Dama Ieran?”
Ambos niños la miraron confundidos..
- “Mamá: te estaba diciendo que Dama Ieran no está en casa.. ¡no me estabas escuchando!”
- “¡¿Dama Ieran no está?!”
- “Estás muy despistada esta mañana” –rió May May algo burlona, mientras Shaoran ocupaba su lugar en la cabecera de la mesa- “¿qué te pasa?”
- “No me pasa nada”
- “¿De verdad mamá?, ¡parece que no me habías escuchado!, yo te estaba diciendo que Dama Ieran no está en casa, pero no sé donde fue y..”
- “Mi señora madre viajó a Kyoto” –informó Shaoran terciando en la conversación, a la vez que tomaba su servilleta- “anoche”
Sakura quedó aún más desconcertada de lo que ya estaba.
- “¿Anoche?” –repitió, sorprendida- “¿estás seguro?, yo hablé con ella cuando ya se había retirado a su habitación y no me dijo nada”
- “Tampoco a mí me informó” –respondió el jefe del clan Li, muy tranquilo- “pero encontré su carta en mi despacho. Dice que necesita pasar algunos días resolviendo asuntos personales” –notó la inquietud en la mirada de Sakura- “¿qué te preocupa?, ¿crees que sea algo serio?”
- “No.. bueno, si Dama Ieran lo dice, supongo que está bien” –murmuró la antigua card captor, recordando que había sido dura con su suegra la noche anterior y temiendo tener parte en el sorpresivo viaje de la dama china- “con todo... no me gusta que se haya marchado sin despedirse”
- “Ella acostumbra hacer eso Sakura, ¿qué te sorprende?” –admitió Shaoran, con leve ironía- “ya deberías estar acostumbrada..”
La joven de ojos verdes notó con inquietud cierto dejo de resentimiento en la voz de él pero no dijo nada. No pensaba juzgar la forma en que Dama Ieran había educado a su esposo pero hacía algún tiempo notaba algunas veladas frases en Shaoran que dejaban traslucir cierta incomodidad con la dama china. Quizá antes hubiera podido hablar y tratar de enmendar ciertas asperezas entre él y su suegra pero según había ido conociendo los detalles de la espartana educación brindada por Ieran Li, le era difícil encontrar excusas.
Ella sabía lo mucho que Shaoran consideraba a la autora de sus días pero era también consciente que el mayor sentimiento entre madre e hijo no era precisamente el amor, sinó el respeto.
Y se preguntó súbitamente si sus palabras el día anterior no habían herido a Ieran más profundamente de lo que ella esperaba.
- “Bien Sakura, en realidad la abuelita quiso avisarles, pero no pudo decírselos anoche cuando tocó la puerta de sus habitaciones” –murmuró May May con evidente malicia, muy suavecito y con evidente deleite- “creo que notó que estaban ocupados y no quiso interrumpirles para decirles que se iba...”
Los rostros de Sakura y Shaoran se sofocaron al captar la frase de la chiquilla...
- “¡¡¡¿¿¿TOCÓ LA PUERTA ANOCHE???!!!” –casi gritó Sakura, con el rostro arrebolado por la vergüenza al pensar lo que la dama podía haber “escuchado”- “¡Ohh!”
- “¡¿ESTAS SEGURA?!” –gritó Shaoran, casi tan rojo como su esposa.
- “Sip. Yo estaba con ella...” –asintió May May con un guiño evidente hacia los esposos, que se pusieron aún más rojos- “ya ven por que se fue dejando sólo una carta..”
Sakura asintió en silencio sintiéndose avergonzada como una adolescente mientras Shaoran hundía su rostro apenado detrás de una humeante taza de té; pero Hien, que no captaba nada de lo que estaba sucediendo esa mañana miró a ambos a su gusto desde sus enormes ojos verdes y preguntó:
- “¿Eso es malo mamá?.. ¿papá?”
- “No, claro que no” –dudó Shaoran, sudando.
- “Eh..” –repitió Sakura, avergonzadísima de imaginarse a su suegra detrás de la puerta mientras ella y Shaoran estaban “ocupados”- “bueno, nosotros...”
- “Lo que pasa es que tus papás estaban haciendo algo importante Hien ¡ja, ja, ja!” –rió la adolescente de la casa, muy divertida con las reacciones de los involucrados- “Y en circunstancias así, es normal que la abuelita no les interrumpiera y se marchara”
- “¿Porqué dices eso May May?” –quiso saber Hien, con su natural curiosidad infantil- “¿qué circunstancias?, ¿mucho trabajo?, ¿mamá?, ¿papá?”
La gota sobre las cabezas de los esposos Li se hizo más gruesa. No era necesario ser muy intuitivo para adivinar que May May sabía perfectamente “demasiados” detalles de su vida íntima..
- “Bien” –Shaoran estaba sudando a mares, mientras trataba de darle a su voz su tono imperioso y natural en las mañanas- “es mejor olvidar este asunto. Mi señora madre siempre se conduce de manera correcta y con motivos lógicos y racionales, seguro tuvo buenas razones para marcharse de modo que es mejor que ustedes dos vayan a la escuela, ¿no se les hace tarde?”
Hien pareció algo confundido.. ¿pasaba algo?, su papá estaba muy serio esa mañana y su mamá estaba más distraída que nunca; por su parte, May May esbozó una risita socarrona mientras se inclinaba al oído de su pequeño primito murmurando algo entre dientes, ante la mirada interrogante de los esposos Li.
- “¡¿¿Un hermanito??! ¡GENIAL!, ¡VIVAAAA!” –saltó el niño, casi gritando- “¿anoche decidieron darme un hermanito?, ¿y cuando estará aquí?, ¿será niño o niña?”
- “¡May May!” –se sofocó Sakura.
- “¡Cof, cof, cof!” –se atragantaba Shaoran.
- “¿Y yo que hice?” –se defendió la indiscreta chiquilla- “.. ¿acaso no podría ser cierto o que?”
Shaoran se puso azul –quizá por haberse atragantado dos veces seguidas con su té en menos de dos segundos- mientras Sakura se sonrojaba levemente ante la mirada infantil y llena de inocencia de su hijo..
May May lo estaba pasando divinamente alborotando Li Manor.
- “Bien; ya basta” –replicó el jefe de familia, tras un carraspeo nervioso- “Hien: creí que ya había quedado claro que para tu madre y para mí, tú eres más que suficiente..”
- “¡Pero papá..!”
- “Ya lo dije, y no quiero escuchar ni un solo comentario más” –lanzó una mirada furiosa a May May, mientras la jovencita se hundía en su asiento- “¿quedó claro?”
- “¡¡Por supuesto querido, lindo y guapísimo Shaoran...!!”
El ceño del Jefe del Clan Li se hizo más notorio y May May empezó a inquietarse y a lanzar miradas de súplica a Sakura. Si no le ayudaba, Shaoran le iba a castigar y él podía ser realmente temible cuando se lo proponía –todo el clan Li temblaba ante el ceño del joven Jefe- pero la antigua card captor no miraba ni al chiquilla ni al semblante peligrosamente frío de su esposo.. más bien contemplaba la carita de Hien con atención y en ese momento, como respondiendo la mirada de su madre –que parecía preguntarle tantas cosas- el niño murmuró.
- “Yo entendería.. si quisieran otro niño” –dijo muy seriecito- “Dama Ieran estaría contenta al igual que el clan, no tendrían que mentir o ocultar que yo no tengo magia porque todos estarían mucho más tranquilos con otro heredero .. con magia, que no sea como yo” –aceptó quedito, en medio del súbito silencio – “¡en serio, les prometo que no me enfadaré!”
Sakura miró a su hijo casi atónita por la sorpresa mientras Shaoran se tragaba su enfado de mala gana. El y Sakura habían decidido no tener más niños pero al parecer su madre había estado hablando con Hien pues no había otra manera de que el niño supiera que aquella era la solución planteada desde hace tiempo atrás por la antecesora del Jefe del Clan Li..
Desheredar a Hien a favor de otro niño o niña.. con poderes mágicos evidentes.
- “Entonces.. ¿tendré hermanito pronto?”
Shaoran disimuló su sonrojo hundiendo de nuevo su cara en su taza de té, pero Sakura lanzó un leve suspiro.. y algo apenada aún se volvió hacia su hijo..
- “Mi pequeño..” –sonrió la antigua card captor, mirándose en las pupilas verdes de su hijo- “tu papá y yo ya hemos hablado de eso y tenemos nuestros propios motivos ¿está bien?. Tú sólo preocúpate por la escuela y nada más Hien”
- “Pero mamá..”
- “¡Shhh! a tu papá y a mí no nos importa nada la magia.. te amamos a TI, tal y como eres y no te cambiaríamos nunca ni por un millón de bebés con magia. ¿Quedó claro?”
Hien asintió en silencio, mientras el reloj del comedor anunciaba que era hora de que los escolares se fueran so pena de llegar tarde; pero antes que May May cruzara la puerta de salida la voz de Shaoran Li le dijo con helado acento, a modo de advertencia..
- “May May si vuelves a hablar ante mí como lo has hecho esta mañana” –la adolescente ahogó un ¡glup! involuntario- “por la memoria de mi padre y de mis ancestros que en la siguiente hora estarás en Hong Kong, bajo estricta supervisión”
- “Si... si. ¡Me voy a la escuela!” –se despidió apuradamente, antes de salir aún temblando de la casa.
Y es que cuando Shaoran Li se dirigía hacia alguien en aquel tono de imperio, nadie dudaba que cumpliría sus advertencias.
Kujaku Hoshino lanzó un breve suspiro de desaliento pero no dijo nada. Aquella mañana en la escuela había sido enorme la sorpresa que había causado al llegar con sus lentes de contacto y pese a que se sentía extraño con tanta atención, tuvo que admitir que sus compañeros de clase no habían notado su existencia hasta ese día.
Quizá no le habían reconocido sin las gruesas gafas de fondo de botella....
Bien, quizá tener el “look” adecuado era importante para los adolescentes modernos. Y definitivamente aquel estilo de gafas –toscas y de un grosor tal en las lunas que no permitía casi ver la cara de quien los llevaba- no era la base para ser popular pero ¿soñar no costaba nada o si?, de hecho Naru Kiyama era prueba de lo importante que era tener la imagen adecuada, pues había llegado a la escuela esa mañana con una sonrisa enorme y esa sonrisa se le convirtió en una mueca cuando notó que Tao había aceptado la tarea sin mencionar siquiera la cita que le había ofrecido espontáneamente antes..
Y no era que ella le hubiese puesto una cita como condición para hacerle esa difícil tarea escolar pero como el ofrecimiento había salido del propio chico, la chiquilla había estado contenta de tener por fin a alguien que quisiera salir con ella. Por primera vez en su vida.
- “¡¡Genial Kiyama, es genial!!” –agradeció Tao con su usual alegría- “¡me has salvado la vida, eres la mejor!... gracias” –se volvió hacia otro compañero, comentando a continuación entre risas- “realmente nunca le hubiéramos visto la cara a Hoshino de no haber sido porque le rompí los lentes ayer, ¿no es así?” –bromeó.
- “Pues buen favor le has hecho Hiu.. ¡está llamando la atención de las chicas!, quizá resulte volverse tan popular como Tsukishiro”
- “¡Bah!”
- “Mira cuantas chicas lo están mirando... y aún no llega Li”
Tao frunció el ceño y tragó sus ganas de hacer un berrinche –detestaba tener más competencia por la atención de May May, como si con Rei no fuera ya demasiado- pero entonces notó que Naru no se había movido desde que le entregó su tarea..
- “¿Quieres algo Kiyama?” –preguntó confundido- “¿qué pasa?”
La chica negó apenas y se dirigió a su sitio sintiéndose aún más patética que siempre. ¡Que negra era su suerte! resulta que el único compañero de clases que usaba gafas del mismo estilo que ella –el nuevo chico, Hoshino- había pasado a usar lentes de contacto y toda la clase había descubierto al chico tímido y de aspecto atractivo que se ocultaba tras los gruesos anteojos..
- “A mí, ni quitándome estas gafas se me quitará lo fea” –se dijo sintiéndose deprimida, espantosa y con el ego en el piso- “porque además de fea no tengo la figura de Li ¡ella pone locos a todos los chicos, en cambio yo..!” –aceptó con dolor- “soy tan flaca que a veces la gente cree que he desaparecido porque actúan como si no existiera”
La desventurada adolescente lanzó un gran suspiro que no interesó a nadie en el aula, mucho menos porque Rei Tsukishiro –que se había retrasado en ingresar al aula porque una chica se le había declarado cuando estaba cambiándose los zapatos- acababa de ingresar al salón de clases y aunque Kujaku Hoshino estaba llamando la atención del público femenino –algo con lo que el chico no parecía muy cómodo por su evidente timidez- la llegada del hijo del Director del Campus motivó que las chicas volvieran a lo mismo... saludar a Rei con las mejillas sonrojadas y cruzándose en su camino para llamar su atención.
Algo que era tan rutinario que tal vez por eso hastiaba al aludido, que caminó tan gélido como de costumbre hasta su pupitre al lado del de Kiyama y detrás de Tao, que charlaba con otro compañero, algo alejado de su sitio en ese momento..
- “Buenos días” –saludó Tsukishiro, sentándose en su pupitre con su serenidad acostumbrada, luego de pasar finalmente al gran grupo de chicas que se le cruzaron en el camino mirándolo con ojos en forma de corazón.
- “Bue..... buenos días Tsukishiro” –murmuró apenas su poco agraciada vecina.
Pese a que las condiscípulas de Tsukishiro pensaban, Rei no tenía nada de distraído y era más bien todo lo contrario, por lo mismo captó al punto que en lugar del amistoso saludo y la charla casi amical con que Kiyama se dirigía a él –era la única chica en todo el aula que le hablaba sin esa expresión de embobado arrobo y por eso se sentía casi a gusto con ella- la voz de su vecina de carpeta tenía un dejo de miseria bastante inusual..
Bien, era normal que Kiyama tuviera ese tono cuando era día de San Valentín o el día blanco o cuando era ignorada en las actividades extracurriculares –la pobre era olímpicamente ignorada en los clubs escolares- pero normalmente la chiquilla parecía feliz de empezar clases, casi como si llenarse de conocimientos fuera una experiencia que verdaderamente disfrutara (gusto que Rei compartía por cierto); pero aquella expresión de desventura tan temprano era tan antinatural que llamó la atención del alumno más popular y serio del Campus Clamp en Tomoeda y siguió la trayectoria de la mirada de la chica encontrando al final de la misma a su mejor amigo tratando de alejar la atención femenina de Kujaku Hoshino..
- “Bien, puedo aguantar que Rei sea popular con las chicas.. al fin y al cabo el pobre viejo siempre ha tenido ese don.. que no sabe usar por cierto” –comentaba Hiu hablando de Tsukishiro en ese momento a varios compañeros, que reían divertidos- “además, Rei es mi mejor amigo pero, ¿dejar que ese recién llegado que hasta ayer era un torpe lentes de fondo de botella me supere ante las chicas?, ¡eso nunca!”
- “¡Ya quisiera yo tener esa suerte!” –dijo otro.
- “Si, a ver que dice Li con la nueva facha de Hoshino”
- “¡No, estoy segura que ella le será fiel a Tsukishiro!” –saltó otro.
- “Quizá” –aceptó un tercero mientras Tao parecía inquietarse- “pero no podemos negar que si bien no hay en todo el Campus pueda quitarle a Tsukishiro el primer lugar en el corazón de las chicas, ese Hoshino va para quedarse con un segundo lugar, y eso no es desdeñable..”
- “¡¿Estas loco?!, ¡no es más guapo que yo!” –saltó Tao- “¡Rei es el Rey del Hielo pero yo soy el segundo chico más popular de todo el Campus!”
El aludido escuchó la charla pero no hizo gesto alguno que delatara interés, en realidad aquello de ser popular era algo totalmente indiferente y en el fondo, al escuchar aquello Rei deseó con toda su alma que el chico nuevo le hiciera el gran milagro de apartar la atención femenina de su persona.. ¡se sentía observado cada segundo que estaba en la escuela y eso no le gustaba nada!.
Odiaba sentirse tan incómodo y herir a alguien pero.. ¿qué podía hacer?, no estaba interesado en nadie... de la escuela. Bien, él sabía que admirar a Sakura Li era imposible, pero no podía evitarlo y por eso mismo no podía aceptar a otra chica; detestaba mentir y más aún cuando había sentimientos de por medio, ¿qué culpa tenía él si Sakura Li no le dejaba ver encanto alguno en las chicas de su edad? ¿acaso no podía cambiarse los zapatos siquiera sin temer que apareciera una chica y se le declarara?. Iba a acabar con delirio de persecución con todo el acoso del que era objeto con las chicas detrás de su espalda..
Y él mirando a Sakura Li, que estaba tan lejos de él como la luna.
- “Menuda competencia.. ¿no viejo?, ¡bah!, las mujeres son volubles” –dijo Tao, acercándose a charlar a su lado y trayendo de nuevo su mente al salón de clase, con todo lo que eso implicaba - “aunque tu club de fans son ferozmente leales... si te volteas un poco las verás babeando a tus espaldas..”
- “...”
- “Hmmm.. de haber sabido que Hoshino iba a llamar la atención, no le hubiera roto los lentes ni hubiera dejado que mi hermana le obsequiara a cambio esos de contacto que usa ahora” –bufó desdeñoso Tao continuando con su monólogo normal, es decir la charla en la que él hablaba y Rei callaba- “pero creo que toda esta atención es cosa temporal aunque es bueno que tú te acostumbres” –añadió- “ya las chicas están mirando a otras personas además de ti y descubrirán lo guapo que soy en algunos días a lo sumo..”
- “¿Descubrirte?” –al fin habló Tsukishiro.
- “Sip, a mí, finalmente me descubrirán, lo sé”
- “No eres un continente o un planeta..”
- “No, pero el sujeto solo tiene a favor su novedad” –le replicó Tao, mecánicamente, antes de añadir- “¿estas celoso o que?”
- “...”
Un minúsculo signo le gritó claramente a Tao un “¿estás loco?” y el otro lo captó sin que Rei tuviera que hablar.
- “Si... ya veo. Tu tienes agua en vez de sangre en las venas” –continuó Hiu, frunciendo el ceño- “lo malo es que este fin de semana es la fiesta de disfraces de nuestros superiores y temo que este tipo vaya a echarme sombra. ¿No crees que May May irá a fijarse en él verdad?”
- “......”
- “Ya veo.. temes que te obligue a llevarla al baile ¿no?”
- “...........”
- “Si, ya sé que a ti no hay nada que te obligue a hacer algo.. a menos que sean tus papás o sea por tu hermanito” –razonó Tao- “pero May May puede hacer el intento. Sabes bien que quiere ir contigo, ¡lo ha dicho!”
- “...............................”
- “¡Ya sé, ya sé!. Tu no harás nada que no quieras.. ¡te conozco viejo, no tienes que convencerme a mi!. Admito que por eso estaba tranquilo sobre la fiesta porque sé que tu detestas no sólo las fiestas sinó también eso de disfrazarte, ¡por eso estaba seguro que May May si iría conmigo! pero..” –lanzó una mirada sobre Hoshino, que poco acostumbrado a la atención femenina estaba tartamudeando a lo lejos- “pero temo que May May quizá se interese en ese tipo..”
- “Ojalá” –al fin habló Rei, otra vez.
Durante toda aquella charla el hijo mayor de Yukito Tsukishiro había estado mirando el rostro de Naru, quien estando tan cerca había escuchado perfectamente la charla, más aún porque Hiu era bastante ruidoso de por sí; pero según Tao había avanzado con su monólogo sobre la fiesta, la chiquilla flacucha de las gafas enormes había pasado de la miseria espiritual a la depresión; y es que sabía que si Tao había olvidado su promesa de llevarla a pasear –en plan de amistad, ¡como si Tao Hiu fuera a tener una cita con ella!- mucho menos iba a existir alguien del sexo masculino en todo el Campus que la invitara a aquella fiesta, porque –bromas aparte- Hiu era amigable con ella...
Algo muy poco habitual entre sus propios compañeros que sólo le pedían favores escolares y la ignoraban después.
En realidad, Naru había estado tan feliz de que Tao la invitara espontáneamente a salir, que había pasado casi toda la noche fantaseando con pedirle al chico Hiu que fuera con ella a la fiesta de Disfraces que organizaban los miembros de un año superior de estudios. Sabía que era costumbre que los chicos invitaran a las chicas, pero no ignoraba que ningún chico la invitaría y quizá Tao...
Quizá él hubiera aceptado llevarla y...
- “Si ha olvidado la cita, mucho menos aceptaría ir conmigo” –pensó, alejándose de su pupitre con el rostro apenado, porque no quería seguir escuchando los planes que Hiu compartía con Tsukishiro en voz muy alta- “además... .... planea ir con Li”
Pero la partida algo brusca de la chiquilla –ni su expresión a cada palabra de Tao- habían pasado desapercibidas para Tsukishiro, quien –al contrario de su amigo- recordaba perfectamente el ofrecimiento que Tao hiciera y olvidara tan alegremente...
¡Tao era siempre tan irresponsable!
- “¡Ojalá May May se fije en mí!” –saltaba el otro con énfasis al decirlo, pero notando la cara (más seria que siempre) de Rei hacia él, preguntó- “¿y ahora que?, ¿qué sucede ahora?”
A modo de respuesta, la mirada gélida del chico de cabello de plata pasó de Tao a Kiyama –sentada ahora en otro pupitre, algunos sitios más atrás- y Hiu le siguió la trayectoria. Pero a diferencia del hijo de Yukito Tsukishiro, el hermano menor de Yoko miró el patético estado de ánimo de la chica más lista de la clase sin el menor asomo de interés o curiosidad..
- “Seguro miró un espejo ¿qué hay con eso?” –Rei le clavó su mirada y Tao siguió- “¿qué?, ¿qué pasa viejo?, ella es más lista que yo y no tiene mis calificaciones ¡si está así de mal es porque vió un espejo, es seguro!”
- “.....”
- “¡¿Qué te hace creer que debo hacer algo?, ¡soy un chico adorable, no un cirujano plástico!”
- “...............”
- “Bien, te prometo que le contaré alguna anécdota graciosa.. más tarde, para levantarle el ánimo ya que te preocupas por ella, ¿qué más puedo hacer yo?”
- “......................................”
Valga la pena aclarar que Tao era experto en “leer” palabras e interpretar por minúsculos signos el rostro hermoso e inexpresivo de su mejor amigo –por los años de gran amistad que tenían, claro, porque eso no era fácil- pero por esta vez, la reencarnación de Wu Fang Sheng estaba totalmente perplejo. ¿Rei trataba de decirle que tenía la “obligación” de animar a Kiyama o estaba alucinando?, ¿de donde rayos sacaría Tsukishiro tan peregrina idea?
- “Vas a tener que hablar viejo... no te estoy captando las señales” –murmuró, rascándose un poco la cabeza en un gesto confundido- “Kiyama es fea y le tienes pena por tan fea que es, eso lo entiendo; pero ¿yo qué?, no soy cirujano plástico para componerle lo que Dios ni sus padres le dieron... ¿por qué insistes en verla y mirarme fijamente?”
- “..................................................”
A estas alturas, Rei no sabía si Tao era verdaderamente idiota o se estaba haciendo el tonto –si estaba fingiendo, resulta que Hiu era un actor nato- pero de las muchas veces que había deseado retorcerle el cuello a su amigo..... esta era una más. Y de las más grandes. En realidad el rostro inexpresivo de Tsukishiro no permitía notar que, si hubiera tenido un bate de béisbol o cualquier otro instrumento contundente en ese instante –como era su deseo- le hubiera dado un buen golpe en la cabeza a su mejor amigo por impertinente. ¡Hiu estaba siendo tan delicado y sutil como hubiera podido serlo una estampida de elefantes! porque no sólo estaba diciendo todo aquello en voz ALTA –hundiendo más en la miseria a la infortunada chica, que escuchaba todo desde el sitio donde estaba- sinó que además había olvidado olímpicamente su ofrecimiento anterior –la salida- algo que dejaba bien en claro que.. para él, Kiyama era una persona inexistente en el salón.
Y eso hería los sentimientos de cualquiera.. mas para una persona como Naru.
- “Insólito” –pensó Rei, descubriendo en ese momento una emoción nueva en él y analizándola en forma casi científica- “creo que aprecio a Kiyama como una verdadera amiga.. o eso, o finalmente Tao revasó mi paciencia y por eso quiero golpearlo”
Ignorante de lo que pasaba por la mente de Rei, el chico Hiu lo miraba con atención tratando de leer las “señales”, como él les decía...
- “¡Vamos viejo!” –pidió Tao en ese momento- “¿qué estás pensando?”
- “No querrás saberlo” –replicó Tsukishiro.
- “A veces no te entiendo viejo... y para esos casos si debes hablar, ¿sabes?”
Rei agradeció mentalmente que el chico chino no pudiera adivinar los pensamientos que cruzaban por su cabeza algunas veces porque apreciaba a Tao, y aunque en muchas ocasiones había querido golpearle –o también rezado mentalmente para que algo pesado y de preferencia punzocortante cayera sobre la cabeza de Hiu desde el cielo- por las “metidas de pata” que cometía el otro, era consciente que Tao Hiu era su mejor amigo. Y eso, su amistad de tantos años.. era invalorable para Rei. Al punto tal que consideraba a Tao casi como otro hermano.
La llegada del profesor de turno, acompañado por el niño genio Romanova –que tomaba con ellos la clase que iba a empezar- interrumpió los pensamientos del hijo de Yukito Tsukishiro pero antes que la clase diera inicio, le alcanzó a decir a Tao que era importante que hablaran en el primer descanso de clases que tuvieran..
- “En privado” –dijo antes de prestar atención al dictado de la materia.
- “¡Ya que insistes!.. pero no entiendo de qué quieres hablar” –replicó Hiu, aún sin comprender nada.
Rei Tsukishiro uiso decir algo más, pero quedó sorprendido –como siempre- al ver la mirada fiera del niño Romanova, fulminándolo; como sucedía cada vez que se veían..
¿Ese niño tenía algo en su contra o que?
- “¡No tengo nada contra las flores, pero es realmente tonto!” –bufó Mamoru, irritado, mientras Kia Monouhi le miraba sin poder aguantar la risa- “¿tu te crees que esto es chistoso o que?”
- “De que es chistoso lo es Mamoru, ¡esa niña te dio una flor en pleno patio, en el mismo momento que entraste a la escuela!”
Una gran vena apareció sobre la frente del mayor de los hermanos Kinomoto antes que una voz amigable y casi burbujeante irrumpiera en la charla de dos amigos..
- “A Tarah le agradas; no sé si tanto como a mí, pero le agradas” –murmuró con su afabilidad acostumbrada el rubio Mc Nessa, mirando a Kinomoto con sumo interés- “como no tiene amigos creo que te considera uno, por eso te regala flores”
- “¡¿Que rayos haces aquí?!” –saltó el aludido, que se sentía particularmente incómodo con ese niño y su interés hacia su personita- “¿por qué no dejas de estarme molestando?”
- “¿Molestarte?” –el rubio Connor pareció confundido antes de añadir con una luminosa sonrisa- “pero yo no quiero molestarte, sólo quiero estar cerca de ti porque me agradas”
- “Pues a mí tú no” –saltó Mamoru, grosero a falta de paciencia- “y a ver si le dices a tu hermanita que deje de darme flores cada vez que me ve.. ¡me fastidia!”
- “Tarah no habla todavía, por eso darte flores es su forma de decir que te agradece lo del otro día”
- “¡Pero ya me lo agradeció!, ¿tenía que hacerlo hoy también?”
- “Si, es que nunca nadie la había protegido además de Morgan..”
- “¡Un momento!” –algo en la anterior frase de Connor había llamado la atención del único hijo de Kaho Monouhi- “oye Mc Nessa.. ¿cuántos años tiene tu hermanita?”
- “4, ¿por qué lo preguntas Monouhi?”
- “¡¡¿No sabe hablar aún a los 4 años?!!”
- “¿Cómo es que no habla teniendo 4 años?” –se sorprendió Mamoru.
Una leve sombra de temor pasó por los ojos azul cielo de Connor, antes de añadir..
- “Bueno.... es que nosotros no solemos tener amigos, y Tarah tiene miedo a las personas. Especialmente cuando Morgan no está”
- “¿Tu primo, el pelirrojo?” –Mamoru estaba muy interesado en saber eso aunque Kia no entendía nada- “¿qué tiene él que ver con eso de que tu hermanita no hable?”
- “Nada. Sólo que Morgan nos cuida. Cuando Morgan está con Tarah ella a veces susurra algo, porque se siente protegida”
La mente de Mamoru pensó inmediatamente en magia. De buena gana hubiera tomado a Mc Nessa del brazo y hablado con él a solas pero ese niño le era tan antipático que no se animó a hablar con él a solas.. ni aunque fuera por eso. Además ¿qué importa?, El, Kia y ese rubio tenían una hora libre de clases pero el pelirrojo, Hien, Nadeshiko y todo su grupo estaban en plena lección. Y esta vez no pensaban dejar que Morgan Mc Nessa escapara sin darles una buena explicación sobre lo ocurrido aquella vez, en el parque Ueno de Tokyo.
Por su parte, Kia Monouhi pensaba en otra cosa. Siendo hijo de una educadora le sorprendía enormemente eso que una niña de 4 años no hablara aún. Tal vez había escuchado muchas reuniones de maestros en su casa, pero le parecía que algo raro había entre esos niños Mc Nessa. Una niña de 4 años que no habla con un hermanito tan dulce como un caramelo.. ¿y ambos dependiendo de la protección de un primo?, ¿y sus padres?.
- “¿Y tus papás?” –preguntó Kia, interesado de súbito en la vida familiar de los niños Mc Nessa- “no se preocupan porque tu hermanita no hable?”
- “No, no tenemos padres, vivimos con nuestras tías” –el interrogatorio hizo brillar la esperanza de haber captado el interés de Mamoru, y Connor se ilusionó mirando a Mamoru con una ENORME sonrisa- “¿no te gustaría venir a mi casa a tomar té?, ¡sé prepararlo!. ¡También puedo hacerte pasteles o hacerte el almuerzo mañana Kinomoto!”
- “¿Y porque iba a querer que me prepares mi almuerzo?” –le replicó el aludido mirando a Connor de hito en hito- “yo sé cocinar y si no tengo tiempo mi almuerzo me lo preparan o mi mamá o mi papá o Megumi.. nuestra ama de llaves”
- “¡¡¡¡¿¿¿¿¿TIENES PAPÁ????!!!!” –Connor parecía verdaderamente entusiasmado aunque Kinomoto ni Monouhi entendían el porque- “¿puedo verlo?, ¿puedo verlo alguna vez y hablarle?, ¡nunca he visto uno y quiero saber como son!”
Mamoru y Kia se miraron confundidos..
- “No hay duda. Eres extraterrestre” –bufó Mamoru- “mi papá es como cualquier papá, como muchos en la calle, ¿por qué dices cosas tan tontas?, ¡como si nunca hubieras hablado o visto a un papá en la calle”
- “Eres muy exagerado” –rió Kia- “yo tampoco tengo papá, pero no puedo decir que nunca haya visto o hablado con uno”
Connor iba a responder pero en ese momento ingresó el profesor de turno, mismo que pidió a Kinomoto y Monouhi que fueran a traer material de estudio a uno de los laboratorios cercanos, algo que el hijo de Touya aprovechó para alejarse del amigable rubiecito..
- “No puedo negar que Mc Nessa habla raro” –comentó Kia mientras volvían al salón de clase cargado el material pedido, antes de ponerse algo serio- “pero oye Mamoru, ya que hablamos de papás ¿no crees que lo que quieres hacer no vá a gustarle nada a tu padre?. Ese día en el parque Ueno se enfadó mucho”
Mamoru torció el gesto, en un gesto idéntico al que hacía el autor de sus días cuando se obstinaba en algo..
- “Si no lo sabe, no se enfada. Además.. ¡ni siquiera me deja jugar con el lobo shikigami y menos me quiere decir como lo hizo!, ¡cuando le dije que lo quería de mascota sólo me dijo “estas castigado”!, ¡Yo sólo quiero saber y él no quiere contarme nada!”
- “Pero...”
- “Escucha Kia, ¡quiero saber!, ¡necesito saber!” –Mamoru estaba muy serio al añadir- “yo... hay cosas que no puedo contarte y lo sabes” –el hijo mayor de Tomoyo lamentaba no poder contarle a su mejor amigo sobre las Sakura y Protection Cards, pero todavía no podía hacerlo- “aunque te digo que debo saber de mi magia para poder cuidar bien a mi hermana y a Hien”
- “Yo entiendo eso y sabes que respeto tus secretos; pero dudo que a tu papá le guste lo que quieres hacer y además ¡yo tampoco quiero problemas o que me regañe mi madre!”
- “Que no va a pasar nada malo, ¡no seas cobarde!. Mira, no vas a echarte para atrás ahora ¿o si?”
Kia lanzó un gran suspiro. Mamoru había planeado hacer “un experimento” sobre magia espiritual esa noche a escondidas y en el templo Tsukimine; ciertamente Kia no estaba del todo convencido pero no había podido negarse porque no había podido olvidar lo ocurrido en el parque Ueno y eso lo tenía preocupado. No había podido comentarlo con su madre –porque todos los niños habían prometido silencio- pero Kia no podía olvidar aquel cerezo antiguo, donde el alma de su difunto padre había estado presa tanto tiempo...
Después de haber sido asesinado por el Sakurazukamori.
- “Mamoru dice que no recuerda nada pero estuvo allí mucho rato.. y solo” –dudó mentalmente.
Lo que el niño ignoraba era que una delgadísima figura masculina –con un ojo verde y el otro dorado- y envuelto en una amplia gabardina oscura descendía en ese momento por la estación del tren que llegaba desde Tokyo, con cierta expresión confundida en el rostro...
- “El niño que estaba en el parque... aquella tarde... debí marcarlo” –pensaba Subaru Sumeragi mientras caminaba con paso inseguro y tambaleante por la estación- “Sakurazukamori.... si, eso. Debo hallarlo, si debo hallar a ese niño..”
Ignorante de todo eso en el hogar de los Kinomoto, Kiku charlaba animadamente con Byakko y Megumi mientras les contaba con animación lo poco que recordaba de su propio pasado, asimismo la forma en que conoció a Touya Kinomoto..
- “Kiku quiere estar siempre con la familia de mi hermanito” –dijo la niña espectro, ante el interés de Byakko y de Megumi- “cuando Kiku estaba sola tuvo mucho miedo.. incluso había un alto hombre guapo malo que hizo llorar a un chico que al final quedó con solo un ojo bonito.. y verde. Aunque mi hermanito pudo vencer una vez a la mascota de aquel hombre guapo malo, ¡eso me dijo la chica que canta bonito!”
- “A ver, a ver.. repite eso” –pidió Byakko- “yo sé que llamas al doctor Kinomoto ´hermanito´ y a linda mamá de mis niños ´chica que canta bonito´ pero ¿quién es “alto hombre guapo malo” y “chico con un solo ojo bonito”?, a esos no los conozco!”
Kiku, la pequeña espectro que vivía en el hogar de la familia Kinomoto sonrió, tranquila..
- “Hombre guapo malo” estaba siempre con “chico que concede deseos”, pero ya no volverán nunca. ¡Y Kiku es feliz porque Kiku les tenía mucho miedo!, ¡Kiku es feliz viviendo con hermanito y su familia.. ¡seguro que hermanito está muy feliz también!”
- “Maldición, maldición, maldición, maldición...” –se decía Touya en ese momento, más irritado a cada segundo.
La mañana estaba ya bien avanzada, pero estaba siendo realmente espantosa. Le parecía que llevaba más de dos horas esperando y su paciencia –la poca que tenía el doctor Kinomoto- se estaba agotando, ante la mirada interesada de la joven secretaria..
- “Siempre es tan guapo..” –pensaba en contraposición la chica que tenía a algunos metros de distancia.
Ajeno a la observación de que era objeto, Touya Kinomoto frunció el ceño –sí, aún más- y se cruzó de brazos antes de ponerse de pie y pasear nerviosamente por la antesala de la Salita de Juntas de la revista. Llevaba en realidad casi media hora esperando –aunque a él le pareciera que tenía horas- y empezaba a pasar del enfado al verdadero ataque de coraje.
Y es que ya le habían informado que su esposa estaba en una reunión con 8 personas, todos del sexo masculino y eso le irritaba. Pero no sean malpensados. El confiaba mucho en su esposa pero también era capaz de aceptar que ella era demasiado atractiva y que cualquier hombre con ojos en la cara notaría a simple vista la belleza de Tomoyo. Y eso le constaba. Algunas veces había apreciado miradas admirativas de sus propios compañeros de trabajo –y conste que ellos conocían el temperamento de él- por eso no le hacía nada feliz que Tomoyo se hubiera pasado casi 5 horas en reunión con ocho hombres..
De hecho, los imaginaba a todos mirándola embobados.. y eso ponía su sangre a hervir.
- “Si descubro a uno solo de esos idiotas mirándola en forma impertinente juro que....”
La secretaria de Tomoyo sintió un frío en la espalda y miró al médico –que estaba cruzado de brazos y con el ceño MUY fruncido mientras paseaba- empezando a pasar del nerviosismo al pánico. A ella le agradaba mucho que el doctor Kinomoto se pasara por la oficina –casado o no, el médico era un hombre muy masculino y apuesto- pero sabía bien que la única persona capaz de calmar el mal temperamento del galeno –cuando se manifestaba, porque el doctor era muy serio- era la señora Kinomoto, la misma que estaba en ese mismo instante en la Sala de Juntas..
¡Ups!.. ¡bingo!.
La chica se reprendió mentalmente jurando estar más atenta la próxima vez; ella y toda la empresa sabían lo celoso que era el doctor .. ¿cómo se le pudo ocurrir decirle que la señora estaba en reunión con ocho caballeros?, ¡tonta, tonta!, sabía que nada había que pudiera poner celoso al doctor sobre aquellos hombres pero... ¡había sido tan torpe de su parte conociendo al doctor!.
- “¡No tengo porque tolerar a un grupo de imbéciles mirar a mi mujer!” –se repetía Touya mentalmente.
La puerta de la Sala de Juntas se abrió de repente y los caballeros que acompañaban a Tomoyo empezaron a salir ordenadamente lanzando miradas de sorpresa ante la mirada fulminante que les dirigía el doctor Kinomoto desde la sala de espera. Para ninguno de ellos era un secreto que el serio y a la vez sarcástico médico era dueño del 50% de la Revista pero era poco común verlo en la Sala de Espera; Kinomoto solía dejar que su esposa manejara su propio gusto todos y cada uno de los aspectos de la empresa, en realidad si lo veían era cuando venía a recoger a su esposa en el auto –a Tomoyo Kinomoto no le gustaba conducir- pero ¿porqué estaba haciendo antesala en su propia empresa?..
Eso no era muy común.
- “Me llamó Kaho y...” –el médico se detuvo en seco al entrar a la Sala de Juntas y encontrar a su esposa con un caballero, mientras una vena gordísima aparecía sobre su cabeza- “¿interrumpo o que?”
- “¡¡¡¿¿Touya??!!”–se sorprendió le diseñadora de ojos azules, mirando a su esposo con inquietud, pues él nunca había venido a esas horas de la mañana- “, ¿que sucede, que haces aquí?! ¿ocurre algo?, ¿los niños?”
- “Buenos días doctor..”
- “Buenos .. días” –murmuró lanzando rayos por los ojos.
El acompañante de Tomoyo se disculpó rápidamente y salió del lugar, mientras la hija de Sonomi aún parecía inquieta por la inusual presencia de su esposo a las 10 de la mañana en la Revista..
- “¿Qué haces aquí cariño?” –preguntó algo divertida, pues no le había escapado la mirada furibunda que él había dirigido al Contador- “¿qué sucede?, miraste al pobre Higarashi como si fueras a matarlo..”
- “No pasa nada, se canceló el Seminario que tenía esta mañana” –informó frunciendo el ceño, muy irritado- “¿y quien demonios es ese sujeto Higarashi?, ¿no es acaso el Contador?, ¿qué diablos tenía que hacer aquí?”
- “Estaba en la junta bimensual para discutir la asignación de ganancias al personal y coordinar el siguiente número de la revista.. como es el contador.. debe estar aquí”
- “Pero esta es una revista de moda infantil..” –bufó irritado- “¡¿que hacen todos esos..?!”.
- “Quizá sea moda infantil pero la revista no es hecha por niños, cariño” - Tomoyo disimuló una sonrisa- “Las personas que seguramente viste son los jefes del área de diseño, fotografía, marketing, contaduría entre otros.. Te los quise presentar el otro día pero...”
- “¡No me dijiste que todos son hombres!” –protestó enfadado.
- “Touya.. no puedo estar condicionando los puestos al sexo del personal” –dijo con expresión inocente- “además, si te hace feliz, justamente a partir de la siguiente junta estará otra mujer, porque el jefe del área de diseño ha pedido su traslado a la nueva sucursal de la tienda infantil en Osaka”
- “¡¿Cada dos meses te reúnes con TODOS esos HOMBRES?!” –se sofocó el médico, olvidando el motivo de su inusual visita- “¿Tienes idea de cuantos eran?, ¡yo conté siete cuando salieron de aquí y todos tenían una mirada realmente enferma en cada de sus caras de imbéciles!”
Tomoyo no pudo contener una sonrisita de esas que la caracterizaban de niña.
- “¡Ejem!” –rió divertidísima- “querido mío te aseguro que la mayoría de ellos no gusta de las chicas” –a la hija de Sonomi le parecía hilarante que Touya siempre temiera el efecto que ella causaba en los hombres, pero que no notara la reacción que él mismo causaba entre las mujeres y algunos de su propio sexo- “... ejem.. es más, si los viste tener esa mirada “enferma” como le llamas, seguramente es porque les causaste mucho más impacto que yo”
- “¿Eh?” –parpadeó por un instante y abrió los ojos aún más al captar lo que ella había dicho- “¿estás diciendo que esa mirada....? ¡¡¿qué esos tipos me estaban mirando a MI y no a TI?!!”
- “Sip, al menos tres de ellos.”
El médico contuvo su sensación de náusea –como todo machista acérrimo que se respete- por algunos instantes, pero de repente frunció el ceño y miró a su esposa muy serio, mientras ella le miraba con interés..
- “¿Quieres que te diga los nombres de los que seguramente tú impresionaste?” –continuó ella.
- “No, pero no creo que ese Higarashi sea homosexual ¿o si?” –saltó él.
Los ojos azules parpadearon y suspiraron tratando de reunir paciencia. El ataque de celos de su esposo ante sus colaboradores le parecía algo hilarante, pero a veces exageraba tanto que empezaba a sacarle de quicio..
- “Touya, no creo que Higarashi esté mirándome de la manera que piensas”
- “¿Cómo estás tan segura?”
- “Es mayor que yo y que tú, está comprometido y..”
El médico avanzó a grandes zancadas hasta tomar entre sus manos los frágiles hombros de Tomoyo, mientras la miraba fijamente. El no tenía un pelo de tonto, no señor, y aquel tipo... aquel tipo había estado mirando a su esposa con cierto brillo extraño en su mirada ¡su instinto estaba gritándoselo!; el problema era hacerle entender a su bella esposa que aquel sujeto debía estar de patitas en la calle lo antes posible..
- “Pequeña” –le dijo mientras se perdía en los oceánicos ojos azules que tanto amaba- “sé que piensas que soy un bastardo egoísta y paranoico pero no lo quiero cerca de ti... ¡no me gusta!”
- “Querido, a ti no te gusta nadie que sea hombre y que me mire por más de tres segundos”
- “¡Pero es que...!”
- “Touya no puedes hacer que eche a mi personal sólo porque tú imaginas cosas que no existen” –sonrió la joven con paciencia- “ya hemos hablado de eso.. hace dos años tuve que empezar la tienda en Osaka y fue sólo porque querías sacar a casi todo el personal masculino de aquí”
- “¡Pero igual hay hombres de nuevo!, ¡eran ocho en total aunque tres de ellos fueran homosexuales y...!”
- “¿Estás escuchando lo que estás diciendo Touya?” –susurró la diseñadora.
Hubo unos cinco segundos de silencio que se interrumpieron sólo cuando el médico abrazó a su esposa y lanzó un gran suspiro.
- “Me haces ver como un paranoico” –aceptó, sintiéndose algo ridículo- “pero es que me hierve la sangre imaginar lo que esos tipos piensan mientras tú estas inocentemente hablando de la revista y mercadeo y..”
- “¡Touya!” –sonrió ella en sus brazos, luchando con la incomodidad que siempre le provocaban sus celos y la dicha de saber que él la amaba con tanto frenesí- “es una reunión de trabajo y hablamos sobre moda infantil y mercadeo... ¿por qué piensas que ellos piensan en otras cosas?”
- “No sé de los gays, de ellos no sé ¡ni quiero saber!.. lo que pasa por sus cerebros” –su esposa soltó una risita- “pero los demás ¡los demás son hombres pequeña!. Tú puedes estar hablando de la revista pero los hombres miramos a una mujer hermosa y pensamos en mil pecados con ella, sé que tú no lo entiendes pero..”
- “¡¿Eso piensas tú al cruzarte con una mujer por la calle?!”
- “Eso lo pensamos todos los hombres desde que empezamos la pubertad. ¡Culpa a las neuronas masculinas! pero desde que me besaste vivo pensando en ti y en perderme en tus brazos” –aceptó roncamente- “y no soporto la idea de que alguno de esos idiotas te esté mirando de “esa forma” ..”
La hija de Sonomi se sintió contenta y halagada por el interés de su esposo. Quizá Touya no fuera tan encantador ni detallista como Eriol o ni tan gentilmente adorable como Shaoran o tan tierno como Yukito pero ella se sentía muy feliz y realizada de que él la amara tan locamente como el primer día. Quizá fuera muchas veces parco, terco y muy celoso –como en estos mementos- pero la muchacha amaba todos y cada una de las virtudes y defectos de su marido, de modo que cubrió con sus labios la boca de su él y le susurró..
- “Mientras tú me mires así... sabes que no me importa nadie más”
- “Pero ese Higarashi..”
- “¡Touya, está comprometido!, cálmate y no me ofendas por favor..”
- “¿Ofenderte?”
- “¡Cómo quieres que me sienta, si estás dudando de mí?” –murmuró la voz femenina con dolido acento.
- “¡No, yo no estoy dudando de ti!,.. estoy dudando de… ¡oh, no sé por qué te dije lo que te dije, sabía que te iba a parecer estúpido de mi parte ponerme así!
- “No dije eso.. sólo que..”
- “No quiero hablar de eso. Sólo olvídalo ¿está bien?”
- “Touya..”
El médico suspiró, sabiendo que cedería. Bien, quizá exageraba un poquito pero ella era tan hermosa que ninguna precaución con cualquier posible pretendiente estaba de más..
- “De acuerdo, puede quedarse. Pero si lo veo demasiado cerca de ti le retorceré el pescuezo como si fuera un maldito pollo” –gruñó irritado- “que eso quede bien claro..”
La hija de Sonomi le dio un sonoro beso en la mejilla. Quizá ella fuera un poco extraña, pero le gustaba mucho el tono imperioso y enérgico que su esposo usaba para lanzar amenazas sobre pretendientes imaginarios, le hacía sentir... sentir que a Touya ella le importaba.. que le importaba mucho..
- “Ya tengo bastante con que ese mocoso te estuviera mirando el otro día que estuvo por la casa, preguntando por papá..” –bufó en voz baja.
- “¿Cuál mocoso?”
- “Ese hiperkinético chico Hiu, ¿crees que soy tonto?. Viene a preguntar cada mañana si papá volvió ya de su viaje, con la excusa de que quiere que interceda por él ante sus profesores... pero sospecho que viene por mirarte a ti”
- “¡Touya, el joven Tao es sólo un chiquillo!”
Una gruesa vena se dibujó sobre la frente del galeno.
- “Si... y de sólo imaginar que piense en algo contigo, me dan ganas de hacerle una lobotomía” –dijo irritado- “¡si no le he dicho nada aún es porque no lo he pescado mirándote pero a mí no me engaña y quiero hablar antes con la chica Hiragizawa y darle las quejas!”
Tomoyo suspiró de nuevo.
- “Deja de exagerar y por favor, no hagas eso. Yoko es muy estricta con esas cosas y se enfadaría mucho con el pobre chico por sólo simples figuraciones tuyas. Además, Tao y yo somos buenos amigos desde aquella vez ¿recuerdas?, hace ocho años; cuando la gente de los Seis del Concilio me confundieron con Yoko y me secuestraron junto con él, cuando sólo era un niño pequeño”
- “No me lo recuerdes por favor... creí que me volvería loco”
La muchacha le sonrió tratando de clamar los alterados nervios de Touya.
- “No quise traerte malos recuerdos.. pero es por eso que el joven Tao y yo nos llevamos bien. Además.. si fuera por estar celosa, yo también tendría motivos para estarlo ¿acaso la sobrina de Sakura no te hace guiños cada mañana, cuando pasa por nuestro hogar con el joven y Rei?”
El médico empezó a sudar..
- “¡E...¿estás loca?!, esa mocosa se la pasa colgada del cuello de Rei”
- “Pero te hace guiños” –insistió Tomoyo, algo seria.
- “¡Eh... Eh... eso no es conmigo!!” –se sofocó el hermano de Sakura- “¡¡¿acaso no te das cuenta que esa mocosa parece estar medio poseída por Nakuru?!!” –balbuceó, entendiendo de pronto lo absurdo de lo que decía- “bien, sabemos que tu amigo inglés selló a Nakuru, ¡pero esa mocosa es sólo una chiquilla casquivana!, ¡es más, le diré a Sakura o a Shaoran Li que le pongan más disciplina!”
Tomoyo aún mantuvo su actitud seria unos segundos, hasta que al fin acarició con suavidad la mejilla de su esposo.
- “Touya... ¿ya ves que yo también tengo celos a veces?, pero yo confío en ti.. confía tú en mí también, no permitiré que nadie me falte el respeto, soy la mujer que te ama y estoy muy orgullosa de ser la madre de tus hijos, tu esposa, tu mujer”
El suspiró como si se hubiera quitado un GRAN peso de encima mientras se relajaba al sentir el tibio abrazo de Tomoyo.
- “Perdona de nuevo. ¿Me porto como un idiota muy seguido no?”
- “Sabes bien que eso está solo en tu mente..” –continuó ella, antes de cambiar definitivamente de tema porque él lucía francamente avergonzado- “pero.. ¿porqué estas aquí?”
- “Oh, ¿eso?, bueno, te hice caso y aprovechando que tenía la mañana casi libre y estaba aburrido, llamé a Kaho por teléfono y me dio instrucciones detalladas. Por eso lo logré....”
- “¿Lograr qué?”
- “Concentrarme lo suficiente como para hacer que mi shikigami volviera a mi propia aura”
- “¿Volver a tu aura?, ¿tu shikigami ya no está en el jardín de nuestra casa?”
- “No. Volvió a donde siempre ha estado.. a mi propia aura” –suspiró- “admito que aún es raro porque como nunca supe cómo lo cree hace ocho años y menos ahora sé cómo es que le volví a invocar ese día en el parque Ueno. Kaho dijo que me sugestioné y por eso debo haberlo invocado en forma inconsciente; aunque el problema es que no sabía como deshacer la invocación..”
- “Pero ya lo lograste.. ¿y por qué lo hiciste?”
- “Para empezar... me sentía algo cansado, Kaho dijo que era por tener parte de mi aura lejos de mí por un tiempo tan prolongado” –explicó- “normalmente los shikigamis se invocan para cualquier lucha pero vuelven al aura del invocador al terminarse su misión. El otro motivo era que ya estoy harto de las preguntas de Mamoru..” –sonrió burlón- “ahora que el shikigami volvió a donde debe, nuestro hijo lo olvidará y dejará de hacer preguntas tan exasperantes..”
- “Pero Touya, es normal que Mamoru quiera saber, que pregunte. Y mucho más desde que ha estado ayudando a Hien con las cards, ahora con la llegada de Megumi y las Protection y...”
- “¡No me lo recuerdes, ESO NO me hace precisamente feliz!”
- “Pero cariño, es natural que él quiera saber, si tú insistes en no decirle nada, sólo vas a conseguir que se empecine en averiguarlo y..”
- “¡Que no, no, y no!” –resopló fastidiado, pero añadió tras una pausa al ver la expresión preocupada de ella- “pequeña, no te angusties. Mamoru tiene sólo ocho años y lo olvidará pronto..”
- “¿Eso crees?”
- “Si. ¡¡Lo menos que necesito es tener que aguantar a mi propio hijo haciéndome preguntas complicadas...!!”
- “Preguntas complicadas” –suspiró Tomoyo, sintiéndose muy preocupada.
Y eran preguntas complicadas las que pasaban por la mente de una pequeña figura mientras veía con complacencia que el servicio doméstico se retiraba de las habitaciones de su pequeña “amiga”, saliendo de su escondite con gusto. Realmente no le agradaba tener que esconderse cuando venían a limpiar las habitaciones pero no había remedio.
¿Qué tan común podía ser que la única hija del Secretario de Cultura de la Embajada Británica en Japón, tuviera un ser mágico alojado en su habitación?.
¡Y que habitación!.
Kerberos miró con interés el saloncito privado de juegos, que contenía una arena de “Angelic Layer”* y varios “ángeles” **–siendo los juguetes de última tecnología Miriel tenía más de uno y si bien la niña no estaba tan interesada en ser una completa “deus”*** sabía que el guardián de ojos dorados disfrutaba los juegos de última generación- pero esa mañana se sentía algo... diferente. Ni siquiera la idea de comer dulces le hacía tan feliz como siempre y jugar... no le parecía tan interesante como siempre.
De hecho, la mente del guardián estaba pensando más en su pasado que en el presente o futuro..
- “No saber la identidad de mi dueño anterior... es raro” –se dijo, dejándose caer ante la pantalla gigante de tv- “Miriel está capturando las Sakura Cards con éxito, pero esos niños que siempre tratan de atraparnos significan algo.. Hmmm” –los puntitos que el guardián tenía por ojos brillaron al mirar una card cercana- “Sakura Cards... cartas Sakura...”
No supo porque pero algo le vino a la mente... una figura infantil con pétalos de cerezo rodeándole..
- “Mi dueño anterior.. o dueña, debió amar los cerezos” –se dijo pensativo- “pero si Miriel tiene razón, significa que esta cerca... y si está cerca, ¿por qué me borró la memoria? ¿por qué?”
En aquel inusual aspecto serio, Kerberos trató de examinar sus propios sentimientos y comprender... o al menos intentar pensar en una buena razón para que su dueña o dueño anterior le sellara en el libro rosa. No era fácil de entender pero alguna razón debió tener, ¿verdad?.. como sea, paseando sus ojitos por la habitación se detuvo en un retrato de Miriel y su familia.
Aquellas personas.... aquel joven distinguido y guapísimo, de ojos azules y sonrisa enigmática.. aquella muchacha pequeña de ojos grises... ambos no parecían tener edad como para ser padres de Miriel, pero lo eran. Kerberos los había visto en varias ocasiones –siempre escondido- y siempre le ocasionaban el mismo efecto.. como si les conociera desde antes o desde siempre. También se sentía extraño porque algunas veces había notado cierto brillo divertido en los ojos azules y temía que el joven padre de Miriel pudiera descubrirle; del mismo modo la joven Lady de la embajada había “olvidado” en más de una ocasión algunos dulces en la habitación de Miriel y siendo tan exacta en sus cuidados a la embajada –como Tao y Miriel decían siempre- Kerberos empezaba a temer que ambos esposos supieran.. o al menos sospecharan que su hija tenía “algo” escondido.
- “Sakura Cards.. cartas Sakura” –repitió, sin poder evitar que su mente volara al punto inicial- “cuando Miriel capture las pocas cards que faltan recuperaré mis poderes al 100% y quizá entonces recuerde.. pero..”
El guardián contempló desde la ventana el día mientras sentía su corazón dar un vuelco.
Cuando eso pasara, si él y las cards encontraban a su antiguo dueño ¿qué sucedería?, ¿volverían a su lado?, ¿les aceptaría ahora su nuevo dueño o no?, ¿qué sería de Miriel?, ¿tendrían que elegir?.. ¿qué iban a hacer entonces?, ¿dividirían sus lealtades?. Kerberos no dudaba que había un sentimiento profundo de amistad hacia su dueño anterior –quizá no recordaba su identidad pero el sentimiento estaba allí- pero a la vez tenía la incertidumbre de lo que pasaría como un misterio ante él. Si bien Miriel habia empezado a capturar las cards como un juego, Kerberos sabía que la niña había madurado mucho en muy poco tiempo y que además sentía un gran cariño por todos y cada uno de ellos. La semana pasada les había llevado a escondidas a una lección especial de piano porque quería su sincera opinión –la niña realmente estaba dotada para la música- y limpiaba cada noche con especial ternura cada una de las cards, entre otras cosas..
Con lo amplia que era la embajada y sus habitaciones, Miriel había dejado a las cards en su forma natural algunas veces y jugaba con ellas sin enfadarse pese al alboroto que podían armar: como aquella vez que la card de las flores le había inundado la habitación de pétalos y requirieron de la ayuda de Tao para limpiar el desastre o cuando trataban de atrapar a la card “carrera”, que adoraba jugar con la niña casi como un cachorro; o las veces que jugaba con él mismo mientras le bañaba usando la card “bubbles”.. incluso en una ocasión había dejado que la card “watery” se enfrascara en un duelo con un espantado Tao –el adolescente no le veía gracia alguna a que aquella card de fuerte temperamento le atacara ¡aunque él tenía también poderes sobre el agua!- tramando siempre algo para no aburrirse o a veces simplemente porque quería reír...
La nueva card captor era una amiga... una amiga muy gentil y algo problemática a veces pero una amiga y como cuando terminara de capturar todas las cards Kerberos estaba seguro de recordar a su antiguo dueño o dueña -algo que anhelaba desde que Miriel le despertó- no pudo evitar preguntarse ....
¿Qué pasaría entonces?
- “Kerberos” –en su mente la voz y la sonrisa de Miriel se le hicieron muy claras pero..
- “¡Kero”
Si... esa voz. Una voz que no le llamaba por su nombre... con un diminutivo cariñoso..
- “¡Keroooooooo!”
Quizá por eso se sentía tan nostálgico sobre su antiguo dueño. Sabía que su relación con esa persona era muy fuerte ¡lo sentía en su corazón!, ¡no podía dudar de lo que sentía cuando pensaba o trataba de recordar a su antiguo dueño o dueña! pero tampoco podía negar que según pasaban los días los lazos con Miriel también se estrechaban y Kerberos temía estar siéndole desleal a alguien...
- “Cuando pienso en eso.. ni siquiera puedo comer” –suspiró desolado- “eso... y tanta magia que sentí en Tokyo esa vez, porque aunque me quedé en la mochila de Miriel sé que sentí mucha magia fuerte y que algo especial me ocurrió en Tokyo aquella ocasión.. ¿qué fue?, ¿qué pasó entonces?”
Ajena totalmente a las inquietudes del simpático guardián Miriel miró a Hien Li y Nadeshiko salir en ese momento casi a la carrera detrás del pelirrojo Mc Nessa y la hija de Eriol lanzó un leve suspiro de alivio... quien quiera que fuera Mc Nessa, no parecía ser tan conflictivo como Romanova..
- “O como yo..” –pensó sintiéndose repentinamente pensativa y preocupada mientras se dirigía al salón de música tratando de animarse- “ese niño podría lastimar a mis amigos. Siempre dice cosas feas de ellos..”
La pequeña niña inglesa pensó en eso todo el resto del día y volvió al salón de música después de despedirse de sus amigos, algunas horas después; pero cansada de sólo contemplar la partitura ante ella finalmente la dejó a un lado antes de abandonar definitivamente el salón. Lo había intentado desde el descanso pero ni siquiera la perspectiva de tocar el piano lograba animarla ese día, Nadeshiko había inventado una excusa para ir con Hien y su hermano otra vez –aunque estaban en diferentes clubs- pero aunque Miriel había aparentado creerle, la hija de Eriol Hiragizawa sabía bien lo que estaban haciendo esos tres.
Estaban tratando de cercar al pelirrojo Mc Nessa.
- “Lo que Romanova dijo ayer... es raro” –pensó la niña, mientras caminaba por los enormes jardines del Campus decidida a faltar a la practica del club de equitación- “entonces... ¿sólo uno de ellos tiene magia?. ¿Por qué me persiguen los demás?, ¿quién la tiene?, ¿Li o Nadeshiko?, ¿Tal vez el superior Kinomoto?”
La pequeña niña inglesa estaba confundida. ¿qué significaba eso?.
Había pasado buena parte de la noche charlando con Kerberos y la Bestia del Sello estaba tan confundida como ella. De hecho quizá más porque el guardián de ojos dorados no había visto directamente a Li y los Kinomoto, pero Miriel no sabía que pensar esa mañana cuando finalmente trepó a la rama de un árbol de un ágil brinco, y se acomodó entre sus ramas.
- “El asusta” –pensó, refiriéndose a Romanova- “ahora entiendo por qué Nadeshiko le tiene miedo y nunca lo mira sin temblar, aunque, si ellos nunca han hablado ¿por qué le asusta?” –suspiró- “bueno, Nadeshiko es muy lista y tal vez intuye algo”
Fue entonces que Miriel recordó las duras frases del ruso.
- “¡No le debo explicaciones a nadie!. Todos ustedes son solo tontos.. niños, nada más. Y si te cruzas en mi camino puedes estar segura que ha de pesarte Hiragizawa. Tú no me conoces y aunque sé que no estas sola aquí, no creas que no puedo destruirte cuando se me antoje”
Había una amenaza directa .. y a la sola memoria de ella, la niña se estremeció.
- “¡Hasta Kerberos dijo que sentía magia terrible y oscura en él!” –reflexionó- “Además... él dijo que podía hacer daño y si es tan fuerte y me amenazó, ¿lo haría?.”
- “Ofreciste a tu madre no volver a trepar a los árboles”
- “¡AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH!”
La repentina aparición de Rei Tsukishiro sobresaltó a la niña de forma tal que la hábil Miriel perdió el equilibrio en la alta rama donde se había sentado, pero afortunadamente para la pequeña, Rei la tomó en brazos antes que se estrellara contra el suelo motivando que en menos de una milésima de segundos el rostro de la niña se llenara de rubor.
- “Es peligroso subir tan alto y estar tan distraído” –murmuró el inexpresivo adolescente mientras la niña seguía quietecita, con la cara roja y en sus brazos- “¿estás bien?”
- “Si”
El hijo de Yukito asintió también y ayudó a la pequeña a pisar firmemente sobre el suelo, notando que fuera del usual sonrojo en sus mejillas –el adolescente siempre la veía sonrojada y no tenía ni la menor idea del motivo- la niña estaba algo asustada. Y fue por el temor que notó en la niña que Rei obró como siempre lo hacía en casos similares.. es decir, se sentó al lado del árbol mirando la lejanía mientras la pequeña se quedaba de pie, también recostada al árbol pero en el lado opuesto a donde estaba el adolescente de cabello de plata..
- “Hmm... joven Rei: ¿puedo preguntarle algo?”
- “Si”
- “¿Hay una forma para saber que lo que hacemos está bien?, ¿para no equivocarnos?”
- “¿Una forma?”
- “¿No la hay?”
- “Las personas sabemos cuando hacemos lo correcto. Eso está en nuestra cabeza... podemos engañarnos a veces, pero siempre sabemos cuando obramos mal”
Miriel pareció dudar, pero no dijo nada. Aunque quería. Y es que ella sabía que siendo Rei el chico menos curioso del planeta no iba a preguntarle jamás el motivo de su pregunta, pero ahora dudaba de nuevo. Tsukishiro no sabía nada de las Sakura Cards, de la oscura magia de Romanova o las sospechas de Li y los Kinomoto, de las dudas sobre el pelirrojo Mc Nessa ¡ni de que ella tenía magia!. De hecho, Miriel creía que sólo Tao y Kerberos lo sabían y no sabía cómo pedirle un consejo al adolescente ante ella. Y lo necesitaba.
Necesitaba a Rei más que nunca.. más que siempre.
Desde que recordaba siempre había estado allí para ella con una respuesta serena y clara, siempre listo para espantar sus pequeñas dudas, sus temores y conflictos. No es que fueran demasiados pero Miriel confiaba en Rei como en nadie en el mundo y aunque había ofrecido a Kerberos no decirle a nadie sobre su misión como Card Captor, ese secreto le pesaba. Y es que el hecho de descubrir que tenía magia le había hecho crecer, crecer y entender que pese a su corta edad, debía tener responsabilidades, pero era duro. Era duro no poder decírselo a la persona que más le importaba en todo el mundo, y le era duro porque no estaba acostumbrada a pensar en los demás. Con sólo siete años y siendo hija única había tenido todo lo que deseaba desde siempre. Su papá la adoraba y le consentía hasta el más mínimo de sus caprichos y salvo su madre -que era linda y dulce pero también severra cuando la situación lo requería- todos los que la rodeaban siempre parecían halagarla por sus habilidades. Después de todo pese a su edad, Miriel Hiragizawa había sido catalogada ya como una niña extremadamente talentosa: tenía gran facilidad para hablar idiomas –hablaba ya 4 con toda soltura- era inteligente y estaba adelantada un año en la escuela, bailaba ballet con gracia natural y tocaba el piano como una verdadera virtuosa de la música pero ...
Pero...
Pero aquellos talentos y encanto que la hacían aparentar ser una perfecta damita eran sólo una máscara. Una forma de obtener todo lo que deseaba.. y siempre le había resultado. Durante su última y breve visita a Londres había sido objeto de atención de los lores y ladies que constituían el círculo de Lady Regina -la madre de su padre- quien había estado orgullosísima de lucir a la “perfecta damita” en recitales de ballet y piano. Ciertamente en casa las bromas de Tao la hacían devolverle algunas jugarretas –cosa que nadie jamás hubiera creído en la embajada, donde la juzgaban incapaz de romper un plato- pero fuera de eso Miriel estaba acostumbrada a salirse siempre con la suya, a tener la atención de los demás y a que su papá adorado le solucionara cualquier cosa..
- “No es bueno mentir ni presumir, eso hiere a las personas” –le había dicho su madre más de una vez tratando de bajarle los humos y a la niña entonces le había parecido algo gracioso..
Pero ahora no pensaba así.
- “Como mis papás no tienen magia.. yo debo cuidarlos” –había decidido el mismo momento en que descubrió las Sakura Cards y a Kerberos- “pero.. ¿podré hacerlo?”
- “Eres una card captor.. ¡demuestra tu valor!”
- “¡Pero tengo miedo!”
- “¡Debes luchar!”
Había luchado porque no le quedaba otra opción. La primera card que atrapó había sido la card “dreamy” -que hizo a todos dormir en la embajada incluyendo a sus padres, al menos según creía ella- y aún estaba logrando capturar las cards poco a poco, después de los nervios iniciales. Tao la había “descubierto” por una casualidad, pero no era del todo malo, aunque Tao no era nada bueno dando consejos. Con todo, había sido afortunada de no haber dejado que fueran muchas las que huyeran del libro rosa, pero ahora la presencia de Li y los Kinomoto empezaba a parecerle menos divertida y más preocupante. Eso, además de la llegada de Romanova y de aquel pelirrojo Mc Nessa.
Por eso tenía miedo. Miedo, de tener por una vez que hacerlo sola. Miedo, de no ser la niña perfecta que aparentaba..
- “No puedo contárselo al joven Rei” -pensó desolada, dejando de recordar- “no puedo...”
- “Las personas hacen lo mejor que pueden. Y eso basta”
- “¿Qué?” –se sobresaltó.
- “Pensaba en voz alta” –le tranquilizó el chico de cabello plateado, volviendo a pasear su mirada pensativa por el jardín – “Nada más”
- “Yo..” –dudó- “¿realmente crees que poner todo el esfuerzo en algo es suficiente?, ¿y si las cosas no salen bien joven Rei?”
- “Si pones todo de tu parte, saldrá bien”
Miriel miró al piso sin comprender como el joven Rei estaba tan seguro de lo que decía. Ella estaba poniendo todo su empeño en capturar las cards pero ¿y si Romanova lastimaba a sus amigos? ella tenía magia y debía protegerles pero.. ¿y si no era suficiente?. Podía hasta hacerle daño a ella, a sus queridos papás, Tao.. o al propio Rei.
- “Quisiera ser como mi mamá” –murmuró la niña, súbitamente y con pasión- “¡¡quiero ser como ella, tan buena!!. Siempre ocupada en ayudar a los demás, en cuidar de papá, de Tao, de mí.. ¡¡pero tengo miedo, tengo miedo joven Rei!!. Tengo miedo por mí. ¡Y no me gusta!” –se recostó sobre el árbol hasta quedar sentada, con el rostro oculto entre las manos- “¿por qué no soy tan buena?, ¡debo hacer algo pero tengo miedo!, ¡TENGO MUCHO MIEDO!” –sollozó- “¡TENGO MIEDO QUE ME LASTIMEN!, ¡NO TENGO EL VALOR SUFICIENTE!, ¡TENGO MIEDO!, ¡MUCHO MIEDO!”
- “Calma..”
El toque de la mano del adolescente sobre el cabello negro azulado de la niña la hizo abrir los ojos con asombro. Rei estaba a su lado, mirándola serenamente con sus ojos celestes. También el adolescente estaba sorprendido al ver las lagrimas infantiles. Miriel no era llorona. Rei sabía bien que estaba algo consentida, pero era una niña gentil y cariñosa a la que le gustaba ser el centro de atención –algo normal en todo niño- y eso era todo. El la conocía desde que nació y sabía que la pequeña quería mucho a su familia y amigos.. y que aunque era algo traviesa no dejaba de ser una niña agradable, a la que casi consideraba parte de su familia.
Después de todo, Rei había conocido a Miriel a escasos minutos que la niña naciera.
- “Es como Yuu” –se dijo al notar que la consideraba casi como una hermanita, al igual que a su hermano menor.
Tal vez por eso había tratado siempre de estar allí para ella. Incluso hablando más de lo que normalmente solía hablar. Y aunque no entendía por qué estaba tan inquieta, no pensaba preguntarle directamente el motivo. Sabía que si la niña estaba lista para confiar en él se lo diría pero no pensaba presionarla, de modo que se limitó a rozar levemente el hermoso cabello negro azulado de la pequeña, antes de murmurar.
- “Sé que harás lo correcto”
- “¿Y si no sé que es lo correcto?”
- “Lo sabes” –añadió con aquella serena expresión en su rostro hermoso, que tenía la virtud de calmar todos los temores de Miriel- “Puedes estar confundida, pero lo sabes.. y si lo piensas bien, verás claro lo que debes hacer”
Los brillantes ojos azules de la niña, asintieron. Quizá Rei no sabía de su preocupación, pero ella estaba segura que él... él siempre estaba en lo cierto.
Rei por su parte se sintió más tranquilo al notar la infantil fé en aquellos ojos azules y por un momento casi agradeció el hecho que Tao hubiere sido castigado por dormir en clase ya que gracias a ese hecho había podido tener esa charla con Miriel. Al menos ya le había dicho a su padre que se retrasaría porque aunque tuviera que esperar hasta que Tao terminara su castigo tenía que hablarle ya que gracias a su poco delicada charla –muchos compañeros habían oído los calificativos de Hiu hacia la chiquilla flacucha y de gruesas gafas- la pobre Kiyama había sido objeto de más burlas que las usuales durante el resto de las clases.
¡Y Tao no se había dado cuenta porque estaba durmiendo!
Realmente había sido un día complicado... pero Miriel parecía contenta y le alegró haber podido ayudarla.
Yukito Tsukishiro contempló el rostro infantil frente a él y contuvo sus ganas de lanzar un gran suspiro. Kaho había traído consigo a aquel diminuto genio matemático porque tenía grandes problemas de socialización –algo que era de esperarse, pero ¡que remedio!- y el afable director no pudo menos que sentirse interesado al notar el profundo desdén pero a la vez la profunda soledad y soberbia que había en aquellas rojizas pupilas..
- “No has ingresado a ningún club, no tienes amigos en ningún nivel escolar de todos los que llevas y este es el tercer consejero escolar que renuncia a seguir supervisándote aunque llevas muy poco tiempo aquí” –comentó, leyendo el informe entregado por la directora de Primaria, Kaho Monouhi- “¿Hay algo que podemos hacer para que te sientas a gusto pequeño Romanova?”
- “Puede empezar quitándome eso de “pequeño”, Director” –replicó el niño con su peculiar acento ruso tan marcado, mirando a Yukito casi desafiante- “para usted y para esta partida de idiotas, soy Romanova. Nadie tiene derecho a llamarme de otra forma”
- “Trataré” –replicó el Director, sin mostrarse ofendido por el desplante- “pero esto no puede continuar; ambos sabemos que eres un genio matemático pero los números no lo son todo y necesitas aprender cosas como historia, letras.. idiomas” –continuó con su calma característica, pese a que el ceño infantil se iba haciendo más fiero- “Además creo que te equivocas en tu apreciación de los demás estudiantes” –dijo amable-“los alumnos del Campus Clamp son todos estudiantes dotados, porque al igual que el recién reconstruido y reinaugurado Campus Clamp de Tokyo nos enorgullecemos de tener aquí a los alumnos más brillantes sin importar su condición social o económica”
- “Ninguno de sus “brillantes alumnos” puede competir conmigo” –rió el chiquito, más beligerante a medida que pasaban los segundos.
- “Lo admito. Tu talento con las matemáticas es insólito y no pretendo negarlo pero es necesario que entiendas que si tu nuevo consejero escolar renuncia, tendré que cancelar el permiso para tus salidas a Kaizer Enterprises..”
- “¿¡¡QUE??!!!, ¿¡está tratando de amenazarme?!”
- “No, pequeño” –el niño iba a protestar, pero Yukito le contuvo con un gesto- “te llamo pequeño porque lo eres, pero ese no es el punto pequeño Romanova” –continuó tras una breve pausa- “lo de Kaizer Enterprises..”
- “¡Usted no tiene la menor idea de lo que habla!. ¡¡No puede cancelarme nada a mí!!” –replicó, con una prepotencia insólita en su escasa edad- “¿sabe lo que hago en Kaizer Enterprises?, ¡trabajo con el científico Mihara mejorando los nuevos prototipos de “Angelic Layer”!, ¡me necesitan!” –casi lo escupió en la cara de Yukito- “¡¡mi trabajo hace ganar mucho dinero a la compañía, mi tiempo es dinero!!, ¿cree que su autoridad de Director Escolar basta para cancelar un negocio millonario?” –lanzó una risa burlona que entristeció a Yukito porque era estremecedor ver así a un niño de esa edad- “¡por favor, no sea ridículo!”
- “Mi primera prioridad es tu educación, pequeño Romanova” –Yukito no había perdido ni un átomo de su serenidad ni de su optimismo pese a aquel desagradable comportamiento- “Y si, mi autoridad es suficiente para eso porque ya sea mucho dinero o no, lo más importante para mí no es cuanto ganes en dinero sinó que tú pequeño, tengas una educación apropiada en las áreas que no dominas” –murmuró envolviendo a la figurita infantil con una mirada afable- “te repito: no me importa cuanto dinero ganes, me importas tú y tu educación y me aseguraré que la tengas pequeño, porque le necesitas mucho”
- “¡¡¿¿Cómo se atreve??!!”
- “¡Gritzkorovnailj!” -interrumpió una tercera voz.
Yukito volvió el rostro hacia la puerta principal, sorprendido por la interrupción, pero el niño no se movió de su asiento y ni siquiera volvió el rostro. Sólo se limitó a soltar frases en su natal ruso en voz baja, mientras el recién llegado se presentaba ante Tsukishiro..
- “Por favor, discúlpeme señor Director” –dijo a modo de saludo- “pero su secretaria había salido y escuché la voz de mi pupilo y sus groserías.. como es lógico no pude menos que ingresar de esta forma. Le ofrezco mis excusas..”
- “No necesita hacerlo Lord Ruthwen, pero... me sorprende el motivo de su visita, no creí..”
- “Sí, sé que no había venido a la escuela hasta ahora y supongo que por eso no pensó que vendría cuando envió la última nota a mi casa pero temía que su paciencia se agotara con mi pupilo y creí preciso hablar con usted directamente... además, deseo continuar la conversación que tuvimos antes.. sobre el otro asunto”
A la velada alusión a Rei –pues el tutor del niño ruso no era menos que el caballero inglés que “creía” ser tío biológico del adolescente- Yukito no pudo menos que sentirse inquieto.
En realidad no esperaba la visita del aristócrata pero, como siempre, el notable parecido físico –evidentemente casual, pero que el Lord atribuía a otras razones- le sorprendió, como siempre que veía al súbdito británico..
Lord Archibald Ruthwen era un alto y elegante caballero que no pasaría de los 38 a 40 años de edad y que era además muy apuesto. Su rostro pálido y de rasgos clásicos –con brillantes ojos pálidos que Yukito no supo decir si eran plateados o grises muy pálidos además de una recta y aristocrática nariz y una boca de trazo enérgico- estaba coronado por brillante y plateado cabello que le daba un aspecto aún más señorial y distinguido que antes, pero a la vez su expresión era afable y relajaba cualquier tipo de tensión que podían provocar su aspecto imponente y el elegantísimo traje de Armani que lucía con evidente naturalidad así como su atlética figura. Sus manos, pálidas y alargadas, eran evidentemente aristocráticas y firmes, manos de alguien acostumbrado a tener el mando y el control de las cosas pero en ellas no llevaba más adorno que un anillo de matrimonio y un dorado reloj marca rólex en una de sus muñecas; los gemelos de su camisa eran, al igual que su aro y reloj de oro macizo pero el caballero los llevaba sin afectación alguna, lo que probaba lo acostumbrado que estaba al uso de tal tipo de prendas y accesorios, algo a no dudar tanto por su origen aristócrata como por ser Cabeza visible de Kaizer Enterprices, una corporación de comunicaciones y tecnología de punta que estaba revolucionando Europa durante los últimos años.
Realmente, sus rasgos físicos –el color de su cabello, la palidez de su piel y aquellos ojos claros que Yukito aún no podía definir de qué color eran- tenían una gran similitud con los de Rei...
- “Si ha venido a hablar de “su asunto” con el Director, no tengo nada que hacer aquí” –espetó el niño, saltando de su asiento- “a ver si le pone bien en claro que lo que yo hago en la compañía no puede ser reemplazado..”
- “Eso es cierto Gritzkorovnailj, pero también es cierto que no volverás a cambiar de Consejero escolar porque tampoco nadie puede reemplazarte en tu asistencia escolar”
El niño alzó la mirada y sus pupilas rojizas se hundieron como cuchillos afilados en la alta y elegante figura de su tutor que le miró en cambio con una expresión en que parecía matizarse la angustia y la tristeza; afortunadamente el niño no insistió y salió del despacho de Yukito, dando eso sí, un gran portazo al salir para hacer evidente su disgusto.
- “Lo lamento profundamente Director Tsukishiro” –el lord lanzó un gran suspiro- “Gritzkorovnailj no hace el menor esfuerzo por cambiar, pese a lo mucho que le hemos hablado mi esposa y yo..”
- “Es demasiado consciente de su dotes” –murmuró Yukito- “temo que eso no le ha hecho mucho bien”
- “Si. Quizá crea que hago mal en permitirle trabajar en Kaizer, pero es lo único que parece disfrutar y creo que es lo único que le afectaría perder..” –continuó- “por favor, no lo eche de la escuela... yo..”
- “No pensaba hacerlo Lord Ruthwen” –le tranquilizó el Director- “pero era preciso que charlara con él.. necesita empezar a hablar con alguien.. socializarse un poco. Démosle algo de tiempo y quizá veamos algunos avances..”
El lord sonrió débilmente antes de añadir..
- “Es usted muy amable y paciente... tal y como ya me habían comentado que era”
- “¿Cómo?”
- “Olvídelo” –añadió- “pero le seré sincero: Gritzkorovnailj fue uno de los motivos para visitarle hoy. El otro, fue decirle que lo pensé mucho anoche, lo hablé con mi esposa largamente y..” –hizo una pausa- “hemos decidido retirar nuestra solicitud de tutela de .. Rei; no definitivamente” –añadió ante la cara de asombro y felicidad de Yukito- “pero es probable que así sea si me permite renovar esta visita en su propia casa y tratar... tratar de comunicarme y conocer al hijo de mi media hermana”
- “Yo... ¡no sé que decir..!”
- “No diga nada. Ya lo había pensado desde que la embajada de mi país me dio largas al asunto, pero.. digamos que casualmente tuve buenas referencias directas de usted y lo que conversamos hoy junto con lo que conversamos antes, me hace pensar que quizá esté mejor capacitado que yo para seguir ofreciéndole un hogar a Rei”
Había cierto desaliento en la voz del Lord.
- “Ni mi esposa ni yo podemos con Gritzkorovnailj” –aceptó- “No nos rendiremos porque lo amamos, pero no soy ciego. Los informes siempre han dicho que Rei es un joven serio, responsable y sereno pero feliz y si es como lo imagino... más que quitárselo, tendré una deuda de gratitud con usted y su familia”>
- “¡Oh, no diga eso!”
- “Es la verdad. Por eso vine, para pedirle que me permita ver a Rei en su casa, hablar con él y que me conozca porque soy su tío, pero nada más” –anunció con toda corrección- “ Lo menos que deseo es sorprenderlos a Ud y los suyos con una visita no esperada o asustar a mi sobrino con una llegada sorpresiva” –añadió gentilmente- “¿Creen que les sería muy difícil decirle que tiene un tío?”
Yukito suspiró aliviado. Quizá Rei se sorprendiera mucho, pero definitivamente las cosas estaban bien porque él y Ayame no perderían a su hijo mayor y con suerte el sereno jovencito ganaría el afecto de un hombre sin hijos, que se sentía –Tsukishiro lo juzgó así por su expresión abatida- fracasado en sus intentos de ser una imagen paterna para alguien..
Aquella inesperada visita de Lord Ruthwen le había traído buenas noticias...
- “El idiota no sabe nada de mí y cree que puede mandarme” –murmuraba Romanova, mientras veía por los ventanales a los hermanos Kinomoto correr hacia la espesura de los jardines- “pero se enterará, cuando yo quiera que se enteren todos” –pensó, antes de seguir la misma ruta de Mamoru y Nadeshiko.
Anochecía ya cuando el lujoso automóvil de los Li abandonaba la sede del edificio Sunshine en Tokyo, pero Shaoran pensaba en la llamada que había recibido instantes antes de abandonar su oficina..
- “Lamento llamarte a estas horas Shaoran” –había dicho la voz de Nokoru Imonoyama, dueño del Campus Clamp y quien fuera ayuda económica de los Dragones del Cielo- “pero algunas personas que tú conoces y yo también han visto a Subaru Sumeragi en el aeropuerto de Tokyo.. hace ya algunos meses. Nadie ha logrado hacer contacto con él, pese a sus intentos, pero afirman que su comportamiento es muy extraño..”
- “¿Extraño?, ¿de que tipo?”
- “Al parecer sufre de algún tipo de amnesia... o esquizofrenia. Los que han tratado de comunicarse con él afirman que parece no reconocerles.. o los elude voluntariamente, no se sabe. Pero luego de tantos años al fin podemos confirmar que esta vivo y me avisan que esta tarde le han visto tomar el expreso rumbo a Tomoeda”
- “¿A Tomoeda?, ¿aquí?”
- “Quizá Subaru Sumeragi nos visite Sakura” –le comentó a su esposa mientras ella subía al lujoso vehículo- “me han informado que esta vivo y... bueno, parece no hallarse del todo bien pero es posible que trate de ponerse en contacto con nosotros..”
- “¡¿El señor Sumeragi?!”
- “Si. No te sorprendas si nos visita. Aunque me informan que está.. algo cambiado..”
Los ojos verdes y hermosos de la antigua card captor parecieron llenarse de melancolía..
- “No me sorprende Shaoran. Para nosotros Seishirou Sakurazuka era simplemente un asesino, pero él... él amaba a ese hombre y tuvo que matarlo. Tomoyo y yo lo hemos hablado muchas veces y creemos que eso es capaz de destruir a cualquier persona” –se inquietó- “¿saben algo más sobre aquel imitador de occidente?”
- “No, y espero no saber más” –espetó irritado.
- “Si el señor Sumeragi se entera sería terrible y muy doloroso. Un hombre en occidente, imitando la forma en que mataba el sakurazukamori..”
- “Sakurazuka era un asesino Sakura, Sumeragi hizo un favor a muchos al matarlo y que lo amara no cambia nada” –el joven chino apretó los dientes y dijo duramente- “hizo lo que debía hacer, y punto”
La joven le miró con interés, notando que él no parecía referirse a los asuntos Sumeragi o el Concilio...
- “¿Todavía estás molesto?” –le preguntó mientras él conducía su vehículo a toda prisa ya en la autopista rápida de Tokyo (donde estaba el Edificio Sunshine, sede actual del Concilio) a Tomoeda- “... Shaoran, ¿estás enojado, verdad?”
Los puños de él se crisparon sobre el volante, pero procuró suavizar su expresión antes de responder.
- “No me gustó escuchar a Hien desheredándose él mismo esta mañana. Creo que todo esto está afectando su autoestima mucho más de lo que habíamos pensado, quizá sea bueno pedirle a Yukito que nos aconseje. Creo que el repentino viaje de mi señora madre ha sido muy oportuno”
- “¿Tu crees?” –dudó ella- “Yo... bueno, quizá te parezca algo raro, pero creo que tu madre no hace esto con malicia Shaoran. Ella cree que es lo mejor”
- “Dime algo que no sepa. Ella pone el deber con el clan por encima de todo sentimiento y yo le respeto eso, pero para mí tú y Hien están por sobre todas las cosas.. aún sobre el clan Li o mi vida; pero no puedo esperar que ella entienda porque sé que eso es algo que jamás ha cruzado por su mente..”
- “¡Por favor Shaoran, Dama Ieran es tu madre!”
El la miró, algo asombrado.
- “Lo sé. Y sé que me aprecia porque cumplo con mis deberes a conciencia, pero yo creo que no tiene por qué ser tan dura con Hien, los únicos que podemos decidir sobre él somos tú y yo y así como yo soy consciente de que ella me dio una buena educación ¡y no lo cuestiono! ella debe respetar nuestra autoridad como padres y no inmiscuirse más”
Sakura estaba algo pensativa.. de hecho, dudó un poco antes de preguntar, suavemente:
- “¿Crees que tu madre te aprecia sólo porque cumples tus deberes?” –murmuró, algo sorprendida- “¿de verdad piensas eso?”
- “Claro” –aceptó él, sin comprender la pregunta- “¿por qué?”
Sakura quedó pensativa por unos instantes, antes de comprender el motivo que había forzado a Dama Ieran a marchar de viaje súbitamente. La dama china finalmente había comprendido que con su actitud el lazo que la ataba a su hijo –el respeto- se estaba deteriorando más y más a cada instante y quizás se había marchado porque no sabía que hacer para evitarlo, más que poner distancia física entre Shaoran y ella...
Sakura súbitamente tuvo miedo. Miedo de también estarse distanciando de Shaoran...
¿Cómo evitarlo, si no sabía el motivo?
En esos mismos instantes, aquella era la misma pregunta que pasaba por la mente de Eriol..
- “¿Motivo?, él no necesita ningún motivo para estar aquí Eriol.. ¡es tu padre!”
- “Por eso mismo” –replicó el inglés realmente sorprendido- “no entiendo cuál es el motivo por el que ha decidido presentarse aquí, en el caso que realmente estuviera aquí. Cosa que dudo”
Yoko pareció perpleja por la aseveración de su esposo, pero partió raudamente a recibir a su suegro –y es que les acababan de anunciar que la limousina de Lord Hajime Hiragizawa entraba en la embajada- pero Eriol se encogió de hombros después de unos segundos, mientras su sentido común le daba la respuesta..
- “Debe ser Trevor” –este era el nombre del viejo asistente de su padre- “o quizá algún despacho personal del cuerpo diplomático japonés en Inglaterra. ¡Como si el Embajador fuera a venir aquí!, ¿porqué lo haría?” –se dijo a sí mismo con su natural cinismo- “ha visto a Miriel cinco a seis veces desde que ella nació y es más de lo que suele hacer”
Sonrió satisfecho de tener respuesta a aquel inusual evento y se dijo por enésima vez que Yoko era una inocente por creer que su padre se presentaría alguna vez en su casa. Desde que se habían casado la joven china escribía periódicamente a Hajime y Regina pero si bien la rubia dama inglesa había estado muy insatisfecha con el enlace de su único hijo, la inconstante Lady se había aprovechado muy rápidamente de los esfuerzos diligentes de Yoko para que le ayudara en organizar sus eventos sociales mientras vivieron en Inglaterra –bien, Yoko hacía el trabajo y la dama rubia recibía el crédito- por ello, casi podría decirse que Regina se había relacionado con su familia actual.
Eriol se encogió de hombros nuevamente y sonrió al pensar en su madre. Y es que la única forma de relacionarse con Regina era vivir en su mundo de lores, ladies y testas coronadas europeas –algo que a él le aburría y que Yoko sólo aceptaba por que deseaba complacer a su suegra y cooperar en que la carrera diplomática de Eriol fuera más elevada- pero en cuanto pudieron, ambos jóvenes habían sacado a Miriel y Tao de Inglaterra y se habían instalado en Japón, donde se sentían más a gusto. Con todo eso, podían decirse que conocían a Lady Regina, ya que al menos uno estaba seguro de relacionarse con ella si había algún evento social.
Algo que jamás había ocurrido con Lord Hajime, quien pese a los gentiles intentos de Yoko apenas si había charlado una o dos veces con su único hijo desde que el joven les informó de su matrimonio y las únicas veces que les había visto eran en las reuniones navideñas en Buckinghamm Palace –donde también había conocido a su nieta Miriel- en ocasión de los saludos a la Reina de Inglaterra, aunque jamás había dejado pasar un solo cumpleaños sin enviar algún obsequio MUY caro y delicado.
- “¡Y Yoko piensa que el Embajador vá a venir!” –rió Eriol muy divertido, mientras se dirigía ya hacia el ala en la embajada donde tenía establecido su hogar- “no me han informado de ninguna visita oficial y no tendría porqué venir si no fuera por eso..”
- “¡Oh, aquí llega Eriol, Lord Hajime, estoy segura que él está tan contento como yo de recibirle en nuestra casa!” –se alegró Yoko con una hermosa sonrisa en su bonito rostro- “ya que ha decidido tomarse estos días libres.. ¿porqué no los pasa con nosotros?”
- “No quisiera importunarles”
- “Por supuesto que no Milord. Eriol, mi hermano Tao y yo estaremos contentos de recibirle ¡y estoy segura que Miriel se sentirá muy contenta, así podrá conocerlo mejor!”
- “Muy agradecido” –los negros ojos del Embajador tropezaron con los de su hijo en ese momento y le dijo a modo de saludo- “me complace ver que te encuentras perfectamente”
Los sorprendidos ojos azules de Eriol no podían creer lo que veían. Junto a su menuda y bonita esposa se encontraba la figura elegante de Lord Hajime Hiragizawa, Embajador Japonés en Inglaterra..
Y su padre biológico.
- “¡¡¿Está realmente aquí?!!” –se dijo a sí mismo genuinamente sorprendido, mientras saludaba a su padre llamándolo por su cargo diplomático, como siempre.
- “¡Ey, tenemos visita!” –se escuchó la voz de Tao en el corredor al igual que la voz encantadora y gentil de Miriel, exhortando al adolescente a no correr- “¡enana, eso significa que tu mamá no podrá castigarme por la nota que traje de la escuela!, ¿quién será la visita?”
- “No entiendo que pasa aquí” –se dijo Eriol, sin acabar de creerse lo que pasaba.
- “¡Déjame en paz!, ¿por qué no dejan de perseguirme?, ¡yo no he hecho nada malo!” –protestó el pequeño pelirrojo tratando de soltarse de la zarpa de Hien Li, que había logrado atraparle de un brazo después de una agotadora carrera por los jardines del Campus- “¡Suéltame de una vez!”
- “No te voy a soltar!, ¡no hasta que me digas cómo es que tienes magia!”
- “¡¿QUEEEE??!” –gritó horrorizado.
El rostro pálido del escocés se puso casi marmóreo cuando su compañero de ojos verdes pronunció la palabra “magia” y retrocedió espantado, mientras Hien no entendía el motivo de tanto susto.. ¿no irían a decirle que Mc Nessa no sabía que tenía magia o si?, ¿por qué se ponía así entonces? ¿por qué él se había dado cuenta? ¿cuál era el problema de ese niño?.
- “Tu.. tu...” –dudó Mc Nessa, mirando al único hijo de los Li con el rostro atemorizado- “¡tú estás mintiendo!”
Un gigantesco signo de interrogación apareció en la carita del hijo de Sakura y Shaoran Li.
- “No seas tonto, claro que sé que tienes mag.. ¡hmmm!!”
No había llegado a terminar la palabra porque el pelirrojo había brincado sobre él, tapándole la boca con fuerza, mientras le miraba con el temor reflejado en sus grandes ojos..
- “¡No lo digas, no lo digas nunca!” –chilló el escocés, asustado- “¿sabes lo que podría pasar si alguien se entera?, ¡no quiero que eso pase!”
- “¡Hmmm!” –bufó Hien, que empezaba a ponerse azul- “¡hmmm!” –de un fuerte tirón se liberó del menudo niño escocés- “¡uf, uf!... ¡me estabas ahogando!”
- “Lo siento, pero... es que tú....” –dudó- “tu estás equivocado, yo... yo no tengo eso que dices, ¡yo no sé nada de eso!”
Hien le lanzó una mirada muy seria por unos instantes y se cruzó de brazos frunciendo el ceño..
- “No soy un tonto ¿sabes?” –dijo serio- “además ese día, en el parque Ueno...”
Los ojos del escocés experimentaron tal desolación que Hien parpadeó algo asombrado. ¿Qué tenía ese niño?, ¿porqué negaba tener magia de esa forma?. Bien, él sabía que no era algo que se aceptara con facilidad por cualquiera pero.. ¡con lo que él deseaba tener magia!
- “Ese día.... ese día..... yo..” –dudó el otro, ajeno a las dudas de Li- “yo...” –pareció a punto de estallar en lágrimas- “¡por favor, prométeme que no le dirás a nadie!”
- “¿Por qué?.. bueno, si es raro, pero yo te pregunto porque..”
- “¡Ya sé que es raro!” –chilló Mc Nessa- “¡no me lo digas, ya sé que es raro y sé que ... que asustaría a todos!, ¡por eso mismo no lo digas! ¡NO LO DIGAS!”
Rápido como una centella, un viento terrible y fuerte pareció surgir de la nada e impactó con fuerza en el pecho de Hien, arrojándolo con fuerza hacia un árbol a casi 50 metros de distancia de donde estaba, lastimándolo físicamente ante el propio espanto del pelirrojo, que lo miró lleno de estupor por unos segundos mientras temblaba..
- “¡Auchhhh!” –se quejó Hien, más sorprendido por el repentino ataque, que por otra cosa- “ayyy..”
El aturdido hijo de los Li, dudó un poco, confundido.. ¿qué había sido esa sacudida? pero Mc Nessa estaba temblando y giró a toda prisa para tratar de huir cuando fue detenido por Mamoru, quien le tomó el brazo por atrás y se lo retorció, inmovilizándole..
- “¡Te voy a dar una paliza por haberle hecho eso a mi primo!”
- “¿Estas bien Hien?” –murmuró Nadeshiko, apareciendo al lado del aturdido niño de ojos verdes- “¿te duele mucho?”
- “No pasa nada.. estoy bien. ¿Estaban aquí?”
- “La torpe fue a avisarme... y estuvo bien que lo hiciera” –replicó Mamoru desde su sitio donde forcejeaba con el pelirrojo- “¿cómo te atreviste a hacerle eso a mi primo?”
- “¿Y cómo supieron donde estaba?” –preguntó Hien a Nadeshiko.
- “Yo no. Mamoru. El sintió que había magia por aquí...”
El hijo de Sakura suspiró desalentado. La magia que Mamoru había sentido no era la suya –ya empezaba a tener serias dudas de si realmente poseía alguna- sinó la del escocés..
- “No quise hacerlo, ¡no quise, en serio!”
- “Si, eso se notó” –ironizó el hijo de Touya.
- “No, ¡es verdad!” –se defendió Mc Nessa- “¡yo no quise hacerle daño!”
- “Suéltale Mamoru, no es justo que le tengas atrapado porque somos 3 a uno; sólo queremos saber cómo es que tienes magia” –insistió Hien- “creo que al menos me debes eso ¿sabes?”
El hijo de Touya bufó, pero le hizo caso a su primo y los tres niños orientales miraron alternativamente al escocés. Sus miradas variaban desde simpatía, desconfianza y verdadero enojo.... era extraño como las pupilas mieles, verdes y azules podían ser tan expresivas pero el niño occidental los miraba con el rostro sumamente pálido –de por sí el escocés ya era pálido, pero estaba casi atemorizado- y eso llamó la atención de Hien. Sabía que Mc Nessa no tenía un pelo de cobarde... ¿a que le temía tanto?.
- “Yo...... yo puedo hacer eso..” –aceptó el occidental, muy bajito y casi como quien confiesa un atroz delito- “desde que recuerdo..”
- “¿Golpear así a la gente?” –insistió Mamoru.
- “¡No, no quise hacerlo!”
- “No le hagas caso a mi hermano” –sonrió Nadeshiko, tratando de calmar los ánimos- “el muy tonto no se acuerda que fuimos a buscarle del parque Ueno gracias a ti” –Mamoru frunció el ceño, irritado- “y eso porque nos dijiste que era un mal lugar y podía meterse en problemas..”
- “¡Yo no estaba en problemas!” –saltó el aludido.
- “El superior Monouhi dijo que era un sitio malo y tú fuiste hermano”
- “¡Pero no estaba en problemas!”
- “¿Cómo sabes, si no te acuerdas?”
- “”Porque yo sabría si me hubiera metido en problemas torpe, ¡por eso!” –chilló enfadado y con una vena sobre la frente- “¡y si no recuerdo nada es que NO estaba en problemas”
- “Pero hermano..”
- “¡Que NO ESTABA en problemas!”
- “Si, si lo estabas” –susurró el pelirrojo, muy bajito.
Los ojos verdes de Hien brillaron, mientras su rostro tomaba una expresión encantadoramente desconfiada con el ceño fruncido.
- “Tu dijiste que Mamoru estaba en problemas, que el parque era un lugar malo o feo... ¿por qué?” –insistió el hijo de Shaoran Li- “además luego pudiste ver al shikigami de Tío Touya y sólo la gente que tiene magia puede hacerlo”
- “Sí, ni siquiera yo puedo verlo” –aceptó Nadeshiko- “¿es bonito el shikigami de mi papá?”
- “¡¡Tu no ves nada más que el piso cuando te caes hermana!! “
Mc Nessa miró los tres pares de ojos que le observaban con interés y dudó.
- “Yo.... pues... es que ese parque es horrible” –aceptó- “Allí se sentía algo malo.. como una sombra negra que rodeaba el parque, por eso es que me parecía malo”
- “¿Estas diciendo que el parque aquel tenía un aura mala?” –se asombró Hien.
- “¿Cómo sabes eso?”–era el turno del escocés de estar interesado- “¿cómo saben de eso?” –miró también a Mamoru y Nadeshiko con asombro- “¿cómo es que el papá de ustedes tiene magia?”
- “Pues...” –dudó Nadeshiko, mirando a Hien para saber si debía responder o no.
- “Por si no lo has notado, ¡nosotros preguntamos y no tú!” –se enfadó el mayor de los Kinomoto- “¡no creas que mi primo tiene por que contestart..!”
- “Digamos que Mamoru tiene magia.” –le interrumpió el hijo de los Li, muy tranquilo- “..un tipo de magia rara”
- “¡¡¿Por qué le dices eso?!!” –protestó el aludido, muy enojado.
- “Magia espiritual.. magia para ver espíritus ¿no?”
- “¡¡¡NO te importa!!!” –protestó Mamoru.
- “Si” –asintió el niño de ojos verdes, mientras Nadeshiko encontraba difícil contener la risa por la cara de asombro de su hermano mayor por esta charla- “Veo que sabes mucho... ¿es la tuya como la de él?”
- “No.. la mía no es así. Sabes bastante de magia...”
- “Algo... pero esa es la magia de Mamoru”
- “¡Dejen de hablar de MI magia como si yo no estuviera aquí!” –siguió protestando el hijo de Touya,
- “¿Por qué no querías contestarnos eso?” –insistió Hien, ignorando todavía a su primo- “¿por qué negabas tanto tener magia?”
- “Porque la gente no cree en esas cosas... piensan que es un invento”
- “Ya ves que nosotros no”
- “¡¡¡Deja de contarle cosas, tonto despistado!!!”
- “¿Porqué tu primo tiene magia?” –quiso saber el escocés.
- “Tío Touya tiene algo de magia, ni siquiera mi tío sabe porqué, pero por eso es que Mamoru la tiene” –continuó Hien frunciendo el ceño y sin hacer caso a las protestas de su primo por enésima vez- “¿ya estas contento? porque a ver si me dices de verdad cómo es que TU SABES tanto de magia y de ese parque”
El pelirrojo miró el semblante decidido y las bellas facciones de Li torciendo el gesto. Por un momento había pensado que podría lograr que dejara de preguntarle cosas pero ya entendía la razón de la respuesta a sus preguntas. Li sólo quería asegurarse de que le respondiera y por eso le soltó eso..
- “Ese parque tiene un aura mala. Muy mala” –se volvió finalmente a Mamoru, quien, harto de hacer pucheros estaba en ofendido silencio- “¿Acaso no la sentiste?, ¿por qué te fuiste a meter allí si tú puedes sentir esas cosas?”
- “¡Eso no es asunto tuyo!”
- “¿Y si el sakurazukamori te mataba?” –insistió Mc Nessa.
- “¡¡¿¿¿SABES DEL SAKURAZUKAMORI???!!” –gritaron los 3 niños a la vez.
- “¿Cómo lo supiste?” –saltó Hien.
- “Después que volvimos del parque, escuché hablar al superior Monouhi” –aceptó el pelirrojo- “¿no tuviste miedo de ir a un sitio donde estaba algo de aura de un hombre tan malo?”
- “¡Yo no le tengo miedo a nada!” –insistió el mayor de los Kinomoto.
- “Eres un tonto hermano...”
- “¡Pues no soy una torpe!”
Mc Nessa lanzó un leve suspiro y miró al piso, algo confundido por la tranquilidad con que los niños Kinomoto y Li hablaban de algo tan poco común como la magia; pero en ese momento notó que Li le miraba con profundo interés desde sus enormes y hermosos ojos verdes..
- “Sentiste algo más ¿no?” –insistió el hijo de Sakura en voz baja- “¿crees que eso le haga daño a Mamoru o a alguien?, ¿crees que deba decirle a mi tío que cuide a Mamoru o a Nadeshiko?”
- “No.. no lo sé” –se sorprendió- “¿por qué me dices eso?, ¿por qué confías en mí?”
- “No confío” –frunció el ceño y le lanzó al pelirrojo una mirada tan fiera que al otro se le puso la piel de gallina- “Aunque es raro que Mamoru no recuerde nada” –aceptó- “y si tú, que sientes esas cosas viste algo tan raro esa vez, tal vez sea mejor decirle a mi tío” –suspiró, tan seriecito y responsable como siempre- “no quiero que nada malo pase a mis primos”
Mc Nessa pareció confundido por la reacción de Li, pero no dijo nada. Y es que aquellos niños le parecían bastante extraños ¡no parecían temerle a la magia!; pero en ese momento los ojos verdes de Hien Li notaron el brillo de unas pupilas rojizas detrás de unos arbustos y su corazón dió un vuelco al tener la seguridad que alguien les había estado espiando; incluso Nadeshiko dejó de hacer enfadar a su hermano por unos instantes.. ¿porqué había tenido aquel terrible frío en la espalda?, era como.. era como cada vez que sentía la mirada de ese niño cruel detrás de ellos.. pero.. ¿el no estaba allí verdad?
- “¡Mírame cuando me hables torpe!” –insistió Mamoru.
- “No grites tanto hermano..” –le sonrió la niña- “ o le diré a Megumi que te sirva doble ración de tofu esta noche”
- “¡No empieces con eso!, ¡sabes que no me gusta el tofu!”
El hijo de Sakura y Shaoran Li disimuló un poco, pero no dejó de observar con el rabillo del ojo una mata de cabello negro alejándose de entre los arbustos y aunque por un momento sospechó de la siempre curiosa y lista Hiragizawa, pronto desechó la idea...
- “Era...” –murmuró bajito, mirando a Mc Nessa, quien parecía tan asombrado como él- “era..”
- “Romanova...” –susurró el pelirrojo.
Ambos niños asintieron en silencio... pero en la mente de Hien nacieron nuevas sospechas ahora dirigidas hacia el niño ruso...
- “¿Y el señorito cree que ese jovencito de nacionalidad rusa puede tener interés en espiarle?” –preguntó Wei, cuando notó que Hien había llegado al final de su relato- “¿es lo que piensa?”
- “Hm.. no lo sé. Pero nos estaba espiando, eso es seguro; además no es alguien amable..”
El anciano chino esbozó una sonrisa gentil y Hien se paseó ante él con aspecto reflexivo. Estaba dudoso y no quería dudar, pero siendo totalmente sincero Hien debía aceptar que estaba confundido..
- “Sería más fácil si pudiera sentir la magia..” –aceptó- “así podría sentir si Romanova la tiene o no..”
- “Pero eso no garantiza que confiaría en él, ¿verdad señorito Hien?”
- “¿Cómo lo sabes?”
- “Porque se parece usted demasiado al joven señor Shaoran. El también ha sido siempre muy desconfiado”
Hien lanzó un suspiro.
- “Wei.. creo que mis papás se enfadaron por decir que no me molestaría si tuviera un hermano con magia que si fuera buen heredero del clan” –aceptó, desconcertado- “no sé que hacer.. ¡nada me sale bien!, creo que Dama Ieran se fue de casa por mi culpa y mamá y papá también están molestos con Dama Ieran por mi culpa. En la escuela no me gusta Romanova y no confío en Mc Nessa pero ahora espero no haber metido a Nadeshiko y Mamoru en un lío con eso del parque Ueno ¡no sé si sea mejor decirle a tío Touya!” –lanzó un suspiro- “Mamoru diría que soy un traidor, y aunque no quiero serlo prefiero eso a que algo malo pase porque no dije nada... ¡No sé que hacer, todo lo hago mal!”
- “El señorito se toma muy en serio estas cosas”
- “Pero es que siento que lo arruino Wei. Mamoru tiene magia y no sabe cómo se usa; vino conmigo hoy de la escuela porque dice que necesita cosas mágicas para un experimento, pero eso le día algunas cosas.. espero que le sirvan; pero Nadeshiko no tiene magia ni sabe usarla. Ahora creo que fue muy tonto que les pidiera ayuda para atrapar al card captor ¡creo que los estoy metiendo en verdaderos líos! ¿qué hago Wei?”
El anciano chino acarició levemente el sedoso cabello infantil mientras el niño parecía pendiente de su respuesta..
- “Señorito, debe empezar a creer un poco. El señorito Mamoru y la señorita Nadeshiko le ofrecieron su apoyo pero creen en usted y sería bueno que usted también creyera más en sí mismo”
- “Pero no tengo magia..”
- “La magia más importante es el poder de su corazón. Con fé, usted puede hacer todo pero también debe darle a las personas que le rodean una oportunidad”
- “¿Me dices que trate de llevarme bien con Mc Nessa, ahora que sabe de nosotros?, yo pensaba vigilarle nada más...”
- “El señorito ha llegado solo a esa conclusión. A veces, mi pequeño señorito, es bueno seguir su corazón y creer.. es la mayor magia del mundo”
Hien asintió y continuó entrenando sus artes marciales al notar que su lapso de descanso había terminado; no estaba muy seguro de nada pero sí se sentía a salvo y en confianza con Wei, quien le ayudaba a encontrar las respuestas dentro de su propia mente y a quien contaba sus problemas con tranquilidad. Confiaba en sus padres, los amaba y admiraba profundamente pero estaba consciente que de contarles de sus temores y dudas de no ser capaz de poseer poderes mágicos los heriría profundamente y no deseaba eso. Ya bastante era con los problemas que ocasionaba sin querer, como para encima decirles sobre sus pesadillas de ser expulsado vergonzosamente del clan Li posteriormente..
- “Si mamá supiera eso se pondría a llorar, y papá culparía a Dama Ieran.. aunque la culpa de no tener magia es sólo mía” –había dicho a Wei en más de una ocasión- “no quiero que se enfaden o se pongan tristes”
- “Su señora madre no es una dama débil señorito. La señorita Sakura lo ama mucho... y es muy fuerte”
- “Lo sé. Pero odio poner triste a mamá. La quiero mucho para verla triste..¡es mi mamá!”
El anciano chino asintió mientras calmaba sus temores con palabras sensatas y su aire tranquilo y confiado; aquel era el motivo por el cual Hien corría siempre a su habitación después de la escuela; pese a su enfermedad Wei había estado siempre muy unido al niño y el pequeño lo consideraba su confidente ya que era el único adulto a quien había contado sobre el extraño libro azul que guardaba sin abrir –el anciano había sonreído al saber el lugar donde estaban las Loire cards- además ahora también le había dicho la extraña aventura en el parque Ueno.
El anciano chino dudó al saber esto último, pero sabiendo –como todos- que el sakurazukamori estaba muerto no juzgó oportuno forzar al niño a hablar pero ahora le complacía profundamente ver que el sentido común y la responsabilidad de Hien se desarrollaban, al igual que su capacidad de análisis. Quizá el pequeño lo dudara, pero el anciano estaba más y más seguro que el niño era una personita capacitada para grandes logros porque Hien no permitiría nunca que sus primos o alguien, corriera ningún peligro si pudiera evitarlo. Magia o no, el pequeño era muy decidido y algo testarudo una vez que tomaba una decisión.
Y si veía a sus primos en peligro no dudaría en poner a sus tíos y su padre en conocimiento de las cosas.
- “Es verdaderamente sangre de los señoritos Sakura y Shaoran”> –pensó el anciano con orgullo, contemplando la agilidad felina del pequeño mientras se ejercitaba- “si, tan preocupado por los demás como la señorita Sakura y tan responsable como mi joven señor Shaoran a su edad, quizá más si es que es posible” –sonrió nostálgicamente recordando a alguien más- “si mi recordado señor Hien.. es un nieto del que usted se hubiera sentido muy orgulloso tal y como sé que lo está de su hijo y de la esposa de su hijo>” –suspiró mentalmente- “ojalá mi señora Ieran le diera a su nieto una oportunidad”
- “Una oportunidad...”
- “Quizá debas darle una oportunidad a Li, Morgan” –decía el rubio Connor en ese momento, mientras vendaba la mano de su primo con eficiencia- “si no salió corriendo cuando se dio cuenta de tus poderes, quizá no sea malo.”
- “No sé si sea malo.. pero es raro. No me lo creo” –comentó el pelirrojo, que parecía agotado mientras se sentaba en su camita con la ropa casi hecha jirones- “¿por qué no se asustó?, a lo mejor mañana lo cuenta a toda la escuela..”
Connor miró a su primo antes de sonreír con alegría.
- “Li es bastante lindo. Es más lindo que Kinomoto aunque yo quiero ser amigo de Kinomoto” –recalcó- “pero Morgan.. sería lindo tener un amigo ¿no crees?, siempre hemos sido sólo tú, yo y Tarah”
El pequeño pelirrojo se puso de pie y caminó hacia la ventana de su habitación, dándole la espalda a su primo.
- “Nunca he tenido un amigo Connor... a la gente le asusto, ya sabes y eso no me importa, pero no quiero que sea como el año pasado”
- “Lo de Glasgow no fue tu culpa Morgan...” –le tranquilizó el rubiecito- “Tarah me dijo que esos niños fueron malos, y que tú le defendiste..”
- “¡¡A Tarah no le hubieran dicho esas cosas horribles si no se hubieran dado cuenta que yo...!!”
- “¡Morgan, eso no es cierto!, ¡cuidaste de Tarah y ningún niño le volvió a arrojar cosas!” –aceptó- “que bueno que yo no estaba allí, me hubiera dado mucho miedo y me alegra que los niños de esta escuela sean buenos... no como los que tú y Tarah me han dicho..”
- “Son buenos porque no saben lo que puedo hacer. Cuando lo saben, dejan de ser buenos” –espetó Morgan- “te dicen cosas como que eres un fenómeno, una cosa, un demonio o algo horrible...¡pero golpearé a quien les diga eso a ti y a Tarah!”
La puerta de la habitación se abrió y la pequeña niña de kindergarden ingresó apretando en su regazo una muñeca, pero aún en su usual silencio la nena tiró de la manga de la chaqueta de Morgan y le dio un abrazo enorme, como si quisiera compensar algo mientras el rubiecito preparaba la camita infantil para la siesta de la pequeña..
- “ A Tarah también le preocupas Morgan, no nos gusta que te hagan daño”
El pelirrojo apretó los puños, antes de contestarle al rubio..
- “Está bien para mí. Puedo pelear, además soy anormal” –aceptó- “y por eso no quiero ir mañana a la escuela. Li y los Kinomoto van a contárselo a todo el mundo ¡y no quería que nadie se enterara!, Tarah está contenta y quizá hable pronto, y es tu primera escuela Connor. ¡no quiero que los traten como si fueran raros porque yo lo sea!”
Connor sonrió con increíble confianza, mientras Tarah seguía abrazada al pelirrojo.
- “¡No pasa nada Morgan!. Yo sé que Kinomoto no dirá nada... él me agrada y sé que no lo hará, tu dices que su hermana es una niña amable y seguro que no dirá nada tampoco” –el niño rubio miró la ropa destrozada de su primo- “pero te estás esforzando mucho, no te enfermes ¿si?”
- “Debo ser fuerte Connor” –replicó- “tú no estuviste en Glasgow, no quiero que te echen como a mí y no quiero que Tarah llore de nuevo..” –miró al niño rubio, que peinaba las muñecas de Tarah en ese momento- “todo porque no soy como los otros niños, porque soy un fenómeno”
- “¿Qué vas a hacer con Li?”
- “No sé. Es bueno peleando... quizá no sea malo, no sé que hacer” –añadió para sí- “pero ese Romanova... el poder que tiene es una cosa muy oscura y fría.... realmente asusta, y él también sabe que tengo magia...”
Sakura contempló los reportes periodísticos desordenados sobre su lecho y sin interés, porque todos le parecieron iguales. Ceremonias, asesinatos ocurridos por magia negra, noticias sociales, conflicto entre clanes, conspiraciones.. todo era lo mismo, cada día, cada mes.. cada año.
Suspiró profundamente. En su calidad de Directora de la Agencia Noticiosa del Concilio –además de ser la Líder de los Maestros de la Magia en Japón- estaba perfectamente enterada de lo que pasaba en Oriente, de los diversos conflictos con magia negra, renegados, demonios y otros descarriados. Ciertamente la actitud del Concilio había cambiado mucho en la gestión de su esposo pero había un amplio sector conservador que aún pugnaba por las viejas reglas y que acuciaba a su esposo en las juntas de Consejo e incluso –según sus informantes más agudos- estaban patrocinando conflictos y ardites diversos con el fin de volver a los antiguos sistemas, cuando se mataba a los involucrados con cualquier incidente mágico.. para asegurar el silencio, cuando los clanes se desangraban en guerras que hacían muy poderosos a tal o cual casta, pero que acababan con dinastías enteras.
Y quienes acababan con esas dinastías, eran casi siempre asesinos..
Y ya que pensaba en asesinos, su mente no dejó de volar hacia aquella thugh..
- “Quizá la estoy prejuzgando.. pero no me gusta. Shaoran dice que nunca nos harían daño pero... pero” –dudó recordando la mirada que ella le dirigió la última vez que se encontraron- “pero es extraña la forma en que acepta las cosas que Shaoran dice... sólo porque él las dice. ¡Oh, ¿porqué me siento tan incómoda con saberla en Tokyo, tan cerca de nuestro hogar?, ¿porqué?, ¿porqué?. ¿Acaso la estoy discriminando por el trabajo que ha tenido que realizar?, no puede haberle gustado y quizá esta agradecida con Shaoran.. aunque él esta muy extraño.. lo siento distante”
a joven de ojos verdes sintió miedo.. se sabía algo despistada pero esta vez era su instinto, su agudo instinto femenino de mujer enamorada y de esposa amante, la que notaba que un extraño muro de silencio estaba surgiendo entre ella y su esposo.
Canción “Fukai Mori” (Bosque profundo)
Segundo ending de “Inuyasha”
Pulsa la nota para escuchar música
fukai fukai mori no oku ni ...................... Profundo, bosque profundo donde todavía ima mo kitto ........................................... queda escondido okizari ni shita kokoro kakushite'ru yo.. el corazón detrás del que yo salí
sagasu hodo no chikara mo naku......... sin fuerzas para preguntarse tsukarehateta........................................ exhaustos hitobito wa eien no yami ni kieru...... las personas desaparecen en la oscuridad infinita.
- “Si sólo no se preocupara tanto por asumir todo, como si fuera su responsabilidad exclusiva. Hasta me calló lo del intento de asesinato de Kagastán, el año pasado”> –se estremeció ante la posibilidad de que alguien hiciera daño a su amado- “ahora los Thughs están furiosos y frustrados al igual que los demás clanes, que no quieren reconocer al clan ignorado entre el Concilio... también está lo de aquel imitador del sakurazukamori en occidente...” –suspiró- “¡como quisiera poder decirle lo de mis recuerdos ahora, pero sería demasiado para él saberlo ahora!”
chisai mama nara kitto ................
¿Siendo
tan pequeños,
ima demo mieta ka
na.........................aun
ahora podemos vernos?
Sakura procuró controlarse.. pero estaba asustada. Sus recuerdos eran poco a poco.. más claros y nítidos.... y a cada recuerdo, estaba más y más segura de una cosa..
- “Aquel hombre que me abraza.. o que abraza a la mujer que yo era antes, era Shaoran... o su anterior encarnación, estoy segura” –tembló- “si, lo era. Quizá no tiene su mismo rostro... o quizá no he podido ver muy claramente su rostro, pero su voz, sus palabras, ¡son las mismas que él me dijo en la torre de Tokyo aquella vez, son las mismas, son las mismas!”
- “Está muerto” –recordó el dolor agudo de la mujer que fue en el pasado ante aquellas frases- “ha sido asesinado... está muerto”
boku-tachi wa ikiru hodo ni........... todos nosotros perdemos cada vez más
nakushite'ku sukoshi zutsu............. mientras seguimos viviendo
itsuwari ya uso wo matoi.............. rodeados de falsedades y mentiras
tachisukumu koe mo naku............. de
pie ante el viento helado, incapaz de decir nada
aoi
aoi sora no iro mo ................... azul, azul el cielo es más y más
kidzukanai mama ......................... y no logramos comprender
sugite
yuku mainichi ga kawatte yuku.. todos
y cada uno de los cambios y el paso de nuestros días.
tsukurareta
wakugumi wo koe ima wo ikite.. Superando
nuestras limitaciones, viviendo el presente,
sabitsuita kokoro mata ugokidasu yo....
¡nuestros
helados y sinceros corazones, volverán a latir!
Sakura sintió nuevamente el dolor, mientras con convulsivo temblor se apoderaba de ella. ¿Por qué no conseguía recordar más?, ¿por qué?, ¡tenía que evitar que eso le volviera a pasar!, ¡no podría soportar perderlo!, ¡el sólo pensar en perderlo la llenaba de terror!. Aún por sobre el legado de la envidia y el poder del Concilio y del Clan Li ella contaba todavía con el honor de su esposo como aliado del gran amor que le tenía. Si, su sueño era realidad: era su esposa, tenía su hijo y lucharía para conservar lo que tenía.. lucharía por proteger su vida..
- “Debo ser fuerte... armarme de valor para protegerlo, no me importa el destino.. nuestro pasado puede enmendarse ¡no tiene que pasar lo que ocurrió en el pasado, no lo permitiré!” -se juró- “Yoko y Eriol probaron antes que los errores del pasado pueden solucionarse, ellos evitaron que el joven Tao muriera a manos de la reencarnación del druida negro, no como Wu Fang Sheng. Yo debo luchar con toda la fuerza que me quede para proteger a Shaoran... para no sufrir aquel terrible dolor que... que .. que... ¡oh, si algo le pasa no podré soportarlo!”
Lloró. Lloró al recordar aquel dolor... aquel terrible dolor que había sentido en sus sueños cuando la mujer que fue en su pasado supo que había perdido a su esposo..
- “Asesinado.. fue asesinado..”
toki no RIZUMU wo
shireba ..............
Sólo
encontrando el ritmo de tiempo,
mo ichido toberu
darou.................... podemos
realmente volar una vez más
Ajeno a las angustias y temores de su esposa, Shaoran estaba en su despacho, comunicándose con alguien a través de su Pc y por el canal más privado de los que poseía. Evidentemente lo que el otro decía no era fácil de asimilar porque el joven chino estaba con una expresión terrible de asco y repulsión en su rostro al contestar..
- “No puedo.. no lo he hecho nunca y no lo haré. Jamás estaré de acuerdo en hacer una atrocidad así, no importa el motivo” –suspiró cerrando el pergamino rojo con agotamiento reflejado en sus ojos- “protegeré a los míos, aún del prohibido, pero esto... esto es demasiado. No puedo y no lo haré. No lo haré. ¿cómo podría mirar a la cara a mi hijo, a Sakura o a alguien si hiciera esto?”
- “Sabía que eras alguien de honor. Tal y como el Gran Sabio lo dijo” –replicó la persona cuya imagen estaba en la pc- “sin embargo no ignoras los riesgos ¿verdad?.. si nuestro análisis no está errado, ustedes son los primeros a quienes el prohibido acabaría... tu esposa, tu hijo..”
- “No puedo hacer una atrocidad así, ¡no por una sospecha!, ¡eso sería una infamia!”
- “Estoy de acuerdo. Pero los escritos complementarios al pergamino rojo son claros.. aquí llevan milenios analizándolos y sabemos por ello que..”
- “No necesitas repetirlo” –interrumpió Shaoran- “lo recuerdo bien ´el prohibido se ergirá sobre la sangre del descendiente del Rey de Cielo y ríos de sangre y muerte empezarán. El último descendiente del Rey del Cielo hubiera preferido la muerte antes de enfrentar su destino ante el prohibido y la línea de la sangre sagrada será su maldición. El final de toda vida llegará´..”
- “El Gran Sabio anterior recomendó lo que ya sabes. Ubicar al prohibido en la niñez.. y matarle, antes que sea incontrolable y destruya toda forma de vida. Me alegra saber que ni tú, yo o el actual Gran Sabio consideramos esa opción..”
- “Eso es una infamia...”
- “Sin embargo, si no haces nada, es una herencia terrible para tu hijo, porque si tú no enfrentas esto ahora tu hijo tendría que hacerlo en el futuro..”
- “¿Creen tú y el gran Sabio que no lo he pensado?, ¡no quiero dejar a Hien con semejante herencia!” –pensó angustiado- “además el poder de mi hijo aún no despierta aún. Pero, si no lo hace, si Hien no tiene magia ¡el prohibido le mataría como a una oveja!”
boku-tachi wa samayoi nagara .. todos nosotros vivimos nuestras vidas
ikite yuku doko made mo .... caminando paso a paso en el mundo
shinjite'ru hikari motome..... creyendo en ti, empecé un luminoso viaje arukidasu kimi to ima ............... buscando empezar.. una vez más.
Shaoran se estrujó la cabeza, provocando un sentimiento de piedad en la persona que le miraba desde la pc.
- “Bien... afortunadamente descartamos esa acción. Sigo investigando cualquier aspecto en los pergaminos... por favor, el Gran Sabio pide que leas detalladamente mil veces más el pergamino rojo, tal vez logres hallarle una interpretación que nos ayude, o hallamos obviado algún detalle..”
- “Lo haré. Sigan ustedes por su cuenta también”
El rostro encapuchado del acompañante del Gran Sabio desapareció de la pc y Shaoran suspiró profundamente. El prohibido... estaba escrito que aquel terrible señor de la guerra había dado origen al principio de los tiempos, pero había sido detenido y el mundo era el que él conocía. Pero el fin de los tiempos había llegado ya, y con la victoria de Kamui Shirou podría decirse que el mundo había iniciado todo en un nuevo giro..
Por eso... era que el Prohibido iba a volver.. y si no lograban evitar su despertar pleno no podrían evitar –como si pudieron otros, en el principio de los tiempos- que el prohibido llevara a cambo su misión..
El silencio total.
El fin de toda forma de vida.
- “´El último descendiente del Rey del Cielo hubiera preferido la muerte antes de enfrentar su destino ante el prohibido y la línea de la sangre sagrada será su maldición´.. sí, parece que ser el último clan que desciende del rey del Cielo es como una maldición” –suspiró- “pero no puedo dejar eso a Hien como herencia. Quizá si lo hubiera sabido no me hubiera casado nunca. ¡Oh, Sakura, mi Sakura y mi pobre hijo!, ¿qué estoy haciendo?”
boku-tachi wa ikiru hodo ni...........todos nosotros perdemos cada vez más
nakushite'ku sukoshi zutsu............. mientras sigamos viviendo itsuwari ya uso wo matoi.............. rodeados de falsedades y mentiras tachisukumu koe mo naku............. de pie ante el viento helado, incapaces de decir.
El sólo recuerdo del nombre de su esposa lo hizo suspirar..
- “Quizá debí dejar que Kagastán me matara esa vez, el año pasado” –se dijo- “así no tendría que soportar esta tortura” –negó con la cabeza, de pronto y con fuerza- “¡no, no, no debo pensar así!, me prometí a mí mismo que trataría de hacerme a la idea.. que empezaría a poner distancia entre ella y yo, para no atarla a mí por la culpa.. debo pensar en ella y sólo en ella”
Dio unos pasos nerviosamente por su oficina, antes de volver a hundirse en su sillón.
- “No.. Hien jamás la perderá. Ella siempre será su madre, quien la perderá soy yo.. yo y sólo yo. Pero con todo, debo evitar la amenaza del prohibido para ellos; he podido tener un retazo de la vida de Sakura y eso es mucho aunque debo empezar a distanciarme de ella poco a poco, para no crearle algún remordimiento cuando finalmente... cuando finalmente el hombre de sus recuerdos se manifieste” –se estrujó la cabeza con las manos, antes de volver a mirar el pergamino rojo distraídamente- “porque lo que ella murmura en sueños es hindú antiguo... tan antiguo como este texto”
boku-tachi wa samayoi nagara .. todos nosotros vivimos nuestras vidas
ikite yuku doko made mo ... vagando por los confines de un camino
furikaeru........ sólo volviendo
michi wo tozashi.. nuestra camino hacia nosotros mismos
aruite'ku eien ni.. encontramos ante nosotros la eternidad
Súbitamente palideció. Una idea, harto terrible, harto tremenda e insólita tomó su mente por asalto..
- “¡No puede ser!, ¡la persona que fue Sakura en el pasado estaba relacionada con lo que narra este pergamino rojo!, ¡LA PERSONA QUE SAKURA FUE EN EL PASADO POSIBLEMENTE HAYA CONOCIDO AL PROHIBIDO!”
Y quedó mirando el pergamino rojo con renovada angustia. Sólo él, el ayudante encapuchado del Gran Sabio y el propio guardián de la Sabiduría habían acceso a todo el texto –hasta donde él sabía, porque nadie estaba enterado que en este momento el Gran Sabio había hecho llegar a sus manos el original pergamino rojo- bien, Sakura sólo lo había leído un poquito.. una vez que se descuidó, aunque no sabía bien lo que contenía al igual que Hien, pero.. pero si no se equivocaba, era parte de su deber el mostrárselo a Sakura porque ella podía ayudarle mucho a descifrar el misterio del regreso del prohibido pero si tenía razón.. la misma investigación y ayuda que Sakura le brindaría la llevaría a encontrar a esa persona de su pasado.
La cabeza pareció estallarle. La noche anterior había pensado que lo peor que podía pasarle era ver como su esposa se iría con otra persona.. pero el hecho de saber que él, su propio marido y hombre que la amaba como loco iba a tener la ingrata labor de ayudarla a encontrar a esa persona le pareció irónicamente horrible...
Y sólo entonces Shaoran Li supo que habían pensamientos imposibles de soportar..
tachisukumu koe mo naku --- viviendo frías vidas, de pie en soledad
ikite yuku eien ni .............. seremos incapaces de decir verdad, por la eternidad
tachisukumu koe mo naku --- viviendo frías vidas, de pie en soledad
ikite yuku eien ni .............. seremos incapaces de decir verdad, por la eternidad
Canción “Fukai Mori” (Bosque profundo)
Segundo ending de “Inuyasha”
Pulsa la nota para escuchar música
La luna iluminaba débilmente el pequeño lago que estaba dentro del bosque Tsukimine mientras Mamoru Kinomoto, junto a su amigo Kia, terminaban de descartar los objetos que el mayor de los hermanos Kinomoto había conseguido prestados de Hien.
- “¡Seguro que ninguna de estas cosas tiene relación a ninguno de los conjuros de magia espiritual que le he sacado a mi mamá, Mamoru, ¡no tienes por qué enojarte tanto!!”
- “¡¿Quieres que no me enoje?, ¡mi papá hizo desaparecer su shikigami y me dijo que no hablara más de eso!” –gruñó caprichoso- “ya que no quiere decirme nada ni menos dejarme ver a su shikigami voy a hacer uno mío..”
- “¡Ya te dije que eso no se puede!, mi mamá no puede hacerlo, mi papá tampoco podía..”
- “Pero mi papá si puede.. seguramente yo también, Kia”
Kia lanzó un gran suspiro. Mamoru era tan cabezota a veces..
- “Tu papá es adulto. No sé si sabe magia espiritual o no, pero es adulto, ¡no vas a poder hacer un shikigami ahora, ni siquiera con estos conjuros que le saqué a mi mamá!” –le explicó por enésima vez- “yo mismo no sé bien que son estos hechizos o lo que hacen del todo.. no sé si haya alguno para crear shikigamis”
- “¿Para que crees que fui a casa de Hien?, tu sabes que tío Shaoran es el Jefe del Concilio y por eso pensé...”
- “Espero que no le dijeras al señor Li. Mamoru, sé que tú no entiendes porque no sabes nada de la gente que practica magia, pero tu tío es el hombre más poderoso de Oriente, ¡el Concilio es algo muy importante y todos los que practican magia quisieran poder charlar con tu tío!”
Mamoru se encogió de hombros. Kia a veces espiaba demasiado a su madre, Kaho Monouhi..
- “Bien, último intento.. saca lo último que traje y si no funciona, lo dejamos, ¿esta bien?”
El hijo de Kaho asintió y lanzó un suspiro de alivio al ver un abanico en la bolsa que Mamoru trajera de la casa Li. Bien se notaba que Hien no tenía la menor idea de lo que su primo quería, porque seguro que el abanico era de la mamá del pequeño Li, Dama Sakura..
- “Bueno, has el intento con esto.. pero ahora mismo nos vamos..”
Ambos niños se concentraron y recitaron algunos conjuros con voz solemne y Mamoru sintió algo... algo extraño, mientras Kia, aún con los ojos cerrados confirmaba sus sospechas...
Su mejor amigo poseía una increíble cantidad de magia espiritual.. aunque no sabía como usarla.
Las luces de las velas oscilaron y luego de unos segundos de silencio, ambos niños abrieron los ojos.. Mamoru se sentía agotado y se dejó caer de rodillas ante la mirada resignada de su amigo.
- “Bien, ya te cansaste... ¿podemos irnos ya a casa?, no quiero que mamá descubra que no estoy en mi cama”
- “Si... me siento cansado. Ya me voy”
Sin voltear siquiera Mamoru se dejó ayudar por Kia y ambos niños avanzaron algunos pasos, antes que una voz de mujer les diera un gran susto..
- “Un momento pequeños.. ¿dónde se supone que estoy?”
Ambos niños se volvieron a mirar a la figura traslúcida con la boca abierta, mientras se encontraban no con un shikigami –como Mamoru había esperado por un segundo- sinó con la figura de una mujer anciana, que les observabab en forma casi crítica y divertida..
- “¿Quién es usted?”
- “¿Cómo que quien soy yo, niños traviesos?, ¿invocan a mi pobre espíritu, me sacan del otro mundo y ni siquiera saben quien soy?” –la mirada del espectro recayó en el abanico- “¡y para rematarla tienen mi abanico!” –miró a ambos pequeños con interés- “¿quiénes son ustedes?, ¿en que año estamos?, ¡necesito saber cuanto tiempo llevo de muerta!”
Los ojos azules de Mamoru estaban abiertos como platos, mientras Kia sudaba..
- “Yo... soy Mamoru Kinomoto, el es Kía Monouhi y estamos en el año...”
- “¿¿¿¿Kinomoto???” –la figura espectral miró al hijo de Touya y Tomoyo con atención- “¡cielo santo tú eres el hijo de la linda chiquilla de ojos azules y ese guapo y gruñón doctor que de buena gana hubiera matado a mi pobrecito nieto en una despedida de soltera!”
- “¿De que habla?” –preguntó Kia, azorado- “¿quién es usted?”
- “Soy May May Li.. ¿quien más iba a ser?”
- “¡No, eso no es cierto!” –saltó Mamoru- “La superior Li va a la escuela secundaria con el superior Tsukishiro, ¡lo sé porque la veo molestar a mi primo Hien todos los días!”
- “¿¿Tu primo Hien??” –el espectro pareció jubiloso- “¡¿entonces mi precioso niño Shaoran y Sakurita llamaron a su bebé como a mi querido hijo?!”
Ambos niños miraron al espectro con desconcierto.. mientras May May Li, continuaba..
- “Yo soy May May Li” –añadió con una risa picaresca en su rostro- “¡¡Gracias a mí, Sakurita se puso sexy antes de tiempo y pudo engendrar un bebé con mi nieto... mi nieto Shaoran!!”
- “¡Es la abuela del tío Shaoran!”
- “¡La abuela del Jefe del Concilio!”
A Mamoru y Kia casi se les cae la mandíbula mientras que Megumi y Byakko –que habían seguido al niño Kinomoto desde su casa, muy inquietas por su seguridad- si bien no reconocieron el nombre de Li, si comprendieron una cosa de pronto..
Mamoru había logrado no sólo hacer una invocación a un espíritu..
Sinó que estaba en un tremendo lío.
Notas de la autora: AL FINNNN!... luego de virus, formateadas de pc y alboroto y medio, ¡¡al fin termino este capitulo!! (Mikki saca sus pompones y los agita con gusto). Bueno, espero que la espera haya valido la pena.. para empezar volví a clases T_T pero a ver como sigo con el fanfic –mi querido monstruo, como le digo ^_~- y con los otros que ya empecé. De que sigo, sigo.. pero volvamos a lo nuestro. Y bien, ¿qué está pasando ahora?.. las sorpresas no han dejado de caerles a todos, aún a Eriol... pero como que se vienen más. Nuestro pobre Shaoran vá a acabar con migraña –pobrecito, sufro de ellas y es horrible- aunque ya ven que Sakura tiene un buen motivo para no decirle.. lo que debería. Con todo, Ieran dejó en paz a nuestro protagonistas por un rato y May May va a tener que portarse bien por un rato porque Shaoran ya se había atragantado demasiado gracias a sus comentarios indiscretos**^_^**.
Y ya que la gente quería ver un poquito celosas a Tomoyo y Yoko, pues les tomé la palabra, aunque como ven quien se lleva las palmas sobre celos e histeria.. es Touya. Shaoran se aguanta los suyos sin tener colapsos -aún-, Kero está lleno de dudas sobre sus lealtades para cuando la captura de cards llegue a su fin; Yukito anda contento gracias a la nueva decisión del “tío” de Rei y Tao anda ocasionando alboroto y medio por su escasa sutileza. Como ven Miriel aunque realmente feliz por tener la atención de Rei –muchas adolescentes envidian a la pequeña, ji, ji- aunque también esta inquieta, al igual que nuestro pequeño Hien... ¿cuál es el problema del que hablan los pequeños Mc Nessa?: como que Hien irá descubriendo más y más en el camino... aunque a Romanova no le gusta que se meten en sus asuntos –niño para maleducado con el Director y su propio tutor ;_;- además, como que las cosas se le han salido de control para Mamoru ** ^_~** . Eso, sin contar que no sabemos quien es el misterioso ayudante encapuchado del Gran Sabio y ahora también está la presencia de Subaru Sumeragi en Tomoeda..
Los problemas se vienen, y se vienen.. si o si.
La canción de este capítulo y el midi corresponden al segundo ending de Inuyasha: “Fukai Mori” ó “bosque profundo”. Un agradecimiento especial a Paola por pasarme la canción en mp3 –gracias, he perdido mucho con la formateada, MIL GRACIAS!- y tambien a Paty, que me ha pasado el lindo midi que pueden escuchar.. y a Moni, quien ya me había amenazado para que acabara pronto el cap..+_+
Vocabulario:
* "Angelic Layer": es una obra de clamp (llevado a la animación además del manga) en que unos juguetes sofisticados peleaban en una arena de combate.
** "Angeles": Así se les llama a los muñecos que combaten en el “Angelic Layer”
*** "Deus": El dueño de los “ängeles” en el Angelic Layer es llamado “Deus” y controla al ángel con una especie de casco sofisticado que lo comunica al ángel, pues son sus ondas cerebrales los que lo mueven y lo hacen luchar.
Cualquier comentario, sugerencia o tomatazo a mikki_chan01@yahoo.com
Adelantos para el siguiente capítulo:
- “¡¡¿QUÉ TU HAS HECHO QUÉ, MAMORU???!!” –casi gritó, sorprendido.
- “No hay porque gritar, ¿sabes?”
- “¡Oh, oh,. oh!” –se estremeció, tratando de contenerse- “… ¿que vamos a hacer?, ¿qué vamos a hacer?”
- “No lo repitas, tenemos al espectro de la abuela de los Li y tampoco se me ocurre nada..”
- “¿Qué vamos a hacer, que vamos a hacer??”