Omake: “Detener el tiempo”
Advertencia: El contenido de este omake puede ser considerado no apto a menores de 13 años ya que contiene escenas LEMON no aptas para niños. No quisiera herir susceptibilidades. Si no lo lees, descuida. Igual podras entender el cap 8 del Legado.. PERO SI LO LEES ESPERO QUE TE AGRADE!
¡¡Aunque espero que te guste especialmente, Flor_de_Sakura!! –a quien le dedico el omake como obsequio muy atrasado de cumpleaños.. ¡gracias amiga, tu amistad es invalorable para mí, y lo mejor que me trajo el año pasado!- !y tambien espero muy sinceramente que te agrade esta "subida de temperatura" en este omake, amigo/a lector/a!.
Lo que había sentido al verlo caer, hizo detener el tiempo para ella.
Su hijo.. ¡SU HIJO!, ¡por favor!, ¡POR FAVOR NO!.
Y es que no sabía que había sido peor y no podía definirlo siquiera: ver los cascos del caballo tan cerca del frágil cuerpecito infantil o ver el gesto insólito de aterrada sorpresa de Shaoran....
No supo cual temor fue mayor... ¡¡los dos seres que más amaba en el mundo estaban allí corriendo peligro!!
Pero fue sólo una milésima de segundo. Porque entonces vió cómo su marido tiraba con toda su fuerza de las riendas, enloqueciendo al caballo.. y de pronto ante sus ojos contempló la figura airosa y arrogante perder el equilibrio en medio de una nube de polvo..
Su corazón había dejado de palpitar.
Gritó con todas sus fuerzas, gritó... al igual que su hijo.
No supo cuando se movió o corrió. Su cuerpo había respondido mecánicamente mientras sentía en la boca el feroz latido de su corazón y sus brazos, frenéticos, lo primero que hicieron fue abrazar con fuerza a su niño, el mismo que –al igual que ella- sólo podía mirar la nube de polvo ante ambos. Fue apenas un segundo más lo que luchó tratando de contener a Hien -a quien había abrazado casi histéricamente- pero el niño había forcejeado con ella tratando de acercarse a la figura gallarda que continuaba inmóvil sobre la hierba. De hecho, ella le retuvo lo suficiente para notar si estaba herido -su instinto maternal le hizo abrazarlo con fuerza- hasta que ambos, casi de mutuo acuerdo -y el niño aún envuelto en los protectores brazos de su madre- se acercaron con paso tembloroso..
No se movía.. no se movía..
¡NO SE ESTABA MOVIENDO!
- "¡SHAORAN POR FAVORRRR!!" -gritó antes de arrodillarse ante el cuerpo exánime, muerta de terror e histeria- "¡por favor, por favor..!"
- "¿Papá..?, ¡PAPÁ, PAPÁ!"
Las blancas manos femeninas y las infantiles temblaban inconteniblemente mientras tocaban con suavidad la gruesa chaqueta de montar...
¡Por todos los cielos! ¡!apenas algunos instantes ella misma se había acalorado con las ternura y la pasión de la cálida y masculina figura que ahora yacía ahora inmóvil y yerta!!. ¡NO PODIA HABERLE PASADO NADA!, ¡NO ERA POSIBLE!..
Las lágrimas brotaban de los ojos verdes –los de la antigua card captor y los aterrados ojos infantiles de Hien- y si Sakura no prorrumpía en gritos –que parecían querer brotar desde el fondo de su pecho- era porque estaba consciente de que Hien estaba aterrado y temblaba de pies a cabeza..
¡¡Ella misma quería morirse de la angustia allí mismo!!
- "¡NO LO MUEVAN!"
Touya estaba allí y su semblante era casi tan pálido como el de su hermana, pero logró contener a la antigua card captor con la voz, antes de tocar con cuidado el cuerpo inmóvil ante él, sintiéndose sumamente asustado. Una caída así fácilmente ocasionaba lo peor y el doctor Kinomoto era plenamente consciente de ello, no por nada atendía diariamente en el hospital heridas de ese tipo y fuera que tuviera magia o no, Shaoran Li era un ser humano al fin y al cabo..
Lo primero que hizo fué comprobar sus signos vitales... con una caída como esa, fácilmente podría...
- "¡Respira!" -suspiró aliviado, mientras dos pares de ojos verdes le miraban casi con histérica esperanza- "¡está respirando!"
- "¡oh Shaoran!"
- "¡Papá, papá!"
- "¿Esta vivo?" -la voz de Eriol había llegado a Sakura de lejos, como si soñara- "el equipo médico ya viene para acá y.."
- "¡Sakura, estás por desmayarte!"
- "Ven aqui Hien, por favor.. Miriel ocúpate de.."
- "¡No, no me iré!" -había gritado la joven de ojos verdes cuando Tomoyo había tratado de alejarla para darle un calmante- "¡no me iré!"
- “¡Pero Sakura!”
Touya y Eriol habían estado de acuerdo por primera vez y tratado de convencerla junto con Tomoyo y Yoko -mientras Shaoran era llevado con sumo cuidado por paramédicos surgidos de alguna parte- pero Sakura no había cedido un milímetro en su decisión : iba a quedarse con él pasara lo que pasara ¡y nada ni nadie iba a conseguir disuadirla de ello!. Lo mismo alegó Hien, amparado por la ansiedad de su madre, y aunque las amigas de Sakura insistieron en darle un calmante que la sedara, la joven de ojos verdes les preguntó entre lágrimas..
- “¿Acaso no harían lo mismo que yo de estar en mi situación?” –sollozó- “Tomoyo, ¿dejarías a mi hermano solo? ¿o tu a Eriol, Yoko? ¿o tú a Yukito, Ayame?”
Las mujeres se miraron entre si sin palabras. Yukito había sonreído con su inagotable paciencia y había apoyado a Sakura mientras los demás suspiraron derrotados. No había forma de rebatir aquello.. Sakura iba a hacer lo que decía, sea con su aprobación o no. Y finalmente todos lo habían entendido así.
Una hora más tarde, Shaoran yacía consumido por una fiebre altísima en un dormitorio de la embajada. Estaba totalmente inmóvil, pero Touya y otros doctores estaban revisando las placas que le habían tomado, aunque Eriol había tratado de ser optimista. Hien esperaba afuera de la habitación –porque su madre había notado el susto del pequeño y accedió a que lo llevaran a un lugar más tranquilo- pero se había negado a moverse, pese a los esfuerzos combinados de sus primos y Yukito Tsukishiro, quien estaba inquieto por el susto y temor que podía provocar en el pequeño ver a su adorado padre allí inmóvil, con tantos aparatos rodeándole...
Era demasiado para un niño de su edad y Hien había pasado ya un gran susto, por eso el padre de Rei no pensaba despegarse del niño hasta dejarlo con su madre, cuando ella estuviera algo más tranquila..
Después de que supieran que todo no había pasado de un susto..
Y esta vez, nadie había calificado al gentil Director del Camus Clamp en Tomoeda como optimista.. todos deseaban que tuviera razón.
- "¿Y bien?" -había preguntado el inglés cuando Touya abandonó la junta de médicos, mientras los demás también interrogaban al hermano de Sakura con la mirada- "¿que le pasó?"
- "¿Touya?" -preguntó Tomoyo con un hilo de voz.
- "Tuvo una suerte inmensa al no romperse el cuello ni la columna con una caída como esa" -resopló el médico ante el alivio general- "si eso hubiera pasado, nada hubiera podido hacerse.."
- "¿Entonces, doctor?" -inquirió Yoko.
- "Se rompió el hombro. Una lesión dolorosa e incómoda.. pero mínima, comparada con lo que pudo pasarle" -Eriol intercambió una mirada con su esposa mientras Tomoyo le sonreía a su marido- "¡maldita sea, que susto que nos ha pegado ese idiota!"
- "No fué suerte doctor. Shaoran sabe como caer" -insistió el ingles- "nos guste o no aadmitirlo, tiene mucha experiencia con heridas y contusiones" -Touya lanzó un bufido antes que Eriol continuara- "¿va a decírselo a Sakura?"
- "Si. Es mejor que lo sepa pronto. Ella y mi sobrino están muy asustados.." -maldijo de nuevo- "¡OH, PERO QUE GRAN IMBECIL ES ESE TIPO!, ¿QUE TENIA, QUE ESTABA MAS DESPISTADO QUE NUNCA?, ¡CONDENADO IMBECIL!, ¡VA A VOLVER A MI HERMANA CARDÍACA!"
Tomoyo sonrió sin decir una palabra al igual que Eriol y Yoko... aunque todos tenían una gran gotita sobre la cabeza.
Al menos, el gran susto no había sido más que eso.. un susto.
No se había movido de su lado. No tenía sueño. Había sentido mayor calma cuando las noticias le habían sido dichas por su hermano, pero Hien había insistido en quedarse un buen rato y ahora la cabecita infantil estaba dormida en su regazo mientras Sakura no pudo evitar rememorar otros momentos vividos con su esposo.
Y es que un miedo terrible le quemaba mientras no lo viera despertar. El tenía que despertar, se curaría y se levantaría para ser el mismo hombre que ella amaba.
-"Oh, Shaoran, por favor...por favor, reacciona, vuelve en ti" –musitó mentalmente recorriendo con ternura el apuesto rostro de su marido con sus dedos, como si memorizara con el tacto cada centímetro del rostro amado- “¡he sido tan tonta, tan ridícula y patética todo este tiempo, que no podría soportar que te pasara algo!” –suspiró- “¿por qué me siento tan culpable?. Verte así me enferma, ¿cómo es que llegué a pensar que alguna vez podría vivir sin ti?. Desde el instante que te miré siendo una niña tu mirada provocaba estragos que eran sólo un aviso... un aviso que quiéralo o no, mi vida iba a girar a tu alrededor”
Cerró los ojos y por su mente pasaron a velocidad escenas de la niñez compartida a su lado.... el primer día que lo vió en la escuela, la noche de la captura de la card “thunder”, la forma en que la fuerza de su mirada la ponía nerviosa, la competencia con él, la forma en que su presencia la había hecho sentirse más fuerte cada vez hasta que sin darse cuenta eran ya amigos. La forma en que lloró en sus brazos cuando se rompió su ilusión infantil por Yukito, la mirada en sus adorados ojos de canela y chocolate cuando él le confesó sus sentimientos después de apoyarla hasta el límite a romper el conjuro con el que Eriol la había probado..
La forma en que se despidieron la primera vez.. en el aeropuerto, el oso de felpa que él le obsequiara –que ahora compartía los sueños de Hien desde la cabecera de su camita- su regreso por la carta sellada y cuando al fin ella saltó a sus brazos. ¿Cómo podía saber que no lo vería por largos años?.. de pronto entendía porque su vida se había hundido en la sencillez y la duda cuando él partió. Su vida giraba en torno a él, ¡siempre fue asi! Y nunca lo había notado. El decía que ella era más poderosa que él en magia y esperanza, pero sin él a su lado su poder y su propia fé se perdieron.
Sólo cuando se reencontraron todo empezó de nuevo, pero ya no con la ingenuidad de la infancia. Timidez aparte, sus sentimientos por él ardían desde la primera vez que le volvió a ver y no podía dejar de reprocharse haber dudado... ¿acaso tenía él que haberse lastimado de esa manera para que ella tuviera que entender que estar a su lado era lo más importante en su vida?. ¡Ya no se resignaba a ser su novia, su amiga, su rival! Necesitaba ser su compañera, su confidente, su amante.. sentir su ternura, su pasión, su locura.. su arrebato.
Necesitaba a Shaoran.
- “Desesperada e inevitablemente. Lo amo como una loca. Siempre lo he sabido, pero las dudas y la confusión.. ¿cómo pude permitir que eso nos alejara?, ¡¡por eso es que me casé con él, por eso tenemos a nuestro hijo!!” –se sonrojó- “por eso es que me siento feliz siempre que hacemos el amor.. por eso nunca hubiera podido ser con otro, ¡jamás, nunca!, ¡las encarnaciones pasadas no importan porque lo amo!, ¡oh, como le amo!” –suspiró sintiendo su corazón latir con violencia- “Con toda mi alma, mi cuerpo, con todo mi espíritu”
Acarició su rostro con sus dedos otra vez, suavemente, después de revisar a Hien, a quien acomodó tiernamente en una cama paralela. Ella no pensaba dormir y sonrió al contemplar a su niño, pero su mirada verde volvió pronto hacia Shaoran. ¡Que diferente se veía!, estaba pálido y desfallecido... pero seguía siendo él, y mientras sus manos rozaban las mejillas varoniles pensó en la primera vez que le viera de esa forma..
Dormido.
Entonces estaba dormido.
Había sido.... en su noche de bodas.
Habían sido días agotadores.
Casarse de la forma tradicional había sido tremendo, costoso y.... bastante prolongado. Días de ceremonia tras otra, vestidos, peinados, atender a invitados que parecían no tener fin. Pero había sido finalmente el último día y ante la mirada desaprobatoria de Ieran, Shaoran y ella habían partido antes de lo esperado. Eriol había proporcionado el vehículo en que su esposo -¡que lindo sonaba!- la había sacado casi subrepticiamente de la ultima ceremonia y ambos habían reído como niños en fuga mientras Wei ayudaba a sacar de contrabando un par de maletas y les juraba -por enésima vez- que cuidaría que nada ni nadie tocara a su bebé más que él mismo, o Fujitaka, quien también estaba sumamente entusiasmado con su nieto chino.
Sakura había besado a su padre antes de subir corriendo al vehículo y Shaoran había pisado el acelerador a fondo. ¡En realidad los habían perseguido por un buen rato! pero después de muchas vueltas e inconveniencias habían logrado quitarse de encima toda la seguridad del Concilio –¡y habían tenido que usar un par de conjuros! - hasta finalmente llegar al aeropuerto, donde -otra vez gracias a Eriol- un avión esperaba para llevarlos a...
¿Donde?
¡Shaoran no tenía ni idea y Sakura sonrió al verlo desconcertado!
Pero estaban felices de dejar todo aquello atrás. Quizá en el futuro tuvieran que lidiar con el Concilio, pero esta vez sólo querían ser una pareja como cualquiera.. en un lugar donde fueran una pareja como cualquiera.
Un lugar cualquiera.
Donde estuvieran ellos solos.
- "¿A donde vamos señor?" -había preguntado el piloto, de pronto.
- "Eh... Eriol.. digo, ¿Lord Hiragizawa no le dijo donde llevarnos?"
- "Milord me dijo que les llevara donde uds quisieran"
Ambos recién casados se miraron entre si. ¿A donde podían ir que nadie les reconociera?, ¡debía haber un sitio en el mundo donde pudieran estar solos!. Shaoran estaba sumamente desconcertado pero una dulce sonrisa había aparecido en los labios de Sakura porque ella SI había elegido ya el lugar –lo había comentado con sus amigas durante el primer día de bodas- de modo que cuando lo mencionó, tanto su esposo como el piloto la había mirado con sorpresa. Pero habían dormido durante el vuelo -que había sido accidentado- se habían puesto algo más cómodo, y ahora estaban allí..
- "¡Que diferente se ve cuando es verano!"
Shaoran asintió con una leve sonrisa, mientras no podía creer lo que miraba.. estaba realmente perplejo, mientras se culpaba por haber escapado apuradamente antes de lo esperado. El tenía ya planificado un hermoso viaje de bodas, pero como no había podido esperar todo un día más.. o que terminaran la ultima ceremonia –se sonrojó- estaban allí. No es que le molestara porque el lugar era especial, pero esperaba no haber decepcionado a su esposa. ¡Esa no era su idea de la sofisticada y romántica noche de bodas que había planeado en obsequio a Sakura!...
El lugar era...
Era...
Una cabaña cómoda y acogedora, si... pero como que le parecía un lugar demasiado sencillo para lo que él esperaba darle a Sakura. Parecía que ese sitio podía definirse como “inesperado”.. porque no era la primera vez que acababan allí en un momento trascendental de sus vidas.
¿A que no adivinan donde estaban?..
¡Hien había nacido en ese lugar!.
Aunque entonces estaban en pleno invierno y ahora en cambio, el lugar era un rincón lleno de sol y vida, con una vista maravillosa en lo alto de las montañas. En realidad su viaje de bodas iba a ser en un crucero privado que les esperaba para iniciar un recorrido por Europa –la embarcación les esperaba para iniciar su recorrido por las islas griegas- pero como se habían escapado un día antes de lo esperado y no deseaban que los encontraran, habían tenido que improvisar..
Al menos para pasar su primera noche juntos como esposos.
A Sakura se le había ocurrido la idea y se sentía entusiasmada al notar el desconcierto de él. Desde que había puesto el pie en tierras chinas había descubierto la faceta “jefe de clan” de Shaoran y sabía que él era muy ordenado y meticuloso en sus asuntos, de modo que verlo tan confundido y azorado como ella misma la hacían sentirse especial.. Sólo ella conocía aquella expresión masculina y eso la emocionó, pero se sonrojó violentamente al recordar que esa noche –su primera noche como casada- iba a redescubrir también otra faceta desconocida de él.
- “Debo dejar de sentirme nerviosa” -se dijo sintiendo su rostro arder, y no era por la carrera.
Ambos habían subido la cuesta entre risas y finalmente estaban allí mirando la luna asomarse lentamente entre las sombras de la noche. Acababan de regresar de aquel pueblito ignorado después de comer y comprar algunas provisiones, pero Sakura había salido a contemplar la luna por unos instantes y se estremeció al notar los pasos de Shaoran salir de la casita, en su búsqueda...
- “¿Te sientes bien Sakura?” –preguntó, inquieto- “supongo que estarás muy cansada, ¿no es asi?”
- “No” –dudó temblorosa- “pero... ¿estas realmente a gusto?. Sé que fue una solución de última hora estar aquí, pero no se me ocurrió otro lugar..”
El sonrió suavemente, antes de añadir.
- "Descuida. Me gusta estar así. Solos, sin tanta gente ¿sabes?" -había dicho él mientras sus brazos la rodeaban suavemente- "gracias. Todo esto de la boda ha sido muy confuso...” –reclinó su cabeza sobre la de ella y la muchacha se estremeció más al sentir su cálido aliento sobre su cabello- “siento que hayas tenido que aguantarlo por mi culpa"
- "N- nno nooo digas eso. ¡Nos escapamos el ultimo día!" –tartamudeó antes de añadir- “¿viste la cara que puso tu madre cuando hiciste chillar las ruedas del auto?”
- “¡Nada comparado con la expresión de “voy a matarte” que tenía tu hermano!”
Empezaron a reír y en el silencio de la noche la voz masculina murmuró:
-"¿Te gusta ser una mujer al fin casada por la ley de los hombres?"
-"Si es contigo sí"
El sonido suave de la risa de él a sus espaldas la hizo sonrojarse otra vez. El brazo masculino aun rodeaba su talle y Sakura sentía que su corazón iba a estallar. Odiaba ser tan vergonzosa, pero lo había decidido. El había pasado por demasiadas cosas por ella y el hijo de ambos.. y el asunto de la boda había sido en realidad culpa suya. ¡Tantos días de ceremonia tradicional y todo porque ella accedió ante los Jefes, sin estar consciente de lo que significaba una boda tradicional en el Concilio!
¡No era hora de echarse para atrás!
Todo el lugar estaba en penumbras... sólo la tenue luz de la luna los iluminaba plateadamente y aunque la muchacha no lo sabía, los hilos de plata del astro nocturno le daban cierto aire misterioso, virginal y casi etéreo. De modo que sintiéndose de pronto muy audaz y ante la sorpresa de él, lo tomó del brazo arrastrándolo de vuelta a la cabaña..
Específicamente a la habitación.. donde soltó su mano mientras ella se sentaba temblorosa, sobre la cama bañada por la luz de la luna..
-"Shaoran..." -suspiró ante la sorpresa reflejada en el rostro masculino- "yo..." –su rostro se puso carmesí pero sus ojos brillaban como esmeraldas al decir suave, pero decidida- “yo quiero ser tuya esta noche”
Yo siento que
me provocas
aunque no quieras
hacerlo
esta grabado
en tu boca
a rojo vivo
el deseo
El no respondió. Estaba atónito. Sabía bien que Sakura era algo tímida en cuanto a eso de tomar iniciativa –la única experiencia que tuvieron previamente, se la debían a un afrodisíaco muy fuerte suministrado por su difunta abuela- y él mismo se sentía algo nervioso ante la idea de cómo re-iniciar el lado “íntimo” de su relación sin ponerla más nerviosa; pero por otro lado, no podía dejar de admitir que había fantaseado como loco esos días de la boda, esperando tenerla al fin a su lado..
Y la visión que estaba ante él, lo dejaba mudo.
La muchacha vestía una especie de túnica china.. especie de túnica, porque el corte del vestido era de tipo occidental en el escote y las mangas, pero la tela rodeaba suavemente las curvas de Sakura con elegante y diáfana sensualidad de la que ella no había sido consciente cuando se la puso. El corte del vestido ciertamente llegaba casi hasta los muslos femeninos y la visión de la suave piel de la muchacha unida a la visión de sus curvas acentuadas por el diseño del traje le estaban casi provocando vértigo.
Por si fuera poco, su cabello estaba suelto y desparramado sobre sus hombros y espalda, sus ojos brillaban verdes, tímidos pero con un anhelo acentuado en sus pupilas..
Y todo aquel conjunto maravilloso de mujer estaba sobre la cama, iluminado por la luz de la luna..
Y casi puedo tocarte
como una fruta
madura
presiento que
voy amarte
mas allá de
la locura
El joven avanzó tenuemente desde las sombras de la habitación, procurando contener su propio temblor. La amaba, la deseaba y su corazón parecía salírsele del pecho, pero para iniciar algo, lo primero que hizo fue hacerla ponerse de pie a su lado –aunque la cama estaba al lado- y fundirse con ella en un beso apasionado y a la vez hambriento... pero insólitamente lleno de ternura..
Sentía que necesitaba hacerle entender que no tenía que ofrecerse a él como ofrenda. Era él quien le pertenecía a ella, y se sentía tan dichoso que necesitaba hacérselo saber.
“Las sombras difuminan un poco su figura y mi corazón salta de mi pecho.. tanto que me duele. Me sonrojo porque no puedo ni quiero dejar de mirarlo. Sus pasos son suaves, y sus hombros anchos emergen de la oscuridad junto al resto de su figura..
Me siento desfallecer con sólo verle.
El rostro masculino es el más perfecto y aquellos ojos son los más brillantes que he visto en mi vida, tan hermosos y vibrantes a la vez. Su suave cabello castaño se mueve suavemente por la brisa nocturna y su figura esbelta y airosa se mueve con altiva dignidad de la realeza.
No, ninguna realeza que hubiere visto antes –ni oriental , que estos días de boda si había visto mucho.. ni tampoco occidental que si habia visto por tv- podían comparársele..
Viste con sencillez, pero a la vez se vé increíblemente atractivo. Sólo una chaqueta negra sin mangas y ceñida a su torso. Su talle es firme, su figura tan masculina pero a la vez tan sensual que siento mi rostro arder a niveles insospechados.. su figura es simplemente impresionante y masculina, despertando toda la femineidad que hay en mí, pero en sus ojos brilla más que deseo, brilla la ternura, la pasión... la entrega. Es hermoso.. y no importa lo que ocurra, sé que siempre le veré así: masculino y apasionado, perfecto. Soy suya.. pero él me toma la mano -¡estoy temblando tanto que apenas puedo ponerme de pie!- y me besa con un calor que jamás hubiera imaginado después de susurrarme ´soy tuyo Sakura´.. y me sonrojo más aún”
El había sonreído. Era delicioso verla sonrojada y suspiró profundamente antes de besarla con suavidad, despacio, encontrando su cuerpo cálido y dispuesto para él. Era al fin su esposa, su novia, su amiga.... y su amante. Suya para siempre. Así como él le pertenecía a ella. De modo que hundió sus labios en su boca y la muchacha se retorció de placer al imaginar lo que vendría después.
Voy a comerte
el corazón a besos
a recorrer sin
limites tu cuerpo
y por el suelo
nuestra ropa
suave gota a
gota
voy a emborracharte
de pasión
Habían dado vida a Hien durante un sueño.. pero esta vez era real, muy real... tremendamente real.
Su noche de bodas.. al fin solos.
- "Sakura.." - susurró él entre besos suaves mientras empezaban a relajarse- "no debes preocuparte por nada, soy tuyo, siempre"
“Sus manos empiezan a desvestirme con cuidado, atento a no arrugar mi traje. Pero mientras las piezas de ropa abandonan mi cuerpo besa cada pedazo de mi piel expuesta a él, mientras susurra palabras de amor a mis oídos. Mis manos cobran vida por si mismas, y yo empiezo a despojarlo de sus prendas también..”
La muchacha lanzó un suspiro apretándose más a su cuerpo, mientras tomaban un respiro. Estaban agitados. Pero ella sentía como si todo le diera vueltas... de pronto era plenamente consciente de lo que iba a pasar, y súbitamente recordó. Ya había traído al mundo a su hijo. Al hijo de ambos. Ya no era... la misma que él tuvo en sus brazos aquella vez, donde ambos creían que soñaban. Su cuerpo... había cambiado un poco ¿no es así?. Ciertamente durante todo el proceso previo a la boda había sido muy cuidadosa consigo misma, pero.. ¿si a él ya no le parecía la misma?, ¿si ya no la encontraba atractiva?. Esa noche.... esa noche había sido irreal y mágica, pero ahora.. ya había traído un bebé al mundo y aunque amaba a su hijo, aquello le hizo sentirse de pronto muy insegura.
- "Sakura..."
Los dedos masculinos abrieron suave y lentamente la ropa de la muchacha, rozando la piel del vientre, y arrancándola de pronto de sus temores mientras sus labios descendieron hacia el cuello otra vez y Sakura comenzó a temblar, su respiración la sentía cada vez más entrecortada mientras sus labios eran reclamados una vez más y ella empezaba a sentirse más y más insegura..
Voy a comerte
el corazón a besos
a recorrer sin
limites tu cuerpo
voy a dejar
por tus rincones
pájaros y flores
como una semilla
de pasión
- "Sakura" -le dijo él de pronto, cuando sus miradas se encontraron, como si hubiera leído sus temores- "no temas, no hay nada que temer, estás conmigo. ¿Crees que te lastimaría?"
- “No.. soy la misma. Ya he tenido un bebé..”
- “A mi hijo. Nuestro hijo”
- “Si. Pero.... no soy la misma... de antes. Mi cuerpo.. ha cambiado un poco”
Aquellos ojos color canela se contemplaron en los verdes, que temblaban inseguros, y suave y gentilmente Shaoran tomó su barbilla acercándola lentamente hasta que sus labios y Sakura ya no pudo ni temer, su cuerpo parecía reaccionar sólo al contacto ardiente del hombre que amaba y en el silencio sólo cortado por suspiros, se escuchó gimiendo suavemente..
- "Te amo, te amo.." -susurró apenas.
-"Sakura, ...tampoco yo soy el mismo...."
Los ojos verdes se abrieron de golpe y se ruborizó toda. Su vestido estaba abierto hasta su cintura y su busto estaba levemente henchido por la leche materna que brindaba a su bebé, pero él miraba embobado su figura temblorosa y al notar la reacción avergonzada de ella, la miró con fijeza mientras ella notaba que también él tenía el torso desnudo..
No era la primera vez que vería el cuerpo de él sin camisa pero a pesar de que quería mantener el contacto visual, no pudo evitar que su mirada bajara a admirar aquel torso ahora expuesto....era simplemente perfecto, unos muy bien delineados y fuertes músculos y alguna que otra cicatriz -producto de la pelea en la torre de Tokyo-- que sólo le daban al cuerpo masculino más sensualidad. De repente notaba que el color de su piel era un tanto más clara que la de él, pero ¿se atrevería a tocar aquellas heridas que él sufrió por ella?....
Ahora te sueltas
el pelo
y así descalza
caminas
voy a morder
el anzuelo
pues quiero
lo que imaginas
- "No te molestan ¿verdad?" -preguntó Shaoran suavemente- "con el tiempo quedarán menos, pero..."
“Me sentí osada y acaricié la piel suave hasta alcanzar la comisura de aquellos labios tentadores... fue un beso tierno y gentil, y es que ambos sabíamos que algo eterno nos unía. El beso entonces se hizo más profundo y continuo.. caliente, húmedo y excitante, tan apasionado como nosotros mismos nos sentíamos. Apenas si respiramos un instante y volvimos a hundirnos en el anhelo , yo tocaba ya sus músculos sin poder detenerme y sentía sus manos por todo mi piel, estremeciéndome más a cada segundo que pasaba. A estas alturas, ambos gemíamos suavemente pero el contacto directo e íntimo no había fallado en reavivar el anhelo que sentíamos el uno por el otro.”
El se interrumpió bruscamente sin poder controlar un gemido de placer al sentir esas pequeñas y delicadas manos ahora en su piel desnuda, todo un sueño hecho realidad mientras se besaban ya sin reservas y sus manos también descendieron sobre ella, ansiosas de terminar lo que había empezado; lentamente y sin romper aquel beso comenzó a bajar el vestido totalmente del cuerpo frágil y exquisito...
Cuando se cae
tu vestido
como una flor
por el suelo
no existe nada
prohibido
entre la tierra
y el cielo.
De pronto solo eran ellos dos.. solos, sin ninguna barrera entre ellos y hace rato que ya no sabía donde terminaba ella y donde comenzaba él. Y tampoco le importaba. La cabeza ladeada, la respiración otra vez entrecortada, las rosadas mejillas, las pequeñas manos aferradas fuertemente a las sábanas mientras sus cuerpos se unían suavemente y sin prisas, Shaoran la atrajo totalmente hacia él para poder reconfortarla en su abrazo mientras sus cuerpos se hacían uno como aquella vez y aunque temía hacerle daño se estremeció cuando la escuchó gemir en su oreja muy bajito y él suspiró profundamente.
- "Shao.. ran..." -jadeó la muchacha, apretándose contra él..
Perdió entonces la conciencia y la razón. Ambos eran ya uno solo y en el silencio de aquella noche clara de luna se encontraron otra vez, vivos, en un sitio donde el cuerpo y el espíritu se tocan y se hacen uno.
Las manos pálidas de ella acariciaron la espalda masculina, ávidas, vehementes mientras él respondía besando cada porción de la frágil figura femenina a su alcance. No hubo rincón en el que no se reconocieran, en el que no se hallaran, en el que no se sintieran.. ya no era un sueño y en el silencio de una cabaña olvidada, lejos de cualquier lugar en donde les conocieran, fueron simplemente él y ella..
Un hombre y una mujer.
Amándose.
Siendo uno.
Fortaleciendo una unión que ya habían experimentado antes, pero en esta ocasión una unión única y especial porque reafirmaba lo ocurrido un sueño de una noche de verano.. un sueño que tuvo como resultado a su hijo, pero esta vez, más que padres, novio y novia, amigos, conocidos.. eran simplemente ellos dos.
Uno.
Uno solo.
Finalmente.
Por su amor, por las leyes humanas y divinas.
Eran uno.
Voy a comerte
el corazón a besos
a recorrer sin
limites tu cuerpo
y por el suelo
nuestra ropa,
suave gota a
gota,
voy a emborracharte de pasión
Voy a comerte
el corazón a besos
a recorrer sin
limites tu cuerpo
voy a dejar
por tus rincones
pájaros y flores
como una semilla
de pasión, de pasión..
Voy a comerte
el corazón a besos
a recorrer sin
limites tu cuerpo
y por el suelo
nuestra ropa,
suave gota a
gota,
voy a emborracharte de pasión
Voy a comerte
el corazón a besos
a recorrer sin
limites tu cuerpo
voy a dejar
por tus rincones
pájaros y flores
como una semilla
de pasión, de pasión..
Despertó sintiéndose extrañamente feliz. ¿No había sido un sueño, verdad?, ¿verdad que no?.
Se ruborizó furiosamente al notarse sin ningún otro abrigo que el cuerpo de él, pero tiró un poco más de la sábana para sentirse más a gusto mientras contemplaba feliz y satisfecha el perfil del hombre que amaba, sus rasgos finos, su cabello de canela y chocolate, su respirar acompasado y tranquilo al dormir al fin, luego de haberse hecho el amor hasta caer rendidos.. empezaba a amanecer pero se sintió tan feliz que se acomodó sobre su pecho con un gran suspiro. No sentía vergüenza alguna de estar así. El ya era parte de ella y ella de él y nada podría hacerla más feliz que perderse en sus ojos cada mañana al despertar.
Su calidez, su ternura y su pasión sólo los conocía ella..
Nadie más, nadie nunca, nunca. Este feliz pensamiento la sumió en un sueño leve del que despertó cuando la luz del sol hirió sus ojos; pero cuando se encontró sola se sintió súbitamente desolada.
¿Había amanecido sola? ¿porque...?
Un leve aroma llegó a su nariz proveniente de la cocina y la muchacha se sentó sobre el lecho, cubriéndose un poco con la sábana aún algo tibia e impregnada del perfume masculino de él. ¿Que era aquello?. Sin poder contener más su inquietud y curiosidad se puso la primera prenda que encontró y atisbó por la puerta hacia la cocina sonriendo suavemente, al notar que el olorcillo apetitoso que empezaba a salir de allí era provocado por una gran torre de hotcakes recién hechos.
Shaoran estaba de espaldas a ella revolviendo una mezcla sospechosamente parecida a huevos con jamón y Sakura ahogó una risita. ¿Se había levantado temprano por eso?. Sobre la mesita se encontraban leche, pan fresco, café, té, galletas y hotcakes, además de los huevos con tocino que estaba él terminando sobre el fogón pero ¿de donde sacó esa idea?. La muchacha estaba increíblemente feliz y aún acalorada de verlo -además, él solo tenía puestos unos pantalones y Sakura se ruborizó más al reconocer algunas marcas dejadas por sus uñas en la ancha espalda masculina- pero no acababa de entender porque a él se le había ocurrido preparar un desayuno tan occidental esa mañana.
- "Solo falta esto" -murmuró él mirando un curioso papelito- "y estará todo listo" -suspiró- "con tal que Eriol y Yamazaki no me hayan echado una mentira con eso de que uno siempre debe desayunar asi después de la noche de bodas porque sinó los mato.."
Una risita le hizo girar la cabeza y de pronto el muchacho quedó sin aliento. Sakura estaba frente a él, ruborizada y vergonzosa al verle a la luz del día después de su apasionada entrega la noche anterior...
Pero..
Había tomado la primera prenda que encontró.. que era la camisa de bodas de lino blanco -de la ultima ceremonia- que él había dejado cerca a la cama..
En el apuro por lo ocurrido la noche anterior.. ni siquiera había guardado aquella prenda, solo la dejó cerca al lecho y...
Ella tenía puesta SU camisa.
¿Cómo iba él a saber que verla vestida con sólo su camisa iba a quedarle tan bien?
¡Se veía increíblemente SEXY!
De pronto, se empezó a acalorar mucho.
- "¡Ejem!- tosió, incómodo, al notar que sus mejillas y las de ella estaban igual de rojas- "es.. espero que durmieras.... bien"
La chica se puso como semáforo y él se maldijo por su estupidez.. ¡claro que no habían dormido casi nada!.
- "¡Rayos!, yo.." -dudó- "no quise apenarte. No... ¿no fuí muy bruto anoche no?" -dijo suavemente, sintiéndose también apenado- "te mantuve despierta bastante, pero es que yo.... ¡oh, tu entiendes!, yo.. "
La chica sonrió suavemente mientras él empezaba a ponerse incómodo. ¿Se sentía él tan apenado como ella?. La noche anterior lo había sentido tan confiado y seguro, pero descubrir que él tenía los mismos temores que ella sólo la hicieron sentirse aún más cerca suyo. Ambos habían perdido la cabeza entonces... pero esta mañana.. ¿estaba soñando ó él se veía inquieto porque temía haberla asustado con su pasión?
La chica amplió su sonrisa antes de caminar hacia su marido y rodear sus hombros con sus brazos, empinándose para besarlo.
- "Si anoche fué bruto señor Li... adoro que se ponga así ¿sabe?" -murmuró sonrojada- "adoro su pasión, su locura... su arrebato"
No pudo decir más. La boca de él la besaba salvajemente mientras la tomaba en brazos y cuando se tomaron una pausa para respirar él sonrió.
- "Que bueno que te gustó. Temí haberte espantado ¿sabes?" -murmuró, levemente divertido- "la otra vez ambos... estábamos bueno... habíamos bebido ese brebaje de mi abuela, pero como anoche no tomamos nada raro y yo.. bueno, temí haberte asustado"
- "Si a eso llamas asustar.."
Rieron casi besándose de nuevo mientras él añadía.
- "Se ve increíblemente bella con mi camisa puesta señora Li" -susurró- "pero... creo que se vería mejor aún sin ella.."
La chica se ruborizó pero asintió y ya estaban de regreso al lecho cuando..
- "¿No huele a quemado?"
- "A quien le... ¡noooo!" -gritó, volviéndose a toda carrera a la diminuta cocina- "¡los huevos con jamón!"
Sakura procuró contener la risa durante los siguientes minutos.. con poco exito. Pero al menos la catástrofe de los huevos revueltos les permitió desayunar algo. Aunque el pobre Shaoran tuvo que lidiar bastante con los restos de comida quemada y remojada, porque el extintor sólo sirvió para dejar el lugar más revuelto todavía. Pero el joven chino finalmente cedió a las instancias de su esposa y se sentó a comer a su lado... mientras se deshacía en maldiciones a Eriol y a Yamazaki.
- "Sigues cocinando mejor que yo" -le dijo ella a modo de consuelo- "¡en serio!.. los hotcakes que haces son mucho mejores que los míos.."
Shaoran suspiró mientras terminaba su taza de té. La cocina estaba hecha aun un pequeño desastre, pero el desayuno había sido apetitoso y...
Realmente había tenido MUCHA hambre después de..
¡Ejem!
- "En la tarde haré limpieza" –comentó de pronto.
- "¿En la tarde? ¿y ahora?"
- "Ahora tengo otra cosa que hacer"
Sakura sonrió al sentir sus manos unirse a las suyas y asintió en silencio. ¿Qué importaban los platos sucios?, ¿el revoltijo o que pudieran tirar la mesa o algún traste?. ¡estaban solos!, ¡estaban solos!
Y se amaban.
Y en silencio permanecieron durante varias horas siguientes... sólo acompañado de algunos murmullos.
Sakura suspiró ante el recuerdo mientras besaba suavemente la frente de su esposo. Habian pasado en esa cabaña dos días en lugar de sólo esa noche, antes de partir para occidente –para evitar ser reconocidos por gente del Concilio- donde se embarcaron en un yate lujoso que parecía ser más una nube de romance flotando sobre el mar... ¡y había sido todo un mes paseando, tomando sol, riendo y amándose sin más preocupaciones!.
¡Había sido tan hermoso!
Pero ya empezaba a anochecer y Shaoran aún no había despertado.. ¿acaso significaba algo malo?. No sabía que hacer pero se sentía muy aprehensiva con él –más que nunca debido al susto- y sus labios acariciaban suavemente los sedosos cabellos canela, cuando la puerta se abrió.
- "¡Argh!.. vas a ocasionarme serios traumas, monstruo" -bufó Touya con la cara algo verde- "¿tienes que besar al sujeto cuando duerme?"
- "¡Hermano!" -se sonrojó antes de añadir- "¿pasa algo?"
- "No. Pero Hiragizawa ya coordinó el traslado de tu marido a tu casa" -añadió con evidente gusto- "y por cierto monstruo. Olvida eso que estabas haciendo.. él no esta en condiciones de hacer NADA que pueda provocar que sus huesos se.. muevan mucho" -su satisfacción era evidente- "así que será mejor que dejen lo “vomitivo” de su relación “pendiente” hasta que sus huesos hayan sanado del todo. En tres o cuatro meses"
Sakura le miró asombrada..
- "¡HERMANOOO!"
¡La pobre muchacha estaba como un semáforo!
- "Mira Sakura... si quieres quedarte sin marido es cosa tuya,. pero él no puede hacer tonterías. Y sí, admito que hacerle a él la vida miserable me hace feliz" -dijo malicioso aprovechando el bochorno de su hermana- "es un bonus mínimo por el susto que nos pegó y por lo descuidado que es; pero ahora tiene un calmante bastante fuerte para el dolor y también un somnífero, pero mañana yo mismo iré a tu casa a decirle lo que te digo a ti.."
- "¡TOUYAAAAA! ¡SHAORAN TE MATARA SI TE ATREVES A DECIRLE... A .. DECIR...!"
- “Si quieres se lo escribo..” –se burló el galeno con mayor malicia- “¡y deja de gritar que vas a despertar a mi sobrino!, y a menos que quieras explicarle a Hien lo que “su papá no puede hacer”.. puedes seguir gritando” –se mofó- “ y... ¡ARGHHHHHH!!”
La antigua card captor echó chispitas por los ojos mientras su pie había golpeado con fuerza el tobillo del médico que tuvo que salir de la habitación a ponerse algo de hielo.. ¡no se esperaba eso y Sakura pateaba más fuerte ahora que cuando era niña!, ¡maldición, le había pegado con el tacón de su zapato!. ¡Aquello HABIA DOLIDO!
Pero la antigua card captor no pensaba eso..
Sakura de pronto entendió que Shaoran iba a estar de MUY mal humor cuando despertara.
Notas de la autora: (Mikki esta con una bolsa de hielo sobre la cabeza) ufffff!, espero no haber ofendido a nadie con este omake... pero ¡¡ES UN OBSEQUIO –MUY ATRASADO- PARA MI AMIGA FLOR DE SAKURA!! y bueno, ella es realmente una GRAN PERSONA que ha querido que este, su obsequio, sea publicado, pese a todo el calor que me esta provocando escribirlo... y a uds leerlo **^ ^** .
Mi querida amiga: te debía este obsequio desde tu cumpleaños, sólo espero que no te haya decepcionado y desde aquí, ya sabes que me siento feliz de contar con tu amistad. A la distancia no puedo darte un gran abrazo triple (cumpleaños atrasado, navidad y fin de año) pero este omake esta hecho con todo cariño para ti. ¡Dios te bendiga!.
A mis amigos lectores: En realidad, yo pensaba no publicar el omake (habré escandalizado mucho a los lectores??, por favor, discúlpenme si escandalizo a alguieeeennn!) pero es a Flor de Sakura a quien deben uds el leer este omake bien subido de tono.... aunque ciertamente ya mi musa de ideas estaba bastante picara en el cap 7. Otra vez espero no haber ofendido la sensibilidad de nadie y más bien que les haya gustado este recuerdo de Sakura... además, sé que este omake debió estar en noviembre y desde entonces uds están con el “complejo de Anthony” por el accidente de Shaoran con el caballo en el cap 7. Como ven, nuestro protagonista no se nos ha ido para siempre. Pero... va a pasar un mal rato cuando despierte ^^´´´.
Bien, deséenme suerte con mis exámenes finales –¡quien haya dicho que dar exámenes finales del 2do semestre 2005 en enero 2006 es buena idea es un cretino! >.<XX- y en cuanto acabo retomo el cap 8, que se quedó en mitad y que ganas tengo ya de continuar!
La canción del omake es del grupo “Los nocheros” y se llama “voy a comerte el corazón a besos” como no es muy conocida –pero si oportuna para el omake- tuve que ponerla en mp3, espero no hacer de eso costumbre.. no quiero complicarles el tiempo en la red.. PERO ES MUY OPORTUNA, NO CREEN?? ^_~ !espero que les guste!..
Cualquier comentario, sugerencia o tomatazo (no me acusen de pervertida!, por favor!, solo espero que no me haya quedado vulgar!) a mikki.chan@gmail.com disculpen si aun no contesto, es que dí prioridad al omake, pero ya empiezo a ponerme al día con los mails en cuanto salgo de examenes.
Por cierto ¡FELIZ NAVIDAD Y MIS MEJORES DESEOS PARA ESTE 2006!!!!
Adelantos para el siguiente capítulo:
- “¡Maldita Sakura Li, maldita sea!” –barbotó furiosamente, porque la sola idea que la japonesa disfrutaba de lo que ella anhelaba la hacía sentirse enferma- “él está con ella sólo porque se parece a mí, ¡sólo por eso!, ¡nunca debí haber sido tan estúpida, tan conformista! si sólo hubiera tenido el valor de decirle todo entonces, ni Mei Ling, Mai Tsi o esa estúpida Sakura hubieran podido separarme de su lado”